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Reino

Reino

Definición: El Reino de Dios es la expresión de la soberanía universal de Jehová respecto a sus criaturas, o los medios que él usa para expresar esa soberanía. Este término se usa particularmente para designar la manifestación de la soberanía de Dios mediante el gobierno real encabezado por su Hijo, Jesucristo. “Reino” puede referirse a la gobernación del que ha sido ungido para ser Rey, o al dominio terrestre sobre el cual rige ese gobierno celestial.

¿Es el Reino de Dios realmente un gobierno?

¿O es, en vez de eso, una condición en el corazón de los hombres?

Luc. 17:21, VV (1904): “Ni dirán: Héle aquí, ó héle allí; porque, he aquí, el reino de Dios dentro de vosotros está [también NC (1972), VM; pero “entre vosotros” en BJ, VV (1960), FS; “en medio de vosotros”, Str.]. (Note que, como muestra el versículo 20, Jesús estaba hablando a los fariseos, cuya hipocresía también denunció, de modo que no pudo haber querido decir que el Reino estaba en el corazón de ellos. Más bien, el Reino, representado en Cristo, se hallaba en medio de ellos. Por tanto The Emphatic Diaglott dice: “La majestad real de Dios está entre ustedes”.)

¿Dice realmente la Biblia que el Reino de Dios sea un gobierno?

Isa. 9:6, 7, BD: “Nos ha nacido un niño, se nos ha dado un hijo; y Él tendrá el gobierno [“poder de gobernar”, VP; “dominio”, VM; “gobierno principesco”, NM] sobre su hombro. Estos serán sus reales títulos: ‘Admirable’, ‘Consejero’, ‘Dios Poderoso’, ‘Padre Eterno’, ‘Príncipe de Paz’. Su siempre creciente y pacífico reinado no acabará jamás.”

¿Quiénes son los gobernantes en el Reino?

Rev. 15:3: “Grandes y maravillosas son tus obras, Jehová Dios, el Todopoderoso. Justos y verdaderos son tus caminos, Rey de la eternidad.”

Dan. 7:13, 14: “Con las nubes de los cielos sucedía que venía alguien como un hijo del hombre [Jesucristo; véase Marcos 14:61, 62]; y al Anciano de Días [Jehová Dios] obtuvo acceso, y lo presentaron cerca, aun delante, de Aquél. Y a él [Jesucristo] fueron dados gobernación y dignidad y reino, para que los pueblos, grupos nacionales y lenguajes todos le sirvieran aun a él.”

Rev. 5:9, 10: “Fuiste [Jesucristo] degollado y con tu sangre compraste para Dios personas de toda tribu y lengua y pueblo y nación, e hiciste que fuesen un reino y sacerdotes para nuestro Dios, y han de gobernar como reyes sobre la tierra.” (En Revelación 14:1-3 se dice que los que son “comprados de la tierra” para que sean gobernantes con el Cordero en el monte Sión celestial son 144.000.)

¿Qué efecto tendrá este Reino en los gobiernos humanos?

Dan. 2:44: “En los días de aquellos reyes el Dios del cielo establecerá un reino que nunca será reducido a ruinas. Y el reino mismo no será pasado a ningún otro pueblo. Triturará y pondrá fin a todos estos reinos, y él mismo subsistirá hasta tiempos indefinidos.”

Sal. 2:8, 9: “Pídeme, para que yo dé naciones por herencia tuya y los cabos de la tierra por posesión tuya propia. Las quebrarás con cetro de hierro, como si fueran vaso de alfarero las harás añicos.”

¿Qué logrará el Reino de Dios?

Santificar el nombre de Jehová y apoyar su soberanía

Mat. 6:9, 10: “Ustedes, pues, tienen que orar de esta manera: ‘Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino.’” (Aquí la santificación del nombre de Dios está estrechamente relacionada con la venida de Su Reino.)

Eze. 38:23: “Ciertamente me engrandeceré y me santificaré y me daré a conocer delante de los ojos de muchas naciones; y tendrán que saber que yo soy Jehová.” (El nombre de Dios será limpiado de todo oprobio; será tratado como santo y merecedor de respeto, y todos los que vivan serán personas que de buena gana apoyen la soberanía de Jehová y se deleiten en hacer Su voluntad. De dicha santificación del nombre de Jehová dependen la paz y el bienestar de todo el universo.)

Poner fin a la gobernación de Satanás sobre el mundo, la cual ha sido tolerada hasta ahora

Rev. 20:2, 3: “[El rey celestial, Jesucristo] prendió al dragón, la serpiente original, que es el Diablo y Satanás, y lo ató por mil años. Y lo arrojó al abismo y lo cerró y lo selló sobre él, para que no extraviase más a las naciones hasta que terminasen los mil años. Después de estas cosas tiene que ser desatado por un poco de tiempo.” (Así se librará a la humanidad de la influencia satánica que tantas dificultades ha traído para la gente que quiere hacer lo correcto. Habrá desaparecido la influencia diabólica que ha causado actos sumamente inhumanos y la influencia demoníaca que ha llenado de temor la vida de muchas personas.)

Unificar a toda la creación en la adoración del único Dios verdadero

Rev. 5:13; 15:3, 4: “Y a toda criatura que está en el cielo y en la tierra y debajo de la tierra y sobre el mar, y a todas las cosas que hay en ellos, les oí decir: ‘Al que está sentado en el trono [Jehová Dios] y al Cordero [Jesucristo] sea la bendición y la honra y la gloria y la potencia para siempre jamás.’” “Grandes y maravillosas son tus obras, Jehová Dios, el Todopoderoso. Justos y verdaderos son tus caminos, Rey de la eternidad. ¿Quién no te temerá verdaderamente, Jehová, y glorificará tu nombre, porque solo tú eres leal? Porque todas las naciones vendrán y adorarán delante de ti, porque tus justos decretos han sido manifestados.”

Hacer que la humanidad vuelva a estar en relación armoniosa con Dios

Rom. 8:19-21: “La expectativa ansiosa de la creación [la humanidad] aguarda la revelación de los hijos de Dios [la prueba de que los que han sido levantados a vida celestial con Jesucristo han comenzado sus funciones como gobernantes]. Porque la creación fue sujetada a futilidad, no de su propia voluntad, sino por aquel que la sujetó, sobre la base de la esperanza de que la creación misma [la humanidad en general] también será libertada de la esclavitud a la corrupción y tendrá la gloriosa libertad de los hijos de Dios.”

Librar a la humanidad de toda amenaza de guerra

Sal. 46:8, 9: “Vengan, contemplen las actividades de Jehová, cómo ha establecido acontecimientos pasmosos en la tierra. Está haciendo cesar las guerras hasta la extremidad de la tierra.”

Isa. 2:4: “Tendrán que batir sus espadas en rejas de arado y sus lanzas en podaderas. No alzará espada nación contra nación, ni aprenderán más la guerra.”

Quitar de la Tierra a los gobernantes corruptos y la opresión

Sal. 110:5: “Jehová mismo a tu diestra ciertamente hará pedazos a reyes en el día de su cólera.”

Sal. 72:12-14: “Él [el Rey Mesiánico de Jehová] librará al pobre que clama por auxilio, también al afligido y a cualquiera que no tiene ayudador. Le tendrá lástima al de condición humilde y al pobre, y las almas de los pobres salvará. De la opresión y de la violencia les redimirá el alma, y la sangre de ellos será preciosa a sus ojos.”

Suministrar alimento en abundancia para toda la humanidad

Sal. 72:16: “Llegará a haber abundancia de grano en la tierra; en la cima de las montañas habrá sobreabundancia.”

Isa. 25:6: “Jehová de los ejércitos ciertamente hará para todos los pueblos, en esta montaña [en el monte Sión celestial, la sede del Reino de Dios, se hará provisión para sus súbditos terrestres], un banquete de platos con mucho aceite, un banquete de vino mantenido sobre las heces, de platos con mucho aceite llenos de médula, de vino mantenido sobre las heces, filtrado.”

Eliminar toda clase de enfermedad e incapacidad física o mental

Luc. 7:22; 9:11: “Vayan, informen a Juan lo que vieron y oyeron: los ciegos reciben la vista, los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos son levantados, a los pobres se les dicen las buenas nuevas.” “[Jesucristo] los recibió amablemente y se puso a hablarles del reino de Dios, y sanó a los que tenían necesidad de curación.” (Así Jesucristo demostró lo que él, como rey celestial, hará por la humanidad.)

Proveer hogares adecuados para todos

Isa. 65:21, 22: “Ciertamente edificarán casas, y las ocuparán; y ciertamente plantarán viñas y comerán su fruto. No edificarán y otro lo ocupará; no plantarán y otro lo comerá.”

Asegurar que todos tengan trabajo satisfaciente

Isa. 65:23: “No será para nada que se afanarán, ni darán a luz para disturbio; porque son la prole que está compuesta de los escogidos de Jehová, y sus descendientes con ellos.”

Garantizar la seguridad, librar de peligro a la persona y su propiedad

Miq. 4:4: “Realmente se sentarán, cada uno debajo de su vid y debajo de su higuera, y no habrá nadie que los haga temblar; porque la boca misma de Jehová de los ejércitos lo ha hablado.”

Sal. 37:10, 11: “Solo un poco más de tiempo, y el inicuo ya no será; y ciertamente darás atención a su lugar, y él no será. Pero los mansos mismos poseerán la tierra, y verdaderamente hallarán su deleite exquisito en la abundancia de paz.”

Hacer que reine la justicia y la rectitud

2 Ped. 3:13: “Hay nuevos cielos y una nueva tierra que esperamos según su promesa, y en éstos la justicia habrá de morar.”

Isa. 11:3-5: “Él [el Rey Mesiánico] no juzgará por la mera apariencia de las cosas a sus ojos, ni censurará simplemente según lo que oigan sus oídos. Y con justicia tiene que juzgar a los de condición humilde, y con rectitud tiene que administrar censura a favor de los mansos de la tierra. [...] Y la justicia tiene que resultar ser el cinto de sus caderas, y la fidelidad el cinto de sus lomos.”

Proteger a la humanidad de todo daño que pudieran causar fuerzas naturales

Mar. 4:37-41: “Ahora bien, estalló una grande y violenta tempestad de viento, y las olas seguían lanzándose dentro de la barca, de modo que faltaba poco para que la barca se llenara. [...] Con eso él [Jesús] se despertó y reprendió al viento y dijo al mar: ‘¡Silencio! ¡Calla!’ Y el viento se apaciguó, y sobrevino una gran calma. [...] Pero ellos sintieron un temor extraordinario, y se decían unos a otros: ‘¿Quién realmente es éste, porque aun el viento y el mar le obedecen?’” (Así que Cristo demostró el poder que, como Rey celestial, ejercerá sobre los elementos naturales.)

Resucitar a los muertos

Juan 5:28, 29: “No se maravillen de esto, porque viene la hora en que todos los que están en las tumbas conmemorativas oirán su voz [la voz de Cristo el Rey] y saldrán.”

Rev. 20:12: “Vi a los muertos, los grandes y los pequeños, de pie delante del trono, y se abrieron rollos. Pero se abrió otro rollo; es el rollo de la vida. Y los muertos fueron juzgados de acuerdo con las cosas escritas en los rollos según sus hechos [los que efectuaron después de su resurrección; compárese con Romanos 6:7].”

Eliminar toda muerte que se deba a la herencia del pecado adámico

Isa. 25:8: “Se tragará a la muerte para siempre y el Señor Soberano Jehová ciertamente limpiará las lágrimas de todo rostro.”

Rev. 21:4: “Él limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores han pasado.”

Proveer un mundo en el cual las personas se amen genuinamente unas a otras

Juan 13:35: “En esto todos conocerán que ustedes son mis discípulos [por consiguiente encaminados a estar asociados con Jesús en el Reino celestial o ser los súbditos terrestres de ese Reino], si tienen amor entre ustedes mismos.”

Poner a los animales y los humanos en relación armoniosa entre sí

Isa. 11:6-9: “El lobo realmente morará por un tiempo con el cordero, y el leopardo mismo se echará con el cabrito, y el becerro y el leoncillo crinado y el animal bien alimentado todos juntos; y un simple muchachito será guía sobre ellos. Y la vaca y la osa mismas pacerán; sus crías se echarán juntas. Y hasta el león comerá paja justamente como el toro. Y el niño de pecho ciertamente jugará sobre el agujero de la cobra; y sobre la abertura para la luz de una culebra venenosa realmente pondrá su propia mano un niño destetado. No harán ningún daño ni causarán ninguna ruina en toda mi santa montaña.” (También Isaías 65:25.)

Oseas 2:18: “Para ellos ciertamente celebraré un pacto en aquel día en conexión con la bestia salvaje del campo y con la criatura volátil de los cielos y la cosa que se arrastra del suelo, [...] y sí haré que se acuesten en seguridad.”

Hacer de la Tierra un paraíso

Luc. 23:43: “Verdaderamente te digo hoy: Estarás conmigo en el Paraíso.”

Sal. 98:7-9: “Truene el mar y lo que lo llena, la tierra productiva y los que moran en ella. Que los ríos mismos batan sus manos; todas juntas clamen gozosamente las montañas mismas delante de Jehová, porque ha venido a juzgar la tierra. Juzgará la tierra productiva con justicia y a los pueblos con rectitud.” (Compárese con Génesis 1:28; 2:15; Isaías 55:11.)

¿Cuándo había de comenzar a gobernar el Reino de Dios?

¿Había de ser en el primer siglo?

Col. 1:1, 2, 13: “Pablo, apóstol de Cristo Jesús por la voluntad de Dios, y Timoteo nuestro hermano a los santos [los que eran herederos del Reino celestial] [...] Él [Dios] nos libró de la autoridad de la oscuridad y nos transfirió [a los santos, miembros de la congregación cristiana] al reino del Hijo de su amor.” (De modo que Cristo había comenzado, de hecho, a gobernar sobre la congregación cristiana en el primer siglo, antes que se escribiera esto, pero el establecimiento del Reino que gobernaría sobre toda la Tierra era un acontecimiento todavíafuturo.)

1 Cor. 4:8: “Ustedes ya están hartos, ¿verdad? Ya se han hecho ricos, ¿verdad? Han empezado a gobernar como reyes sin nosotros, ¿verdad? Y verdaderamente desearía que hubiesen empezado a gobernar como reyes, para que nosotros también gobernásemos con ustedes como reyes.” (Es obvio que el apóstol Pablo estaba censurándolos debido al punto de vista incorrecto de ellos.)

Rev. 12:10, 12: “¡Ahora han acontecido la salvación y el poder y el reino de nuestro Dios y la autoridad de su Cristo, porque ha sido arrojado hacia abajo el acusador de nuestros hermanos, que los acusa día y noche delante de nuestro Dios! A causa de esto ¡alégrense, cielos y los que residen en ellos! Ay de la tierra y del mar, porque el Diablo ha descendido a ustedes, teniendo gran cólera, sabiendo que tiene un corto período de tiempo.” (El establecimiento del Reino de Dios se asocia aquí con el acto de arrojar del cielo a Satanás. Esto no había ocurrido al tiempo de la rebelión en Edén, como lo muestran los capítulos 1 y 2 de Job. El libro de Revelación fue escrito en 96 E.C., y Revelación 1:1 muestra que este tiene que ver con acontecimientos que en aquel tiempo eran futuros.)

¿Tiene el Reino de Dios que esperar la conversión del mundo para tomar el mando?

Sal. 110:1, 2: “La expresión de Jehová a mi Señor [Jesucristo] es: ‘Siéntate a mi diestra hasta que coloque a tus enemigos como banquillo para tus pies.’ La vara de tu fuerza Jehová enviará desde Sión, diciendo: ‘Ve sojuzgando en medio de tus enemigos.’” (Así que él tendría enemigos que sojuzgar; no toda persona se sometería a su gobernación.)

Mat. 25:31-46: “Cuando el Hijo del hombre [Jesucristo] llegue en su gloria, y todos los ángeles con él, entonces se sentará sobre su glorioso trono. Y todas las naciones serán juntadas delante de él, y separará a la gente unos de otros, así como el pastor separa las ovejas de las cabras. [...] Y éstos [los que no mostraron amor a sus hermanos ungidos] partirán al cortamiento eterno, pero los justos a la vida eterna.” (Obviamente, no toda la humanidad se convertiría antes que Cristo fuera entronizado; tampoco resultarían ser rectos todos.)

¿Indica la Biblia cuándo empezaría a gobernar el Reino?

Véanse las páginas 167-170, en la sección titulada “Fechas”, y las páginas 420-425, en la sección “Últimos Días”.

Si alguien dice...

‘No vendrá durante el transcurso de mi vida’

Usted pudiera contestar: ‘Pero tendrá que venir en el transcurso de la vida de alguien, ¿no es cierto?... ¿Podría alguien saber si sería su generación la que lo viera? Los propios apóstoles de Jesús querían saber eso, y la respuesta que él les dio es muy importante para nosotros hoy día (Mat. 24:3-14; Luc. 21:29-32)’.

O contestar: ‘Ese punto de vista es muy común. Pero los testigos de Jehová, basándose en la Biblia, creen firmemente que el Reino de Dios ya está gobernando en los cielos y que a nosotros nos corresponde mostrar si queremos seguir viviendo en la Tierra bajo el justo gobierno de Dios o no. Por esa razón he venido a su puerta hoy. Note lo que se declara aquí en Mateo 25:31-33’.