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Buenos ejemplos: La viuda pobre

Buenos ejemplos: La viuda pobre

Buenos ejemplos: La viuda pobre

En el templo, Jesús observa a los ricos mientras hacen sus donaciones. Entre la gente, ve a una viuda necesitada echando “dos monedas pequeñas” de poco valor (Lucas 21:2). Jesús la elogia por su generosidad. ¿Por qué? Porque los demás “echaron de lo que les [sobraba], pero ella, de su indigencia, echó cuanto poseía, todo lo que tenía para vivir” (Marcos 12:44).

¿Son tus prioridades las mismas que las de aquella mujer? ¿Te gustaría dar de tu tiempo y dinero para servir a Dios? Como ella, tú puedes cooperar en el mantenimiento de los lugares donde nos reunimos para alabar a Jehová. También puedes usar tus recursos con el propósito de ayudar a la gente a aprender acerca de él. Aunque la viuda hizo una contribución muy pequeña para el servicio sagrado, Jehová se dio cuenta y lo valoró mucho. Y si lo más importante en tu vida es hacer la voluntad de Dios, él también lo valorará y, además, te brindará su ayuda (Mateo 6:33).