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Ejecución

Ejecución

Para que tengan fuerza y valor, las leyes, mandamientos y comisiones deben imponerse de forma legal. La ejecución es un medio de poner en vigor las penas que se imponen por violar las leyes, en especial la pena de muerte. La Ley Suprema no solo tiene un Poder Legislativo, sino también un Poder Ejecutivo: “Jehová es nuestro Juez, Jehová es nuestro Dador de Estatutos, Jehová es nuestro Rey”. “Uno solo hay que es legislador y juez.” (Isa 33:22; Snt 4:12.) En consecuencia, Jehová mismo ejecuta juicio y venganza sobre los que violan Su ley. (Éx 12:12; Dt 10:17, 18; Eze 25:11-17; 2Te 1:6-9; Jud 14, 15.)

Jehová también ha delegado en otros cierto poder de ejecución. Por ejemplo: “Su sangre de sus almas la reclamaré. [...] De la mano de cada uno que es su hermano, reclamaré el alma del hombre. Cualquiera que derrame la sangre del hombre, por el hombre será derramada su propia sangre, porque a la imagen de Dios hizo él al hombre”. (Gé 9:5, 6.) En este sentido, “el vengador de la sangre” debía afrontar cierta responsabilidad como ejecutor. (Nú 35:19; véase VENGADOR DE LA SANGRE.) En determinadas circunstancias, la autoridad de ejecución recaía sobre los sacerdotes de Israel (Nú 5:15-31) o en la entera congregación, en cuyo caso los testigos presenciales debían comenzar la ejecución del ofensor. (Le 24:14-16; Dt 17:2-7.) También tenían la prerrogativa de ejecutar los jueces y los reyes, así como las personas a quienes ellos designaban. (Jue 8:20, 21; 2Sa 1:15; 1Cr 14:16; 2Re 9:6-9; 10:24-28; Jer 21:12; 22:3.)

En la antigüedad, los gobernantes se rodeaban de una guardia personal a la que podían confiar la ejecución de sus edictos. Potifar ejercía esta función (Gé 37:36; 41:12), y fue uno de los guardias personales de Herodes quien decapitó a Juan el Bautista. (Mr 6:27.)

En Israel se ejecutaba a los condenados a muerte lapidándolos o a espada. (Le 20:2; 2Sa 1:15.) El Rey Mesiánico de Jehová, el Señor Jesucristo, y otros de sus leales asociados celestiales, han recibido autoridad del “Juez de toda la tierra” para servir de ejecutores legales. (Gé 18:25; Sl 149:6-9; Rev 12:7-9; 19:11-16; 20:1-3.)