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Reyes por mil años sin sucesores

Reyes por mil años sin sucesores

Capítulo 4

Reyes por mil años sin sucesores

1. ¿Desde el tiempo de quién en adelante no han resultado satisfacientes los reinos de hechura humana?

LOS reinos de hechura humana no han resultado satisfacientes para las necesidades del hombre. Desde por lo menos el siglo veintidós antes de nuestra era común, o hace más de 4.150 años, la familia humana empezó a tener reinos de hechura humana. El nombre del primer rey humano de que hay registro es el de Nemrod, el bisnieto de Noé el constructor del arca, y parece que Nemrod se hizo a sí mismo rey, según el registro de Génesis 10:8-12.

2. (a) ¿Cuál fue la actitud de Noé en cuanto a reino? (b) ¿Qué tipo de gobierno ha preferido decididamente la gente hoy?

2 Noé, cuya vida se extendió más allá del principio del reino de Nemrod, no hizo rey de Babel (o Babilonia) a éste. Noé ni siquiera se hizo rey a sí mismo, sino que continuó sencillamente como el cabeza patriarcal de la familia humana en expansión. (Génesis 9:28, 29; 10:32 a 11:9) Hoy, en la mayoría de los casos, los pueblos se han cansado de tener reyes con sus sucesores hereditarios en sus familias naturales. Hay una preferencia decidida por gobiernos del pueblo, como repúblicas y democracias con presidentes elegidos por el pueblo. Bajo estas democracias la gente pronto se cansa de un conjunto de gobernantes suministrado principalmente por un partido político y busca un cambio por medio de elegir a los puestos candidatos suministrados por otro partido político.

3. ¿Quién ha tenido suficiente ya de los reinos de hechura humana, y qué hizo él que se declarara en la ubicación del primer reino de hechura humana?

3 Los hombres no son los únicos que están cansados de los reinos de hechura humana con sus sucesores hereditarios. Dios también lo está. De hecho, Dios está cansado de todos los gobiernos hechos por el hombre en la Tierra hoy. * Si la gente no ha tenido suficiente de ellos ya, Él sí. De hecho, es en la propiedad de Él (la Tierra) que estos gobiernos de hechura humana han efectuado su desgobierno o gobernación no satisfaciente, gobernación inadecuada. Por eso Él hizo que en el lugar donde entró en el poder el primer rey de hechura humana, en Babilonia misma, se declarara que a Su propio tiempo escogido él destruiría todos estos gobiernos hechos por el hombre para abrir paso al reinado de mil años de su Hijo, Jesucristo. Por medio de Su profeta Daniel, dijo a Nabucodonosor, el rey de Babilonia: “En los días de aquellos reyes el Dios del cielo establecerá un reino que nunca será reducido a ruinas. Y el reino mismo no será pasado a ningún otro pueblo. Triturará y pondrá fin a todos estos reinos, y él mismo subsistirá hasta tiempos indefinidos.”—Daniel 2:44.

4, 5. (a) ¿Quiénes son los gobernantes sobre la humanidad a quienes Dios ama? (b) Según el apóstol Juan, el amor que esos gobernantes le tienen a Dios asegura que también amarán ¿a quiénes?

4 Según este propósito Suyo, el Dios Altísimo del cielo no ama a esos reyes y otros gobernantes políticos de la Tierra. Ellos no lo aman a Él tampoco, aunque muchos de ellos sean reyes políticos de lo que se llama la cristiandad. Si lo amaran, estarían haciendo lo que Jesucristo, el Hijo de Dios, dijo a sus discípulos: “Sigan, pues, buscando primero el reino y Su justicia,” y no estarían ocupando un puesto político en un gobierno de hechura humana hoy. (Mateo 6:33) Es muy importante que la humanidad tenga como rey sobre sí a una persona a quien el Dios del cielo ame. Eso es cierto también de los asociados de ese rey: para el bien de la humanidad deben ser personas a quienes Dios ame. Por eso él los mantendrá en su puesto. Por eso, en primer lugar, los pone en su puesto. Ellos son y serán amadores del único Dios vivo y verdadero. Esto significa, necesariamente, que serán amadores de la gente en la Tierra también. Sobre este mismo punto el apóstol Juan escribió:

5 “Si alguno hace la declaración: ‘Yo amo a Dios,’ y sin embargo está odiando a su hermano, es mentiroso. Porque el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede estar amando a Dios, a quien no ha visto. Y este mandamiento lo tenemos de él, que el que ama a Dios esté amando también a su hermano.”—1 Juan 4:20, 21.

6. ¿Cómo ha afectado a la humanidad la insistencia de los gobernantes en retener sus fronteras y soberanías?

6 Los reyes humanos y otros gobernantes políticos han estado muy celosos en cuanto a sus fronteras nacionales o estatales, que funcionan como marcas de división entre naciones y pueblos. Cada gobernante político se esfuerza por mantener el control dentro de su propio territorio, y espera que la gente dentro de éste le sea leal. Bajo este sistema de cosas, la Tierra ha sido dividida en muchos territorios nacionales y estatales en cada uno de los cuales se insiste en la soberanía nacional, y esto no ha conducido a la unificación de toda la humanidad. Se han desarrollado rivalidades nacionales. Por eso ahora surge una interesante pregunta.

7. ¿Qué propósito tiene Dios en cuanto a gobernación celestial de la Tierra, y cómo indica esto Revelación 14:1-5?

7 El propósito divino no es hacer que Jesucristo gobierne solo como rey por los mil años. El amado Hijo de Dios no ha de estar de pie solo como Rey sobre el monte Sión celestial, la sede del gobierno. Más bien, como nos dice el apóstol Juan: “Y vi, y, ¡miren! el Cordero de pie sobre el monte Sión, y con él ciento cuarenta y cuatro mil que tienen escrito en sus frentes el nombre de él y el nombre de su Padre. . . . Y están cantando como si fuera una canción nueva delante del trono y delante de las cuatro criaturas vivientes y de los ancianos; y nadie pudo aprender esa canción sino los ciento cuarenta y cuatro mil, que han sido comprados de la tierra. . . . Estos son los que van siguiendo al Cordero no importa adónde vaya. Estos fueron comprados de entre la humanidad como primicias para Dios y para el Cordero, y no se halló en su boca falsedad; son sin tacha.”—Revelación 14:1-5.

8. ¿Qué preguntas surgen en cuanto a las asignaciones territoriales a miembros de los 144.000 herederos del Reino, y también con relación a aspectos lingüísticos?

8 Así, en vista de que habrá 144.001 gobernantes reales sobre la Tierra, ¿significa esto que la Tierra será dividida en 144.000 territorios, de modo que haya uno de los 144.000 sobre cada territorio individualmente, y que la gente de ese territorio tendrá responsabilidades para con ese individuo en particular como rey bajo Jesucristo el Rey Principal? ¿No resultaría en fronteras esa parcelación de los habitantes de la Tierra, aunque fueran fronteras invisibles, y no crearía esto alguna medida de diferencia entre los habitantes de la Tierra en los diferentes lados de las fronteras? Además, ¿se nombraría a un heredero del Reino que anteriormente hubiese hablado chino para que estuviese sobre una zona habitada por personas de habla china, a un heredero del Reino que hablara ruso para estar sobre una población de habla rusa, a un heredero del Reino que hablara inglés sobre quienes hablaran inglés, y así por el estilo según los diferentes grupos lingüísticos? ¿Continuarán existiendo las divisivas barreras lingüísticas, estorbando el entendimiento mutuo?

9. (a) ¿De entre quiénes han sido sacados los 144.000 herederos del Reino, de acuerdo con qué mandato de Jesús? (b) ¿Qué pregunta surge en cuanto a sus diferencias lingüísticas?

9 Estas son preguntas naturales, preguntas apropiadas. Pero con relación a esto debe decirse que la Biblia no indica qué asignaciones de responsabilidad real se darán por medio del Rey Principal Jesucristo a los individuos que componen el grupo de 144.000 coherederos de Cristo. A través de los pasados diecinueve siglos desde que se fundó la congregación cristiana en 33 E.C., estos 144.000 coherederos de Cristo han sido sacados de las naciones, pueblos y tribus de muchos idiomas. Dijo el resucitado Jesucristo a sus discípulos que estaban reunidos en Galilea unos días antes que él ascendiera de regreso al cielo: “Por lo tanto vayan y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos.” (Mateo 28:19) ¿Hemos de imaginarnos que arriba en el cielo, en la gloria del Reino, los 144.000 reyes asociados estarán divididos por diferencias lingüísticas y necesitarán intérpretes? El apóstol Pablo escribió acerca de las “lenguas de los hombres y de los ángeles.”—1 Corintios 13:1.

10. ¿Qué lenguaje tendrán los 144.000 en el cielo, y qué les sucede a sus lenguajes terrestres anteriores?

10 Indiscutiblemente, los resucitados y glorificados 144.000 hablarán un solo lenguaje celestial, y la dádiva de este lenguaje se les conferirá en sus nuevos cuerpos de espíritu al ser resucitados de entre los muertos. Esto no significa que su lenguaje terrestre anterior les será borrado de la mente. No, porque será por identificarse por su idioma humano anterior que podrán reconocerse como las mismas personas que eran antes. Pero en su resurrección celestial hablarán el lenguaje del Señor Jesucristo, y él hablará el lenguaje de su Padre celestial, Jehová Dios.

UNA SOLA RAZA, UN SOLO LENGUAJE

11. Bajo el reino milenario, ¿qué se hará en cuanto a las barreras lingüísticas de hoy en la Tierra, y cómo, y por qué?

11 De igual manera, la barrera lingüística que existe hoy en la Tierra será removida de la humanidad bajo el reinado de mil años de Cristo y sus 144.000 reyes asociados. El propósito original de Dios para la Tierra era que estuviera cómodamente llena de criaturas humanas que hablaran un lenguaje común, el lenguaje del primer padre terrestre de éstas, el hombre perfecto Adán. En el jardín de Edén la raza humana comenzó con un solo idioma. Después del diluvio planetario del día de Noé, Dios dio a la humanidad un nuevo principio justo con un solo lenguaje, el lenguaje del justo Noé, el décimo hombre en línea de descendencia desde Adán. Aquel solo lenguaje continuó usándose hasta el intento de construir la Torre de Babel.

12. ¿Cómo deshará Dios los efectos lingüísticos de lo que hizo en la Torre de Babel?

12 Entonces el Dios Todopoderoso rompió la unidad de los edificadores que estaban combinando sus esfuerzos en una mala obra. ¿De qué manera? Fue por medio de confundir el idioma y así hacer que se esparcieran como grupos lingüísticos a partes separadas de la Tierra. (Génesis 11:1-9) En armonía con Su propósito original, Dios hará que la humanidad como un todo regrese a aquel único lenguaje de familia, el lenguaje con el cual dotó al primer padre humano de la humanidad, pero con un vocabulario mucho mayor, posiblemente con embellecimientos de otros lenguajes que Dios inventó en la Torre de Babel.

13. ¿Para quiénes se producirá así un problema lingüístico temporáneo, pero en qué beneficios resultará esto?

13 Para los que vivieron antes del Diluvio, incluso los ocho sobrevivientes humanos de aquella inundación de los días de Noé, esto no presentará gran problema cuando sean resucitados de entre los muertos para vivir en la Tierra bajo el reino milenario de Dios. Pero para la mayoría grande del resto de la humanidad, significará aprender un nuevo idioma, el lenguaje que Dios se propone para toda la humanidad. En vista de los buenos instructores lingüísticos que usará el Reino, no debería haber un gran problema en cuanto a esto. Hasta a los bebés o infantes resucitados se les puede enseñar el nuevo lenguaje desde la infancia. De esta manera todos podrán comunicarse unos con otros directamente, con entendimiento pleno de los términos y expresiones del idioma de unos y otros. ¡Qué efecto unificador tendrá esto en la familia humana! ¡Imagínese que todos puedan leer las inspiradas Escrituras Hebreas, * cada uno para sí mismo, y observar que todas sus profecías se han realizado y que también contienen un relato histórico exacto hasta los días del profeta Malaquías! Entonces los de corazón honrado podrán decir, como dijo el apóstol Pablo: “Sea Dios hallado veraz, aunque todo hombre sea hallado mentiroso.”—Romanos 3:4.

14. ¿Cómo se acabará con las barreras interraciales, internacionales, e intertribuales de hoy para los que participan en la primera resurrección?

14 Como sucede en el caso de la barrera del idioma, así será en el de las barreras actuales que se deben a raza, nación y tribu. Para los 144.000 herederos del Reino que participan en la “primera resurrección,” todas estas últimas barreras estarán en el pasado. Todas esas barreras se han adherido a la carne. La resurrección de ellos no será con el cuerpo carnal que tuvieron anteriormente aquí en la Tierra, porque está escrito: “Esto digo [yo, el apóstol Pablo], hermanos, que carne y sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni tampoco la corrupción hereda la incorrupción.” (1 Corintios 15:50) “Aun si [nosotros, los cristianos,] hemos conocido a Cristo según la carne, ciertamente ya no lo conocemos así.” (2 Corintios 5:16) En la “primera resurrección” los 144.000 herederos del Reino entran en la “naturaleza divina,” no la naturaleza humana con todas sus barreras interraciales, internacionales e intertribuales de hoy. (2 Pedro 1:4) Todos serán hermanos en una familia celestial especial, hijos de Dios: “Pues, si somos hijos, también somos herederos: herederos por cierto de Dios, mas coherederos con Cristo.” (Romanos 8:17) Así, habrá unidad entre ellos según la “naturaleza divina.”

15, 16. (a) ¿Cómo superan los 144.000 herederos del Reino obstáculos humanos, terrestres, para mantener la unidad? (b) ¿A qué solicitud hecha por Jesús en oración a Dios a favor de ellos se apegan?

15 No obstante, aun durante el tiempo en que han estado aquí en la carne bajo prueba en la Tierra, estos 144.000 herederos del Reino no han permitido que las barreras raciales, nacionales y tribuales de la humanidad en general dividan. Según la carne son “discípulos de gente de todas las naciones.” (Mateo 28:19) Pero son discípulos de Cristo en primer lugar, y solo en segundo lugar se consideran de esta o aquella raza, nación y tribu. El ser los discípulos bautizados de Cristo los unifica en la Tierra y supera todos los obstáculos carnales, humanos. Por eso se declaran y mantienen estrictamente neutrales con relación a los conflictos interraciales, internacionales e intertribuales de este mundo y no participan en la política, local, nacional o internacional. Se apegan a lo que Jesucristo solicitó en oración a Dios acerca de ellos:

16 “Yo hago petición respecto a ellos; no hago petición respecto al mundo, sino respecto a los que me has dado; porque tuyos son . . . yo les he dado tu palabra, pero el mundo los ha odiado, porque ellos no son parte del mundo, así como yo no soy parte del mundo. . . . Además, yo les he dado la gloria que tú me diste, para que ellos sean uno así como nosotros somos uno. Yo en unión con ellos y tú en unión conmigo, para que ellos sean perfeccionados en uno, para que el mundo tenga el conocimiento de que tú me enviaste y que tú los amaste a ellos así como me amaste a mí.”—Juan 17:9-23.

OBSERVACIÓN INTERNACIONAL DE LA PAZ

17. (a) ¿Por qué se puede decir que los 144.000 no han imitado a los religiosos de la cristiandad ni de los judíos en cuanto a guerrear? (b) Como reyes celestiales, ¿qué regla bíblica pondrán en vigor ellos en la gente de la Tierra?

17 A eso se debe que, en la Tierra, los 144.000 herederos del Reino no hayan imitado a los católicos romanos en pelear con armas carnales contra católicos romanos, a los miembros de las iglesias ortodoxas contra miembros de las iglesias ortodoxas, a los protestantes contra protestantes ni a los judíos naturales contra judíos naturales, por vivir bajo gobiernos nacionales que participen en guerrear mortífero. No han salido a hacer discípulos con el mensaje del Evangelio o la Santa Biblia en una mano y una espada o ametralladora en la otra. Aunque son de muchas naciones diferentes, han cumplido el principio que se declara en la profecía de Isaías 2:4: “Volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces: no alzará espada gente contra gente, ni se ensayarán más para la guerra.” (Versión Valera de la Biblia) Y si se han apegado a esta regla divina cuando ellos mismos han estado en la Tierra, la pondrán en vigor cuando sean reyes sobre la Tierra; exigirán que sus súbditos en la Tierra observen la misma regla de paz.

18. ¿Qué otro grupo internacional en la Tierra hoy se adhiere a esta regla de conducta, como lo previó el apóstol Juan?

18 Como feliz anticipación de esto, hay una gran muchedumbre internacional que ahora se asocia con el resto de esos herederos del Reino y que se adhiere a la misma regla de conducta pacífica. Es el grupo notable del cual se predijo que se congregaría en este tiempo de la historia mundial, como lo describe el apóstol Juan, al decir: “Después de estas cosas vi, y, ¡miren! una grande muchedumbre, que ningún hombre podía contar, de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero, vestidos de largas ropas blancas; y había palmas en sus manos. Y siguen clamando con voz fuerte, diciendo: ‘La salvación se la debemos a nuestro Dios, que está sentado en el trono, y al Cordero [Jesucristo].’ . . . ‘Estos son los que salen de la grande tribulación, y han lavado sus ropas largas y las han emblanquecido en la sangre del Cordero. Por eso es que están delante del trono de Dios; y le están rindiendo servicio sagrado día y noche en su templo; y El que está sentado en el trono extenderá su tienda sobre ellos.’”—Revelación 7:9-15.

19. El nuevo sistema de Dios comenzará con gente en la Tierra que ya vive ¿en qué relación unos con otros? ¿Y qué palabras de Pedro obedecerán los que aman una larga vida?

19 Puesto que Jehová Dios extiende su tienda de protección sobre esta “grande muchedumbre” de hoy y los pasa a salvo a través de la “grande tribulación” que se acerca, los que entran vivos en el nuevo sistema de cosas de Dios sobre la Tierra serán una muchedumbre internacional pacífica. ¡Las naciones hacedoras de guerras se habrán ido para entonces! La sociedad humana en el nuevo orden de Dios comenzará con una “grande muchedumbre” de sobrevivientes de la tribulación que ya están en paz unos con otros, todos. Por su amor a la vida eterna continuarán obrando en armonía con estas palabras que citó el apóstol Pedro: “El que quiere amar la vida y ver días buenos, reprima su lengua de lo que es malo y sus labios de hablar engaño, antes apártese de lo que es malo y haga lo que es bueno; busque la paz y vaya en pos de ella.”—1 Pedro 3:10, 11; Salmo 34:12-14.

20. (a) ¿Para cumplir qué profecía bíblica acerca de él, no dejará Cristo que esa paz sea perturbada? (b) ¿Cómo será como el reinado de Salomón el reinado de Cristo?

20 Después de la tormenta de la “grande tribulación,” sobre el planeta limpiado brillará esplendorosamente por toda la Tierra una paz como arco iris. El Rey Milenario de Jehová, el Cordero Jesucristo, no permitirá que esa paz sea perturbada. De otro modo, no estaría obrando en armonía con la profecía que hace mucho tiempo se pronunció acerca de él: “Un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado; y el gobierno principesco vendrá a estar sobre su hombro. Y por nombre se le llamará Maravilloso Consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz. De la abundancia del gobierno principesco y de la paz no habrá fin, sobre el trono de David y sobre su reino a fin de establecerlo firmemente y sustentarlo por medio del derecho y por medio de la justicia, desde ahora en adelante y hasta tiempo indefinido. El mismísimo celo de Jehová de los ejércitos hará esto.” (Isaías 9:6, 7) Recordemos que Jesucristo es “algo más que Salomón.” (Mateo 12:42) El reinado de cuarenta años del rey Salomón, el hijo de David, fue señalado por paz, de acuerdo con el mismo nombre Salomón, que quiere decir “Pacífico.” Pero Jesucristo mantendrá una paz de mil años.

“SOBRE EL TRONO DE DAVID Y SOBRE SU REINO”

21. ¿Del trono y reino de quién no puede ser desvinculado el gobierno principesco del Príncipe de Paz, ni su paz?

21 Si leemos de nuevo Isaías 9:6, 7 notamos que el “gobierno principesco” del Príncipe de Paz ha de ser “sobre el trono de David y sobre su reino.” Esta paz sin fin prometida no podemos desvincularla del trono y el reino de David, quien gobernó como rey en Jerusalén durante los años 1070-1037 a. de la E.C. No se hace que dependa de ningún presidente de los Estados Unidos de América ni de las Naciones Unidas como organización de hechura humana para la paz y seguridad mundial. ¿A qué se debe esto?

22. (a) ¿Con qué como base cumpliría esa profecía el celo de Jehová? (b) En cuanto a religión, ¿qué clase de hombre era David?

22 Se debe a un pacto o promesa inquebrantable que “Jehová de los ejércitos” hizo con relación al rey David en Jerusalén a principios del reinado de éste allí. ¿Con qué como base? Bueno, David no era ningún ateo, ningún agnóstico. Era un hombre muy religioso, pero no como los adoradores de ídolos o politeístas de las naciones no israelitas de su tiempo. Lea usted mismo los muchos salmos o poemas líricos que compuso David y que se encuentran en el Libro de los Salmos, y descubrirá que David era una persona que adoraba con todo el corazón a Jehová, el Dios de Abrahán y de Isaac y de Jacob. En uno de sus más conocidos salmos, el Salmo 23, David dijo: “Jehová es mi Pastor. Nada me faltará. Seguramente la bondad y la benignidad amorosa mismas seguirán tras de mí todos los días de mi vida; y ciertamente moraré en la casa de Jehová hasta la largura de días.” (Salmo 23:1, 6) Además, en Salmo 40:8, 9 dijo: “En hacer tu voluntad, oh Dios mío, me he deleitado, y tu ley está dentro de mis entrañas. He anunciado las buenas nuevas de justicia en la congregación grande. ¡Mira! No restrinjo mis labios. Oh Jehová, tú mismo sabes bien eso.”

23, 24. (a) Después de llevar a Jerusalén el Arca del pacto hecho por Dios, ¿qué deseó hacer David en cuanto a su albergue? (b) ¿Qué le dijo Jehová a David acerca de edificación?

23 Unos meses después que el rey David había hecho de Jerusalén su ciudad capital, hizo que la sagrada Arca del Pacto, “el arca del Dios verdadero,” fuera subida a Jerusalén y colocada en una tienda que fue levantada cerca del palacio real. David sintió agudamente la diferencia entre su residencia palacial, “una casa de cedros,” y la del Arca del Pacto de Jehová. Finalmente le sugirió al profeta Natán la construcción de un templo para el arca de Jehová. (2 Samuel 7:1-3) Pero Dios le envió a David esta palabra:

24 “Sangre en gran cantidad has vertido, y grandes guerras has hecho. No edificarás una casa a mi nombre, porque mucha sangre has vertido en la tierra delante de mí. ¡Mira! Te está naciendo un hijo. Él mismo resultará ser hombre de descanso, y ciertamente le daré descanso de todos sus enemigos todo en derredor; pues Salomón es lo que llegará a ser su nombre, y paz y tranquilidad le otorgaré a Israel en sus días. Es él quien edificará una casa a mi nombre.”—1 Crónicas 22:8-10.

25. Mostrando aprecio, ¿qué casa prometió Jehová construirle a David?

25 Esto no quiso decir que Jehová no apreció el deseo amoroso de David de construir una casa de adoración en honor al nombre de Dios. Jehová lo apreció, y para mostrar su aprecio hizo un pacto o hizo una promesa solemne de construirle una casa a David, no una casa literal de residencia, sino una casa de una línea de reyes en la familia de David. Por medio del profeta Natán se le envió al rey David esta palabra: “Jehová te ha declarado que una casa es lo que Jehová hará para ti. . . . Y tu casa y tu reino ciertamente se harán estables hasta tiempo indefinido delante de ti; tu mismísimo trono llegará a ser un trono firmemente establecido hasta tiempo indefinido.”—2 Samuel 7:11-16.

26. Con reconocimiento agradecido, ¿qué dijo David en oración acerca del nombre de Jehová y Su propósito respecto de la “casa”?

26 Reconociendo con agradecimiento este pacto divino, David dijo en oración: “Y ahora, Jehová Dios, la palabra que has hablado respecto de tu siervo y respecto de su casa, llévala a cabo hasta tiempo indefinido y haz tal como has hablado. Y llegue a ser grande tu propio nombre hasta tiempo indefinido, diciéndose: ‘Jehová de los ejércitos es Dios sobre Israel,’ y que la mismísima casa de tu siervo David llegue a ser firmemente establecida delante de ti. Porque tú, Jehová de los ejércitos el Dios de Israel, has hecho una revelación al oído de tu siervo, diciendo: ‘Una casa te edificaré.’ Es por eso que tu siervo ha hallado corazón para orarte con esta oración. Y ahora, oh Señor Soberano Jehová, tú eres el Dios verdadero; y en cuanto a tus palabras, resulten ser verdad, ya que le prometes a tu siervo esta bondad. Y ahora tómalo a tu cargo y bendice la casa de tu siervo para que ésta continúe hasta tiempo indefinido delante de ti; porque tú mismo, oh Señor Soberano Jehová, has prometido, y debido a tu bendición sea bendita la casa de tu siervo hasta tiempo indefinido.”—2 Samuel 7:25-29.

27. Para mostrar que se apegaba al pacto del Reino con David, ¿qué dijo Jehová por medio de Isaías, y más tarde por medio de Ezequiel, al rey Sedequías?

27 El Señor Soberano Jehová contestó esa oración de David. A eso se debe que, más de trescientos años después, por su profeta Isaías, él declarara que el celo de Jehová de los ejércitos establecería firmemente el gobierno principesco del Príncipe de Paz “sobre el trono de David y sobre su reino” y lo sostendría “desde ahora en adelante y hasta tiempo indefinido.” (Isaías 9:6, 7) Más de un siglo después, cuando el reino de los descendientes de David en Jerusalén estaba a punto de ser destruido, Jehová mostró que se apegaba a su pacto del Reino con David al declarar que el derecho a la posición de rey no se apartaría de la casa de David. Dirigiéndose a Sedequías, el último rey que se sentó sobre el trono de David en Jerusalén, Jehová habló por medio del profeta Ezequiel y dijo: “Remueve el turbante, y quita la corona. Esto no será lo mismo. Póngase en alto aun lo que está bajo, y póngase bajo aun al alto. Ruina, ruina, ruina la haré. En cuanto a ésta también, ciertamente no llegará a ser de nadie hasta que venga aquel que tiene el derecho legal, y tengo que dar esto a él.”—Ezequiel 21:25-27.

28. (a) ¿Cuándo fue derribado el reino de la casa de David, y qué puesto tuvo Zorobabel sobre Judá setenta años después? (b) ¿Qué profetizó Zacarías acerca de limpiar la casa de David?

28 El trono de David fue derribado en la destrucción de Jerusalén en el año 607 a. de la E.C., y los judíos sobrevivientes fueron desterrados a Babilonia. Setenta años después un resto de judíos que temían a Dios fueron soltados de Babilonia para que regresaran a la tierra de Judá y construyeran otro templo en el lugar del primer templo que había sido construido por el rey Salomón en Jerusalén. Zorobabel el hijo de Sealtiel, descendiente del rey David, fue hecho gobernador de Judá y Jerusalén. Jehová levantó a los profetas Ageo y Zacarías para animar al gobernador Zorobabel en la obra de reedificar el templo. Jehová, mostrando todavía lealtad al pacto del reino con David, inspiró al profeta Zacarías a decir: “En aquel día llegará a haber un pozo abierto para la casa de David y para los habitantes de Jerusalén para el pecado y para una cosa aborrecible.”—Zacarías 13:1.

29. ¿Cuándo recibieron un rey edomita Jerusalén y Judá y qué pregunta pudiera haber habido acerca del pacto del Reino con David?

29 Pasaron más de cuatrocientos años y el país de Palestina llegó a estar bajo el control de los romanos imperialistas. Por nombramiento del Senado romano, un edomita no judío llamado Herodes el Grande llegó a ser rey de Jerusalén y de la provincia de Judea. Después de todos aquellos siglos, ¿no se había olvidado Jehová Dios de todo lo que tenía que ver con aquel pacto hecho con David para un reino eterno, la paz del cual no tendría fin? En total, más de mil años habían pasado desde que Dios hizo aquel pacto, y, para este tiempo, ¿no se había hecho aquel pacto obsoleto, anticuado, de modo que ya no daba señales de vida debido a que aparentemente se hallaba en estado de caducidad? Hombres sin fe pudieran haber pensado así. Pero, ¿qué hay de Dios?

NACIMIENTO DEL HEREDERO ETERNO DEL REY DAVID

30, 31. (a) ¿Qué línea de descendencia desde el rey David vigiló Jehová? (b) ¿A la hija de quién en la línea de descendencia notó Jehová, y con quién llegó a estar comprometida ella para casarse?

30 El Dios que no olvida, el Hacedor divino del pacto del Reino, se tuvo en obligación de cumplir su promesa pactada a David. Siguió vigilando a los descendientes varones del rey David para quien había prometido edificar una casa real. Vio una de las líneas de descendencia de David que pasaba, no por el rey Salomón, sino por otro de los hijos de David, Natán. Esta línea en particular sigue bajando por otros veinte y produce a Zorobabel, que llegó a ser gobernador de Jerusalén en los días del profeta Zacarías. Zorobabel tuvo un hijo llamado Resá, después del cual hubo una línea de descendencia ininterrumpida que pasó por otros dieciséis individuos, después de lo cual nació Helí como hijo de Matat. (Lucas 3:23-31) Entonces Dios se fijó, no en un descendiente varón, sino en una hija de Helí. Ésta nació en la ciudad de Belén en la provincia romana de Judea durante la mitad postrera del primer siglo a. de la E.C. Se llamaba María.

31 Con el transcurso del tiempo María fue llevada al norte a la ciudad de Nazaret en la provincia romana de Galilea. Allí alcanzó edad casadera, y fue puesta en compromiso para casarse con un carpintero llamado José hijo de Jacob, residente de Nazaret.

32. ¿Por qué era apropiado aquel compromiso de casarse con José, y qué pregunta surgió en cuanto al heredero de David?

32 Este compromiso de matrimonio era muy apropiado. ¿Por qué? Porque ese José, aunque era un carpintero humilde en el pueblo oscuro de Nazaret, era descendiente del rey David, no pasando por Natán, sino pasando por el primer sucesor real de David, Salomón. Así José tenía reclamación legal al trono de su antecesor real David. ¿Había de llegar a ser José ahora el padre directo, carnal, del heredero eterno del rey David prometido tanto tiempo atrás?

33, 34. (a) ¿Por qué dio Jehová evidencia de estar con María? (b) Lo que ahora aconteció obró a favor del cumplimiento de ¿qué profecía de Jacob en su lecho de muerte?

33 Bueno, antes que se efectuara el matrimonio y José llevara a María desde el hogar de ella al hogar que él le suministraba como esposa legalmente casada con él, una cosa muy extraordinaria sucedió, algo que los hombres de esta Edad del Cerebro de este siglo veinte rehúsan creer. Corría ahora casi el fin del año 3 a. de la E.C. Era un tiempo marcado para Dios, uno largamente esperado por él. Súbitamente salió a luz la evidencia de que Dios estaba con María la hija de Helí, no solo debido a la clase de joven judía que ella era, sino también porque era descendiente de la familia real de David de la tribu de Judá. Por eso lo que aconteció iba obrando a favor del cumplimiento de la profecía inspirada que pronunció el patriarca Jacob acerca de su cuarto hijo, Judá. Esto fue allá en el año 1711 a. de la E.C., y Jacob, moribundo, dijo lo siguiente acerca de Judá:

34 “Cachorro de león es Judá . . . como león, ¿quién se atreve a hacer que se levante? El cetro no se apartará de Judá, ni el bastón de mando de entre sus pies, hasta que venga Silo [o: Aquel De Quien Es]; y a él pertenecerá la obediencia de los pueblos.”—Génesis 49:8-10.

35, 36. (a) ¿Qué cosa milagrosa había hecho Dios para Elisabet la parienta de edad avanzada de María? (b) ¿Qué le dijo el ángel Gabriel a María del propósito de Dios en cuanto al trono de David?

35 ¿Cómo mostró Dios que estaba con María la joven virgen de la tribu de Judá y de la familia real de David? Dios hizo para María algo que fue mayor de lo que había hecho para la parienta de edad avanzada de María llamada Elisabet, esposa del sacerdote levita Zacarías. Dios revivificó milagrosamente las facultades reproductivas de Zacarías y Elisabet, de modo que ella estaba para este tiempo en el sexto mes de su preñez y pronto daría a luz un hijo que sería llamado Juan el Bautista. Pero, ¿qué hizo Dios para la virgen judía María, cuyo tiempo de desposorio con el carpintero José no se había cumplido plenamente todavía? Lucas, doctor en medicina, nos dice:

36 “En su sexto mes el ángel Gabriel fue enviado de parte de Dios a una ciudad de Galilea, cuyo nombre era Nazaret, a una virgen comprometida para casarse con un varón de nombre José de la casa de David; y el nombre de la virgen era María. Y cuando entró delante de ella dijo: ‘Buenos días, altamente favorecida, Jehová está contigo.’ Mas ella se turbó profundamente por el dicho y discurría sobre qué suerte de saludo sería éste. De modo que el ángel le dijo: ‘No temas, María, porque has hallado favor con Dios; y, ¡mira! concebirás en tu matriz y darás a luz un hijo, y has de ponerle por nombre Jesús. Éste será grande y será llamado Hijo del Altísimo; y Jehová Dios le dará el trono de David su padre, y gobernará como rey sobre la casa de Jacob para siempre, y de su reino no habrá fin.’”—Lucas 1:26-33.

37. ¿Cómo explicó Gabriel que María diera a luz un hijo sin padre humano?

37 ¡Esto quiso decir que José el que había de ser esposo de María no sería el padre carnal directo de Jesús! ¿Qué? ¿El nacimiento de un hijo sin padre humano? Para explicarle a ella cómo acontecería este milagroso nacimiento virginal, el ángel Gabriel pasó a decir: “Espíritu santo vendrá sobre ti, y poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso también lo que nace será llamado santo, Hijo de Dios. Y, ¡mira! tu parienta Elisabet también ha concebido ella misma un hijo, en su vejez, y éste es el sexto mes para ella, la llamada estéril; porque con Dios ninguna declaración será una imposibilidad.”—Lucas 1:34-37.

38. ¿Qué aconteció ahora para con María, y de quién sería Hijo la criatura que le naciera?

38 ¿Consintió María en llegar a ser de esta manera la madre terrestre del que había de ser el heredero eterno y permanente del rey David? Lucas 1:38 nos dice: “Entonces dijo María: ‘¡Mira! ¡La esclava de Jehová! Efectúese conmigo según tu declaración.’ Con eso el ángel se fue de ella.” Después de eso sí vino sobre María espíritu santo, y el poder del Dios Altísimo sí la cubrió con su sombra. De modo que ella llegó a estar encinta por un milagro, no por medio del que había de ser su esposo, José. Esto quiso decir que Jehová Dios el Altísimo era el Padre del niño Jesús que ahora había sido concebido en ella. Otros textos bíblicos inspirados explican que Jehová Dios transfirió la vida de Su amado Hijo unigénito celestial a un óvulo en María y la hizo fructífera. (Juan 3:16; Filipenses 2:5-11) No hubo nada que no fuera santo en esto. Por eso “lo que nace será llamado santo, Hijo de Dios.” Todo esto sucedió al tiempo fijo de Dios, tal como está escrito: “Cuando llegó el límite cabal del tiempo, Dios envió a su Hijo, que vino a ser procedente de una mujer y que vino a estar bajo ley [la ley mosaica].”—Gálatas 4:4.

EL HEREDERO PERMANENTE DEL PACTO DEL REINO

39. (a) ¿Quién haría rey sobre la casa de Jacob a Jesús el hijo de María? (b) ¿Qué clase de derecho heredó Jesús por medio de María?

39 Lo que el ángel Gabriel le dijo a María dio certeza de que Jesús el hijo de ella sería el Heredero Permanente del rey David: “Jehová Dios le dará el trono de David su padre, y gobernará como rey sobre la casa de Jacob para siempre, y de su reino no habrá fin.” (Lucas 1:32, 33) Ni los judíos de hace diecinueve siglos ni los judíos naturales de hoy darían a este Jesús el trono de su antepasado David. El Padre celestial, Jehová Dios, le daría ese trono del Reino, que, en el caso de David, era solo “sobre la casa de Jacob,” el padre patriarcal de las doce tribus de Israel. De modo que por medio de la virgen judía María el hijo primogénito de ella nació en la familia real de David, y por medio de ella Jesús tuvo un derecho natural carnal al reino de David. En prueba de este hecho se inspiró al apóstol Pablo a escribir lo siguiente acerca de las buenas nuevas procedentes de Dios: “Acerca de su Hijo, que provino de la descendencia de David según la carne, pero que con poder fue declarado Hijo de Dios según el espíritu de santidad mediante la resurrección de entre los muertos —sí, Jesucristo nuestro Señor.”—Romanos 1:1-4.

40. (a) ¿Qué se sintió obligado a hacer José para con Dios acerca de Jesús el hijo de María, confiriendo así qué a Jesús? (b) Lucas llama a José el hijo de ¿quién? ¿y por qué?

40 Después de haberse descubierto la preñez de María, al esposo en perspectiva de ella se le dio una explicación y se le dijo que llevara a María como esposa al hogar que él tenía para ella. José hizo aquello, allá en Nazaret. Se dio cuenta de su obligación para con Dios de adoptar al Hijo de Dios por María como su propio primogénito y dar así a Jesús el derecho legal al trono de David, en vista de que José era descendiente de David por medio del rey Salomón. * (2 Samuel 7:13-16) Esto fue lo que José hizo al hacer que Jesús fuera circuncidado al octavo día de haber nacido y darle el nombre de Jesús y también presentar al niñito Jesús en el cuadragésimo día desde su nacimiento en ritos de purificación para sí mismo y para María en el templo de Jerusalén. (Mateo 1:17-25; Lucas 2:21-24) Por esto se le llamó “hijo de José.” (Juan 1:45; 6:42) Por eso, también, en la genealogía de Jesucristo dada por el doctor Lucas, éste dice: “Además, Jesús mismo, cuando comenzó su obra, era como de treinta años, siendo hijo, según se opinaba, de José, hijo de Helí.” (Lucas 3:23) José, que en realidad era hijo de Jacob, fue también llamado “hijo de Helí” porque se había casado con la hija de Helí, María, y por eso era hijo político de Helí.

41. ¿Dónde nació el 2 a. de la E.C. el que fue llamado “Jesús Nazareno”?

41 Jesucristo fue llamado más tarde “Jesús Nazareno” y “Jesús, de Nazaret de Galilea.” (Juan 19:19, Val; Mateo 21:11) ¿Quiere decir esto que Jesús nació en Nazaret? No, porque antes de su nacimiento su madre María y el esposo de ella, José, debido a que ambos habían nacido en Belén de Judá, se vieron obligados a bajar a Belén en el año 2 a. de la E.C. con el fin de registrarse según lo decretado por el emperador romano, César Augusto. Así fue que Jesús nació en Belén, que era llamada “la ciudad de David,” porque David el hijo de Jesé mismo había nacido allí.—Lucas 2:1-7, Val.

42, 43. ¿Qué testimonio angelical además del de Gabriel tenemos en el sentido de que el hijo de María había de ser el Mesías de Dios?

42 Tenemos más que el testimonio del ángel Gabriel en cuanto a que este Jesús el hijo de María sería el Mesías o Cristo, el Ungido que sería el heredero permanente del trono y reino de David. Tenemos el testimonio de otro ángel celestial en la noche del nacimiento de Jesucristo cerca del principio de octubre del año 2 a. de la E.C. Este glorioso ángel se apareció a unos pastores que todavía tenían sus rebaños afuera en los campos cerca de Belén en aquel tiempo del año.

43 A los pastores asustados el ángel dijo: “No teman, porque, ¡miren! les declaro buenas nuevas de un gran gozo que todo el pueblo tendrá, porque les nació hoy un Salvador, que es Cristo el Señor, en la ciudad de David. Y esto les servirá de señal: hallarán un nene envuelto en bandas de tela y acostado en un pesebre.” El hecho de que no se trataba de un nacimiento ordinario lo mostró lo que sucedió entonces: “Y de súbito se juntó con el ángel una multitud del ejército celestial, alabando a Dios y diciendo: ‘Gloria en las supremas alturas a Dios, y sobre la tierra paz entre los hombres de buena voluntad.’”—Lucas 2:8-14.

44. ¿Por qué fue llevado abajo a Egipto el niño Jesús, y cómo fue que llegó a ser carpintero en Nazaret?

44 Satanás el Diablo llegó a saber acerca del nacimiento de este Hijo de Dios que había de llegar a ser “Cristo el Señor.” Celoso en cuanto a su propia gobernación de este mundo, Satanás el Diablo trató de hacer que el jovencito Jesús fuera muerto algún tiempo después de haber sido presentado en el templo de Jerusalén, y esto por mano del rey Herodes el Grande, impulsado por sospechas. Por lo tanto, el ángel de Dios le dijo a José que bajara huyendo con la madre y el niño a Egipto hasta que se les diera nuevo aviso. Después de la muerte del rey Herodes el ángel de Dios le dijo a José que regresara al país de su pueblo. Pero, porque Arquelao el hijo del rey Herodes gobernaba sobre la provincia romana de Judea, incluso Belén, José pasó por alto a Belén y regresó a Nazaret de la provincia de Galilea. Allí Jesús fue criado y se le llegó a llamar nazareno. Allí este futuro Rey hizo trabajo de carpintero.—Mateo 2:1-23; 13:55; Marcos 6:1-3.

45. (a) Para llegar a ser realmente el Mesías o Cristo, ¿qué era necesario que tuviera Jesús, como David (b) ¿Cuándo y por qué fue Jesús al río Jordán a ser bautizado?

45 No obstante, la palabra Cristo o Mesías, que quiere decir Ungido, realmente no podría aplicar a Jesús sino hasta que de hecho hubiese sido ungido. Su antecesor, el pastor David de Belén, había sido ungido por Samuel el profeta de Dios muchos años antes que de hecho fuera entronizado como rey en Israel. (1 Samuel 16:1-13; 2 Samuel 2:1-4; 5:1-3) Algo similar sucedió en el caso de Jesús. En el año treinta de él como ser humano perfecto, su pariente, Juan el Bautista, comenzó su obra de bautizar porque entonces empezó a anunciar el reino de Dios, diciendo: “Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos se ha acercado.” (Mateo 3:1, 2) Por este anuncio Jesús supo que le había llegado el tiempo para aplicarse exclusivamente a los intereses del reino mesiánico de Dios. Cuando se acercaba al fin de su año treinta de vida humana, partió de Nazaret y se encaminó hacia Juan, que estaba bautizando a la gente en el río Jordán. ¿Por qué? No para ser bautizado como símbolo de arrepentimiento por pecados, de los cuales no tenía ninguno, sino para simbolizar que se presentaba completamente a Jehová Dios para hacer la voluntad divina con relación al “reino de los cielos,” el reino de Dios. Juan no entendió esto. Por eso leemos:

46. (a) ¿Cómo llegó Jesús a ser el Mesías o Cristo allí en su bautismo? (b) ¿Por qué llamó Dios allí su Hijo a Jesús ya bautizado?

46 “Entonces Jesús vino de Galilea al Jordán a Juan, para ser bautizado por él. Pero éste trató de impedírselo, diciendo: ‘Yo soy el que necesito ser bautizado por ti, ¿y vienes tú a mí?’ En respuesta Jesús le dijo: ‘Deja que sea, esta vez, porque de esa manera nos es apropiado llevar a cabo todo lo que es justo.’ Entonces dejó de impedírselo. Después que fue bautizado Jesús salió inmediatamente del agua; y, ¡mire! los cielos se abrieron, y vio descender como paloma el espíritu de Dios que venía sobre él. ¡Mire! También hubo una voz desde los cielos que decía: ‘Éste es mi Hijo, el amado, a quien he aprobado.’” (Mateo 3:13-17) Por ese descendimiento del espíritu de Dios sobre Jesús ya bautizado él fue ungido, ungido no por Juan el Bautista, sino por Dios. De esta manera llegó a ser el Mesías, el Cristo, el Ungido. Esto fue a principios del otoño del año 29 E.C. Dios también lo pronunció entonces su Hijo, porque ahora por Su espíritu había engendrado a Jesús para que fuera su Hijo espiritual. (Juan 1:32-34) Ahora Jesús era un Mesías o Cristo espiritual, más alto que un Mesías humano.

47. ¿Qué oportunidades de llegar a ser sencillamente un Mesías humano rehusó Jesús, y qué obra emprendió en armonía con su ungimiento?

47 ¿Trató Jesucristo ahora de hacerse un rey terrestre “sobre la casa de Jacob,” en Jerusalén? ¡No! En el desierto de la tentación rehusó una oferta que le presentó Satanás el Diablo para hacerlo rey, no solamente sobre la casa de Jacob, sino sobre todos los reinos de este mundo. (Mateo 4:1-11; Lucas 4:1-13) Más tarde, después de ejecutar un maravilloso milagro de alimentar a una multitud, él se apartó cuando miles de judíos que habían sido bien alimentados intentaron hacerlo su rey terrestre. (Juan 6:1-15) Él sabía que su reino vendría de aquel que lo había ungido para ser Rey Mesiánico, Jehová Dios. Comprendiendo la obra preliminar que le imponía el haber sido ungido con el espíritu de Dios, Jesucristo emprendió la obra pacífica de enseñar y predicar el reino de Dios por toda la tierra o país de la “casa de Jacob.” Hizo eso especialmente después del aprisionamiento de Juan el Bautista en el año 30 E.C.

48. En la sinagoga de Nazaret, ¿qué profecía de Isaías leyó a los nazarenos, y qué se esforzó por hacer durante el resto de su vida terrestre?

48 En la sinagoga de Nazaret leyó a los nazarenos la profecía de Isaías 61:1, 2, diciendo: “El espíritu de Jehová esta sobre mí, porque me ungió para declarar buenas nuevas a los pobres, me envió para predicar una liberación a los cautivos y un recobro de vista a los ciegos, para despachar a los quebrantados con una liberación, para predicar el año acepto de Jehová.” Con eso como el tema de su sermón, Jesús ya bautizado empezó con estas palabras: “Hoy se cumple esta escritura que acaban de oír.” (Lucas 4:16-21) Por esto estaba dando a entender a estos anteriores vecinos de la población que él era el Ungido de Jehová, el Mesías, el Cristo. Durante todo el resto de su vida terrestre él se esforzó por cumplir lo que el haber sido ungido con el espíritu de Jehová lo autorizó o comisionó a hacer.

49, 50. (a) ¿Formó Jesús un ejército para restablecer el reino de Israel? (b) ¿Qué explicación le dio Jesús a Pilato por el hecho de que fuera rey y sin embargo no peleara por un reino?

49 Por consiguiente, no se mezcló en la política de este mundo ni formó un ejército como los Macabeos ni echó con él del país a los romanos ni restableció el reino de David en Jerusalén. ¿Por qué no?

50 Al gobernador romano, Poncio Pilato, a quien había sido entregado por sus enemigos religiosos para que fuera ejecutado como sedicioso contra el Imperio Romano, él le explicó por qué no había hecho aquello. En respuesta a esta pregunta del gobernador: “¿Eres tú el rey de los judíos?” Jesús finalmente dijo: “Mi reino no es parte de este mundo. Si mi reino fuera parte de este mundo, mis servidores habrían peleado para que yo no fuera entregado a los judíos. Pero, como es el caso, mi reino no es de esta fuente.” Al oír esto, Pilato dijo: “Bueno, pues, ¿eres tú rey?” Dando testimonio de la verdad, Jesús respondió: “Tú mismo dices que yo soy rey.” Sí, rey de un reino que no es parte del mundo para el cual el Imperio Romano era entonces la potencia mundial.—Juan 18:33-37.

51, 52. (a) Jesús dio a sus “servidores” la instrucción de que hicieran ¿qué? (b) ¿Les dijo Jesús a los doce apóstoles y después a los setenta evangelizadores que efectuaran actividades políticas, o que hicieran obra evangelizadora? ¿y cómo?

51 Las palabras de Jesús: “mis servidores,” ¿a quiénes se referían? Pues, a sus discípulos que no portaban armas, incluso sus doce apóstoles (“enviados”). A éstos también les dio la instrucción de abstenerse de la política de este mundo y sus combates violentos y especializarse en enseñar y predicar apaciblemente las buenas nuevas del reino que Dios había prometido.

52 Cuando envió a los doce apóstoles en cierta ocasión, no les dijo que organizaran un movimiento político clandestino y agitaran insurrección entre los judíos; más bien, dijo: “Al ir, prediquen, diciendo: ‘El reino de los cielos se ha acercado.’ Curen enfermos, levanten muertos, limpien leprosos, expulsen demonios. Recibieron gratis, den gratis.” (Mateo 10:1-8) Más tarde, cuando Jesús envió otros setenta evangelizadores, les dio instrucciones similares y les dijo qué predicar, en estas palabras: “También, dondequiera que entren en una ciudad y los reciban, coman las cosas que pongan delante de ustedes, y curen a los enfermos en ella, y sigan diciéndoles: ‘El reino de Dios se ha acercado a ustedes.’”—Lucas 10:1-9.

53, 54. (a) En su profecía acerca de su presencia y la conclusión de este sistema, ¿qué predicación predijo Jesús? (b) El efectuar esta predicación no permite meterse en ¿qué? puesto que saben que el gobierno que ellos predican es ¿de qué fuente?

53 El 11 de Nisán del año 33 E.C., precisamente antes de su muerte en el Día de la Pascua, Jesús dio su notable profecía acerca de su presencia futura y la conclusión del sistema de cosas. En esta profecía no dejó de predecir la sobresaliente obra que sus servidores, sus discípulos, deberían hacer, porque dijo: “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.” (Mateo 24:3-14) Antes del fin completo de este sistema de cosas sus discípulos tienen que efectuar esta predicación del Reino por todo el mundo: “También, en todas las naciones primero tienen que predicarse las buenas nuevas.” (Marcos 13:10) El efectuar ellos esta predicación del Reino pacíficamente entre todas las naciones no les permitía meterse en la política mundana y tomar partido en los conflictos internacionales.

54 Como su Caudillo Jesucristo, meramente iban a predicar las buenas nuevas del reino mesiánico de Dios. No estaban autorizados ni habían recibido poder para establecer ese reino sobre la Tierra. No había de ser un gobierno terrestre; ‘no era de esta fuente.’ Era un gobierno celestial de poder sobrehumano sobre toda la humanidad. Naturalmente, pues, solo el Dios Altísimo del cielo podía establecer ese gobierno mesiánico sobre todos los habitantes de la Tierra.

55. En lo que tiene que ver con llevar a cabo aquello para lo cual fue ungido y cumplir las profecías bíblicas, ¿pueden levantarse objeciones a Jesús en cuanto a que esté calificado para gobernar a toda la humanidad?

55 Entonces, ¿quién en el cielo o en la Tierra puede criticar la vida terrestre del Mesías, el Cristo, el que fue ungido para gobernar como rey sobre toda la humanidad por mil años? ¿Quién puede con derecho objetar a que él llegue a ser el Rey Milenario como si él no fuera digno de ello o no estuviera calificado para ello? Nadie puede. Señalando a la vida sin tacha de Jesucristo en la Tierra, el apóstol Pedro dijo al centurión romano Cornelio y a sus amigos gentiles: “Ustedes conocen el tema acerca del cual se habló por toda Judea comenzando desde Galilea después del bautismo que Juan predicó, a saber, Jesús que era de Nazaret, cómo Dios lo ungió con espíritu santo y poder, y fue por la tierra haciendo bien y sanando a todos los oprimidos por el Diablo; porque Dios estaba con él. Y nosotros somos testigos de todas las cosas que hizo tanto en el país de los judíos como en Jerusalén.” (Hechos 10:37-39) Todo el testimonio indica que Jesucristo en la Tierra cumplió todo lo que su ungimiento lo comisionó a hacer. Cumplió todas las profecías bíblicas acerca de él, hasta el punto mismo de morir como mártir.

[Notas]

^ párr. 13 Esto no quiere decir, sin embargo, que el idioma universal único del nuevo orden de cosas de Dios se imprimirá y escribirá en letras alfabéticas hebreas del estilo cuadrado actual. Aun hoy existen publicaciones en el lenguaje español. Por ejemplo, el libro de texto Taryag Millim, publicado en la República Sudafricana en 1949; la biografía Avi, impresa en Jerusalén en 1927; también partes del periódico Deror, que se publicó en Tel Aviv en 1933-1934.

^ párr. 40 Si José del linaje real del rey David hubiera querido esperar para otorgar el “derecho legal” al trono davídico a un hijo directo carnal suyo, como Santiago, José (II), Simón o Judas, esta reclamación legal no hubiera entrado en vigor. (Ezequiel 21:27) ¿Por qué no? Porque José era descendiente del rey Salomón por medio de Jeconías (o Conías, o Joaquín), acerca del cual leemos, en Jeremías 22:24-30: “‘¡Tan ciertamente como que vivo yo,’ es la expresión de Jehová, ‘aun si Conías hijo de Joaquim, el rey de Judá, fuese el anillo de sellar sobre mi diestra, de allí te arrancaría!’ . . . Esto es lo que ha dicho Jehová: ‘Inscriban a este hombre como sin hijos [en lo referente a herencia del trono de David], como un hombre físicamente capacitado que no tendrá ningún éxito en sus días; porque de su prole ni uno solo tendrá éxito, de modo que se siente sobre el trono de David y gobierne más en Judá.’” (Mateo 1:11-16; 13:55) Por consiguiente, el que José confiriera el título legal a su hijo adoptado Jesús no sería vano, puesto que Jesús el hijo de María no llegó a ser descendiente natural de Jeconías (Conías), sino que descendió del rey David por medio de la línea de su hijo Natán el hijo de Bat-seba. Por lo tanto, la genealogía de Jesús según se registra en Lucas 3:23-38 no alista el nombre de Jeconías (Conías, o Joaquín).

[Preguntas del estudio]