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Denuncia de la hipocresía

Denuncia de la hipocresía

Capítulo 19

Denuncia de la hipocresía

Isaías 58:1-14

1. ¿Qué piensan Jesús y Jehová de la hipocresía, y qué forma adopta esta en los tiempos de Isaías?

“POR fuera realmente parecen justos a los hombres —dijo Jesús a los guías religiosos de su día—, pero por dentro están llenos de hipocresía y de desafuero.” (Mateo 23:28.) La condena que hizo Jesús de la hipocresía refleja el punto de vista de su Padre celestial. El capítulo 58 del libro profético de Isaías centra la atención en la hipocresía que reina en Judá. Las luchas, la opresión y la violencia están a la orden del día, y la observancia del sábado ha degenerado hasta convertirse en un rito sin sentido. El pueblo rinde un mero servicio de muestra a Jehová y hace un despliegue ostentoso de piedad al ayunar de modo formalista. No extraña que Jehová los denuncie por su manera de ser.

‘Anuncia al pueblo sus pecados’

2. ¿Qué espíritu demuestra Isaías al declarar el mensaje de Jehová, y quiénes se parecen a él hoy día?

2 Aunque Jehová está indignado con la conducta de Judá, Sus palabras incluyen un llamamiento sincero a la nación para que se arrepienta. Con todo, Jehová quiere que su censura se oiga con claridad, por lo que le manda a Isaías: “Clama a voz en cuello; no te retengas. Levanta tu voz justamente como un cuerno, y anuncia a mi pueblo su sublevación, y a la casa de Jacob sus pecados” (Isaías 58:1). Si Isaías proclama enérgicamente el mensaje divino, puede atraerse el odio del pueblo; pero eso no lo acobarda. Sigue teniendo el mismo espíritu dispuesto que demostró cuando dijo: “¡Aquí estoy yo! Envíame a mí” (Isaías 6:8). Sin duda constituye un buen ejemplo de aguante para los testigos de Jehová de la actualidad, a quienes también se ha encomendado predicar la Palabra de Dios y denunciar la hipocresía religiosa (Salmo 118:6; 2 Timoteo 4:1-5).

3, 4. a) ¿Qué fachada presentan los contemporáneos de Isaías? b) ¿Cuál es la situación real de Judá?

3 La gente de la época de Isaías busca, en apariencia, a Dios y dice deleitarse en Sus justos juicios. Jehová indica: “Día tras día era a mí a quien seguían buscando, y era en el conocimiento de mis caminos en lo que expresaban deleite, como una nación que ejecutara la justicia misma y que no hubiera dejado el mismísimo derecho de su Dios, puesto que seguían pidiéndome juicios justos, acercándose a Dios en quien se deleitaban” (Isaías 58:2). ¿Es genuino el deleite que afirman encontrar en los caminos de Jehová? No. Son “como una nación que [ejecuta] la justicia misma”, pero la semejanza es solo superficial. La realidad es que Judá ha “dejado el mismísimo derecho de su Dios”.

4 La situación es muy similar a la que Jehová reveló más tarde a Ezequiel. Según le indicó al profeta, los judíos se decían unos a otros: “Vengan, por favor, y oigan lo que es la palabra que sale de Jehová”. Pero Dios le avisó a Ezequiel que no eran sinceros: “Vendrán a ti [...]; y ciertamente oirán tus palabras, pero no las pondrán por obra, porque con la boca están expresando deseos lujuriosos y tras de su ganancia injusta es a donde va su corazón. Y, ¡mira!, tú eres para ellos como una canción de amores sensuales, como uno con bella voz y que toca bien un instrumento de cuerdas. Y ciertamente oirán tus palabras, pero no hay ninguno que las ponga por obra” (Ezequiel 33:30-32). Los contemporáneos de Isaías también aseguran que buscan a Jehová de continuo, pero en realidad no le obedecen.

Ayuno hipócrita

5. ¿Cómo intentan ganarse el favor de Jehová los judíos, y qué respuesta reciben de él?

5 En su afán de obtener el favor divino, los judíos ayunan de manera formalista, pero su piedad fingida solo los aleja de Jehová. Con aparente perplejidad se preguntan: “¿Por qué razón ayunamos y tú no viste, y nos afligimos el alma y tú no notabas?”. Jehová les responde con franqueza: “En realidad, ustedes hallaban deleite en el mismísimo día de su ayuno, cuando allí estaban todos sus trabajadores a quienes ustedes obligaban a trabajar. En realidad, para riña y para lucha ustedes ayunaban, y para golpear con el puño de la iniquidad. ¿No siguieron ayunando como en el día de hacer oír su voz en la altura? ¿Debe el ayuno que yo escoja llegar a ser como este, como día en que el hombre terrestre se aflija el alma? ¿Para inclinar su cabeza justamente como un junco, y para que extienda mera tela de saco y cenizas como su lecho? ¿Es esto lo que tú llamas un ayuno y un día acepto a Jehová?” (Isaías 58:3-5).

6. ¿Qué obras de los judíos revelan que su ayuno es hipócrita?

6 Los judíos ayunan, fingen ser virtuosos e incluso piden los juicios justos de Jehová, pero al mismo tiempo buscan placeres egoístas y se dedican a sus negocios. Tienen riñas, oprimen al prójimo y son violentos. A fin de aparentar arrepentimiento de los pecados y así encubrir su conducta, realizan demostraciones ostentosas de duelo —inclinando la cabeza como juncos y sentándose sobre tela de saco y ceniza—. ¿De qué valor es todo eso si siguen rebelándose? No manifiestan el pesar y el arrepentimiento piadosos que acompañan al ayuno genuino. Sus gemidos, aunque ruidosos, no se escuchan en el cielo.

7. ¿Cómo demostraron ser unos hipócritas los judíos de los días de Jesús, y cómo hacen lo mismo muchas personas de la actualidad?

7 Los judíos de los días de Jesús también hicieron alarde de su ayuno ceremonial, ayuno que algunos guardaban hasta dos veces a la semana (Mateo 6:16-18; Lucas 18:11, 12). Muchos líderes religiosos imitaron, además, a la generación de Isaías siendo duros y dominantes. De ahí que Jesús denunciara con valor a aquellos hipócritas y les dijera que la adoración que rendían era inútil (Mateo 15:7-9). En la actualidad hay asimismo millones de personas que “declaran públicamente que conocen a Dios, pero por sus obras lo repudian, porque son detestables y desobedientes y no aprobad[a]s para obra buena de clase alguna” (Tito 1:16). Aunque tengan esperanzas de recibir la misericordia divina, su conducta revela su falta de sinceridad. Los testigos de Jehová, en cambio, manifiestan devoción piadosa y amor fraternal auténticos (Juan 13:35).

El arrepentimiento genuino

8, 9. ¿Qué obras deben acompañar al arrepentimiento sincero?

8 Jehová no se conforma con que las personas ayunen por sus pecados; quiere que se arrepientan. Solo así pueden ganarse su favor (Ezequiel 18:23, 32). Él explica que el ayuno no tiene valor a menos que el individuo corrija al mismo tiempo los pecados cometidos. Jehová formula unas preguntas que invitan a la reflexión: “¿No es este el ayuno que yo escojo? ¿El desatar los grilletes de la iniquidad, soltar las ataduras de la vara que sirve de yugo, y despachar libres a los aplastados, y que ustedes rompan en dos toda vara que sirve de yugo?” (Isaías 58:6).

9 Los grilletes y el yugo son símbolos de esclavitud cruel. Así que, en vez de ayunar y al mismo tiempo oprimir a sus hermanos, los judíos deberían obedecer el mandato: “Tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo” (Levítico 19:18). Deberían liberar a todos los que han oprimido y esclavizado injustamente. * Las prácticas religiosas con las que pretenden llamar la atención, como el ayuno, no sustituyen a la verdadera devoción piadosa ni a las obras que manifiestan amor fraternal. Un contemporáneo de Isaías, el profeta Miqueas, escribe: “¿Y qué es lo que Jehová está pidiendo de vuelta de ti sino ejercer justicia y amar la bondad y ser modesto al andar con tu Dios?” (Miqueas 6:8).

10, 11. a) ¿Qué deberían hacer los judíos, en lugar de ayunar? b) ¿Cómo aplican hoy los cristianos el consejo de Jehová a los judíos?

10 Para actuar con justicia, bondad y modestia, los judíos deben hacer el bien a los demás, lo cual constituye la esencia de la Ley de Jehová (Mateo 7:12). En lugar de ayunar, sería mucho mejor que compartieran sus bienes con los necesitados. Jehová pregunta: “¿No es el [ayuno que yo escojo] repartir tu pan al hambriento, e introducir en tu casa a los afligidos, que no tienen hogar? ¿Que, en caso de que veas a alguien desnudo, de veras lo cubras, y que no te escondas de tu propia carne?” (Isaías 58:7). En efecto, más bien que ayunar con ostentación, los que disponen de medios deben ofrecer alimento, ropa y hospedaje a sus compatriotas que sufren necesidades, su propia carne.

11 Los hermosos principios de amor fraternal y compasión que expresa aquí Jehová son aplicables no solo a los judíos de los tiempos de Isaías, sino también a los cristianos. Por eso el apóstol Pablo escribió: “Realmente, pues, mientras tengamos tiempo favorable para ello, obremos lo que es bueno para con todos, pero especialmente para con los que están relacionados con nosotros en la fe” (Gálatas 6:10). En la congregación cristiana debe reinar el amor y cariño fraternal, sobre todo en vista de que nuestros tiempos son cada vez más críticos (2 Timoteo 3:1; Santiago 1:27).

La obediencia reporta muchas bendiciones

12. ¿Qué hará Jehová si su pueblo le obedece?

12 Jehová indica a su pueblo lo que sucedería si prestaran atención a su amorosa censura: “En tal caso rompería tu luz justamente como el alba; y velozmente brotaría el recobro para ti. Y delante de ti tu justicia ciertamente andaría; la mismísima gloria de Jehová sería tu retaguardia. En tal caso llamarías, y Jehová mismo respondería; clamarías por ayuda, y él diría: ‘¡Aquí estoy!’” (Isaías 58:8, 9a). ¡Qué palabras más afectuosas y atrayentes! Jehová bendice y protege a los que se deleitan en la bondad amorosa y la justicia. Si el pueblo se arrepiente de su crueldad e hipocresía y le obedece, tendrá un brillante porvenir. Jehová concederá un “recobro” a la nación tanto en sentido espiritual como físico. También la protegerá, como hizo con sus antepasados cuando salieron de Egipto, y responderá de inmediato a sus llamadas de auxilio (Éxodo 14:19, 20, 31).

13. ¿Qué bendiciones aguardan a los judíos si responden a la exhortación de Jehová?

13 Jehová reanuda ahora su exhortación anterior diciendo: “Si quitas de en medio de ti la vara que sirve de yugo [la esclavitud injusta y opresiva], el extender el dedo [tal vez para indicar desprecio o acusar falsamente] y el hablar lo que es perjudicial; y otorgas al hambriento el deseo de tu propia alma, y satisfaces el alma que está siendo afligida, también tu luz ciertamente fulgurará hasta en la oscuridad, y tus tinieblas serán como el mediodía” (Isaías 58:9b, 10). Obrar con egoísmo y crueldad es contraproducente y provoca la ira de Jehová. En cambio, la bondad y la generosidad, sobre todo para con los hambrientos y los afligidos, reportan muchas bendiciones de Su parte. Si los judíos tomaran en serio estas verdades, su radiante prosperidad espiritual los haría resplandecer como el sol del mediodía, disipando toda perspectiva tenebrosa. Más importante aún, darían honra y alabanza a Jehová, la Fuente de su gloria y bendiciones (1 Reyes 8:41-43).

El restablecimiento de la nación

14. a) ¿Cómo reaccionan los contemporáneos de Isaías ante el mensaje del profeta? b) ¿Qué sigue ofreciendo Jehová?

14 Lamentablemente, la nación no escucha a Jehová e incluso se hunde más en la maldad. A la larga, Dios se ve obligado a enviarlos al exilio, tal como les advirtió (Deuteronomio 28:15, 36, 37, 64, 65). Aun así, las palabras que les dirige a continuación mediante Isaías siguen ofreciendo esperanza. Jehová predice que un resto arrepentido que ha respondido a la disciplina regresará con gozo a la tierra de Judá, a pesar de que esta se encuentra devastada.

15. ¿Qué restablecimiento alegre predice Jehová?

15 Jehová dice a través de Isaías, aludiendo al futuro restablecimiento de su pueblo en 537 a.E.C.: “Jehová no podrá menos que guiarte constantemente y satisfacer tu alma aun en una tierra abrasada, y vigorizará tus mismísimos huesos; y tendrás que llegar a ser como un jardín bien regado, y como la fuente de agua [“manantial”, Biblia de Jerusalén], cuyas aguas no mienten [“nunca faltan”, BJ]” (Isaías 58:11). Jehová hará que la tierra abrasada de Israel vuelva a producir cosechas abundantes. Mejor aún, bendecirá a su pueblo arrepentido, fortaleciéndole sus “mismísimos huesos” de modo que pase de un estado inerte en sentido espiritual a uno lleno de vitalidad (Ezequiel 37:1-14). Los judíos se asemejarán a “un jardín bien regado” rebosante de fruto espiritual.

16. ¿Cómo se restablecerá el país?

16 El restablecimiento incluirá la reconstrucción de ciudades destruidas por los invasores babilonios en 607 a.E.C. “A tu instancia los hombres ciertamente edificarán los lugares por largo tiempo devastados; levantarás aun los fundamentos de generaciones continuas. Y realmente serás llamado el reparador de la brecha, el restaurador de veredas junto a las cuales morar.” (Isaías 58:12.) Las expresiones paralelas “los lugares por largo tiempo devastados” y “los fundamentos de generaciones continuas” (es decir, los fundamentos que han estado en ruinas por generaciones), demuestran que el resto repatriado edificará de nuevo las ciudades asoladas de Judá, en especial Jerusalén (Nehemías 2:5; 12:27; Isaías 44:28). Reparará “la brecha”, término empleado con valor de plural para referirse a todas las brechas de los muros de Jerusalén y sin duda de otras ciudades (Jeremías 31:38-40; Amós 9:14).

Bendiciones por guardar fielmente el sábado

17. ¿Cómo exhorta Jehová a su pueblo a obedecer las leyes sabáticas?

17 El sábado era una expresión del gran interés de Dios en el bienestar físico y espiritual de su pueblo. Jesús dijo: “El sábado vino a existir por causa del hombre” (Marcos 2:27). Este día santificado por Jehová ofrecía a los israelitas una oportunidad singular de demostrar su amor a Él. Tristemente, en los tiempos de Isaías no es más que un día para observar ritos vacíos y satisfacer deseos egoístas, de modo que Jehová se ve obligado a censurar de nuevo a su pueblo. Y también esta vez intenta llegar a su corazón. Dice: “Si en vista del sábado vuelves atrás tu pie respecto a hacer tus propios deleites en mi día santo, y realmente llamas el sábado un deleite exquisito, un día santo de Jehová, uno que está siendo glorificado, y realmente lo glorificas en vez de hacer según tus propios caminos, en vez de hallar lo que a ti te deleita y hablar una palabra; en tal caso hallarás tu exquisito deleite en Jehová, y yo ciertamente te haré cabalgar sobre los lugares altos de la tierra; y ciertamente te haré comer de la posesión hereditaria de Jacob tu antepasado, porque la misma boca de Jehová lo ha hablado” (Isaías 58:13, 14).

18. ¿Qué resultado tendrá la profanación del sábado que hace Judá?

18 El sábado es un día de contemplación espiritual, oración y culto en familia. Debería estimular a los judíos a reflexionar en las maravillosas obras que Jehová ha realizado a su favor, y en la justicia y el amor que se manifiestan en su Ley. Así pues, la observancia fiel de este día santo debería acercarlos más a su Dios; pero, en vez de eso, profanan el sábado y, por tanto, corren el riesgo de que Jehová les retire su bendición (Levítico 26:34; 2 Crónicas 36:21).

19. ¿Qué bendiciones le esperan al pueblo de Dios si empieza a guardar el sábado?

19 Ahora bien, si los judíos aprenden de la disciplina y empiezan a guardar el sábado, les esperan muchas bendiciones. Los buenos efectos de practicar la adoración verdadera y respetar el sábado se extenderán a todo aspecto de su vida (Deuteronomio 28:1-13; Salmo 19:7-11). Por ejemplo, Jehová hará que su pueblo “cabalg[ue] sobre los lugares altos de la tierra”, expresión que denota seguridad y victoria sobre los enemigos. Quien controla los lugares altos —las colinas y montañas— controla el territorio (Deuteronomio 32:13; 33:29). Hubo un tiempo en el que Israel obedecía a Jehová y disfrutaba de su protección, por lo que otras naciones lo respetaban e incluso lo temían (Josué 2:9-11; 1 Reyes 4:20, 21). Si el pueblo acude nuevamente a él con actitud obediente, recuperará parte de aquella gloria. Jehová le concederá toda “la posesión hereditaria de Jacob”: las bendiciones prometidas mediante el pacto celebrado con sus antepasados, en especial la de poseer la Tierra Prometida (Salmo 105:8-11).

20. ¿Qué “descanso sabático” guardan los cristianos?

20 ¿Qué aprenden de esto los cristianos? Tras la muerte de Cristo quedó abolida la Ley mosaica, que incluía la observancia del sábado (Colosenses 2:16, 17). No obstante, el espíritu que dicha observancia debería haber infundido en Judá —el de dar prioridad a los intereses espirituales y acercarse a Jehová— continúa siendo fundamental para Sus adoradores (Mateo 6:33; Santiago 4:8). Por otra parte, Pablo dice en su carta a los Hebreos que “queda un descanso sabático para el pueblo de Dios”. Los cristianos entran en ese “descanso sabático” obedeciendo a Jehová y procurando obtener una condición de justos ante él basada en la fe en la sangre derramada de Jesús (Hebreos 3:12, 18, 19; 4:6, 9-11, 14-16). Ellos guardan este tipo de sábado no una vez a la semana, sino todos los días (Colosenses 3:23, 24).

El Israel espiritual ‘cabalga sobre los lugares altos de la tierra’

21, 22. ¿En qué sentido ha hecho Jehová “cabalgar sobre los lugares altos de la tierra” al Israel de Dios?

21 Desde su liberación del cautiverio babilónico en 1919, los cristianos ungidos han cumplido fielmente lo que fue prefigurado por el sábado. Como consecuencia, Jehová los ha hecho “cabalgar sobre los lugares altos de la tierra”. ¿En qué sentido? En el año 1513 a.E.C., Jehová hizo con los descendientes de Abrahán un pacto en virtud del cual llegarían a ser un reino de sacerdotes y una nación santa si le eran obedientes (Éxodo 19:5, 6). Durante los cuarenta años que pasaron en el desierto, Jehová los guió de forma segura, como un águila que lleva sobre sí a sus polluelos, y los bendijo con abundantes provisiones (Deuteronomio 32:10-12). Sin embargo, la nación no manifestó fe y finalmente perdió todos los privilegios que estaban a su alcance. Pese a ello, Jehová tiene un reino de sacerdotes hoy día: el Israel espiritual de Dios (Gálatas 6:16; 1 Pedro 2:9).

22 Esta nación espiritual ha hecho en “el tiempo del fin” lo que no hizo el antiguo Israel: ha sido fiel a Dios (Daniel 8:17). Como sus miembros siguen con rigor los elevados caminos y normas de Jehová, él los alza en sentido espiritual (Proverbios 4:4, 5, 8; Revelación [Apocalipsis] 11:12). Amparados así de la inmundicia que los cerca, gozan de un estilo de vida elevado y, en vez de obstinarse en seguir sus propias sendas, “[se deleitan] exquisitamente en Jehová” y su Palabra (Salmo 37:4). Dios ha protegido su espiritualidad frente a la intensa oposición mundial. Desde 1919, nadie ha invadido su “tierra” espiritual (Isaías 66:8). Siguen siendo un pueblo para Su excelso nombre, el cual declaran con gozo por doquier (Deuteronomio 32:3; Hechos 15:14). Un número creciente de personas mansas de toda nación también tienen el gran privilegio de que se les enseñen los caminos de Jehová y se les ayude a andar en ellos.

23. ¿En qué sentido ha hecho Jehová que sus siervos ungidos “com[an] de la posesión hereditaria de Jacob”?

23 Jehová ha hecho que sus siervos ungidos “com[an] de la posesión hereditaria de Jacob”. Cuando el patriarca Isaac bendijo a Jacob en lugar de a Esaú, predijo bendiciones para todos los que tuvieran fe en la Descendencia prometida de Abrahán (Génesis 27:27-29; Gálatas 3:16, 17). Al igual que Jacob —y a diferencia de Esaú—, los cristianos ungidos y sus compañeros ‘aprecian las cosas sagradas’, sobre todo el abundante alimento espiritual que Dios suministra (Hebreos 12:16, 17; Mateo 4:4). Dicho alimento —que incluye el conocimiento de lo que Jehová está logrando mediante la Descendencia prometida y quienes están estrechamente vinculados a ella— fortalece y sustenta la espiritualidad de los cristianos, por lo que es vital que lo ingieran de forma constante leyendo la Palabra de Dios y meditando en ella (Salmo 1:1-3). También es esencial que se relacionen con sus hermanos en las reuniones cristianas y que mantengan las altas normas de la adoración pura, a la vez que proporcionan con gozo ese alimento a otros.

24. ¿Qué proceder siguen hoy en día los verdaderos cristianos?

24 Es de esperar que los cristianos verdaderos sigan repudiando todo tipo de hipocresía mientras aguardan con ansia la realización de las promesas de Dios. Nutridos con “la posesión hereditaria de Jacob”, que continúen gozando de seguridad espiritual en “los lugares altos de la tierra”.

[Nota]

^ párr. 9 Jehová dispuso que los judíos que se endeudaran pudieran venderse como esclavos —básicamente trabajadores asalariados— para saldar su deuda (Levítico 25:39-43). No obstante, la Ley exigía que se tratara bien a los esclavos. Si alguno recibía un trato brutal, debía ser puesto en libertad (Éxodo 21:2, 3, 26, 27; Deuteronomio 15:12-15).

[Preguntas del estudio]

[Ilustración de la página 278]

Los judíos ayunaban e inclinaban la cabeza para aparentar arrepentimiento, pero no cambiaban de proceder

[Ilustración de la página 283]

Los que disponen de medios ofrecen hospedaje, ropa o comida a los necesitados

[Ilustración de la página 286]

Si Judá se arrepiente, reconstruirá sus ciudades devastadas