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Jehová revivifica el espíritu de los humildes

Jehová revivifica el espíritu de los humildes

Capítulo 18

Jehová revivifica el espíritu de los humildes

Isaías 57:1-21

1. ¿Qué garantía dio Jehová, y qué preguntas plantean sus palabras?

“ESTO es lo que ha dicho el Alto y Excelso, que está residiendo para siempre y cuyo nombre es santo: ‘En la altura y en el lugar santo es donde resido, también con el aplastado y de espíritu humilde, para revivificar el espíritu de los de condición humilde y para revivificar el corazón de los que están siendo aplastados’.” (Isaías 57:15.) El profeta Isaías escribió tal declaración en el siglo VIII a.E.C. ¿Qué sucedía en Judá para que este mensaje fuera tan alentador? ¿Cómo ayudan dichas palabras inspiradas a los cristianos de la actualidad? El análisis del capítulo 57 de Isaías nos mostrará la respuesta a estas preguntas.

“Suban acá cerca”

2. a) ¿A qué parecen referirse las palabras del capítulo 57 de Isaías? b) ¿En qué situación se hallan los justos en los tiempos de Isaías?

2 Esta profecía de Isaías parece referirse a los tiempos del profeta. Veamos cuánto ha arraigado la maldad en sus días: “El justo mismo ha perecido, pero no hay nadie que ponga esto en su corazón. Y hombres de bondad amorosa están siendo recogidos a los muertos, mientras que nadie discierne que a causa de la calamidad ha sido recogido el justo. Él entra en la paz; descansan sobre sus camas, cada uno que está andando en derechura” (Isaías 57:1, 2). A nadie le preocupa que perezca el justo; su final prematuro pasa inadvertido. Sin embargo, la muerte le proporciona paz, liberación del sufrimiento infligido por los impíos y escape de la calamidad. La nación escogida de Dios se ha sumido en un estado deplorable. Pero los que se mantienen fieles sin duda se animan al saber que Jehová no solo ve lo que sucede, sino que los ayudará.

3. ¿Qué dice Jehová a la generación perversa de Judá, y por qué?

3 Jehová se dirige así a la generación perversa de Judá: “En cuanto a ustedes, suban acá cerca, hijos de una adivinadora, descendencia de una persona adúltera y de una mujer que comete prostitución” (Isaías 57:3). Esos pecadores se han ganado apelativos tan vergonzosos como el de ‘hijos de adivinadora’ y ‘descendientes de adúltera y de prostituta’. La adoración falsa que ahora practican incluye repugnantes actos idolátricos y espiritistas, así como conducta sexual inmoral. Jehová les pregunta: “¿Por quién se divierten con tanta alegría? ¿Contra quién siguen abriendo ancha la boca, siguen sacando la lengua? ¿No son ustedes hijos de la transgresión, descendencia de la falsedad, aquellos que están excitando la pasión entre los árboles grandes, debajo de todo árbol frondoso, degollando a los hijos en los valles torrenciales, debajo de las hendiduras de los peñascos?” (Isaías 57:4, 5).

4. ¿De qué son culpables los impíos de Judá?

4 Los impíos de Judá practican su escandaloso culto pagano abiertamente, ‘divirtiéndose con alegría’. Se burlan de los profetas que Dios les ha enviado para corregirlos, y les sacan la lengua con descaro. Aunque son hijos de Abrahán, su rebeldía los convierte en hijos de la transgresión y descendencia de la falsedad (Isaías 1:4; 30:9; Juan 8:39, 44). Entre los árboles grandes del campo fomentan el fervor por su adoración idolátrica. ¡Y qué cruel es esta! Hasta degüellan a sus propios hijos, como las naciones que Jehová expulsó de la tierra a causa de sus obras detestables (1 Reyes 14:23; 2 Reyes 16:3, 4; Isaías 1:29).

Derraman una libación a las piedras

5, 6. a) ¿Qué han optado por hacer los habitantes de Judá en vez de adorar a Jehová? b) ¿Qué dimensiones alcanza el culto idolátrico de Judá?

5 Veamos hasta qué punto se han entregado a la idolatría los habitantes de Judá: “Con las piedras lisas del valle torrencial era tu porción. Ellas... ellas eran tu suerte. Además, a ellas derramaste una libación, ofreciste un regalo. ¿Por estas cosas me consolaré yo?” (Isaías 57:6). Los judíos son el pueblo con el que Dios hizo su pacto y, sin embargo, en vez de adorarlo a él, recogen piedras del lecho del río y las convierten en dioses. En contraste con David, quien dijo que Jehová era su porción, estos pecadores han escogido ídolos inertes de piedra como su suerte, o porción, y les derraman libaciones (Salmo 16:5; Habacuc 2:19). ¿Qué consuelo puede hallar Jehová en tal culto pervertido del pueblo que lleva su nombre?

6 Judá practica la idolatría en todas partes: bajo árboles grandes, en valles torrenciales, sobre las colinas y en sus ciudades. Pero Jehová lo ve todo y, mediante Isaías, denuncia la depravación del pueblo: “Sobre una montaña alta y elevada colocaste tu cama. Allí también subiste para ofrecer sacrificio. Y detrás de la puerta y de la jamba colocaste tu señal para memoria” (Isaías 57:7, 8a). Judá coloca su cama de inmundicia espiritual sobre los lugares altos y allí ofrece sacrificios a dioses extranjeros. * Hasta las casas particulares tienen ídolos detrás de las puertas y las jambas.

7. ¿Con qué actitud participa Judá en la adoración inmoral?

7 Tal vez nos preguntemos por qué se entrega Judá de tal forma a la adoración inmunda. ¿La ha obligado alguna fuerza superior a dejar a Jehová? La respuesta es no. Lo hace voluntariamente, y con vehemencia. Jehová dice: “Apartada de mí te descubriste y procediste a subir; hiciste espaciosa tu cama. Y para ti misma te pusiste a celebrar un pacto con ellos. Amaste una cama con ellos. Contemplaste el miembro viril” (Isaías 57:8b). Judá ha hecho un pacto con sus dioses falsos, y le encanta tener relaciones ilícitas con ellos. Se deleita, sobre todo, con las prácticas sexuales inmorales que caracterizan la adoración de estos dioses y entre las cuales es probable que figure el uso de símbolos fálicos.

8. ¿Con qué rey en particular floreció la idolatría en Judá?

8 La descripción del culto idolátrico de Judá como algo extremadamente inmoral y cruel encaja con lo que sabemos de varios reyes inicuos de esta nación. Manasés, por ejemplo, volvió a construir los lugares altos, levantó altares a Baal y colocó altares de religiones falsas en dos patios del templo. Hizo pasar a sus hijos por el fuego, practicó la magia y la adivinación, y fomentó el espiritismo. Además, puso en el templo de Jehová la imagen tallada del poste sagrado que había hecho. * Incitó a Judá a “hacer lo que era malo, más que las naciones que Jehová había aniquilado” (2 Reyes 21:2-9). Hay quien cree que Manasés mandó matar a Isaías, si bien el nombre de este rey no aparece en Isaías 1:1.

“Continuaste despachando lejos a tus enviados”

9. ¿Por qué despacha Judá “lejos” a sus enviados?

9 Las transgresiones de Judá no consisten únicamente en servir a dioses falsos. Jehová le dice a través de su portavoz, Isaías: “Procediste a descender hacia Mélec con aceite, y seguiste haciendo abundantes tus ungüentos. Y continuaste despachando lejos a tus enviados, de manera que bajaste los asuntos al Seol” (Isaías 57:9). El infiel reino de Judá acude a “Mélec” —“rey”, en hebreo; probablemente el de una potencia extranjera— y le ofrece regalos caros y atractivos, simbolizados por el aceite y los ungüentos perfumados. Judá envía emisarios a lugares lejanos. ¿Con qué motivo? Para convencer a las naciones gentiles de que formen alianzas políticas con ella. Como ha vuelto la espalda a Jehová, deposita su confianza en reyes extranjeros.

10. a) ¿Qué hace Acaz para que el rey de Asiria se alíe con él? b) ¿En qué sentido ‘baja Judá los asuntos al Seol’?

10 Un ejemplo de ello lo tenemos en los días de Acaz. Este infiel rey de Judá se siente amenazado por la alianza entre Israel y Siria, y envía mensajeros a Tiglat-piléser III de Asiria para que le comuniquen: “Soy tu siervo y tu hijo. Sube y sálvame de la palma de la mano del rey de Siria y de la palma de la mano del rey de Israel, que están levantándose contra mí”. Acaz le manda además plata y oro como soborno, y el rey de Asiria responde lanzando un ataque demoledor contra Siria (2 Reyes 16:7-9). Los tratos de Judá con las naciones gentiles la sumen en “la profundidad del Seol” (Reina-Valera, 1960). Tal relación la conducirá a su muerte, es decir, su fin como nación independiente gobernada por un monarca.

11. ¿Qué falso sentido de seguridad manifiesta Judá?

11 Jehová sigue diciendo a Judá: “En la multitud de tus caminos te has afanado. No has dicho: ‘¡No hay esperanza!’. Has hallado un reavivamiento de tu propio poder. Por eso no has enfermado” (Isaías 57:10). En efecto, la nación ha perseverado con afán en sus caminos apóstatas y no reconoce que no hay esperanza de que estos tengan éxito. Al contrario: se engaña pensando que todo le va bien con su propio poder. Se siente llena de energías y saludable. ¡Qué insensata!

12. ¿Qué características de la cristiandad son análogas a las de Judá?

12 Hoy día existe una colectividad cuya conducta recuerda a la de Judá en los tiempos de Isaías. Se trata de la cristiandad, que, pese a utilizar el nombre de Jesús, forma alianzas con las naciones y ha llenado de ídolos sus lugares de culto. Sus fieles incluso tienen imágenes idolátricas en sus casas particulares. Además, la cristiandad ha sacrificado a sus jóvenes en las guerras de las naciones. Al Dios verdadero, quien manda a los cristianos ‘huir de la idolatría’, debe parecerle muy ofensiva su conducta (1 Corintios 10:14). Al intervenir en la política, la cristiandad ha ‘cometido fornicación con los reyes de la tierra’ (Revelación [Apocalipsis] 17:1, 2). De hecho, presta mucho apoyo a las Naciones Unidas. ¿Qué le espera a esta ramera religiosa? Pues bien, ¿qué le dice Jehová a su prototipo, la infiel Judá, representada por su capital, Jerusalén?

‘Tu colección no te librará’

13. ¿En qué sentido se ha puesto a “mentir” Judá, y cómo reacciona ante la paciencia de Jehová?

13 “¿De quién te aterraste y a quién empezaste a temer, de manera que te pusiste a mentir?”, inquiere Jehová. Esa es una buena pregunta. Judá no demuestra tener ningún temor sano y piadoso de Dios. Si lo tuviera, no se habría convertido en una nación de mentirosos, de adoradores de dioses falsos. Jehová pasa a decirle: “Yo no fui aquel de quien te acordaste. No pusiste nada en tu corazón. ¿No estaba yo guardando silencio y escondiendo los asuntos? De modo que ni siquiera a mí me temías” (Isaías 57:11). Jehová se ha mantenido en silencio, no ha castigado enseguida a Judá. ¿Lo agradece esta? No; más bien, interpreta la paciencia de Dios como indiferencia. Le ha perdido el temor por completo.

14, 15. ¿Qué dice Jehová sobre las obras de Judá y su “colección de cosas”?

14 No obstante, la paciencia divina llegará a su fin. Refiriéndose a ese momento, Jehová declara: “Yo mismo anunciaré tu justicia y tus obras, que no te aprovecharán. Cuando clames por socorro, tu colección de cosas no te librará, sino que un viento se las llevará aun a todas ellas. Una exhalación se las llevará” (Isaías 57:12, 13a). Jehová desenmascarará la falsa justicia de Judá. Sus obras hipócritas no le serán de ningún provecho. Su “colección de cosas” —su gran cantidad de ídolos— no la librará. Cuando la azote la calamidad, un mero soplo de viento barrerá a los dioses en los que confía.

15 Las palabras de Jehová se cumplen en el año 607 a.E.C., cuando el rey babilonio Nabucodonosor destruye Jerusalén, quema el templo y se lleva cautivos a la mayoría de sus habitantes. “Así Judá se fue al destierro de sobre su suelo.” (2 Reyes 25:1-21.)

16. ¿Qué le espera a la cristiandad y al resto de “Babilonia la Grande”?

16 De igual modo, la gran colección de ídolos de la cristiandad no librará a esta en el día de la cólera de Jehová (Isaías 2:19-22; 2 Tesalonicenses 1:6-10). Será aniquilada junto con el resto de “Babilonia la Grande”, el conglomerado mundial de religiones falsas. La simbólica bestia salvaje de color escarlata y sus diez cuernos “harán que [Babilonia la Grande] quede devastada y desnuda, y se comerán sus carnes y la quemarán por completo con fuego” (Revelación 17:3, 16, 17). Cuánto nos alegramos de haber obedecido el mandato: “Sálganse de ella, pueblo mío, si no quieren participar con ella en sus pecados, y si no quieren recibir parte de sus plagas” (Revelación 18:4, 5). Que nunca regresemos a ella ni a sus caminos.

“El que se refugia en mí heredará la tierra”

17. ¿Qué promesa se hace al que “se refugia en [Jehová]”, y cuándo se cumple?

17 ¿Qué puede decirse de las siguientes palabras de la profecía de Isaías? “El que se refugia en mí heredará la tierra y tomará posesión de mi santa montaña.” (Isaías 57:13b.) ¿A quién se refiere Jehová? En este punto mira más allá del venidero cataclismo y predice la liberación de su pueblo cautivo en Babilonia y la restauración de la adoración pura en su santa montaña, Jerusalén (Isaías 66:20; Daniel 9:16). Sus palabras deben dar mucho ánimo a los judíos que se mantienen fieles. Jehová añade: “Uno ciertamente dirá: ‘¡Terraplenen, terraplenen! Despejen el camino. Quiten del camino de mi pueblo todo obstáculo’” (Isaías 57:14). Cuando Dios vaya a liberar a su pueblo, el camino estará listo; se habrán eliminado todos los obstáculos (2 Crónicas 36:22, 23).

18. ¿Qué posición excelsa ocupa Jehová y, sin embargo, cómo demuestra su interés amoroso?

18 Es en este momento cuando el profeta Isaías consigna las palabras citadas al principio de este capítulo: “Esto es lo que ha dicho el Alto y Excelso, que está residiendo para siempre y cuyo nombre es santo: ‘En la altura y en el lugar santo es donde resido, también con el aplastado y de espíritu humilde, para revivificar el espíritu de los de condición humilde y para revivificar el corazón de los que están siendo aplastados’” (Isaías 57:15). El trono de Jehová se halla en los más altos cielos. No existe posición más elevada ni excelsa. Es reconfortante saber que desde allí lo ve todo: no solo los pecados de los malvados, sino también las obras justas de los que se esfuerzan por servirle (Salmo 102:19; 103:6). También oye los lamentos de los oprimidos y revivifica el corazón de los aplastados. Estas expresiones deben haber conmovido a los judíos arrepentidos de la antigüedad, como también nos conmueven a nosotros.

19. ¿Cuándo cesa la indignación de Jehová?

19 Lo que Jehová añade a continuación resulta asimismo consolador: “No contenderé hasta tiempo indefinido, ni estaré indignado perpetuamente; porque a causa de mí el espíritu mismo se pondría endeble, hasta las criaturas que respiran, que yo mismo he hecho” (Isaías 57:16). Ninguna criatura de Jehová sobreviviría si Su indignación fuera perpetua. Felizmente, tiene una duración limitada; cuando se cumple su objetivo, cesa. Esta revelación inspirada nos ayuda a cultivar profundo agradecimiento por el amor de Jehová a su creación.

20. a) ¿Cómo reacciona Jehová ante el pecador impenitente? b) ¿En qué sentido consuela Jehová al arrepentido?

20 Las siguientes palabras de Jehová profundizan más en la cuestión. Primero dice: “Por lo erróneo de la ganancia injusta de él me indigné, y procedí a golpearlo, ocultando mi rostro, mientras estuve indignado. Pero él siguió andando como renegado en el camino de su corazón” (Isaías 57:17). No cabe duda de que los males cometidos por codicia provocan la cólera de Dios. Mientras la persona sea una renegada, Jehová estará indignado con ella. Pero ¿qué sucede si responde a la disciplina? Jehová muestra lo que su amor y compasión le impulsan a hacer entonces: “He visto sus caminos mismos; y empecé a sanarlo y a conducirlo y a hacer compensación con consuelo para él y para los suyos que estaban de duelo” (Isaías 57:18). Después de tomar medidas disciplinarias, Jehová cura al arrepentido y consuela tanto a él como a los que están de duelo con él. Por eso los judíos pudieron regresar a su tierra en el año 537 a.E.C. Aunque es cierto que Judá no volvió a ser nunca un reino independiente gobernado por un rey del linaje de David, se reconstruyó el templo y se restableció la adoración verdadera.

21. a) ¿Cómo revivificó Jehová el espíritu de los cristianos ungidos en 1919? b) ¿Qué cualidad hacemos bien en cultivar cada uno de nosotros?

21 “El Alto y Excelso”, Jehová, también se interesó por el bienestar del resto ungido en 1919. El espíritu arrepentido y humilde de aquellos cristianos llevó al gran Dios, Jehová, a tomar en cuenta bondadosamente su aflicción y liberarlos del cautiverio babilónico. Eliminó todos los escollos y los condujo a la libertad para que pudieran rendirle adoración pura. Así pues, las palabras de Jehová mediante Isaías se cumplieron de nuevo entonces. Por otra parte, tras esas palabras subyacen principios eternos que son aplicables a cada uno de nosotros. Dios solo acepta la adoración de los humildes. De modo que si un siervo suyo peca, debe reconocer rápidamente su error, aceptar la censura y corregir su camino. Nunca olvidemos que Jehová cura y consuela a los humildes, pero “se opone a los altivos” (Santiago 4:6).

‘Paz para los que están lejos y los que están cerca’

22. ¿Qué futuro predice Jehová para a) los que se arrepienten? b) los inicuos?

22 Jehová contrasta ahora el futuro de los que se arrepienten con el de los que persisten en sus caminos perversos: “Estoy creando el fruto de los labios. Paz continua habrá para el que está lejos y para el que está cerca [...], y ciertamente lo sanaré. Pero los inicuos son como el mar que está siendo agitado, cuando no puede calmarse, cuyas aguas siguen arrojando alga marina y fango. No hay paz [...] para los inicuos” (Isaías 57:19-21).

23. ¿Qué es el fruto de los labios, y por qué puede decirse que Jehová lo crea?

23 El fruto de los labios es el sacrificio de alabanza que se ofrece a Dios: la declaración pública de su nombre (Hebreos 13:15). ¿Cómo crea Jehová dicha declaración pública? Para ofrecer un sacrificio de alabanza, primero hay que aprender acerca de Dios y a continuación tener fe en él. La fe, un fruto del espíritu de Dios, impulsa a la persona a hablar sobre lo que ha aprendido; en otras palabras, a hacer declaración pública (Romanos 10:13-15; Gálatas 5:22). También debe recordarse que Jehová es, en definitiva, quien comisiona a sus siervos para que lo alaben; además, es quien los libera, haciendo así posible que ofrezcan tales sacrificios de alabanza (1 Pedro 2:9). Por consiguiente, puede decirse con propiedad que Jehová crea este fruto de los labios.

24. a) ¿Quiénes experimentan la paz de Dios, y con qué resultado? b) ¿Quiénes no disfrutan de paz, y con qué consecuencias?

24 Seguro que el regreso de los judíos a su tierra hace que ofrezcan un emocionante fruto de los labios cantando alabanzas a Jehová. Sea que estén “lejos” —distanciados de Judá, esperando aún su retorno— o “cerca” —ya en su país—, deben sentirse felices de experimentar la paz de Dios. ¡Qué diferente es el caso de los inicuos, los que no responden a la disciplina de Jehová! Sin importar quiénes sean o dónde vivan, no disfrutan de ninguna paz en absoluto. Agitados como un mar embravecido, producen, no el fruto de los labios, sino “alga marina y fango”, es decir, toda suerte de inmundicia.

25. ¿Cómo llegan a experimentar paz muchas personas del mundo entero?

25 Hoy en día, los adoradores de Jehová del mundo entero declaran las buenas nuevas del Reino de Dios. En más de doscientos treinta países ofrecen el fruto de sus labios, alabando al único Dios verdadero. Las alabanzas que cantan se oyen hasta “la extremidad de la tierra” (Isaías 42:10-12). Los que escuchan su mensaje y responden a él abrazan la verdad de la Palabra de Dios, la Biblia. Al servir al “Dios que da paz”, llegan a experimentar dicho estado de ánimo (Romanos 16:20).

26. a) ¿Qué les espera a los inicuos? b) ¿Qué grandiosa promesa hace Jehová a los mansos, y a qué debemos estar resueltos?

26 Dentro de poco se impedirá que los inicuos, quienes no prestan atención al mensaje del Reino, sigan perturbando la paz de los justos. “Solo un poco más de tiempo, y el inicuo ya no será”, promete Jehová. Los que se refugian en Él recibirán la maravillosa bendición de heredar la tierra. “Los mansos mismos poseerán la tierra, y verdaderamente hallarán su deleite exquisito en la abundancia de paz.” (Salmo 37:10, 11, 29.) Nuestro planeta se convertirá en un lugar precioso donde vivir. Que todos nosotros nos resolvamos a no perder jamás la paz de Dios, para que podamos cantarle alabanzas por toda la eternidad.

[Notas]

^ párr. 6 El término cama se refiere probablemente al altar o al lugar donde practicaban la adoración pagana. Al llamarlo de este modo se nos recuerda que tal culto constituye prostitución espiritual.

^ párr. 8 Se cree que los postes sagrados representaban el elemento femenino y que las columnas sagradas eran símbolos fálicos. Los habitantes infieles de Judá utilizaban ambos objetos idolátricos (2 Reyes 18:4; 23:14).

[Preguntas del estudio]

[Ilustración de la página 263]

Judá participa en la adoración inmoral debajo de todo árbol frondoso

[Ilustración de la página 267]

Judá construye altares en toda la tierra

[Ilustración de la página 275]

“Estoy creando el fruto de los labios”