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Hay alguien más alto

Hay alguien más alto

Capítulo 9

Hay alguien más alto

¿HAS oído a alguien decir alguna vez: “Quisiera ser como los mayores para hacer todo lo que tuviera ganas de hacer”?⁠—​¿Has deseado tú alguna vez eso?⁠—

Es verdad que los mayores pueden hacer algunas cosas que los niños no pueden hacer. Pero ninguno de nosotros puede hacerse todas sus propias leyes en la vida. Hay alguien más alto que nosotros. ¿Sabes quién es?⁠—

La mayoría de la gente dice que es verdad que Dios es más alto que nosotros. Pero no basta con decirlo. Tenemos que probar que lo creemos por las cosas que hacemos.

Esto se muestra por lo que les pasó a Adán y Eva. Ellos fueron el primer hombre y la primera mujer. Algunas personas dicen que la historia acerca de Adán y Eva no es más que imaginación. Pero el Gran Maestro no dijo eso. Él sabía que era verdad. Escucha y te contaré lo que pasó.

Cuando Dios hizo a Adán y Eva, los puso en un bonito jardín en un lugar llamado Edén. Era un parque, un paraíso. Pudieron haber vivido allí para siempre. Pero tenían que aprender una lección. Y es una lección que también nosotros tenemos que aprender. No es difícil. Es fácil si de veras queremos aprenderla.

Jehová les dijo a Adán y Eva que podían comer todas las frutas y nueces que quisieran de los árboles de Edén. Pero había solamente un árbol del cual no debían comer. Jehová le dijo a Adán: “Pero en cuanto al árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo no debes comer de él, porque en el día que comas de él positivamente morirás.”​—⁠Génesis 2:17.

¿Qué pasaría si comían de aquel árbol?⁠—​Morirían. Su vida dependía de que obedecieran a Jehová Dios. No bastaba con que solo dijeran que creían en Dios. Tenían que demostrarlo por lo que hicieran. Esa era la lección. En realidad no era difícil, ¿verdad?⁠—​Pero era muy importante.

Si Adán y Eva obedecían a Dios, estarían mostrando que lo amaban y que querían que él fuera su Gobernante. Pero si comían de aquel árbol, ¿qué mostraría eso?⁠—​Mostraría que en verdad no estaban agradecidos por todas las cosas que Dios les había dado. Estarían diciendo: “Nadie puede decirnos lo que tenemos que hacer. Vamos a hacer lo que nos dé la gana.”

¿Qué hubieras hecho tú si hubieras estado allí? ¿Hubieras obedecido a Jehová, o hubieras comido de aquel árbol?⁠—

Al principio Adán y Eva obedecieron a Dios, sí. Pero un día una serpiente o culebra le habló a Eva. Claro, una serpiente no puede hablar por sí misma. Fue un ángel el que hizo que pareciera que la serpiente estaba hablando. Aquel ángel había empezado a pensar cosas malas. Quería que Adán y Eva lo adoraran a él. Quería que ellos hicieran lo que él les dijera. Quería ocupar el lugar de Dios.

Por eso, aquel ángel malo puso ideas incorrectas en la mente de Eva. Le dijo: ‘Dios no les dijo a ustedes la verdad. No morirán si comen de ese árbol. Se harán sabios como Dios.’ ¿Hubieras creído tú lo que dijo aquella voz?⁠—

Eva no tenía derecho a creer lo que la serpiente dijo. Todo lo que ella tenía había venido de Dios. Pero ahora empezó a desear algo que Dios no le había dado. Comió del árbol. Entonces le dio de lo mismo a Adán.

Adán no creyó lo que la serpiente había dicho. Pero su deseo de estar con Eva era más grande que su amor a Dios. Así que él también comió del árbol.​—⁠Génesis 3:1-6.

¿Cuál fue el resultado?⁠—​Dios no había mentido. La vida sí depende de la obediencia a él. Por eso Adán y Eva murieron. Y le trajeron muerte a todo hombre.

La Biblia nos dice que el ángel que le mintió a Eva se llama Satanás el Diablo. Es enemigo de Dios. Y también es nuestro enemigo.​—⁠Revelación 12:9.

Él quiere hacer que todo el mundo desobedezca a Jehová. Por eso trata de poner ideas malas en nuestra mente. Dice que nadie ama de veras a Jehová. Dice que tú y yo no amamos a Dios y que en verdad no queremos hacer lo que Dios dice. Pero, ¿tiene razón él? ¿Somos así?⁠—

El Diablo dice que dejaremos de servir a Jehová si alguien nos lo hace un poco difícil. Dice que obedecemos a Jehová solo cuando todo va como nos gusta. Dice que todo el mundo es así. ¿Tiene razón él?⁠—

¡El Gran Maestro dijo que el Diablo es un mentiroso! Probó que hay personas que de veras aman a Jehová. No dijo: ‘Nadie puede decirme lo que tengo que hacer.’ En vez de eso, dijo: “El Padre es mayor que yo.” Obedeció a Jehová. Y no lo hizo solamente cuando era fácil. Lo hizo siempre, hasta cuando otras personas se lo hacían difícil. Se mostró fiel a Jehová hasta el mismo momento de morir. Fue por eso que Dios le dio vida de nuevo, para que viviera para siempre.​—⁠Juan 14:28.

Eso fue lo que el Gran Maestro hizo. Pero, ¿qué haremos nosotros?⁠—​Si desobedecemos a Jehová, entonces estamos haciendo lo que el Diablo quiere que hagamos. Pero si de veras amamos a nuestro Dios, obedeceremos sus mandamientos. Lo haremos cada día. Y lo haremos porque de veras queremos hacerlo.

(¿A quién serviremos?... ¿a Jehová o al Diablo? Lean lo que dice la Biblia de esto en Job 1:8-12; 2:1-5; 27:5; Proverbios 27:11.)