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La bendición de trabajar

La bendición de trabajar

Capítulo 23

La bendición de trabajar

¿QUÉ te gustaría más hacer: trabajar, o jugar?⁠—​Es verdad que a todos nos gusta jugar. Pero, ¿sería de veras bueno que estuviéramos jugando siempre?⁠—​¿Has pensado alguna vez en lo que pasaría si nadie jamás trabajara?⁠—

Piensa en el alimento que comes. ¿Sabes de dónde viene?⁠—​La mayor parte crece en plantas y árboles. Pero si nadie los atendiera y recogiera las frutas y los vegetales, ¿qué comerías? ¿Verdad que es bueno que la gente trabaje para que tengas qué comer?⁠—

Dale un vistazo a la casa donde vives. ¿Tienes una cama en la cual dormir?⁠—​¿Hay sillas en las cuales sentarte y también una mesa?⁠—​¿No te alegras de que alguien haya trabajado para hacer estas cosas?⁠—

¿Qué pensaba el Gran Maestro acerca del trabajo? Vamos a ver.

Hasta como niño él trabajó en un taller de carpintería. Hacía cosas de madera. José era carpintero, y crió a Jesús como si fuera su propio hijo. Por eso la Biblia llama a Jesús “el hijo del carpintero.” En aquellos días un muchacho aprendía a hacer los mismos trabajos que su padre hacía.​—⁠Mateo 13:55.

Puede haberle sido difícil a Jesús al principio. Pero, con práctica, aprendió a hacer bien el trabajo. Jesús se hizo carpintero también.​—⁠Marcos 6:3.

¿Crees que este trabajo le causaba placer a Jesús?⁠—​¿Te sentirías feliz tú si pudieras hacer muy buenas mesas y sillas y otras cosas para que la gente las usara?⁠—​La Biblia dice que es bueno que uno “se regocije en sus obras.” El trabajo da una clase de placer que uno no puede conseguir del juego. No es malo jugar, pero no es bueno estar jugando siempre.​—⁠Eclesiastés 3:22.

Jesús no trabajó como carpintero durante toda su vida. Jehová Dios tenía trabajo especial para él en la Tierra. ¿Sabes cuál era ese trabajo?⁠—​Jesús dijo: “Tengo que declarar las buenas nuevas del reino de Dios, porque para esto fui enviado.” Sí, Dios quería que Jesús hiciera un trabajo de predicar.​—⁠Lucas 4:43.

¿Qué pensaba Jesús acerca de hacer este trabajo? ¿Quería hacerlo?⁠—

Jesús dijo: “Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y terminar su obra.” ¿Te gusta mucho comer tu alimento favorito?⁠—​Eso te da una idea de lo mucho que a Jesús le gustaba la obra o el trabajo que Dios le había dado.​—⁠Juan 4:34.

Dios nos hizo de tal manera que nos alegramos cuando aprendemos a trabajar. Él dice que su don al hombre es que él ‘se regocije en su duro trabajo.’ Por eso, si aprendes a trabajar mientras eres joven, toda tu vida se te hará más gozosa.​—⁠Eclesiastés 5:19.

Eso no quiere decir que un niñito puede hacer el trabajo de un hombre grande, pero todos podemos hacer algún trabajo. Tu padre trabaja día tras día para que tengamos alimento que comer y una casa en la cual vivir. ¿Sabes la clase de trabajo que tu padre hace?⁠—​Él no trabaja solo para sí. Trabaja para el bien de toda la familia. Y tu madre trabaja para preparar nuestras comidas. Ella hace que nuestra casa y nuestra ropa estén limpias.

¿Qué trabajo hay que tú puedas hacer que sea una bendición para toda la familia?⁠—​Puedes ayudar a poner la mesa, secar los trastos, limpiar tu cuarto y recoger tus juguetes. Quizás ya haces algunas de esas cosas. ¿Es ese trabajo de veras una bendición?⁠—

Veamos cómo el trabajo de esa clase es una bendición. Los juguetes deben guardarse después que juegas. ¿Por qué dirías tú que eso es importante?⁠—​Ayuda a hacer que la casa esté limpia. También es importante porque puede evitar accidentes. Si no recoges tus juguetes, un día tu mamá pudiera pasar por allí con sus brazos ocupados y pisar uno de los juguetes. Ella pudiera tropezar y caer y herirse la cabeza. Quizás hasta tuviera que ir al hospital. ¿Verdad que eso sería terrible?⁠—​Por eso, el que tú guardes tus juguetes después de jugar es una bendición para todos nosotros.

Hay otro trabajo que los niños tienen también. Estoy pensando en el trabajo de la escuela. En la escuela aprendes a leer. Algunos niños gozan al leer, pero otros dicen que es difícil. Aun si parece difícil al principio, te alegrarás de aprender a leer bien. Cuando sepas leer, hay muchísimas cosas interesantes que puedes aprender. Hasta podrás leer el propio libro de Dios, la Biblia, tú mismo. Por eso, el que hagas bien tu trabajo escolar en verdad es una bendición, ¿no te parece?⁠—

Hay personas que tratan de evitar el trabajo. Quizás tú conozcas a alguien que haga eso. Pero puesto que Dios nos hizo para trabajar, tenemos que aprender a disfrutar del trabajo.

Te voy a decir unas cosas que te pueden ayudar. Cuando tengas trabajo que hacer, pregúntate: Bueno, ¿por qué es necesario hacer esto? Cuando uno sabe por qué algo es importante, se le hace más fácil hacerlo. Y sea que el trabajo sea grande o pequeño, hazlo bien. Si haces eso, puedes regocijarte en la obra de tus manos. Entonces tú mismo sabrás que es verdad que el trabajo es una bendición.

(La Biblia puede ayudar a uno a hacerse un buen trabajador. Lean lo que dice en Colosenses 3:23; Proverbios 10:4; 22:29; Eclesiastés 3:12, 13, 22.)