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Se entresaca a los que participarán en el regir mundial

Se entresaca a los que participarán en el regir mundial

Capítulo 7

Se entresaca a los que participarán en el regir mundial

1. ¿Qué puntos acerca de los que participarán en el regir mundial eran un misterio?

¿QUIÉNES serán los que participarán con el glorificado Heredero Permanente del rey David en el Gobierno Mundial prometido? ¿Cuántos partícipes habrá? Y ¿dónde?... ¿aquí en la Tierra, o arriba en el cielo? Hubo un tiempo en que esas preguntas eran un misterio. ¡Pero ya no es así!

2, 3. ¿Dónde estaba Juan cuando recibió la Revelación, y por qué?

2 Hacia fines del primer siglo de nuestra era común, el Heredero Permanente del rey David en el reino mesiánico, a saber, Jesucristo, reveló las respuestas deseadas. Por revelación milagrosa transmitió desde el cielo la información a un hombre que estaba aquí en la Tierra, no en Jerusalén, sino en una isla que se usaba como prisión, la isla de Patmos en el mar Egeo, no lejos de la antigua Éfeso, en Asia Menor. Sí, aquel hombre era un judío natural, circunciso. ¿Estaba aquel judío allí en aquella isla penal romana porque se hubiera unido a la revuelta judía que hubo en el año 66 E.C., que condujo a la destrucción de aquella nación por las legiones romanas en 70 E.C.? Bueno, dejemos que este prisionero judío nos diga:

3 “Yo Juan, hermano de ustedes y partícipe con ustedes en la tribulación y reino y perseverancia en compañía con Jesús, vine a estar en la isla que se llama Patmos [¿por qué?] por hablar acerca de Dios y por dar testimonio de Jesús. Por inspiración vine a estar en el día del Señor, y oí detrás de mí una voz poderosa como la de trompeta, que decía: ‘Lo que ves escríbelo en un rollo y envíalo a las siete congregaciones, en Éfeso y en Esmirna y en Pérgamo y en Tiatira y en Sardis y en Filadelfia y en Laodicea.’”—Revelación 1:9-11.

4, 5. (a) ¿Cómo había entrado Juan en relación con Jesucristo? (b) ¿En qué era partícipe Juan entonces con aquellos a quienes escribió?

4 Este Juan, el hijo de Zebedeo, había sido pescador en el mar de Galilea, pero había dejado su profesión de pesca para hacerse ‘pescador de hombres,’ uno de los doce apóstoles del Mesías Jesús. (Mateo 4:18-22; Lucas 5:1-11) De modo que Juan era un judío cristianizado, un fiel discípulo de Jesús como el Mesías, el Cristo, el que había sido “ungido” con el espíritu de Dios para que fuera el Rey Mesiánico. Juan había sido testigo ocular de la ocasión en que se fijó en un madero a este Jesucristo en el Calvario, y al tercer día después de eso había visto a Jesús ya resucitado. En el día cuadragésimo después de aquello él y sus compañeros apóstoles habían visto al resucitado Jesucristo ascender al cielo, para sentarse a la diestra de Dios, su Padre celestial.

5 Además, Juan el apóstol estuvo allí en Jerusalén el día del Pentecostés de 33 E.C., cuando Jehová Dios usó a Jesús como su Agente Principal para derramar espíritu santo sobre unos ciento veinte discípulos reunidos. (Hechos 1:1 a 2:36 inclusive) De modo que para cuando Juan puso por escrito la Revelación en 96 E.C. había aguantado tribulación y sufrimiento como cristiano por sesenta y tres años. Juan se llamó un “partícipe” en el reino con sus compañeros discípulos de Cristo. ¿Cuántos partícipes habría en ese gobierno mundial del Reino? Juan se llama “el discípulo a quien Jesús amaba,” y a él se le favoreció con esta información.—Juan 13:23; 21:20.

6, 7. (a) ¿En qué montaña había estado de pie Juan frecuentemente con el Cordero Jesucristo? (b) ¿A cuántos vio Juan de pie con Él sobre el monte Sión celestial?

6 El apóstol Juan podía recordar que, allá en 29 E.C., Juan el Bautizante había señalado a Jesús ya ungido con espíritu y había dicho: “¡Miren, el Cordero de Dios!” Y Juan el hijo de Zebedeo siguió a Jesús por esta razón. (Juan 1:36-39) Por consiguiente, sesenta y siete años después, cuando Juan vio y oyó que en una visión inspirada al glorificado Jesucristo se le llamó “el Cordero,” entendió a quién se refería aquello... a nadie sino a Jesucristo, quien, en la Tierra, había sido sacrificado como un cordero inocente sobre el altar de Dios. (Juan 1:29; 1 Pedro 1:18, 19) Muchas veces durante los años 30-33 E.C., Juan había estado de pie con este Cordero simbólico, Jesucristo, en el monte Sión terrestre, la montaña sobre la cual había estado la Jerusalén original. Pero aquella montaña terrestre llegó a ser usada como símbolo de un lugar en el cielo donde tendría su sede o asiento el gobierno mundial mesiánico. ¿Quiénes estarán allí como partícipes con el Cordero Jesucristo en el gobierno mundial celestial? Juan observó el número y dijo:

7 “Y vi, y, ¡miren! el Cordero de pie sobre el monte Sión, y con él ciento cuarenta y cuatro mil que tienen escrito en sus frentes el nombre de él y el nombre de su Padre. Y están cantando como si fuera una canción nueva delante del trono y delante de las cuatro criaturas vivientes y de los ancianos; y nadie pudo aprender esa canción sino los ciento cuarenta y cuatro mil, que han sido comprados de la tierra. Estos son los que no se contaminaron con mujeres; de hecho, son vírgenes. Estos son los que van siguiendo al Cordero no importa adónde vaya. Estos fueron comprados de entre la humanidad como primicias para Dios y para el Cordero, y no se halló en su boca falsedad; son sin tacha.”—Revelación 14:1, 3-5.

8. ¿Qué indicó que los que participarían en el Reino serían pocos?

8 Ah, entonces solo ciento cuarenta y cuatro mil personas fueron ‘compradas de la tierra,’ ‘compradas de entre la humanidad como primicias para Dios y para el Cordero,’ para tener un lugar en el monte Sión gubernamental en los cielos. ¿Qué? ¿Solo 144.000 de entre los miles de millones de personas que han vivido y muerto durante los pasados diecinueve siglos desde los días de los apóstoles de Cristo? ¿Un número tan pequeño, comparativamente, como el de 144.000? ¡Cómo difiere este hecho bíblico de la idea que hay en la cristiandad de que los centenares de millones de miembros de sus iglesias irán al cielo al morir! Recordemos aquí que las “primicias” de una cosecha no son la siembra entera, sino simplemente una pequeña selección de muestra tomada de la siembra entera. Jesús insinuó que habría pocos miembros del Reino cuando dijo a sus discípulos: “No teman, rebaño pequeño, porque su Padre ha aprobado darles el reino. Vendan las cosas que les pertenecen y den dones de misericordia. Háganse bolsas que no se gastan, tesoro en los cielos que nunca falla.”—Lucas 12:32, 33.

ISRAELITAS ESPIRITUALES

9, 10. (a) ¿Con qué tenían que ser sellados los 144.000? (b) ¿De qué nación fueron sellados, y cuántos había en cada división?

9 Ese número comparativamente pequeño, 144.000, no es un cálculo equivocado. Juan lo presentó antes también, en Revelación 7:1-8. Allí se aclara que uno de los requisitos para ser del “rebaño pequeño” de partícipes del Reino es el de ser marcados en la frente con el identificador “sello del Dios vivo,” además de tener escritos en la frente, por decirlo así, el nombre del Cordero y el nombre de su Padre, Jehová Dios. ¿Cuántos satisfacen este requisito, y de qué nación o raza son? El apóstol Juan no nos deja en dudas en cuanto a esto, pues dice:

10 “Y oí el número de los que fueron sellados, ciento cuarenta y cuatro mil, sellados de toda tribu de los hijos de Israel: De la tribu de Judá, doce mil sellados; de la tribu de Rubén, doce mil; de la tribu de Gad, doce mil; de la tribu de Aser, doce mil; de la tribu de Neftalí, doce mil; de la tribu de Manasés, doce mil; de la tribu de Simeón, doce mil; de la tribu de Leví, doce mil; de la tribu de Isacar, doce mil; de la tribu de Zabulón, doce mil; de la tribu de José, doce mil; de la tribu de Benjamín, doce mil sellados.”—Revelación 7:4-8.

11, 12. (a) ¿De qué clase de Israel tienen que ser los 144,000? (b) Según Romanos 9:29 y Rom. 11:5, ¿cuántos judíos naturales calificaron?

11 Los nombres de estas doce tribus difieren de los nombres alistados de las doce tribus originales del Israel natural, según se dan en Génesis 49:3-28. Y correctamente, porque Revelación 7:4-8 presenta los nombres de las tribus del Israel espiritual. Tienen que ser israelitas espirituales si han de estar de pie con el Cordero Jesucristo en el monte Sión celestial. (Revelación 14:1-3; Hebreos 12:22) Aquí tenemos que tomar en consideración las palabras que se dirigen al Cordero Jesucristo, en Revelación 5:9, 10: “Fuiste degollado y con tu sangre compraste para Dios personas de [¿quiénes? ¿Del Israel natural, circunciso? No, sino de] toda tribu y lengua y pueblo y nación, e hiciste que fuesen un reino y sacerdotes para nuestro Dios, y han de gobernar como reyes sobre la tierra.” La historia bíblica muestra que hubo solo un “resto” de judíos según la carne que llegaron a ser cristianos. Fue tal como dijo el apóstol Pablo, un judío cristianizado:

12 “A menos que Jehová de los ejércitos nos hubiese dejado descendencia, hubiéramos venido a ser justamente como Sodoma, y hubiéramos sido hechos justamente como Gomorra.” También: “De esta manera, por lo tanto, también en la época presente ha llegado a haber un resto según una selección que se debe a bondad inmerecida [y no según la descendencia carnal israelita].”—Romanos 9:29; 11:5.

13, 14. (a) ¿Tienen que ser israelitas carnales los 144.000? (b) ¿Hasta qué grado tienen que ser israelitas espirituales?

13 Para que a 144.000 personas “de toda tribu y lengua y pueblo y nación” se les clasificara como “israelitas” tendrían que serlo en sentido figurado, es decir, ser israelitas internamente. Como nos recuerda Romanos 2:29: “Es judío el que lo es por dentro, y su circuncisión es la del corazón por espíritu.”

14 Además, hay otra cosa indispensable que exige que los que participan con Jesucristo en el mando o regir mundial sean israelitas de clase espiritual. Este rasgo indispensable es lo que Jesús llamó a la atención del gobernante judío Nicodemo, al decir: “A menos que uno nazca otra vez, no puede ver el reino de Dios. . . . A menos que uno nazca del agua y del espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que ha nacido de la carne, carne es, y lo que ha nacido del espíritu, espíritu es. . . . Así es todo el que ha nacido del espíritu.” (Juan 3:3-8) Por consiguiente, a los judíos naturales así como a los no judíos que llegan a ser los discípulos dedicados y bautizados de Cristo y a quienes Dios entresaca para que participen con Cristo en el regir mundial Dios los engendra con su espíritu. Todos éstos llegan a ser israelitas espirituales.

15. ¿Quiénes componen ahora el “Israel de Dios”?

15 Por lo tanto podemos comprender que esos cristianos engendrados por espíritu (sacados tanto de entre los judíos como de entre los gentiles) son una “nueva creación.” Estos se comportan según esta “regla” divina, y no según el código de la Ley dado por medio de Moisés en el monte Sinaí, Arabia. Es respecto a esos que pertenecen a esta “nueva creación” que el judío cristianizado Pablo escribe: “Todos los que hayan de andar ordenadamente por esta regla de conducta, sobre ellos sea paz y misericordia, sí, sobre el Israel de Dios.”—Gálatas 6:15, 16.

16. ¿Llegarán a estar los gentiles bajo el mando o regir de un judío en la Jerusalén terrestre?

16 Por consiguiente, es incorrecto, no bíblico, el que alguien alegue que los judíos naturales, circuncisos, “aquello que es Israel según la carne,” han de llegar a ser los gobernantes mundiales en la Tierra con la Jerusalén de la República de Israel como su capital. (1 Corintios 10:18) La gente que ahora pertenece a las naciones gentiles no llegará a estar bajo ningún mando o regir mundial de esos israelitas naturales, circuncisos. Más bien, todas la nacionalidades, incluso los judíos carnales, llegarán a estar bajo el mando mundial de las celestiales “doce tribus” del Israel espiritual, junto con su Rey Jesucristo, al tiempo debido de Dios, dentro de poco.

RESURRECCIÓN PARA EJERCER GOBERNACIÓN EN EL GOBIERNO MUNDIAL

17, 18. ¿Qué predeterminó Dios en cuanto a los que participarán en el regir mundial?

17 Jehová Dios, el Soberano Universal, predestinó o predeterminó la cantidad de los que participarían con Cristo en el mando del Reino sobre toda la Tierra. También predeterminó los requisitos y calificaciones personales para los que son dignos de participar en el regir mundial. Por eso habrá solo 144.000 personas que participen con Jesucristo en el gobierno mundial. Tienen que ser israelitas espirituales. A excepción de su Hijo Jesucristo, Jehová no predestinó o predeterminó a individuos. Más bien, expuso de antemano los requisitos y calificaciones personales para los herederos del Reino. A la luz de esto entendemos Romanos 8:29, 30:

18 “A los que dio su primer reconocimiento también los predeterminó para que fuesen hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que él fuese el primogénito entre muchos hermanos. Además, los que él predeterminó son los que él también llamó; y los que llamó son los que él también declaró ser justos [o, los que justificó]. Finalmente los que él declaró justos son los que él también glorificó.”

19. ¿Qué sufrimientos están predeterminados para los que participarán en el regir mundial?

19 Según los requisitos predeterminados, los que son “hechos conforme a la imagen” del Hijo de Dios tienen que sufrir con él ahora, tal como lo indicó el apóstol Juan en la isla de Patmos. Se requiere que aguanten y perseveren hasta la muerte. Pero para su consuelo el apóstol Pablo escribió: “Fiel es el dicho: Ciertamente si morimos juntos, también viviremos juntos; si seguimos aguantando, también gobernaremos juntos como reyes.” (2 Timoteo 2:11, 12) Y al apóstol Juan en prisión se le instruyó que escribiera lo siguiente a la congregación de Esmirna: “No tengas miedo de las cosas que estás para sufrir. ¡Mira! El Diablo seguirá echando a algunos de ustedes en la prisión para que sean puestos a prueba plenamente, y para que tengan tribulación diez días. Pruébate fiel hasta la misma muerte, y yo te daré la corona de la vida.”—Revelación 2:10.

20, 21. ¿Qué clase de resurrección tiene que ser la de ellos? ¿Por qué?

20 Puesto que los 144.000 israelitas espirituales son los “que han sido comprados de la tierra” y “comprados de entre la humanidad,” su futuro ya no es en la Tierra ni entre la humanidad. Como “primicias para Dios y para el Cordero,” tienen que ser presentados a éstos en el cielo. Por eso la resurrección que los saca de la muerte, hasta la cual han demostrado su fidelidad, tiene que ser a la vida de espíritus en el cielo. De ellos es la resurrección espiritual que se describe en 1 Corintios 15:42-55. (Revelación 14:3, 4) Por sufrir en asociación con Cristo y probar su fidelidad a Dios hasta la muerte, los 144.000 israelitas espirituales son muy altamente recompensados por el Dios que puede resucitar a los muertos. La recompensa o galardón que se ofrece a estos fieles se nos muestra en visión en Revelación 20:4-6. Allí el apóstol Juan, uno que esperaba la misma recompensa celestial, escribe:

21 “Y vi tronos, y hubo quienes se sentaron sobre ellos, y se les dio poder para juzgar. Sí, vi las almas de los que fueron ejecutados con el hacha [¿por qué?] por el testimonio que dieron de Jesús y por hablar acerca de Dios, y a los que no habían adorado ni a la bestia salvaje ni a su imagen y que no habían recibido la marca sobre su frente y sobre su mano. Y llegaron a vivir y gobernaron como reyes con el Cristo por mil años. . . . Esta es la primera resurrección. Feliz y santo es cualquiera que tiene parte en la primera resurrección; sobre éstos no tiene autoridad la muerte segunda, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y gobernarán como reyes con él por los mil años.”

22-24. ¿Cómo es que éstos no adoran a la bestia salvaje ni su imagen?

22 Desde el primer siglo E.C. en adelante hasta ahora, los 144.000 israelitas espirituales, a los cuales se selecciona para regir desde los cielos como reyes con Jesucristo, han rehusado adorar a la “bestia salvaje” simbólica, es decir, la organización política para la gobernación de toda la Tierra por medio de gobiernos humanos. Durante el tiempo de la vida de los israelitas espirituales desde los tiempos apostólicos hasta ahora la Potencia Mundial Romana y la Potencia Mundial Binaria Angloamericana han sido los miembros dominantes de la “bestia salvaje” política, como las últimas dos “cabezas” sobre esta bestia salvaje de siete cabezas.

23 La Potencia Mundial Binaria Angloamericana, la Séptima Potencia Mundial de la profecía bíblica, ha sido la principal en proponer y mantener la “imagen” de la “bestia salvaje.” Esta “imagen” de mando mundial por gobiernos hechos por el hombre fue, primero, la Liga de Naciones o Sociedad de Naciones, y, ahora, es la Organización de las Naciones Unidas, para mantener la paz y seguridad mundial. La Potencia Mundial Binaria Angloamericana fue representada, como recordamos, por el cuerno “pequeño” que tenía ojos y una boca y que estaba sobre la cabeza de la “cuarta bestia” que se vio en la visión de Daniel acerca de las cuatro bestias.

24 El resto fiel de los 144.000 israelitas espirituales ha rehusado adorar a la “bestia salvaje” política por medio de participar en adorar al Estado o cualquiera de sus símbolos. Han rehusado adorar hasta a la “cabeza” más sobresaliente de la “bestia salvaje,” a saber, la Potencia Mundial de Gran Bretaña y los Estados Unidos. Y puesto que rehúsan adorar a la “bestia salvaje” simbólica misma, consistentemente rehúsan adorar su “imagen” como la propuso la Séptima Potencia Mundial, el cuerno “pequeño” que tiene ojos y boca.—Revelación 13:1-17.

25. Por rehusar rendir tal adoración, ¿cómo sufrieron en la I Guerra Mundial?

25 Porque ellos rehusaron adorar al Estado político patrióticamente, el cuerno “pequeño” simbólico, la Potencia Mundial Angloamericana, tomó acción. Hostigó a este resto de “los santos mismos del Supremo,” como lo había predicho Daniel 7:25. Para que se sometiera a prueba la devoción de ellos a Su reino mesiánico que se estableció al fin de los Tiempos de los Gentiles en 1914, el Supremo dio a sus “santos” en las manos del cuerno “pequeño” simbólico “por un tiempo, y tiempos y la mitad de un tiempo,” o tres años y medio, durante la I Guerra Mundial. Pero los sufrimientos que aguantaron entonces y desde ese tiempo los “santos” no han podido obligarlos a transigir.

26. ¿Qué clase de muerte experimentan estos que han de participar en el regir mundial?

26 Los “santos mismos del Supremo” saben que, aun si los hombres les dan muerte por vivir en fidelidad al testimonio que dan del reino mesiánico de Dios, tendrán una resurrección. Su muerte no es “la muerte segunda” de la cual no hay resurrección. (Revelación 2:10, 11; 20:6; 21:8) Cristianos engendrados por espíritu que despliegan tal devoción completa son los que el Dios Altísimo entresaca para que participen con su Hijo Jesucristo en el gobierno mundial que se acerca. ¿Pudieran estar en manos más seguras los intereses de la humanidad que en las de los que son entresacados por Dios? ¡No!

27. ¿Por qué será el gobierno de Dios el mejor que le es posible tener a la humanidad?

27 Por esa poderosa razón todos los que aman la justicia y la incorruptibilidad en el gobierno pueden esperar con placer el regir de mil años del rey Jesucristo y sus 144.000 asociados. Jehová Dios como Soberano Universal se ha propuesto dar a toda la humanidad el mejor gobierno posible para ésta. Será un gobierno mundial sobrehumano, con plenos poderes para deshacer todos los malos efectos de los pasados miles de años de desgobierno e impotencia humanos. Delante de este invencible gobierno mundial la poderosa Séptima Potencia Mundial y todas las demás naciones mundanas dentro de la Organización de las Naciones Unidas y fuera de ella tendrán que inclinarse en derrota y desvanecerse durante la “grande tribulación” tan cercana ahora. Hasta Satanás el Diablo y sus demonios, el poder invisible detrás de la “bestia salvaje” de siete cabezas de gobernación política, hallarán que toda resistencia es inútil. Serán despojados de todo su control mundial invisible y serán aprisionados en un abismo sellado por los mil años del reinado de Cristo y los 144.000 que con él son reyes y sacerdotes.—Revelación 20:1-3.

28. ¿Por qué esperamos con gran deseo y con deleite ese reino como algo muy cercano?

28 Con gran deseo y oración solícita al Señor Soberano Jehová esperamos con placer el cumplimiento de las palabras inspiradoras de confianza del ángel a Daniel: “Y el reino y la gobernación y la grandeza de los reinos bajo todos los cielos fueron dados al pueblo que son los santos del Supremo. Su reino es un reino indefinidamente duradero, y todas las gobernaciones servirán y obedecerán aun a ellos.” (Daniel 7:27) Ahora tiene que estar muy cerca el tiempo en que Jehová dará la gobernación mundial a Jesucristo y a todos Sus otros “santos.” Por más de mil novecientos cuarenta años desde el Pentecostés de 33 E.C., Jehová ha estado entresacando a los 144.000 que estarán asociados con su Santo Hijo Jesús el Mesías en el regir del Reino sobre toda la Tierra. Para ahora tenemos que estar viviendo en los días del resto final de ese cuerpo selecto de 144.000 “santos.” También han pasado más de sesenta años desde que terminaron los Tiempos de los Gentiles en octubre de 1914. Por lo tanto debe estar cerca el tiempo en el cual el Rey celestial instalado, Jesucristo, ha de hacer añicos a las naciones en el mayor tiempo de angustia de la humanidad.—Salmo 2:5-9.

29. ¿Por qué deseamos pasar con vida a través del “tiempo del fin” de las naciones?

29 ¡Ya está por terminar el “tiempo del fin” para las naciones! Que eso jamás signifique el fin de nosotros personalmente junto con esas naciones mundanas. (Revelación 19:11-21) Que diariamente cumplamos con nuestras obligaciones al Señor Soberano Jehová Dios para que, si él lo desea, podamos sobrevivir para entrar en el milenio del regir mundial de Cristo.

[Preguntas del estudio]