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Mejor salud y vida más larga... ¿cómo?

Mejor salud y vida más larga... ¿cómo?

Capítulo 10

Mejor salud y vida más larga... ¿cómo?

¿Qué razones tiene usted para saber que Dios está interesado en la salud suya? (1-6)

LA BUENA salud puede contribuir mucho a la felicidad personal. No obstante, de vez cuando todos enfermamos. Y si la enfermedad es grave, puede resultar en muerte. Éstos son problemas que se consideran en la Biblia, la cual suministra pautas que pueden ayudar a uno a disfrutar de mejor salud y de una vida más larga.

2 Las Escrituras nos recuerdan que Jehová Dios es la Fuente de la vida. A causa de él “tenemos vida y nos movemos y existimos.” (Salmo 36:9; Hechos 17:25, 28) Y él nos dice mucho acerca de cómo cuidarnos. Hay enfermedades costosas y enfermedades que dejan lisiadas a sus víctimas que pueden evitarse por medio de prestar atención al consejo que se da en la Palabra de Dios. Los que han prestado atención a ese consejo tienen razón para concordar con el escritor bíblico que dijo: “La ley de tu boca [la de Dios] es buena para mí, en mayor grado que miles de piezas de oro y plata.”—Salmo 119:72; 73:28; Proverbios 4:20-22.

CONSEJO QUE PROMUEVE LA BUENA SALUD

3 La Biblia no es esencialmente una guía sobre asuntos de salud. Pero sí contiene consejo que promueve la buena salud. Eso se puede ver claramente por las disposiciones reglamentarias que Dios dio a la nación de Israel. Los siguientes son algunos ejemplos: Mucho antes de que se ejerciera la medicina moderna, la ley que Dios dio a Israel exigía que se pusiera en cuarentena a la persona que tuviera, o pareciera tener, una enfermedad contagiosa. (Levítico 13:1-5) Se les mandó deshacerse del excremento lejos de donde viviera la gente, lo cual evitaba la propagación de las enfermedades o la contaminación del agua. (Deuteronomio 23:12-14) Si las prendas de vestir o vasijas tocaban un animal que hubiera muerto de por sí (posiblemente de enfermedad), era preciso destruir estas cosas o lavarlas antes de volver a usarlas. (Levítico 11:27, 28, 32, 33) Los sacerdotes se lavaban antes de servir al altar; llevaban la delantera en la limpieza.—Éxodo 30:18-21.

4 En el tiempo que ha transcurrido desde entonces los médicos han aprendido el valor práctico de tales medidas: El mantener al mínimo el contacto con otras personas cuando parece que uno tiene, o ellas tienen, una enfermedad que pudiera ser contagiosa. El tener cuidado para no contaminar el agua potable o los alimentos con los desperdicios humanos o la basura. El mantener limpios los utensilios que se usan para cocinar y comer. El atender la higiene personal de uno por medio de bañarse con regularidad, y por lavarse las manos después de usar el excusado.

5 Por lo general las enfermedades venéreas se contraen por medio de la conducta inmoral, la cual Dios condena. (Hebreos 13:4; Efesios 5:5) Pero el ser castos antes de casarse y limitar sus relaciones sexuales a su propio cónyuge después del casamiento protege de estas enfermedades.

6 Además, uno puede mejorar su salud por medio de aplicar el consejo bíblico respecto a la clase general de vida que uno lleva. Por ejemplo, la Biblia recomienda que se trabaje duro. Dice que el hombre que cumple un buen día de trabajo duerme mejor que otros. Y habla favorablemente de recibir placer de los alimentos y bebidas que uno puede conseguir debido a su labor, a la vez que se evitan los excesos. ¿Verdad que si uno trabaja duro, consigue suficiente sueño, disfruta de sus comidas y es ‘moderado en sus hábitos,’ tendrá mejor salud y será más feliz?—Eclesiastés 2:24; 5:12; 9:7-9; Efesios 4:28; 1 Timoteo 3:2, 11.

EL TABACO, EL ALCOHOL Y LAS DROGAS

¿Qué consejo bíblico está relacionado con el uso del tabaco? (7-9)

7 El Dr. Joel Posner informa que en los Estados Unidos, por ejemplo, del dinero que se gasta en asistencia médica el 60 por ciento es para enfermedades relacionadas con el tabaco y el alcohol. ¿Qué ayuda da la Biblia a ese respecto?

8 En armonía con el consejo de Dios sobre la limpieza o pureza, el apóstol Pablo escribió lo siguiente a los cristianos: “Debemos mantenernos limpios de todo lo que pueda mancharnos, tanto en el cuerpo como en el espíritu.” (2 Corintios 7:1, Versión Popular) Muchas personas han entendido que el usar tabaco choca con ese consejo. No es natural aspirar humo y hacerlo entrar en los pulmones. Eso contamina el cuerpo y acorta la vida. Entre los que fuman hay más enfermedad cardíaca, cáncer pulmonar, hipertensión y pulmonía fatal que entre los que no lo hacen.

9 Además, considere los efectos que se producen en las personas que están alrededor del individuo que fuma... su familia y asociados. Jesucristo dijo que el segundo mandamiento de la ley que Dios dio a Israel era éste: “Tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo.” (Marcos 12:31) ¿No es eso lo que usted desea hacer? Pero, ¿cuáles son los efectos del fumar? Perjudica al fumador, y a otras personas a su alrededor.

¿Cómo nos ayuda la Biblia a ver correctamente el asunto de las bebidas alcohólicas? ¿De las drogas? (10, 11)

10 ¿Qué hay del uso de las bebidas alcohólicas? Muchas personas las consideran sabrosas y conducentes al reposo. La Biblia no prohíbe el uso de bebidas que contienen alcohol, el cual el cuerpo puede “quemar” como combustible o alimento. (Salmo 104:15; Eclesiastés 9:7) Pero nos da la siguiente advertencia: “El vino es burlador, el licor embriagante es alborotador, y todo el que se extravía por él no es sabio.” (Proverbios 20:1) Y la Biblia condena señaladamente la embriaguez. (1 Corintios 6:9, 10; 1 Pedro 4:3) Como dice el texto bíblico, definitivamente “no es sabio” el que bebe exageradamente y con demasiada frecuencia. Con el tiempo, esa persona puede arruinarse el hígado, con consecuencias graves, o hasta fatales. El estómago puede recibir daño. El que abusa de las bebidas alcohólicas puede hacerse propenso a ataques al corazón y apoplegía. Además, la memoria y la coordinación muscular sufren.

11 El consejo que la Biblia da sobre la embriaguez es útil también respecto a drogas como la heroína, cocaína, areca, marihuana y LSD. Éstas se usan extensamente, no como “alimento” ni con propósitos medicinales, sino únicamente para producir un sentido embriagador “eufórico,” alucinaciones o escape de la realidad. Es posible que en los tiempos bíblicos no se usaran esas drogas. No obstante, la Biblia habla enérgicamente en contra de la borrachera y la “disolución” que está asociada con ella. ¿No aplicaría ese mismo consejo a cualquier otra cosa que hiciera que uno se embriagara y se portara con desenfreno y disolución? (Efesios 5:18) Frecuentemente las personas que están bajo los efectos de las drogas se causan daño a sí mismas o sufren daño a manos de otros. (Compare con Proverbios 23:29, 35.) Estas drogas también están relacionadas con otros peligros para la salud, entre ellos enfermedades pulmonares, daño cerebral y genético, desnutrición y hepatitis. De modo que el aplicar el consejo bíblico definitivamente puede beneficiar la salud.

POR QUÉ Y CÓMO APLICAR EL CONSEJO DE DIOS

¿Qué razones tiene usted para aplicar el consejo de Dios a su vida? ¿Qué ayuda está disponible? (12-16)

12 La perspectiva de tener mejor salud y una vida más larga atrae a toda persona en su sano juicio. Esa es una buena razón para aceptar y aplicar el consejo bíblico que hemos considerado. (Salmo 16:11) Pero, ¿basta con esa razón? Usted probablemente conoce a personas que están dispuestas a hacer cosas arriesgadas por el placer o por la excitación que esperan recibir de ello. Pero las personas que tienen fe en Dios y reconocen que él se ha revelado por medio de la Biblia deben actuar de manera diferente a ésa. Puesto que nuestra vida proviene de él, debemos interesarnos sinceramente en usarla en armonía con la guía que él ofrece en la Biblia. Seríamos ingratos si aceptáramos la vida que Jehová nos da y luego deliberadamente pasáramos por alto su consejo sabio y amoroso respecto a cómo usar nuestra vida.

13 Además, como Dador de la vida, ¿no tiene Dios derecho a dirigirnos en cuanto a la manera en que debemos vivir? Él es la Máxima Autoridad del universo. Santiago, un escritor bíblico, lo llamó ‘Aquel que es legislador y juez.’ (Santiago 4:12; compare con Isaías 45:9.) Por eso, en cuanto a hábitos personales, debemos sentirnos impelidos a aplicar lo que Dios dice porque Él lo dice.

14 El ver las cosas de este modo ha provisto fuerte motivación a muchas personas que por mucho tiempo no habían podido librarse de un vicio dañino que las dominaba. Lo que estaban haciendo se hizo más grave cuando se dieron cuenta de que tenían que cambiar, no solo por causa de la salud, sino porque el hacerlo estaba de acuerdo con la voluntad de Dios. Jesús dijo a sus seguidores que el mayor mandamiento es el de amar a Jehová “con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente.” (Mateo 22:37) Para hacer eso, la persona tiene que librarse de las cosas que drogan o contaminan.

15 También sirve de ayuda el que uno se asocie con personas que están tratando de vivir en armonía con el consejo de Dios. El apóstol Pedro escribió que algunos, antes de llegar a ser cristianos, habían ‘procedido en hechos de conducta relajada, lujurias, excesos con vino, diversiones estrepitosas, partidas de beber e idolatrías ilegales.’ (1 Pedro 4:3) Mientras se esforzaban por cambiar, podía fortalecerles el reunirse con compañeros cristianos. Así recibían estímulo en cuanto a estudiar y aplicar la Palabra de Dios. Y si, mientras estuvieran haciendo los cambios necesarios, se debilitaban o sentían más tensión de la usual, podían conseguir ayuda. ¿Cómo? Por medio de visitar a cristianos maduros y hablar con ellos; éstos desplegarían compasión y comprensión y serían edificantes para con ellos.—Eclesiastés 4:9, 10; Job 16:5.

16 Si a usted le interesa recibir ayuda de esa clase, se le invita cordialmente a asistir a las reuniones de los testigos de Jehová. Cristianos experimentados que concurren a esas reuniones tendrán gusto en ayudarle a aprender y aplicar el consejo bíblico. A medida que usted progresa en ello, tendrá la satisfacción de saber que está esforzándose por complacer a su Creador. Y tendrá mejor salud y una vida más larga, con felicidad.

PUNTO PARA CONSIDERACIÓN:

[Recuadro de la página 99]

“Ahora hay prueba adicional de que el humo de los cigarrillos perjudica no solo al fumador, sino también a los que están alrededor de él. . . . Si usted fuma, debe considerar el efecto que esto tiene en sentido físico y sicológico tanto en su hijo como en usted mismo. El que usted fume pone en peligro la salud de su hijo.”—Dr. Saul Kapel, columnista médico.

[Recuadro de la página 101]

“La investigación enlaza la marihuana con muchos problemas relacionados con la salud que pueden resultar graves. Entre éstos están daño a los pulmones y posiblemente cáncer, alteraciones mentales y neurológicas, defectos en la capacidad del cuerpo para combatir enfermedades, deterioro funcional en lo sexual y el peligro de daño a los cromosomas y defectos congénitos.”—“Newsweek.”

[Ilustración de la página 97]

La limpieza contribuye a la buena salud