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Confesión

Confesión

Definición: Una declaración o reconocimiento, sea en público o en privado, 1) de las creencias de la persona o 2) de sus pecados.

¿Es bíblico el rito de la reconciliación, que incluye la confesión auricular (confesión personal al oído de un sacerdote), como lo enseña la Iglesia Católica?

El modo de dirigirse al sacerdote

La fórmula tradicional, que todavía se usa a menudo, es: “Perdóneme, Padre, porque he pecado. Han pasado [lapso de tiempo] desde la última vez que me confesé”.

Mat. 23:1, 9, BJ: “Jesús [...] [les dijo]: Ni llaméis a nadie ‘Padre’ vuestro en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre: el del cielo [...].”

Los pecados que pueden ser perdonados

“La Iglesia siempre ha enseñado que todo pecado, no importa cuán grave sea, puede ser perdonado.” (The Catholic Encyclopedia, con el nihil obstat y el imprimátur, R. C. Broderick, Nashville, Tenn., 1976, pág. 554.)

Heb. 10:26, BJ: “Porque si voluntariamente pecamos después de haber recibido el pleno conocimiento de la verdad, ya no queda sacrificio por los pecados.”

Mar. 3:29, BJ: “Pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tendrá perdón nunca, antes bien, será reo de pecado eterno.”

Cómo se ha de manifestar la penitencia

A menudo el confesor manda al penitente a rezar una cantidad determinada de “padrenuestros” y “avemarías”.

Mat. 6:7, FF: “Cuando estéis rezando, no repitáis muchas palabras inútiles, como los gentiles, que piensan que, por hablar mucho, Dios les va a escuchar.”

Mat. 6:9-12, BJ: “Vosotros, pues, orad así: Padre nuestro que estás en los cielos [...] perdónanos nuestras deudas.” (En ninguna parte de la Biblia se nos manda que oremos a María, ni por medio de ella. Véase Filipenses 4:6; también la página 232, en la sección “María”.)

Rom. 12:9, BJ: “Vuestra caridad sea sin fingimiento; detestando el mal, adhiriéndoos al bien.”

¿No autorizó Jesús a sus apóstoles a perdonar pecados?

Juan 20:21-23, BJ: “‘Como el Padre me envió, también yo os envío.’ Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: ‘Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.’”

¿Qué entendieron los apóstoles por estas palabras, y cómo las aplicaron? En la Biblia no se menciona ni un solo caso de que uno de los apóstoles haya escuchado una confesión privada y entonces haya pronunciado la absolución. Sin embargo, en la Biblia se establecen los requisitos para que uno sea perdonado por Dios. Los apóstoles, bajo la dirección del espíritu santo, podían discernir si las personas satisfacían esos requisitos y podían, sobre esa base, declarar que Dios las había perdonado o no las había perdonado. Pueden verse algunos ejemplos en Hechos 5:1-11, también 1 Corintios 5:1-5 y 2 Corintios 2:6-8.

Véase también la sección titulada “Sucesión apostólica”.

Los doctos tienen distintos puntos de vista sobre el origen de la confesión auricular

The Catholic Encyclopedia, por R. C. Broderick, declara: “Desde el cuarto siglo la confesión auricular ha sido el método aceptado” (pág. 58).

La New Catholic Encyclopedia dice: “Muchos historiadores contemporáneos, tanto católicos como protestantes, han hallado que la práctica de la penitencia privada como disciplina normal se originó en las iglesias de Irlanda, Gales y Gran Bretaña, en las que el abad de un monasterio, y sus sacerdotes-monjes, por lo general administraban los sacramentos, incluso la penitencia. Parece que, utilizando como modelo la práctica monástica de la confesión y de la instrucción pública y privada, se inició entre los legos la confesión repetida y la confesión de devoción. [...] Sin embargo, no fue sino hasta el siglo XI cuando se comenzó a absolver de pecados secretos a la persona en el momento de la confesión y antes que se cumpliera la penitencia” (1967, tomo XI, pág. 75).

El historiador A. H. Sayce declara: “Los textos de los ritos muestran que tanto la confesión pública como la privada se practicaban en Babilonia. De hecho, la confesión privada parece haber sido el método acostumbrado y más común” (The Religions of Ancient Egypt and Babylonia [Las religiones de Egipto y Babilonia antiguos], Edimburgo, 1902, pág. 497).

¿Cuáles son las creencias de los testigos de Jehová en cuanto a la confesión?

Confesión de fe mediante declaración pública

Rom. 10:9, 10: “Si declaras públicamente aquella ‘palabra en tu propia boca,’ que Jesús es Señor, y ejerces fe en tu corazón en que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se ejerce fe para justicia, pero con la boca se hace declaración pública para salvación.”

Mat. 10:32, 33: “Todo aquel, pues, que confiese unión conmigo [Jesucristo] delante de los hombres, yo también confesaré unión con él delante de mi Padre que está en los cielos; pero cualquiera que me repudie delante de los hombres, yo también lo repudiaré delante de mi Padre que está en los cielos.”

Cuando alguien peca contra Dios

Mat. 6:6-12: “Cuando ores, entra en tu cuarto privado y, después de cerrar tu puerta, ora a tu Padre que está en lo secreto [...] ‘Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre [...] y perdónanos nuestras deudas, como nosotros también hemos perdonado a nuestros deudores.’”

Sal. 32:5: “Por fin te confesé [a Dios] mi pecado, y no encubrí mi error. Dije: ‘Haré confesión acerca de mis transgresiones a Jehová.’ Y tú mismo perdonaste el error de mis pecados.”

1 Juan 2:1: “Si alguno comete un pecado, tenemos un ayudante para con el Padre, a Jesucristo, uno que es justo.”

Cuando uno comete un mal contra su semejante, o alguien ha cometido un mal contra uno

Mat. 5:23, 24: “Si, pues, traes tu don al altar y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu don allí enfrente del altar, y vete; primero haz las paces con tu hermano, y luego, cuando hayas vuelto, ofrece tu don.”

Mat. 18:15: “Si tu hermano comete un pecado, ve y pon al descubierto su culpa entre ti y él a solas.”

Luc. 17:3: “Si tu hermano comete un pecado, dale una reprensión; y si se arrepiente, perdónalo.”

Efe. 4:32: “Háganse bondadosos los unos con los otros, tiernamente compasivos, libremente perdonándose unos a otros así como Dios también por Cristo libremente los perdonó a ustedes.”

Si alguien se envuelve en la comisión de un mal grave y desea ayuda espiritual

Sant. 5:14-16: “¿Hay alguno enfermo [en sentido espiritual] entre ustedes? Que mande llamar a los ancianos de la congregación, y que ellos oren sobre él, untándolo con aceite en el nombre de Jehová. Y la oración de fe sanará al indispuesto, y Jehová lo levantará. También, si hubiere cometido pecados, se le perdonará [por parte de Dios]. Por lo tanto confiesen abiertamente sus pecados los unos a los otros y oren los unos por los otros, para que sean sanados.”

Pro. 28:13: “El que está encubriendo sus transgresiones no tendrá éxito, pero al que las está confesando y dejando se le mostrará misericordia.”

¿Qué hay si los que cometen ciertos pecados no buscan ayuda?

Gál. 6:1: “Hermanos, aun cuando un hombre da algún paso en falso antes de darse cuenta de ello, ustedes que tienen las debidas cualidades espirituales traten de reajustar a tal hombre con espíritu de apacibilidad, a la vez que tú te vigilas, cada uno, por temor de que tú también seas tentado.”

1 Tim. 5:20: “Censura delante de todos los presentes [o sea, de los que personalmente estén enterados del asunto] a las personas que practican el pecado, para que los demás también tengan temor.”

1 Cor. 5:11-13: “Cesen de mezclarse en la compañía de cualquiera que llamándose hermano sea fornicador, o avariento, o idólatra, o injuriador, o borracho, o que practique extorsión, ni siquiera comiendo con tal hombre. [...] ‘Remuevan al hombre inicuo de entre ustedes mismos.’”