Horno
Cámara en donde se someten los alimentos a la acción de un calor intenso para asarlos o cocerlos. Los hebreos y otros pueblos utilizaron varios tipos de hornos. (GRABADO, vol. 2, pág. 952.)
En el Oriente Medio se han utilizado hasta tiempos modernos hornos de tamaño considerable, que consistían en un agujero redondo en el suelo, algunos de hasta casi dos metros de profundidad y un metro de diámetro. En un horno de este tamaño era posible asar una oveja entera suspendiéndola sobre las piedras calientes o brasas.
En tiempos bíblicos se utilizaba el horno en forma de cuenco, que probablemente era similar al empleado por los campesinos palestinos en la actualidad. Se coloca un gran cuenco de barro boca abajo encima de pequeñas piedras sobre las que está el pan, y este se cuece. El cuenco se calienta quemando combustible amontonado sobre él y a su alrededor.
Probablemente todo hogar hebreo tenía un horno en forma de tinaja, un tipo de horno portátil que todavía se utiliza en Palestina: era una gran tinaja de barro, de casi un metro de alto, con una abertura en la parte superior y que se ensanchaba en la parte inferior. Para calentarlo se quemaba dentro combustible (madera o hierba), y luego se quitaban las cenizas por un agujero provisto para ese propósito. La parte superior estaba cerrada, y cuando la tinaja alcanzaba la temperatura suficiente, se extendía la masa por el interior o el exterior. El pan que se cocía de esta manera era muy delgado.
Los arqueólogos han desenterrado muchísimos hoyos que servían de hornos. Estos hornos, que debían ser una derivación posterior de aquellos que tenían forma de tinaja, tenían una parte enterrada en el suelo. Estaban construidos de barro y totalmente enlucidos. Se estrechaban en la parte superior, y el combustible se quemaba dentro. Hay monumentos y pinturas que muestran que los egipcios colocaban la masa en la parte exterior de estos hornos. En esta clase de horno, que también servía para asar carne, los hebreos tal vez hayan empleado ramitas o hierba seca como combustible. (Compárese con Mt 6:30.)
Los hornos para cocer que usan los campesinos palestinos hoy día difieren poco de los que se han hallado en ruinas antiguas, o de los representados en los relieves y las pinturas asirias y egipcias. En la antigua Caldea los hornos estaban en los patios de las casas, y hoy se pueden hallar en pequeñas tahonas en patios de casas privadas, aunque también pueden estar agrupados en alguna parte de la aldea. Todavía se utilizan grandes hornos públicos.
Los hornos domésticos eran comunes en Egipto entre los israelitas y los egipcios. Por ello se dice que durante la segunda plaga las ranas incluso entraron en sus hornos y artesas. (Éx 8:3.)
“La Torre de los Hornos de Cocer” de Jerusalén se reparó bajo la dirección de Nehemías durante la restauración de los muros de la ciudad. (Ne 3:11; 12:38.) El origen del nombre es incierto, pero se ha comentado que la torre se llamó así debido a que en sus cercanías había hornos comerciales.
Uso ilustrativo. En Levítico 26:26 se hace referencia al horno en una expresión que denota escasez: “Cuando yo [Jehová] les haya quebrado las varas alrededor de las cuales se suspenden panes anulares, entonces diez mujeres realmente cocerán el pan de ustedes en un solo horno y les devolverán su pan por peso; y ustedes tendrán que comer, pero no quedarán satisfechos”. En condiciones normales cada mujer necesitaría un horno para cocer el pan del día. Sin embargo, Levítico 26:26 predijo un tiempo en el que habría tan poco alimento, que un solo horno bastaría para cocer el pan de diez mujeres. Y Oseas 7:4-7 compara a los israelitas adúlteros con un horno de panadero, tal vez debido a los deseos inicuos que ardían dentro de ellos.