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Saltamontes

Saltamontes

(heb. ja·gháv).

No se sabe con seguridad qué insecto o insectos designa la palabra hebrea ja·gháv. Por otra parte, como en Levítico 11:22 se menciona a la langosta en su estado alado y completamente desarrollado (heb. ʼar·béh) junto con el ja·gháv (como insectos limpios para alimento), puede ser que este se refiera a un insecto saltador y no volador. (Véase NM, nota.)

La denominación “saltamontes” se aplica a cualquiera de los muchos insectos saltadores de la familia de los acrídidos (que incluye la langosta migratoria y los saltamontes de antenas cortas), así como a los de la familia de los tettigonias (en el que se encuentran los saltamontes de antenas largas).

Además de incluir al saltamontes entre los insectos limpios para alimento y hacer referencia a su poder destructivo para la vegetación (2Cr 7:13), se le emplea en las Escrituras a modo de ilustración: los espías israelitas infieles informaron que parecían saltamontes en comparación con el tamaño de los habitantes de Canaán. (Nú 13:33.) Debido a la grandeza de Jehová, desde Su punto de vista los hombres, en especial los que se oponen a Él, son como saltamontes. (Isa 40:22.) Por otra parte, cuando el congregador describe las dificultades de la edad avanzada, habla del saltamontes que se arrastra, debido a la apariencia encorvada, rígida y con los codos hacia atrás de la persona de edad avanzada. (Ec 12:5; véase LANGOSTA.)