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Jah

Jah

Abreviamiento poético de Jehová, el nombre del Dios Altísimo (Éx 15:1, 2), que se representa por la primera mitad del Tetragrámaton hebreo יהוה (YHWH), a saber, las letras yohdh (י) y heʼ (ה), décima y quinta, respectivamente, del alfabeto hebreo.

El término Jah aparece 50 veces en las Escrituras Hebreas: 26 solo y 24 en la expresión “Aleluya”, que significa literalmente “alaben a Jah”. Algunas traducciones, como la Versión Popular, no reflejan en absoluto la existencia de la expresión “Jah” en el texto original. Otras la reflejan únicamente en la forma “Aleluya” (MK, NBE, TA, VP). Aún otras (aparte de los casos en que utilizan “Aleluya”) generalmente la sustituyen por Jehová o Yahveh, y utilizan “Yah” en contadas ocasiones (Mod, 7 veces; BJ, 1 vez). La Versión Valera (revisión de 1989) sustituye “Jah” por “Jehovah”, aunque en las notas explica que en el texto original aparece la forma “Jah”, y mantiene la forma “Aleluya”. En Bover-Cantera se sustituye 1 vez por “Yahveh” y 2 veces se elimina, y de las restantes, 24 veces aparece como “Yah” y 23 dentro de la expresión “Aleluya”. La Traducción del Nuevo Mundo conserva las 50 ocasiones en las que aparece Jah o Yah.

En las Escrituras Griegas Cristianas, “Jah” aparece 4 veces en la expresión “Aleluya”. (Rev 19:1, 3, 4, 6.) La mayoría de las Biblias se limitan a transcribir esta expresión griega y no la traducen; sin embargo, en la Traducción del Nuevo Mundo leemos: “¡Alaben a Jah!”.

“Jah” no puede ser una forma primitiva del nombre divino que se usara antes del Tetragrámaton. El nombre Jehová aparece en su forma completa, 165 veces en el libro de Génesis, según el texto masorético; sin embargo, la forma abreviada no se encuentra hasta después del éxodo. (Éx 15:2.)

Normalmente, el monosílabo Jah forma parte de las expresiones más conmovedoras de alabanza, cántico, oración y ruego. Este término se halla a menudo en los pasajes que relatan el regocijo que produce una victoria o una liberación, o cuando hay un reconocimiento de la mano poderosa y la fuerza de Dios. En este sentido, el registro bíblico nos proporciona abundantes ejemplos. Así, la frase: “¡Alaben a Jah!” (Aleluya) aparece en el libro de los Salmos como una doxología, es decir, como una expresión de alabanza a Dios. La primera de estas alabanzas se encuentra en el Salmo 104:35. En algunos salmos puede que solo esté al principio (Sl 111; 112); esporádicamente, en medio de la composición (135:3); a veces, solo al final (Sl 104; 105; 115–117); pero a menudo, tanto al principio como al final del salmo (Sl 106; 113; 135; 146–150). En el libro de Revelación los seres celestiales alaban a Jehová con esta expresión en repetidas ocasiones. (Rev 19:1-6.)

El resto de los pasajes en los que aparece “Jah” también denotan exaltación, tanto en las canciones como en las peticiones a Jehová. Por ejemplo, en la canción de liberación de Moisés (Éx 15:2), y en el registro de Isaías, en donde se consigue doble énfasis al combinar los dos nombres: “Jah Jehová”. (Isa 12:2; 26:4.) Después de haber sido sanado milagrosamente cuando estaba a punto de morir, Ezequías expresó con júbilo poético la intensidad de sus sentimientos repitiendo la expresión Jah. (Isa 38:9, 11.) En la Biblia se hace un contraste entre los muertos, que no alaban a Jah, y aquellos que están resueltos a vivir para Su alabanza. (Sl 115:17, 18; 118:17-19.) Otros salmos también expresan aprecio a Jah por su liberación, protección y corrección. (Sl 94:12; 118:5, 14.)