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La justicia brota en Sión

La justicia brota en Sión

Capítulo 22

La justicia brota en Sión

Isaías 61:1-11

1, 2. ¿Qué cambio está a punto de sobrevenirle a Israel, y quién va a provocarlo?

¡PROCLÁMESE libertad! Jehová ha decidido liberar a su pueblo y devolverlo a la tierra de sus antepasados. La adoración verdadera resurgirá como la semilla que germina tras la lluvia. Ese día, la desesperación dará paso a las alabanzas gozosas, y las cabezas que se cubrieron de ceniza en señal de luto lucirán la corona de la aprobación divina.

2 ¿Quién provocará esta maravillosa transformación? Solo Jehová puede lograr algo así (Salmo 9:19, 20; Isaías 40:25). Sofonías dio este mandato profético: “¡Gozosamente grita, oh hija de Sión! ¡Rompe en gritos de alegría, oh Israel! ¡Regocíjate y alborózate con todo el corazón, oh hija de Jerusalén! Jehová ha removido los juicios que estaban sobre ti” (Sofonías 3:14, 15). ¡Qué momento tan feliz! Cuando Jehová junte al resto restaurado que regrese de Babilonia en 537 a.E.C., parecerá un sueño hecho realidad (Salmo 126:1).

3. ¿Qué cumplimientos tienen las palabras proféticas del capítulo 61 de Isaías?

3 El capítulo 61 de Isaías predice esta restauración. Ahora bien, aunque la profecía tiene una clara aplicación en 537 a.E.C., se cumple luego con mayor detalle en Jesús y sus seguidores del siglo primero, así como en el pueblo de Jehová de tiempos modernos. Por consiguiente, tales palabras inspiradas revisten gran importancia.

“El año de buena voluntad”

4. ¿Quién tiene la comisión de anunciar buenas nuevas en el primer cumplimiento de Isaías 61:1, y quién la tiene en el segundo?

4 Isaías escribe: “El espíritu del Señor Soberano Jehová está sobre mí, por razón de que Jehová me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los mansos. Me ha enviado para vendar a los quebrantados de corazón, para proclamar libertad a los que han sido llevados cautivos y la apertura ancha de los ojos aun a los prisioneros” (Isaías 61:1). ¿Quién es la persona comisionada para anunciar buenas nuevas? Es probable que, en un principio, sea el propio Isaías, quien por inspiración escribe buenas noticias para los cautivos en Babilonia. Pero Jesús señaló al cumplimiento mayor al aplicarse a sí mismo estas palabras (Lucas 4:16-21). En efecto, Jehová envió a Cristo para declarar buenas nuevas a los mansos, y para ello lo ungió con espíritu santo en el momento de su bautismo (Mateo 3:16, 17).

5. ¿Quiénes llevan unos dos mil años predicando las buenas nuevas?

5 A su vez, Jesús enseñó a sus discípulos a ser evangelizadores, predicadores de las buenas nuevas. En Pentecostés de 33 E.C., se ungió con espíritu santo a unos ciento veinte de ellos y llegaron a ser hijos espirituales de Dios (Hechos 2:1-4, 14-42; Romanos 8:14-16). También se les encargó declarar las buenas nuevas a los mansos y a los quebrantados de corazón. Fueron los primeros de 144.000 ungidos de ese modo. Dado que los últimos de este grupo aún están vivos en la Tierra, los discípulos ungidos de Jesús llevan ya unos dos mil años predicando “acerca del arrepentimiento para con Dios y de la fe en nuestro Señor Jesús” (Hechos 20:21).

6. ¿A quiénes consolaron las buenas nuevas en la antigüedad, y qué puede decirse de hoy día?

6 El mensaje inspirado de Isaías supuso un alivio para los israelitas arrepentidos que vivían en Babilonia. En tiempos de Jesús y sus discípulos, consoló a los judíos “quebrantados” por la maldad reinante en Israel y desalentados por el cautiverio a las tradiciones religiosas falsas del judaísmo del siglo primero (Mateo 15:3-6). Hoy día, millones de personas atrapadas en la cristiandad, cuyas costumbres paganas y tradiciones deshonran a Dios, están “suspirando y gimiendo” debido a las cosas detestables que se cometen en el seno de ese sistema religioso (Ezequiel 9:4). Quienes aceptan las buenas nuevas se liberan de tan lamentable situación (Mateo 9:35-38). Los ojos del entendimiento se les abren por completo, pues aprenden a adorar a Jehová “con espíritu y con verdad” (Juan 4:24).

7, 8. a) ¿Cuáles son los dos ‘años de buena voluntad’? b) ¿Cuáles son los ‘días de la venganza’ de Jehová?

7 La predicación de las buenas nuevas está sujeta a un horario. A Jesús y sus discípulos se les comisionó “para proclamar el año de la buena voluntad de parte de Jehová, y el día de la venganza de parte de nuestro Dios; para consolar a todos los que están de duelo” (Isaías 61:2). Aunque un año es mucho tiempo, tiene un principio y un final. “El año de la buena voluntad” de Jehová es el período en que concede a los mansos la oportunidad de responder a su proclamación de libertad.

8 En el siglo primero, el año de la buena voluntad para la nación judía comenzó en 29 E.C., con el inicio del ministerio terrestre de Jesús, quien formuló esta exhortación: “Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos se ha acercado” (Mateo 4:17). Aquel año de buena voluntad se prolongó hasta “el día de la venganza” de Jehová que culminó en 70 E.C., cuando Dios dejó que los ejércitos romanos destruyeran Jerusalén y su templo (Mateo 24:3-22). Hoy vivimos otro año de buena voluntad, un año que empezó con la instauración del Reino de Dios en el cielo en 1914 y que concluirá con un nuevo día de venganza divina, esta vez más abarcador, en el que Jehová destruirá el actual sistema mundial en la “gran tribulación” (Mateo 24:21).

9. ¿Quiénes se benefician de este año de buena voluntad de Jehová?

9 ¿Quiénes se benefician de este año de buena voluntad de Dios? Los que aceptan el mensaje, demuestran mansedumbre y apoyan con celo la proclamación del Reino de Dios en “todas las naciones” (Marcos 13:10). Estos hallan consuelo en las buenas nuevas. Por otro lado, quienes las rechazan se niegan a aprovecharse del año de la buena voluntad de Jehová, de modo que no tardarán en afrontar la realidad de Su día de venganza (2 Tesalonicenses 1:6-9).

Fruto espiritual que glorifica a Dios

10. ¿Qué efecto tiene en los judíos que regresan de Babilonia el gran acto que Jehová ejecuta a favor de ellos?

10 Los judíos que regresan de Babilonia comprenden que Jehová ha ejecutado un gran acto a favor de ellos. Libres al fin, el duelo de su cautiverio se torna en júbilo y alabanza. De esta forma, Isaías cumple su comisión profética, que consiste en “hacer la asignación a los que están de duelo por Sión, [en] darles una prenda de adorno para la cabeza en vez de cenizas, el aceite de alborozo en vez de duelo, el manto de alabanza en vez del espíritu desalentado; y se les tiene que llamar árboles grandes de justicia, el plantío de Jehová, para que él sea hermoseado” (Isaías 61:3).

11. ¿Quiénes tuvieron sobradas razones para alabar a Jehová por Su gran acto?

11 En el siglo primero, los judíos que permitieron que Dios los soltara de las cadenas de la religión falsa también lo alabaron por aquel gran acto. Su espíritu desalentado se cambió por un “manto de alabanza” al librárseles de una nación muerta en sentido espiritual. Los discípulos del Señor Jesús fueron los primeros en experimentar tal cambio, pues el duelo por la muerte de su maestro se transformó en regocijo cuando él resucitó y los ungió con espíritu santo. Poco después sucedió lo mismo con otras 3.000 personas mansas, las cuales respondieron a la predicación de los cristianos recién ungidos y se bautizaron en Pentecostés de 33 E.C. (Hechos 2:41.) La seguridad de contar con la bendición divina los llenó de alegría. En vez del “duelo por Sión”, recibieron espíritu santo y el refrescante “aceite de alborozo”, que simboliza el júbilo de quienes reciben abundantes bendiciones de Jehová (Hebreos 1:9).

12, 13. a) ¿Quiénes se destacaron como “árboles grandes de justicia” entre los judíos repatriados en 537 a.E.C.? b) ¿Qué “árboles grandes de justicia” han existido desde Pentecostés de 33 E.C.?

12 Jehová bendice a su pueblo con “árboles grandes de justicia”. ¿Quiénes son estos? En los años que siguieron al 537 a.E.C., fueron personas que estudiaron la Palabra de Dios, meditaron en ella y se rigieron por sus justas normas (Salmo 1:1-3; Isaías 44:2-4; Jeremías 17:7, 8). Esdras, Ageo, Zacarías y el sumo sacerdote Josué, entre otros, se destacaron en la nación como “árboles grandes”, como baluartes de la verdad y enemigos de la contaminación espiritual.

13 A partir del Pentecostés del año 33 E.C., Dios ha plantado otros “árboles grandes de justicia” —valerosos cristianos ungidos— en la heredad espiritual de su nueva nación, “el Israel de Dios” (Gálatas 6:16). Con el paso de los siglos han alcanzado la cifra de 144.000, y su fruto justo ha hermoseado, sí, ha glorificado, a Jehová Dios (Revelación [Apocalipsis] 14:3). Los últimos de estos “árboles” majestuosos han florecido en los años transcurridos desde 1919, cuando Jehová despertó al resto del Israel de Dios de su temporal inactividad. Al suministrarles agua espiritual en abundancia, el Creador ha producido todo un bosque de árboles justos y fructíferos (Isaías 27:6).

14, 15. Una vez liberados, ¿qué labores emprendieron los adoradores de Jehová en a) 537 a.E.C.? b) 33 E.C.? c) 1919?

14 Isaías resalta la labor de dichos “árboles”: “Tienen que reedificar los lugares que han estado devastados por largo tiempo; levantarán hasta los lugares desolados de tiempos pasados, y ciertamente renovarán las ciudades devastadas, los lugares que por generación tras generación han estado desolados” (Isaías 61:4). En virtud del decreto del rey Ciro el persa, los judíos fieles repatriados desde Babilonia reconstruyen Jerusalén y su templo, cuya devastación tanto había durado. Igualmente, las labores de restauración marcarían los años que siguieron a 33 E.C. y a 1919.

15 En 33 E.C., el arresto, procesamiento y muerte de Jesús causó mucho dolor a sus discípulos (Mateo 26:31). No obstante, su actitud cambió cuando se les apareció su maestro ya resucitado, y una vez que recibieron el espíritu santo, se dieron a la tarea de predicar las buenas nuevas “tanto en Jerusalén como en toda Judea, y en Samaria, y hasta la parte más distante de la tierra” (Hechos 1:8). Así, comenzaron a restablecer la adoración pura. De igual forma, a partir de 1919, Jesucristo hizo que el resto de sus hermanos ungidos reedificaran “lugares que por generación tras generación ha[bía]n estado desolados”. Durante siglos, el clero de la cristiandad no ha impartido el conocimiento de Jehová, sino que lo ha sustituido por tradiciones humanas y doctrinas contrarias a las Escrituras. Los cristianos ungidos erradicaron de sus congregaciones las prácticas contaminadas con la religión falsa, a fin de que la restauración de la adoración verdadera siguiera completándose. Además, emprendieron lo que sería la mayor campaña de predicación que el mundo ha conocido (Marcos 13:10).

16. ¿Quiénes han colaborado con los cristianos ungidos en la obra de restauración, y qué tareas se les han confiado?

16 ¿Cómo llevaría a cabo una comisión tan enorme el pequeño resto del Israel de Dios? Por inspiración divina, Isaías declaró: “Extraños realmente estarán allí y pastorearán los rebaños de ustedes, y los extranjeros serán sus labradores y sus viñadores” (Isaías 61:5). Los extraños y extranjeros figurativos han resultado ser los componentes de la “gran muchedumbre” de las “otras ovejas” de Jesús * (Revelación 7:9; Juan 10:11, 16). A estos no se les unge con espíritu santo, pues no aguardan una herencia celestial. Más bien, su esperanza es vivir para siempre en una Tierra paradisíaca (Revelación 21:3, 4). Sin embargo, también aman a Jehová, y en sentido espiritual se les han confiado faenas de pastores, labradores y viñadores, tareas nada insignificantes. Dichos trabajadores se someten a la dirección del resto del Israel de Dios y colaboran con este en el pastoreo, alimentación y recolección de otras personas (Lucas 10:2; Hechos 20:28; 1 Pedro 5:2; Revelación 14:15, 16).

17. a) ¿Qué se llamará a los miembros del Israel de Dios? b) ¿Cuál es el único sacrificio que se precisa para el perdón de los pecados?

17 ¿Y qué sucederá con los miembros del Israel de Dios? Mediante Isaías, Jehová les dice: “En cuanto a ustedes, los sacerdotes de Jehová se les llamará; los ministros de nuestro Dios se dirá que son. Los recursos de las naciones ustedes comerán, y en la gloria de ellas ustedes hablarán con exultación acerca de sí mismos” (Isaías 61:6). En el antiguo Israel, Jehová instauró el sacerdocio levítico con objeto de ofrecer sacrificios en favor de los propios sacerdotes y de los demás israelitas. No obstante, en 33 E.C. canceló tal sistema e inauguró uno mejor al aceptar la vida perfecta de Jesús como expiación por los pecados de la humanidad. Desde entonces no se ha precisado ningún otro sacrificio, pues el de su Hijo sigue en vigor en todo momento (Juan 14:6; Colosenses 2:13, 14; Hebreos 9:11-14, 24).

18. ¿Qué clase de sacerdocio forma el Israel de Dios, y cuál es su misión?

18 ¿En qué sentido, pues, son “sacerdotes de Jehová” los miembros del Israel de Dios? El apóstol Pedro escribió a cristianos ungidos como él: “Ustedes son ‘una raza escogida, un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo para posesión especial, para que declaren en público las excelencias’ de aquel que los llamó de la oscuridad a su luz maravillosa” (1 Pedro 2:9). Por consiguiente, los cristianos ungidos forman, en conjunto, un sacerdocio con una misión específica: hablar de la gloria de Jehová a las naciones, sí, ser testigos de él (Isaías 43:10-12). En el transcurso de los últimos días han desempeñado fielmente esta asignación vital, lo que ha propiciado que ahora millones de personas den testimonio con ellos del Reino de Jehová.

19. ¿Qué servicio tendrán el privilegio de prestar los cristianos ungidos?

19 Los componentes del Israel de Dios tienen, además, la perspectiva de ser sacerdotes en otro sentido. Resucitan a una vida inmortal en los cielos, donde no solo son gobernantes con Jesús en su Reino, sino también sacerdotes de Dios (Revelación 5:10; 20:6). Como tales, tendrán el privilegio de aplicar los beneficios del sacrificio redentor de Jesús a la humanidad obediente que vivirá en la Tierra. Se les vuelve a representar como “árboles” en la visión que hallamos en el capítulo 22 de Revelación, donde el apóstol Juan contempló en el cielo la totalidad de los 144.000 “árboles”, que “producían doce cosechas de fruto, y que daban sus frutos cada mes. Y las hojas de los árboles eran para la curación de las naciones” (Revelación 22:1, 2). ¡Qué maravilloso servicio sacerdotal!

Vergüenza y humillación se tornan en regocijo

20. Pese a la oposición, ¿qué bendición le aguarda al sacerdocio real?

20 Desde que en 1914 comenzó el año de la buena voluntad de Jehová, el clero no ha hecho más que oponerse al sacerdocio real (Revelación 12:17). No obstante, todos los intentos de detener la predicación de las buenas nuevas han fracasado, tal como profetizó Isaías: “En vez de la vergüenza de ustedes habrá una porción doble, y en vez de humillación ellos clamarán gozosamente por la parte que les corresponde. Por lo tanto, en su tierra ellos tomarán posesión de hasta una porción doble. Regocijo hasta tiempo indefinido es lo que vendrá a ser suyo” (Isaías 61:7).

21. ¿Qué condujo a que los cristianos ungidos disfrutaran de una porción doble de bendiciones?

21 Durante la I Guerra Mundial, la nacionalista cristiandad avergonzó y humilló al resto ungido. Algunos clérigos figuraron entre quienes acusaron falsamente de sedición a ocho hermanos fieles de las oficinas centrales de Brooklyn, los cuales sufrieron un encarcelamiento injusto de nueve meses. En la primavera de 1919 se les puso por fin en libertad, y más adelante se desestimaron todos los cargos, así que el ardid para detener la predicación tuvo un efecto contrario al esperado. Jehová no dejó que la vergüenza de sus adoradores se prolongara, sino que los liberó y los restableció en la heredad espiritual que les pertenece, “su tierra”, donde les dio una porción doble de bendiciones, compensando con creces todos sus sufrimientos. Sin duda, les sobraban razones para clamar de puro gozo.

22, 23. ¿En qué aspecto imitan a su Creador los cristianos ungidos, y cómo los ha recompensado Jehová?

22 Las palabras que Jehová pronuncia a continuación dan a los cristianos de hoy otro motivo de regocijo: “Yo, Jehová, amo el derecho, odio el robo junto con la injusticia. Y ciertamente daré su salario en apego a la verdad, y un pacto de duración indefinida celebraré para con ellos” (Isaías 61:8). Por su estudio de la Biblia, el resto ungido aprendió a amar la justicia y odiar la maldad, así como a “batir sus espadas en rejas de arado y sus lanzas en podaderas”, permaneciendo neutral en las guerras y disturbios políticos (Proverbios 6:12-19; 11:20; Isaías 2:4). Asimismo abandonó las prácticas que deshonran a Dios, como la calumnia, el adulterio, el robo y la borrachera (Gálatas 5:19-21).

23 Debido a que los cristianos ungidos comparten el amor del Creador por la justicia, él les ha otorgado “su salario en apego a la verdad”. Entre otras cosas, este consiste en el nuevo pacto, el pacto de duración indefinida del que Cristo habló a sus discípulos la noche antes de morir, gracias al cual son una nación espiritual, el pueblo de Dios en sentido especial (Jeremías 31:31-34; Lucas 22:20). En virtud de tal alianza, Jehová aplicará los beneficios del sacrificio redentor de Jesús, incluido el perdón de los pecados, tanto a los ungidos como a los demás seres humanos fieles.

Alborozo por las bendiciones de Jehová

24. ¿Qué personas de las naciones son “la prole” a la que se bendice, y cómo han llegado a serlo?

24 Algunas personas de las naciones han observado que Jehová bendice a Su pueblo. La promesa divina anunció: “Su prole realmente será conocida aun entre las naciones, y sus descendientes en medio de los pueblos. Todos los que los vean los reconocerán, que son la prole que Jehová ha bendecido” (Isaías 61:9). Los ungidos que componen el Israel de Dios han efectuado su labor entre las naciones en el año de la buena voluntad de Jehová, y ya son millones los que han respondido a su ministerio. Por su estrecha cooperación con el Israel de Dios, los cristianos de las naciones tienen el privilegio de ser “la prole que Jehová ha bendecido”. Su felicidad está a la vista de toda la humanidad.

25, 26. ¿Cómo se hacen eco todos los cristianos de los sentimientos que se expresan en Isaías 61:10?

25 Los cristianos, tanto los ungidos como las otras ovejas, anhelan alabar a Jehová por toda la eternidad. Suscriben sin reservas las palabras inspiradas de Isaías el profeta: “Sin falta me alborozaré en Jehová. Mi alma estará gozosa en mi Dios. Porque me ha vestido con las prendas de vestir de la salvación; con la vestidura sin mangas de la justicia me ha envuelto, como el novio que, al modo del sacerdote, se pone una prenda sobre la cabeza, y como la novia que se engalana con sus cosas ornamentales” (Isaías 61:10).

26 Ataviados “con la vestidura sin mangas de la justicia”, los ungidos están decididos a preservar su pureza y castidad ante Jehová (2 Corintios 11:1, 2). Él los declara justos con la perspectiva de heredar la vida celestial, así que jamás regresarán a la heredad desolada de Babilonia la Grande, de la cual los ha liberado (Romanos 5:9; 8:30). Las prendas de la salvación tienen para ellos un valor incalculable, y sus compañeros de las otras ovejas están igualmente resueltos a guardar las elevadas normas divinas para la adoración pura. Dado que “han lavado sus ropas largas y las han emblanquecido en la sangre del Cordero”, se les declara justos y sobrevivirán a “la gran tribulación” (Revelación 7:14; Santiago 2:23, 25). Hasta entonces, imitan a los ungidos evitando toda contaminación de Babilonia la Grande.

27. a) ¿Qué notable ‘brote’ tendrá lugar durante el Reinado Milenario? b) ¿Por qué puede decirse que la justicia ya está brotando entre los seres humanos?

27 Hoy día, a los adoradores de Jehová les deleita morar en un paraíso espiritual, y pronto también disfrutarán de uno literal. Anhelamos de todo corazón ese día, cuya gráfica descripción leemos en la conclusión del capítulo 61 de Isaías: “Como la tierra misma produce su brote, y como el jardín mismo hace brotar las cosas que se siembran en él, de igual manera el Señor Soberano Jehová hará brotar justicia y alabanza enfrente de todas las naciones” (Isaías 61:11). Durante el Reinado Milenario de Cristo se “hará brotar justicia” en la Tierra. Los seres humanos gritarán en triunfo, y la rectitud se extenderá hasta el último rincón del planeta (Isaías 26:9). Sin embargo, no tenemos que esperar hasta ese glorioso día para alabar al Creador enfrente de todas las naciones. La justicia ya está brotando entre los millones de personas que glorifican al Dios del cielo y proclaman las buenas nuevas de Su Reino. Incluso ahora, nuestra fe y esperanza nos dan sobradas razones para alborozarnos por las bendiciones de nuestro Dios.

[Nota]

^ párr. 16 Tal vez Isaías 61:5 tuviera un cumplimiento en tiempos antiguos, pues es probable que los gentiles que acompañaron a los judíos naturales en su regreso a Jerusalén los ayudaran a restaurar la tierra (Esdras 2:43-58). A partir del versículo 6, sin embargo, parece que la profecía se cumple de modo exclusivo en el Israel de Dios.

[Preguntas del estudio]

[Ilustración de la página 323]

Isaías tiene buenas nuevas para los judíos cautivos

[Ilustración de la página 331]

Desde 33 E.C., Jehová ha plantado 144.000 “árboles grandes de justicia”

[Ilustración de la página 334]

La justicia brotará en la Tierra