Ir al contenido

Ir al índice

Subidas, Las

Subidas, Las

La expresión hebrea Schir ham·ma·ʽalóhth, que constituye el encabezamiento de quince salmos (Sl 120-134), se ha traducido por “Canto de peregrinación” (LT), “Cántico [o, Canto] de ascenso gradual” (BAS; Val, 1989), “Cántico [o, Canto] de las ascensiones” (Ga, MK, PIB), “Cántico [o, Canto] gradual” (NC, SA, Str, Val), “Cántico [o, Canción] de las gradas” (Fer; Val, 1602) “Canción de los Escalones” (NM, Sl 120: encab., nota) y “Canción [o, Cantar] de las Subidas” (CB, CI, DK, EMN, Mod, NM). Cuatro de estos salmos se atribuyen a David y uno a Salomón. El significado de los encabezamientos es un tema debatido.

En un tiempo la tradición judía (La Misná, Middot 2:5) sostenía que los levitas cantaban esas quince canciones mientras subían las quince gradas que llevaban del atrio de las mujeres al atrio de Israel en el templo de Jerusalén, pero en la actualidad ese punto de vista por lo general se ha abandonado. Algunos opinan que esta frase alude al contenido exaltado de estos salmos, si bien parece haber poca razón para elevarlos por encima de los demás salmos inspirados. La mayoría de los comentaristas creen que este título tiene su origen en que los adoradores israelitas utilizaban estos salmos mientras viajaban o ascendían con regocijo a la elevada ciudad de Jerusalén, que se hallaba sobre las montañas de Judá, con motivo de las tres fiestas anuales. (Dt 12:5-7; 16:16; Sl 42:4; Isa 30:29.) La palabra ma·ʽaláh se utiliza de forma similar en Esdras 7:9, donde se alude a la “subida” de los israelitas desde Babilonia hasta Jerusalén tras el exilio. Aunque las expresiones del Salmo 122:1-4 se conforman bien a este punto de vista, el contenido de los demás salmos de este grupo es de naturaleza tan variada que deja el asunto sin resolver.