INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA
Las naciones que ocupaban la tierra que Dios le dio a Israel
CUANDO Jehová le dio a Israel la tierra que le había prometido a Abrahán, la ocupaban naciones de moral degradada. La Biblia informa con franqueza que Dios decretó la destrucción de esas naciones y que designó a los israelitas para llevar a cabo su ejecución. (Dt 7:2.) Muchas personas han criticado esa decisión. Otras, en cambio, reconocen con humildad que no les concierne a los humanos imperfectos juzgar a Dios (compárese con Eze 18:29) y más bien desean comprender Sus decisiones. ¿Qué se puede aprender?
Este registro muestra con claridad que todas las personas han de rendir cuentas al Creador de la humanidad, Jehová Dios, independientemente de que profesen creer en Él o no. Indica que Dios es paciente, pero que no cierra los ojos a la maldad. (Gé 15:16.) Revela que para Jehová los padres son responsables de sus hijos menores, de modo que aquellos no pueden pensar que sus acciones solo les afectan a ellos mismos. (Dt 30:19; Jos 10:40.) También enseña que los que se vuelven de su mal proceder y adoran a Jehová pueden salvarse de la destrucción. (Jos 6:25; 9:3–10:11.)
La Biblia identifica con claridad las prácticas perversas de los habitantes de Canaán. La obra Compendio Manual de la Biblia (de Henry H. Halley, 1985, pág. 157) dice: “Los arqueólogos que cavan en las ruinas de las ciudades cananeas se preguntan por qué Dios no las destruyó mucho antes”. La lección es obvia: Jehová no tolera la maldad indefinidamente.