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“Hasta que venga aquel que tiene el derecho legal”

“Hasta que venga aquel que tiene el derecho legal”

Capítulo 12

“Hasta que venga aquel que tiene el derecho legal”

1. Prescindiendo del fracaso del hombre en el campo gubernamental, ¿cuál es la actitud de Dios en cuanto a su propósito original para la Tierra, y qué propósito es ése?

AUNQUE el hombre ha hecho un fracaso del gobierno humano, el Creador del hombre persiste en su maravilloso propósito de tener un gobierno próspero de justicia que gobierne a toda la humanidad en una Tierra paradisíaca. El Creador del hombre no es la clase de Persona que el autor de un libro reciente se imaginó que es, cuando escribió: “Si yo fuera Dios, renunciaría.” * El Dios verdadero no renunciará hasta que haya realizado el glorioso propósito con el cual empezó cuando puso al hombre en la tierra. ¿Qué propósito era ése? Toda la Tierra llena cómodamente, disfrutando la familia humana de paz y felicidad en perfección humana bajo el gobierno celestial de Dios.

2. Fue triste ver el fracaso de ¿qué gobierno prometedor de hace tiempo? pero es consolador tener ¿qué seguridad, como se indica en Ezequiel 21:27?

2 Ciertamente es triste ver el fracaso de un gobierno que empieza con brillantes expectativas y buena promesa. Ante un fracaso como ése es consolador para nosotros obtener la seguridad de que, al debido tiempo de Dios, él producirá el gobernante anhelado y lo pondrá en el poder para satisfacer el deseo justo de todo corazón humano. Esta es la esperanza que se le dio al profeta Ezequiel cuando Dios le dijo que declarara la ruina venidera del gobierno real de Jerusalén. El mensaje de Ezequiel sonó a muerte para Jerusalén, pero tras esto vino el resonar de una esperanza dadora de vida, con estas palabras: “Ruina, ruina, ruina la haré. En cuanto a ésta también, ciertamente no llegará a ser de nadie hasta que venga aquel que tiene el derecho legal, y tengo que dar esto a él.”—Ezequiel 21:27.

3. ¿Cuándo se le dio a Ezequiel este mensaje profético, y qué había estado haciendo hasta entonces, dando énfasis a qué propósito divino?

3 En aquel tiempo corría el séptimo año del destierro de Ezequiel en la tierra de Babilonia, o el año 611 a. de la E.C., probablemente el quinto mes lunar (llamado Ab) y el día décimo de ese mes. (Ezequiel 20:1) Desde que Ezequiel había visto por última vez el carro celestial de Jehová en visión el año anterior, continuó profetizando. En el transcurso de las profecías divinas que le fueron dadas durante aquel tiempo él había declarado repetidas veces el propósito anunciado de Dios, de que los que oían Sus profecías “tendrán que saber que yo soy Jehová.” (Ezequiel 12:15, 16, 20; 13:9, 14, 21, 23; 14:8; 15:7; 16:62; 20:12, 20, 26, 38, 42, 44) Ahora se estaba un año más cerca de cuando Jehová haría que se cumplieran esas palabras, para que los israelitas tuvieran que saber que Jehová había hablado y que había obrado en cumplimiento de lo que había hablado.—Ezequiel 5:13; 12:15; 21:5; 22:22; 37:14, 28.

4. Si las profecías de Ezequiel se cumplían, entonces ¿qué habría en cuanto a las noticias de ello, y qué efecto tendría esto en los que hubieran oído las profecías, y por qué sucedería esto muy pronto?

4 Tan de seguro como que las profecías de Jehová por medio de Ezequiel habrían de cumplirse, así de seguro las noticias acerca del cumplimiento de esas profecías llegarían a los compañeros judíos del destierro de Ezequiel en Babilonia. Las noticias de seguro sacudirían a los desterrados de su actitud de incredulidad para con Ezequiel y vindicarían la palabra de su Dios, Jehová. Para entonces ese tiempo no estaba muy lejano. En menos de dos años y medio a partir de entonces empezaría la “batalla en el día de Jehová” contra Jerusalén y la tierra de Judá. (Ezequiel 13:5) Por lo tanto, muy adecuadamente Jehová el Guerrero usó ahora fraseología bélica en la profecía que le dio a Ezequiel. Por consiguiente Ezequiel escribe:

5. ¿Con qué fraseología bélica da Jehová la profecía de Ezequiel 21:1-5 contra el “suelo de Israel”?

5 “Y la palabra de Jehová continuó ocurriéndome, diciendo: ‘Hijo del hombre, pon tu rostro hacia Jerusalén y deja gotear palabras hacia los lugares santos, y profetiza contra el suelo de Israel. Y tienes que decirle al suelo de Israel: “Esto es lo que ha dicho Jehová: ‘Aquí estoy contra ti, y ciertamente sacaré mi espada de su vaina y cortaré de ti a justo e inicuo. A fin de que realmente corte de ti justo e inicuo, por eso mi espada saldrá de su vaina contra toda carne de sur a norte. Y todos los de carne tendrán que saber que yo mismo, Jehová, he sacado mi espada de su vaina. Ya no volverá atrás.’”’”—Ezequiel 21:1-5.

6. ¿Cómo se determina por esa profecía de quién es la guerra, y cuál es el instrumento de combate?

6 Jehová habrá de esta guerra como Suya. Él es Quien desenvaina Su espada, que es su instrumento para la ejecución de su decisión judicial contra aquellos con quienes guerrea. Su “espada” significa la agencia terrestre que utiliza, pero también podría incluir su organización celestial invisible semejante a carro.

7. ¿Por qué el desenvainar esa “espada” significó ay para todos los ocupantes del “suelo de Israel,” y con qué propósito se hizo que la “espada” efectuara su trabajo desde el sur adelante al norte?

7 Cuando esta simbólica “espada” de Jehová hiera, ¡ay para todos los ocupantes del “suelo de Israel”! Esa espada cortará al ocupante “justo” así como al ocupante “inicuo,” tal como cuando un incendio forestal devora el árbol “todavía húmedo” así como el “árbol seco.” (Ezequiel 20:47, 48) Cuando Jehová comience a blandir esa espada, ésta no se detendrá con cortar a los del reino de Judá, que estaba hacia el sur desde Babilonia como un “punto cardinal meridional,” siendo Judá también un reino meridional en contraste con el reino septentrional de las diez tribus de Israel que se sublevaron. (Ezequiel 20:45, 46) La “espada” de Jehová también continuaría su actividad hacia el norte, saliendo “de su vaina contra toda carne de sur a norte.” ¿Con qué propósito se da tan extenso uso a esta “espada”? El Esgrimidor celestial de la “espada” explica, diciendo: “Y todos los de carne tendrán que saber que yo mismo, Jehová, he sacado mi espada de su vaina. Ya no volverá atrás.”—Ezequiel 21:5.

8. Por lo tanto, ¿cómo iban “todos los de carne” a saber que Jehová había desenvainado Su espada, y por qué?

8 Los que estaban en el “suelo de Israel” y en Jerusalén no eran los únicos que eran pecadores contra Jehová. “Toda carne,” todos los hombres, eran entonces pecadores contra él, aunque no estaban directamente en un pacto con él como estaba la nación de Israel. También merecían ser castigados. No habrían de ser dejados en la posición de poder alborozarse en cuanto a Israel y hacer alarde de que el Dios de Israel, Jehová, había actuado drásticamente contra su propio pueblo pero que ellos mismos, no siendo de carne israelita, habían escapado de recibir la atención de Jehová. No habrían de ser dejados con la idea de que eran más justos que Israel. Por consiguiente todas aquellas naciones que tenían mala voluntad contra el pueblo escogido de Jehová también habrían de caer por el filo de la espada de Jehová como pecadores contra Él así como contra su pueblo. La “espada” desenvainada de él no habría de volver a su descansadero hasta que también hubiera ejecutado Su decisión judicial en carne no israelita. De esta manera a “todos los de carne” se les haría saber que es el Dios de Israel, Jehová, quien combate contra ellos con su “espada.”

LA “ESPADA” DE JEHOVÁ CONTRA “TODOS LOS DE CARNE”

9. ¿Qué cosa de hoy día está representada por el “suelo de Israel,” y a quiénes cortará de él la “espada” de Jehová?

9 En breve, dentro de nuestro siglo veinte, empezará la “batalla en el día de Jehová” contra el antitipo moderno de Jerusalén, la cristiandad. El “suelo de Israel” de la antigüedad representa el dominio o la región en que ha operado la cristiandad. Representa la posición y relación que la cristiandad ha afirmado que ocupa con Dios por medio de su “nuevo pacto” del cual Jesucristo es el mediador. Este no es tiempo para que nadie en la cristiandad confíe en que tenga alguna justicia que se base en sus propios méritos y para que haga alarde como persona pagada de su propia rectitud. La “espada” de guerra de Jehová cortará de esta posición en que el clero de la cristiandad afirma que se encuentra a todos los religiosos que confían en que ella tiene una posición aceptable ante Dios.

10. Se predice que ¿qué religiosos además de los de la cristiandad serán cortados por la “espada” de Jehová, y por qué?

10 Sin embargo, la “espada” de Jehová no se aplicará solamente a los que se adhieren a la cristiandad. También será blandida contra “toda carne de sur [la cristiandad] a norte.” Los religiosos que pertenecen a todo el resto del Imperio mundial de religión falsa sentirán el filo cortante e la “espada” de Jehová. El que no sean cristianos no hará que se les perdone la vida. No se les dejará para que se regocijen por la destrucción de la cristiandad como sistema religioso rival.

11. ¿Por medio de qué agencias religiosas no se puede adquirir la justicia verdadera, y la manera de quién para adquirirla es urgente que aceptemos ahora?

11 La justicia delante del único Dios vivo y verdadero, Jehová, no habrá de adquirirse por medio de la cristiandad ni por medio de ningún otro sistema religioso del mundo que ofrezca la esperanza del mérito en uno mismo por medio de las propias obras de uno como persona pagada de su propia rectitud. A medida que se acerca la “batalla en el día de Jehová” contra toda la religión falsa, aumenta la urgencia de que aceptemos Su manera de adquirir justicia o rectitud verdadera.

12. ¿Por qué es apropiado que la ejecución de la decisión judicial de Jehová comience por la cristiandad, pero por qué no se detiene con eso?

12 Esa manera es por medio de fe en el sacrificio de rescate por los pecados que se proveyó en Su Hijo, Jesucristo. Puesto que la cristiandad afirma que es la “casa de Dios,” es apropiado que la ejecución de la decisión judicial de Él empiece con ella. Esto es lo que ha de esperarse en armonía con estas palabras de 1 Pedro 4:17, 18: “Es el tiempo señalado para que comience el juicio por la casa de Dios. Ahora bien, si comienza primero por nosotros, ¿cuál será el fin de los que no son obedientes a las buenas nuevas de Dios? ‘Y si el justo con dificultad se está salvando, ¿dónde aparecerán el impío y el pecador?’” No aparecerán en la “batalla en el día de Jehová.” Su “espada” no volverá a su vaina hasta que haga saber a “todos los de carne” que Él ha tomado acción.

13. El que el resto ungido esté intensamente activo en tratar de dar advertencia a todo el mundo ¿qué representa en el caso de Ezequiel, según Ezequiel 21:6, 7?

13 ¿Debe sorprender el que el resto ungido de los testigos cristianos de Jehová de hoy día se sienta movido a tan intensa actividad para dar advertencia a la gente en todas partes acerca de esa perspectiva? No, porque de esta manera se demuestra que se sienten precisamente como se le dijo al profeta Ezequiel que se expresara, con estas palabras de Jehová: “Y en cuanto a ti, oh hijo del hombre, suspira con caderas temblorosas. Aun con amargura debes suspirar delante de sus ojos. Y tiene que ocurrir que, en caso de que te digan: ‘¿A causa de qué estás suspirando?’ tendrás que decir: ‘Debido a un informe.’ Porque ciertamente vendrá, y todo corazón tendrá que derretirse y todas las manos tendrán que caer y todo espíritu tendrá que desalentarse y todas las rodillas mismas gotearán agua. ‘¡Mira! Ciertamente vendrá y se hará que ocurra,’ es la expresión del Señor Soberano Jehová.”—Ezequiel 21:6, 7.

14. Cuando finalmente les llegara el “informe” a los desterrados judíos, ¿qué efectos se habría de esperar que tuviera en ellos, y qué efectos se pueden esperar en los religiosos por el informe de la ruina de la cristiandad?

14 Después que la “espada” de Jehová ciertamente produjo la destrucción de Jerusalén y la desolación total del “suelo de Israel” en el año 607 a. de la E.C., ciertamente vino el “informe” amargo, llegando aun tan lejos como hasta los desterrados judíos en Babilonia. (Ezequiel 33:21, 22) Sin duda el “informe” entregado por un escapado de la Jerusalén destruida ciertamente afectó a los desterrados judíos, incrédulos hasta entonces, de la misma manera que Jehová le había predicho a Ezequiel. Sin duda de sus rodillas goteó más que el simple sudor de la excitación producida por el horror. ¡Probablemente estaban tan debilitados en espíritu que sus riñones no pudieron controlarse y de sus rodillas goteó su propia orina! Tuvieron que reconocer que la palabra de Jehová, hablada por medio de Ezequiel, había sido vindicada. Se demostró que es el Dios que dice la verdad. Cuando se publique, de aquí a poco tiempo, el informe auténtico de que la “espada” de ejecución de Jehová realmente ha causado la ruina total de la cristiandad, producirá efectos similares en muchos religiosos.

15. ¿Tiene Jehová realmente una “espada” simbólica de esa índole hoy día para usarla? Además, según Ezequiel 21:8-10, ¿qué debería hacer hoy respecto a eso el resto ungido de Jehová?

15 Prescindiendo de lo escéptica que se muestre la gente en cuanto a ello hoy día como aquellos compañeros del destierro judíos de Ezequiel, Jehová no obstante realmente tiene una “espada” que Él usará como agencia suya para ejecutar en la cristiandad lo que justamente merece. El resto de los testigos ungidos de Jehová del día moderno está llamando atención a esta notable “espada” que Jehová desenvainará contra la organización del cristianismo hipócrita, como se le dijo al profeta Ezequiel que hiciera, cuando Jehová le dijo: “Y la palabra de Jehová continuó ocurriéndome, diciendo: ‘Hijo del hombre, profetiza, y tienes que decir: “Esto es lo que ha dicho Jehová: ‘Di: “¡Una espada, una espada! Ha sido aguzada, y también está pulida. Con el fin de organizar un degüello ha sido aguzada; con el fin de que obtenga lustre ha sido pulida.”’”’”—Ezequiel 21:8-10.

NINGUNA BASE PARA ALBOROZARSE CON ARGUMENTO FALSO

16. La exclamación “¿O nos alborozaremos?” ¿qué pregunta sugirió de parte de los religiosos que se tranquilizan a sí mismos tocante a la “espada” de Dios?

16 No existe base religiosa para que personas que tratan de tranquilizarse a sí mismas se alborocen, usando el argumento: “Somos el pueblo de Dios. Tenemos en medio de nosotros la casa de Dios en la cual adoramos. ¡La espada de ejecución de Jehová no vendrá ‘organizando un degüello’ entre nosotros!” Un argumento de ese tipo fue sugerido por la pregunta que se insertó en la descripción de la espada de Jehová a Ezequiel: “¿O nos alborozaremos?”—Ezequiel 21:10.

17. Por los que tendían a alborozarse, ¿por qué se suscitó la cuestión en cuanto a si la “espada” rechazaría el cetro del rey de Jerusalén o no?

17 Los israelitas que tendían a alborozarse recordarían que su capital era la ciudad de Jerusalén con su condición de santa por tener el templo que construyó el rey Salomón. También, su rey era descendiente del rey David, con quien Jehová había hecho un pacto para un reino eterno. Además, a este rey davídico se le ungía con aceite a su puesto y en armonía con ello se le llamaba “el ungido de Jehová,” o “el Mesías” (hebreo) o “el Cristo” (griego). Y como descendiente del rey David, de este rey ungido se decía que se sentaba en el trono de Dios, ‘sentándose sobre el trono de Jehová como rey en lugar de David su padre.’ (2 Samuel 7:4-16; Lamentaciones 4:20; 1 Crónicas 29:23) ¿Sería probable, entonces, que la “espada” de Jehová fuera a rechazar el cetro de un rey de esa índole?

18. ¿Iba la “espada” de Jehová a rechazar “el cetro de mi propio hijo, como hace con todo árbol”? En vista de la respuesta, ¿recibirán los gobernantes políticos de la cristiandad exención de ser ejecutados por la “espada” de Jehová?

18 Ah, pero la espada de Jehová iba a hacer precisamente eso, según las propias palabras de él acerca de la espada: “¿Está rechazando el cetro de mi propio hijo, como hace con todo árbol?” (Ezequiel 21:10) Por razones que se expresan poco después, la espada de Jehová rechaza decididamente aquel cetro real del reino de Judá así como rechaza todo otro cetro, todo otro “árbol.” El hecho de que Jehová hubiera dicho que los sucesores de David en el trono real de Jerusalén serían como hijos para él no iba a salvarlos de la espada si eran tercamente desobedientes. Igualmente, pues, a los reyes de la cristiandad no se les perdonará la vida en la “batalla en el día de Jehová” solo porque el clero religioso haya ungido a estos reyes para reinar “Por la gracia de Dios.” Las pretensiones de esos gobernantes de que deben ser eximidos de la ejecución por la “espada” de Jehová serán rechazadas por la agencia que Jehová usa como su “espada” de ejecución.—2 Samuel 7:14.

19. Según Ezequiel 21:11, ¿quién es el que da la “espada” en mano del que mata?

19 Allá en el día de Ezequiel Jehová fue Quien dio su “espada” de ejecución en mano de la agencia que usó para arruinar a Jerusalén y el reino de Judá. Jehová aclara bien este hecho cuando le dice a Ezequiel que diga: “Y uno la da para que sea pulida, para blandirla con la mano. Esta... una espada ha sido aguzada, y ésta... ésta ha sido pulida, para darla en mano de uno que mata.”—Ezequiel 21:11.

20. ¿Qué constituye el que Jehová dé la “espada” en mano del “que mata,” contra quiénes habría de usarse bajo la supervisión de Jehová, y ni siquiera a quiénes habría de perdonárseles la vida?

20 En este caso el “que mata” o da muerte es la agencia que directamente obra en capacidad de ejecutor para Jehová, pero el que Jehová dé la “espada” en mano del que mata es el nombramiento y autorización que Jehová da a esa agencia para que mate. El hecho, también, de que los que habrían de ser “arrojados a la espada” se hallaban entre los que Jehová llama “mi pueblo” demuestra además que este uso de la espada “contra mi pueblo” era por permiso de Jehová, de hecho, por dirección de Él. Ni siquiera a los “principales de Israel” habría de perdonarles la vida la espada de ejecución, ni siquiera al más alto principal terrestre de Israel, a saber, el rey Sedequías. Se rechazaría el perdón a su cetro. Tan solo pensar en tal cosa bastaba para hacer que un hombre de Israel gritara y aullara y se diera de palmadas en su muslo derecho en vez de golpearse el pecho como una mujer. Es por eso que Jehová le dijo a Ezequiel como ilustración:

21. En consecuencia, Jehová le dijo a Ezequiel que obrara ¿de qué manera, dando qué razones para proceder así?

21 “‘Grita y aúlla, oh hijo del hombre, porque ella misma [la espada] ha llegado a estar contra mi pueblo; está contra todos los principales de Israel. Los mismos arrojados a la espada han llegado a estar con mi pueblo. Por lo tanto da una palmada en el muslo. Porque un exterminio se ha hecho, ¿y qué hay si está rechazando también el cetro? Este no continuará existiendo,’ es la expresión del Señor Soberano Jehová.”—Ezequiel 21:12, 13.

LA COSA QUE NO HABRÍA DE ‘CONTINUAR EXISTIENDO’

22. El que la cosa mencionada no ‘continuara existiendo’ ¿qué quiso decir en cuanto a las gobernaciones por todo el mundo, pero qué no quiso decir en cuanto a la línea real del rey David?

22 ¿Qué era lo que no habría de ‘continuar existiendo’? Era el cetro de los reyes de Israel, la vara o bastón de mando que es el emblema de poder y autoridad real en sentido activo. Eso quería decir que el reino de Judá habría de caer, habría de desaparecer. El trono de Jehová en Jerusalén habría de ser derribado, habría de ser dejado sin que lo ocupara un descendiente real del rey David. El reino típico o en miniatura de Jehová Dios entre los israelitas habría de ser suspendido, cesar de funcionar. Esto solo dejaría reinos de este mundo, reinos gentiles, funcionando en la Tierra. Sin embargo, esto no quería decir que todo descendiente legítimo de la línea real de David sería cortado, de modo que la línea real de David dejara de existir. Aunque ningún descendiente sobreviviente de la casa real de David jamás blandiría de nuevo un cetro material en un trono material en la Jerusalén terrestre, todavía vendría alguien de la línea real de David que tendría el derecho natural al reino de David sobre las doce tribus de Israel. Ezequiel esperaba que Dios le diera seguridad de esto.

23. ¿Cómo se podía decir que la “espada” rodeaba a los israelitas, y cómo se le dijo a Ezequiel que diera énfasis a lo notable de esta “espada”?

23 La “espada” de Jehová habría de estar tan activa en sus movimientos destructivos que parecería rodear a los israelitas bajo condena de destrucción. Esto bastaba para hacer que un israelita diera de palmadas asombrado, si es que no lo hacía atemorizado. La espada sumamente pulida y aguzada habría de ser notable, de importancia internacional. Por esta razón Jehová le mandó a Ezequiel que llamara más atención a ella, diciendo: “Y tú, oh hijo del hombre... profetiza, y golpea palma contra palma, y ‘¡Espada!’ debe repetirse tres veces. La espada [1] de los que han sido muertos violentamente es ésta. Es la espada [2] de alguien muerto violentamente que es grande, la que está rodeándolos en círculo. Para que el corazón se derrita y para multiplicar los que son derribados en todas sus puertas, ciertamente haré un degüello por la espada [3]. ¡Ay, está hecha para un relumbrón, pulida para un degüello!”—Ezequiel 21:14, 15.

24. ¿Quién asume responsabilidad por el degüello, y en qué puntos estratégicos por lo tanto se multiplicará el degüello?

24 Note que Jehová mismo asume la responsabilidad por el degüello a pesar de que usa una agencia de ejecución. Dice: “Ciertamente haré un degüello por la espada.” De modo que cuando los judíos sitiados en Jerusalén se apresuren a sus puertas a defender su ciudad santa, será en vano; serán derribados. Jehová multiplicará los que sean muertos violentamente allí en aquellos puntos estratégicos. Mientras continúe siendo blandida contra ellos la espada pulida, producirá un relumbrón repetido. Aguzada hasta tener un filo incisivo, causará degüello espantoso.

25. ¿A qué se le dice a Ezequiel que se vuelva y dirija su habla a fin de indicar qué clase de degüello, y cuándo llevará Jehová su furia a su descanso?

25 Como si la espada estuviese viva y pudiera recibir órdenes en cuanto a dónde dirigirse, se le dice a Ezequiel que le hable en apóstrofe: “¡Muéstrate aguda; ve a la derecha! ¡Fija tu posición; ve a la izquierda! ¡Adondequiera que se dirija tu rostro!” Por lo tanto, según la voluntad de Jehová, es un degüello dirigido. Él sabe en quién usar su espada de ejecución. No habrá descanso para su espada hasta que haya llevado a cabo plenamente su sentencia judicial. Tal como él dice: “Y yo mismo también golpearé mi una palma contra mi otra palma, y ciertamente llevaré mi furia a su descanso. Yo mismo, Jehová, he hablado.”—Ezequiel 21:16, 17.

LA INTERVENCIÓN DE DEMONIOS SERÁ FRUSTRADA

26. ¿Qué manos indicadoras de caminos se le dijo a Ezequiel que erigiera, y qué pregunta tocante al poder directivo de los demonios surge aquí?

26 ¿Se va a permitir que los espíritus demoníacos, bajo el control de su gobernante, Satanás el Diablo, desvíen la “espada” de Jehová, que la aparten a una dirección diferente de donde él quiere que vaya primero y directamente? Los demonios pudieran tratar de hacerlo, según las súplicas de espiritistas, astrólogos, adivinadores y profetas falsos bajo influencia demoníaca. Pero esto jamás tendrá éxito, de acuerdo con lo que nos dice ahora Ezequiel: “Y la palabra de Jehová continuó ocurriéndome, diciendo: ‘Y en cuanto a ti, oh hijo del hombre, pon para ti dos caminos por donde entre la espada del rey de Babilonia. Del un país ambos deben salir, y debe cortarse una mano indicadora; en la cabecera del camino a la ciudad se debe cortar. Un camino debes poner por donde la espada entre contra Raba de los hijos de Amón, y uno contra Judá, contra Jerusalén fortificada. Porque el rey de Babilonia se detuvo en la encrucijada, en la cabecera de los dos caminos, para recurrir a la adivinación.’”—Ezequiel 21:18-21.

27. ¿A quién se identifica aquí como el “que mata,” y qué clase de persona era este “que mata”?

27 ¡Ajá! Aquí se nos identifica al “que mata” en cuya mano Jehová daría la espada de ejecución para llevar adelante visiblemente la “batalla en el día de Jehová” contra Jerusalén. Es el rey de Babilonia. Puesto que Babilonia era entonces una potencia mundial, la Tercera Potencia Mundial de la historia bíblica, ¡con razón la “espada” de combate que esgrimía era una espada tan internacionalmente notable, que bien merecía que Ezequiel llamara tanta atención a ella! Al tiempo de la profecía de Ezequiel el rey de Babilonia se llamaba Nabucodonosor. Según la historia seglar, era un hombre muy religioso, y muy devoto del dios demoníaco llamado Marduk. Esto quería decir que Nabucodonosor era muy supersticioso, que confiaba en prácticas demoníacas, como la adivinación, para recibir guía oficial.

28. ¿Qué nos hace recordar esto en cuanto a los políticos de la cristiandad y el recurrir a formas de demonismo?

28 Esto nos hace recordar que gobernantes políticos de hasta la cristiandad confían en el demonismo para recibir guía en sus actividades y decisiones políticas; los adivinadores y clarividentes de Washington, D.C., por ejemplo, son sumamente patrocinados por los políticos nacionales que tienen sus oficinas allí. En su día el dictador nazi del Tercer Reich Alemán, Adolfo Hitler, fue notorio por lo mucho que dependía de la astrología, pues tenía un astrólogo oficial especial. Para guía, no acuden más a Jehová de lo que acudía Nabucodonosor.

29. Al marchar en bajada desde el norte, ¿en qué encrucijada se vio Nabucodonosor ante la necesidad de tomar una decisión, y cómo habría de decidir él?

29 Entrando en la tierra de Palestina desde el norte, Nabucodonosor a la cabeza de su poderoso ejército llegó a una bifurcación en la línea de la marcha. Este era un lugar donde tomar una decisión. Tal como se le había dicho a Ezequiel que lo ilustrara delante de los desterrados judíos allá en Babilonia, un brazo de esta encrucijada llevaba a Raba de los hijos de Amón, que estaba al este del río Jordán. El otro brazo llevaba a Jerusalén en las montañas al oeste del río Jordán y el mar Muerto. La ciudad capital amonita, Raba, era la ciudad menos fortificada, más fácil de capturar, y ¿debería dirigir Nabucodonosor su campaña militar primero contra esa ciudad? Por otra parte, la capital de Judea se llamaba “Jerusalén fortificada.” Sería mucho más difícil de capturar; requeriría un sitio más largo que podría desanimar a los soldados babilonios. ¿Debería postergar Nabucodonosor el atacarla hasta después que sus tropas estuvieran alborozadas con la captura de la Raba amonita? ¡Una selección difícil! ¿Cómo habría de decidir? ¡Por adivinación!

30. ¿A cuántas formas de demonismo recurrió Nabucodonosor y por qué, y quién habría de demostrar superioridad ahora... los demonios, o Jehová?

30 Un solo método de adivinación no bastaba para el rey Nabucodonosor. Tenía que asegurarse usando tres. Por este medio ¿harían los demonios, de los cuales Babilonia era una adoradora supersticiosa, que la adivinación triple resultara de tal manera que lo condujera de manera contraria a la voluntad de Jehová... contra Raba amonita primero? No cuando el Todopoderoso Dios Jehová había declarado su propósito de que Su propia “espada” ejecutora fuera primero contra Jerusalén. Él sobrepujó con su manejo a los demonios, y por consiguiente se le dijo a Ezequiel que dijera de la adivinación de Nabucodonosor:

31. ¿Cómo le describe Jehová a Ezequiel el recurrir de Nabucodonosor a la adivinación, y qué proceder favorecería lo que sacara su mano derecha?

31 [1] “Ha sacudido las flechas [una señalada para Raba y la otra para Jerusalén, que se habrían de sacar de una vasija después de haber sido sacudidas]. [2] Ha inquirido por medio de los terafim; [3] ha mirado en el hígado [de una víctima animal muerta]. En su mano derecha resultó estar la adivinación para Jerusalén, para poner arietes, para abrir la boca de uno para un matar violento, para levantar el sonido en señal de alarma, para poner arietes contra las puertas, para amontonar un cerco de sitiar, para construir un muro de asedio.”—Ezequiel 21:21, 22.

32. Lo que sacó la mano derecha dirigió a Nabucodonosor contra ¿qué ciudad? y por eso ¿qué significaba esto para él?

32 Lo que el rey Nabucodonosor sacó con su mano derecha fue la selección favorecida, que indicaba el proceder más propicio. De acuerdo con la voluntad de Jehová ésta dirigió al rey de Babilonia contra Jerusalén primero. Eso significaba hacer subir contra Jerusalén todo el fuerte equipo de sitio babilónico y usar todos los aparatos para sitiar una ciudad fuertemente fortificada.

33. Según Ezequiel 21:23, ¿qué les parecería a los habitantes de Judá y Jerusalén que estaban en relación de juramento con Nabucodonosor el que se pronosticara aquel resultado para la adivinación que él efectuaría?

33 ¿Qué les pareció, sin embargo, a los habitantes de Judá y Jerusalén el que se predijera ese resultado para la adivinación del rey Nabucodonosor? Jehová previó qué les parecería, y por eso le dijo además a Ezequiel: “Y ha llegado a ser para ellos como una adivinación falsa en sus ojos... a los que están jurados con juramentos a ellos; y él está recordando el error, para que ellos sean atrapados.”—Ezequiel 21:23.

34. ¿Por qué les pareció falsa la adivinación de Nabucodonosor, como se predijo, a los habitantes de la tierra de Judá, y cuál era la actitud de éstos en cuanto a los juramentos que le habían jurado a él?

34 La predicha adivinación del rey Nabucodonosor les parecía “falsa” a estos judíos en la tierra de Judá, porque pensaban que el rey de Babilonia no desearía venir contra una ciudad tan fuertemente amurallada como Jerusalén. Pensaban que jamás podría tomarla aunque lo intentara. Además, podían pedirle al poderoso rival internacional de Babilonia, a saber, a Faraón de Egipto, que viniera a ayudarlos y rechazara las huestes militares de Babilonia. ¿Qué les importaban los juramentos que le habían prestado al rey de Babilonia de estar sujetos a él como vasallos? Hacían caso omiso del hecho de que habían prestado estos juramentos de sumisión al rey Nabucodonosor como señor de vasallaje en el nombre de Jehová su Dios. Por eso, seguros de sí mismos, favorecieron el romper los juramentos que le habían hecho al rey de Babilonia por medio de rebelarse contra él y confiar, no en Jehová, sino en el Faraón de Egipto. Influirían en su rey, Sedequías, para que emprendiera este proceder de perjurio y rebelión.

35. ¿Cómo predijo Jehová la rebelión del rey Sedequías, con la cual quebrantaba su juramento, y qué preguntas hizo por lo tanto Jehová?

35 Por medio de Ezequiel, Jehová predijo que esto acontecería. Hablando de que el rey Nabucodonosor había colocado a Sedequías en el trono de Jerusalén en vez de a su sobrino Joaquín en 617 a. de la E.C., y prediciendo cómo trataría el rey Sedequías su juramento, Jehová le dijo a Ezequiel: “Además, [Nabucodonosor] tomó uno [a Sedequías] de la descendencia real y celebró un pacto con él y lo introdujo en un juramento; y a los hombres de nota del país se los llevó [Nabucodonosor], para que el reino llegara a ser bajo, sin poder alzarse, para que guardando su pacto subsistiera. Pero él [Sedequías] finalmente se rebeló contra él al enviar sus mensajeros a Egipto, para que éste le diera caballos y un pueblo numeroso. ¿Tendrá éxito [Sedequías]? ¿Escapará, el que está haciendo estas cosas, y que ha quebrantado un pacto? ¿Y realmente escapará?” Jehová contesta inmediatamente estas preguntas al decir:

36. ¿Qué respuestas a esas preguntas le dio Jehová a Ezequiel tocante a Sedequías el quebrantador de su juramento y al Faraón de Egipto?

36 “‘“Tan ciertamente como que yo estoy vivo,” es la expresión del Señor Soberano Jehová, “en el lugar del rey [Nabucodonosor] que puso como rey al que despreció su juramento [Sedequías] y que quebrantó su pacto, con él en medio de Babilonia morirá. Y por una gran fuerza militar y por una congregación numerosa Faraón no lo hará eficaz en la guerra, por amontonar un cerco de sitiar y por construir un muro de asedio, para cortar muchas almas. Y él [Sedequías] ha despreciado un juramento al quebrantar un pacto, y, ¡mira! él había dado su mano [en promesa de guardar el pacto] y ha hecho aun todas estas cosas. No logrará escapar.”’ ‘“Por lo tanto esto es lo que ha dicho el Señor Soberano Jehová: ‘Tan ciertamente como que estoy vivo, seguramente mi juramento que él ha despreciado y mi pacto que él ha quebrantado... ciertamente hasta lo traeré sobre su cabeza.’”’”—Ezequiel 17:13-19; 2 Crónicas 36:11-13.

37. ¿Qué fue el “error” que había de ser recordado, y qué hizo que el rey de Babilonia lo recordara?

37 Esta rebelión contra su jefe supremo babilonio sería un proceder erróneo de parte del rey Sedequías de Jerusalén. Pero el rey de Babilonia no pasaría por alto esto ni se olvidaría de ello. “Él está recordando el error, para que ellos sean atrapados.” (Ezequiel 21:23) De esta manera el Sedequías quebrantador de juramentos y sus consejeros serían atrapados en los resultados amargos de su propia acción errónea. Por consiguiente Jehová pasa a decir a aquellos quebrantadores de juramentos que se engañaban a sí mismos: “Por lo tanto esto es lo que ha dicho el Señor Soberano Jehová: ‘Por hacer ustedes que su error sea recordado al ser descubiertas sus transgresiones, a fin de que se vean sus pecados según todos sus tratos, por habérseles recordado ustedes serán agarrados aun por la mano.’” (Ezequiel 21:24) Sus transgresiones contra el apropiadamente guardar los pactos se hicieron públicas o fueron descubiertas, y esto hizo que el rey ofendido de Babilonia recordará el error de ellos.

38. ¿Qué significaba la profecía de que los quebrantapactos habrían de ser “agarrados aun por la mano”?

38 Al debido tiempo los judíos merecían ser recordados para la atención que merecen los quebrantapactos. De modo que su rebelión les fallaría, los sólidos muros de Jerusalén les fallarían, y serían “agarrados aun por la mano” y llevados cautivos a Babilonia.

39. ¿Qué se vería obligado a hacer Sedequías, “principal de Israel,” según las palabras que le dirigió Jehová?

39 En vista de esto, ¿qué se vería obligado a hacer el rey Sedequías como “principal de Israel”? Por medio del profeta Ezequiel, Jehová se lo dice directamente a su cara, declarando: “Y en cuanto a ti, oh mortíferamente herido e inicuo principal de Israel, cuyo día ha llegado en el tiempo del error del fin, esto es lo que ha dicho el Señor Soberano Jehová: ‘Remueve el turbante, y quita la corona. Ésta no será lo mismo. Póngase en alto aun lo que está bajo, y póngase bajo aun al alto. Ruina, ruina, ruina la haré. En cuanto a ésta también, ciertamente no llegará a ser de nadie hasta que venga aquel que tiene el derecho legal, y tengo que dar esto a él.’”—Ezequiel 21:25-27.

¡ABAJO CON EL “ALTO”!

40. ¿Por medio de qué proceder fue Sedequías un principal “mortíferamente herido,” cómo demostró que era “inicuo,” y por qué se dice que había llegado su “día” tocante al “tiempo del error del fin”?

40 Por su proceder de rebeldía el rey Sedequías se hirió mortíferamente, asegurando así su muerte, no en paz como rey de Jerusalén en vasallaje al rey de Babilonia, sino como un desterrado destronado, sin hijos, sin vista y encarcelado en Babilonia. Al quebrantar el juramento que había dado en el nombre de Jehová y al violar su pacto con el rey de Babilonia, mostró su iniquidad. Había llegado el día en que habría de comer el fruto amargo de su maldad como “principal de Israel.” Ahora era el “tiempo del error del fin,” no solo el “error” del rey Sedequías, sino también el “error” de todo el reino de Judá y Jerusalén. El tiempo de este “fin” comenzó en el año decimotercero de Josías como rey de Jerusalén, que fue también el año en que el sacerdote “Jeremías hijo de Hilcías,” comenzó a profetizar. (Jeremías 1:1, 2; 25:3-11) A fin de ilustrar esos cuarenta años finales, al profeta Ezequiel se le había mandado que se acostara públicamente sobre su lado derecho ante un modelo de Jerusalén, para que así pudiera “llevar el error de la casa de Judá.” (Ezequiel 4:6, 7) Sedequías participó en aquel “error del fin.”

41. En cumplimiento del mandato de Jehová, ¿cómo fue removido el turbante y quitada la corona, y así a qué se le puso fin, introduciendo esto qué situación mundial?

41 El rey Sedequías llevaba un turbante real, característico de su puesto real, además de llevar una corona. Él no se ‘removió el turbante ni se quitó la corona’ voluntariamente de su cabeza en obediencia al mandato de Jehová por medio de Ezequiel. El rey de Babilonia le hizo esto cuando capturó a Sedequías, que huía, y lo depuso como rey, destruyendo su trono real y su ciudad real. (2 Reyes 25:1-7; Ezequiel 17:19, 20) Con ese acontecimiento el reino típico de Dios en la Tierra, con un descendiente del rey David sentado en “el trono de Jehová” en Jerusalén, terminó. Había durado 463 años, desde 1070 hasta 607 a. de la E.C. Esto dejó el escenario mundial en control completo de los reinos no judíos, o gentiles, sin intervención ni restricción alguna por parte de un reino típico, en miniatura, de Jehová Dios en la Tierra. ¡Qué situación mundial introdujo eso!

42. ¿Con qué palabras indicó Jehová que era tiempo para un cambio?

42 Era el debido tiempo de Jehová para un cambio. Esto lo indicó cuando añadió: “Ésta no será lo mismo. Póngase en alto aun lo que está bajo, y póngase bajo aun al alto.”—Ezequiel 21:26.

43. En cuanto a poner en alto lo que es bajo y poner bajo al alto, ¿qué hay que decir en cuanto a la familia de Sedequías en contraste con la de Joaquín, y la familia de Salomón en contraste con la de Natán?

43 Por este trastorno de las cosas, éstas no serían las mismas por largo tiempo. ¿Qué fue la cosa ‘baja’ que fue puesta en alto por esta destrucción del reino de Judá, y qué fue el “alto” que fue puesto bajo? No fue la familia del rey Sedequías que en otro tiempo estuvo alta en el trono de Jerusalén en contraste con la familia de su sobrino Joaquín que entonces eran desterrados en Babilonia, estando Joaquín mismo en prisión. (2 Reyes 24:8-16; 25:27-30) Tampoco era la línea de familia o linaje alto del rey Salomón el hijo de David en contraste con la línea de familia oscura baja, de Natán el hijo del rey David. (Mateo 1:6-16; Lucas 3:23-31) Estas dos últimas líneas de familia se envolvieron, genealógicamente, con el nacimiento de Jesucristo en Belén-Judá, pues los nombres de Sealtiel y Zorobabel aparecen tanto en la genealogía que viene de Salomón como en la que viene de Natán. (Mateo 1:12; Lucas 3:27) De modo que no hubo abatimiento especial de una familia a favor de la otra tocante a producir el Mesías.

44. Por consiguiente, ¿qué fue la cosa alta que fue puesta baja, y qué fue la cosa baja que fue puesta en alto? ¿Y cómo?

44 En vez de lo que se acaba de mencionar, fue el reino de Judá lo que fue el “alto” por ser el reino en miniatura de Jehová Dios en la Tierra, de modo que fue el reino de Judá lo que fue hecho bajo por medio de ser destruido en 607 a. de la E.C. Los reinos no judíos, o gentiles, de este mundo eran la cosa ‘baja’ que fue ‘puesta en alto’ por la destrucción del reino de Judá y por dejar al régimen gentil en completo control de toda la Tierra, de manera que el pueblo escogido de Jehová, Israel, estuvo sujeto de allí en adelante a aquel régimen gentil.

45, 46. De modo que, ¿qué potencia mundial dominaba entonces la escena terrestre políticamente, y cómo había predicho Jehová esta inversión por medio de Moisés en el capítulo veintiocho de Deuteronomio?

45 De modo que, comenzando en este punto, la Potencia Mundial de Babilonia, la Tercera Potencia Mundial de la historia bíblica, dominaba toda la escena terrestre de la política internacional. Muy previamente, en el año 1473 a. de la E.C., el profeta Moisés había predicho esto, diciendo bajo inspiración divina a la nación de Israel: “Jehová tu Dios en verdad te pondrá a la cabeza y no a la cola; y tienes que llegar a estar solamente arriba y no llegarás a estar abajo, porque sigues obedeciendo los mandamientos de Jehová tu Dios, que te estoy mandando hoy para que los observes y pongas por obra.

46 “Y tiene que suceder que si no escuchas la voz de Jehová tu Dios, teniendo cuidado de poner por obra todos sus mandamientos y sus estatutos que te estoy mandando hoy, entonces todas estas invocaciones de mal tienen que venir sobre ti y alcanzarte: Jehová te hará marchar a ti y a tu rey que establecerás sobre ti a una nación que no has conocido, ni tú ni tus antepasados; y allí tendrás que servir a otros dioses, de madera y de piedra. El residente forastero que está en medio de ti seguirá ascendiendo más y más alto por encima de ti, mientras que tú... tú seguirás descendiendo más y más abajo. Él será quien te prestará a ti, mientras que tú... tú no le prestarás a él. Él llegará a ser la cabeza, mientras que tú... tú llegarás a ser la cola.”—Deuteronomio 28:13, 15, 36, 43, 44.

47. Así, pues, en 607 a. de la E.C., ¿qué pisotear u hollar empezó?

47 Al ser puestas en alto en el año 607 a. de la E.C. cuando los babilonios destruyeron a Jerusalén y echaron abajo la línea real de David, las naciones gentiles comenzaron a pisotear u hollar a Jerusalén como lo que significaba un reino de Jehová Dios con un descendiente real de David sentado en “el trono de Jehová.”

48. ¿Quién hizo que comenzaran esos Tiempos de los Gentiles, qué había señalado también para esos tiempos, y qué dijo Jesús de ellos en profecía?

48 Los Tiempos de los Gentiles para hollar así el derecho de la línea real de David al trono en un reino establecido por Jehová Dios habrían de durar solo un período de tiempo medido. Jehová, que hizo que comenzaran esos Tiempos de los Gentiles, también había señalado el tiempo en que habrían de terminar. En el año 33 de nuestra era común Jesucristo habló proféticamente acerca de esos Tiempos de los Gentiles que todavía corrían en su día. Prediciendo una destrucción de la Jerusalén de su día, dijo: “Habrá gran necesidad sobre la tierra e ira sobre este pueblo; y caerán a filo de espada y serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalén será pisoteada por las naciones, hasta que se cumplan los tiempos señalados de las naciones.” (Lucas 21:20-24) Por consiguiente vendría el año en que terminarían esos Tiempos de los Gentiles.

49. ¿Con qué palabras, en Ezequiel 21:27, predijo Jehová el suceso con el cual terminarían esos Tiempos de los Gentiles?

49 ¿Cuándo? En el año en que debería acontecer un suceso notable. La gobernación real de un descendiente legítimo del rey David sentado en “el trono de Jehová” no continuaría para todo tiempo como una “ruina.” Jehová dijo: “Ruina, ruina, ruina la haré. En cuanto a ésta también, ciertamente no llegará a ser de nadie hasta que venga aquel que tiene el derecho legal, y tengo que dar esto a él.”—Ezequiel 21:27.

“QUE VENGA AQUEL QUE TIENE EL DERECHO LEGAL”

50. ¿Por qué no buscó Jesucristo ninguna gobernación real durante sus días en la Tierra?

50 El año en que debería venir el descendiente del rey David con el derecho legal y en el cual Jehová debería dar la gobernación real a aquél sería al expirar los Tiempos de los Gentiles, o al fin de los “tiempos señalados de las naciones.” Esos Tiempos de los Gentiles no terminaron en los días de Jesucristo cuando estuvo en la Tierra en el primer siglo de nuestra era común. No; pues Jesús dijo que Jerusalén tendría que ser destruida por segunda vez y después los Tiempos de los Gentiles tendrían que continuar todavía más hasta que se cumplieran. Es por eso que Jesucristo no buscó ninguna gobernación real en sus días en la Tierra. (Juan 6:14, 15) Es por eso que Jehová no le dio a Jesucristo la gobernación real davídica al morir en sacrificio, resucitar y ascender a la mano derecha de Jehová en el cielo.—Hechos 1:6, 7; 2:29-37.

51. Después de su ascensión, ¿cuánto tiempo le correspondía esperar a Jesucristo a la mano derecha de Jehová, y entonces qué acción habría de tener lugar?

51 La segunda destrucción de Jerusalén aconteció en el año 70 E.C. a manos de las legiones romanas, y Jesucristo predijo que los Tiempos de los Gentiles habrían de seguir transcurriendo por un tiempo después de eso. (Lucas 21:24) Por eso, después de su ascensión al cielo en 33 E.C., Jesucristo tenía que aguardar en el cielo hasta que terminaran esos Tiempos de los Gentiles. Entonces era el tiempo señalado de Dios para que las naciones gentiles fueran puestas bajas y para que el reino mesiánico de Dios de un descendiente del rey David fuera puesto en alto. Entonces sería al debido tiempo para que Jesucristo viniera con su derecho legal a la gobernación real y le pidiera a Jehová, y para que Jehová le diera, la gobernación real. Esto es lo que se les dijo a los cristianos hebreos, en Hebreos 10:12, 13, acerca de Jesucristo: “Este hombre ofreció un solo sacrificio por los pecados perpetuamente y se sentó a la diestra de Dios, esperando desde entonces hasta que sus enemigos fuesen colocados como banquillo para sus pies.” (Salmo 110:1, 2; 2:7-9; Hechos 2:34-36) Al saber por la profecía de Daniel (4:16-27) la duración de esos “tiempos señalados de las naciones [gentiles]” Jesucristo podía calcular cuándo terminarían, a saber, en 1914 E.C.

52. ¿Qué visión recibió Daniel de la venida del descendiente de David para recibir la gobernación real, y en quién esperaba Jesucristo que se cumpliera esa visión, y cuándo?

52 El profeta Daniel era compañero del destierro de Ezequiel, y por eso muy adecuadamente Jehová como el “Anciano de Días” le dio a Daniel una visión de la venida del Mesías a Él al fin de los Tiempos de los Gentiles para recibir la gobernación real como Heredero Permanente del rey David. Daniel escribe: “Pero en cuanto a las demás bestias [gentiles], sus gobernaciones fueron quitadas, . . . Seguí contemplando en las visiones de la noche, y, ¡pues vea! con las nubes de los cielos sucedía que venía alguien como un hijo del hombre; y al Anciano de Días obtuvo acceso, y lo presentaron cerca, aun delante, de Aquél. Y a él fueron dados gobernación y dignidad y reino, para que los pueblos, grupos nacionales y lenguajes todos le sirvieran aun a él. Su gobernación es una gobernación indefinidamente duradera que no pasará, y su reino uno que no será reducido a ruinas.” (Daniel 7:12-14) Jesucristo estaba a la espera del cumplimiento de esa visión profética en él en el cielo cuando terminaran los Tiempos de los Gentiles en 1914.

53. Al fin de los Tiempos de los Gentiles, ¿cómo puso fin Jehová al hollar que llevaban a cabo las naciones gentiles, a pesar de ocupar ellas el lugar donde estaba la Jerusalén terrestre?

53 Con el fin de los Tiempos de los Gentiles en 1914, en el mes lunar de Tisri (septiembre-octubre), llegó el tiempo señalado para que Jehová pusiera un hasta aquí a las naciones gentiles (incluso la cristiandad) en su hollar lo que simbolizaba la Jerusalén antigua, a saber, el reino en las manos del descendiente ungido del rey David que reina en “el trono de Jehová.” Jehová hizo esto dando entonces la activa gobernación real davídica a aquel “que tiene el derecho legal,” es decir, a Su Hijo ungido, Jesucristo. Después de eso las naciones podrían hollar y pisotear todo lo que quisieran en sentido literal el lugar donde estaba la Jerusalén antigua en el Oriente Medio, pero ya no estarían pisoteando el reino verdadero del descendiente ungido del rey David, que tiene el derecho legal a él. Él se sienta en “el trono de Jehová” en los cielos, y las naciones fuertemente armadas de hoy jamás pueden trastornar y destruir ese trono celestial o la “ciudad del Dios vivo, . . . Jerusalén celestial.”—Hebreos 12:22.

54. ¿Qué le sucederá en breve a la antitípica Jerusalén infiel del día moderno, y cómo afectará esto al reino mesiánico de Dios establecido al fin de los Tiempos de los Gentiles?

54 ¡Qué refrescante para el estado de ánimo de los amadores verdaderos del reino mesiánico de Dios saber estos hechos maravillosos! En breve el antitipo moderno de la Jerusalén infiel de la antigüedad será reducido a ruina perpetua como se representó por el arruinamiento de Jerusalén en el año 607 a. de la E.C. Pero eso no significará la ruina y destrucción del reino mesiánico de Dios, puesto que la alegación de la cristiandad de que ella es el reino de Cristo es falsa y en gran manera ha representado falsamente los hechos bíblicos. ¡Ese hipócrita reino de Cristo en la Tierra tiene que desaparecer! El verdadero reino celestial de Cristo tiene que permanecer en poder celestial para la bendición de todos los hombres por quienes Jesucristo murió como sacrificio de rescate. Las naciones gentiles, así como la cristiandad, no podrán interferir con esta bendición. Puesto que sus “tiempos señalados” expiraron en 1914 E.C., serán reducidas a ruina eterna en la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso” en la situación mundial que está cobrando forma ahora y que se llama Har-Magedón.—Revelación 16:14-16.

DESPUÉS DE LA DESTRUCCIÓN DE LA CRISTIANDAD, ¿QUÉ?

55. ¿La destrucción de quiénes viene después de la destrucción de la cristiandad, y cómo se dio un paralelo de esto en el día de Ezequiel?

55 La destrucción de las naciones políticas gentiles viene después de la destrucción de la cristiandad. En un paralelo antiguo de esto, la destrucción de la capital amonita de Raba vino después de la destrucción de la Jerusalén antigua en 607 a. de la E.C. Era la voluntad de Jehová que Jerusalén cayera primero. Es por eso que se encargó de que la adivinación del rey Nabucodonosor lo enviara primero contra Jerusalén, por el brazo derecho de la encrucijada. (Ezequiel 21:19-22; Jeremías 25:17-29) En una advertencia para que Raba de los hijos de Amón no se regocijara por la ruina de Jerusalén, Jehová le dijo a Ezequiel qué decir:

56. A fin de que Raba de Amón no se regocijara por Jerusalén ya arruinada, ¿qué le dijo Jehová a Ezequiel que le dijera a Amón como advertencia?

56 “Y tú, oh hijo del hombre, profetiza, y tienes que decir: ‘Esto es lo que ha dicho el Señor Soberano Jehová acerca de los hijos de Amón y acerca del oprobio procedente de ellos.’ Y tienes que decir: ‘Una espada, una espada desenvainada para un degüello, pulida para que devore, para que reluzca, por ver ellos para ti una irrealidad, por adivinar ellos para ti una mentira, para ponerte en los cuellos de los que son muertos violentamente, los hombres inicuos cuyo día ha llegado en el tiempo del error del fin. Vuélvela a su vaina. En el lugar en que fuiste creado, en la tierra de tu origen, te juzgaré. Y ciertamente derramaré sobre ti mi denunciación. Con el fuego de mi furor soplaré sobre ti, y ciertamente te daré en la mano de hombres que son irrazonables, artífices de la ruina. Para el fuego llegarás a ser combustible. Tu propia sangre resultará estar en medio del país. No se te recordará, porque yo mismo, Jehová, he hablado.’”—Ezequiel 21:28-32.

57. De esa profecía cumplida históricamente, ¿qué amonestación deberían tomar todos los que lanzan oprobio a Jehová, y por qué la profecía no dejará de cumplirse en ellos?

57 Al debido tiempo al rey de Babilonia se le utilizó para arruinar la tierra de los hijos de Amón. Esto sucedió porque los profetas de Amón ‘veían’ para Raba una escapatoria de la “espada” del rey Nabucodonosor, y tenía que probarse que ésta era “una irrealidad.” Los adivinadores de Amón predecían que Raba sería perdonada, y era preciso demostrar que esto era “una mentira.” El propósito de esto era ‘poner’ a los que hubieran sido muertos violentamente de Amón “en los cuellos,” por decirlo así, de los israelitas inicuos que hubieran recibido muerte violenta, como si fuera en un solo montón de muertos. De este ejemplo histórico, que todos los que lanzan oprobio al Señor Soberano Jehová reciban amonestación. La “espada” de la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso” los alcanzará en su propia tierra. En la tierra de su origen será derramada su sangre. La muerte que adivinaron y desearon para el pueblo verdadero de Jehová vendrá sobre ellos mismos como denunciación de Jehová. Que no se imaginen irrealidad alguna acerca de esto; que no se equivoquen acerca de esto. Es Jehová quien lo ha hablado. Por lo tanto, no dejará de cumplirse, para vindicación de Él.

[Nota]

^ párr. 1 Vea el libro intitulado “Rock 2000,” por Hiley H. Ward, edición de 1970.

[Preguntas del estudio]