Libro bíblico número 27: Daniel
Libro bíblico número 27: Daniel
Escritor: Daniel
Dónde se escribió: Babilonia
Cuándo se completó: c. 536 a.E.C.
Tiempo que abarca: 618–c. 536 a.E.C.
1. ¿Qué clase de historia contiene Daniel, y qué recalca?
HOY día, cuando todas las naciones de la Tierra están al borde del desastre, el libro de Daniel llama atención a mensajes proféticos de importancia trascendental. Mientras que los libros bíblicos de Samuel, Reyes y Crónicas se basan en registros de testigos oculares de la historia del reino típico de Dios (la dinastía davídica), Daniel enfoca su atención en las naciones del mundo y da vistas por anticipado de la lucha por el poder entre las grandes dinastías que han surgido desde el tiempo de Daniel hasta “el tiempo del fin”. Esto es historia mundial escrita de antemano. Lleva a una interesante culminación al mostrar lo que sucede “en la parte final de los días”. Como Nabucodonosor, las naciones tienen que aprender de mala manera “que el Altísimo es Gobernante en el reino de la humanidad”, y que finalmente lo da a uno “como un hijo del hombre”, el Mesías y Caudillo, Cristo Jesús. (Dan. 12:4; 10:14; 4:25; 7:13, 14; 9:25; Juan 3:13-16.) Al prestar cuidadosa atención a los cumplimientos proféticos del libro inspirado de Daniel tendremos una comprensión más profunda del poder de profetizar de Jehová y de las garantías que él da de proteger y bendecir a su pueblo. (2 Ped. 1:19.)
2. ¿Qué confirma que Daniel fue una persona de la vida real, y durante qué período trascendental profetizó?
2 El libro lleva el nombre de su escritor. “Daniel” (hebreo: Da·ni·yéʼl) significa “Mi Juez Es Dios”. Ezequiel, quien fue su contemporáneo, confirma que Daniel fue una persona de la vida real, pues lo menciona junto con Noé y Job. (Eze. 14:14, 20; 28:3.) Daniel fecha el comienzo de su libro “en el año tercero de la gobernación real de Jehoiaquim el rey de Judá”. Eso fue en 618 a.E.C., el tercer año de Jehoiaquim como rey tributario de Nabucodonosor *. Las visiones proféticas de Daniel continuaron hasta el tercer año de Ciro, alrededor de 536 a.E.C. (Dan. 1:1; 2:1; 10:1, 4.) ¡Cuán trascendentales fueron los años durante los cuales vivió Daniel! Pasó los primeros años de su vida bajo el reino de Dios en Judá. Entonces, como príncipe adolescente, fue llevado junto con sus compañeros nobles de Judá a Babilonia, donde vivió en los tiempos de la subida y la caída de aquella tercera potencia mundial de la historia bíblica. Vivo todavía en los días de la cuarta potencia mundial, Medopersia, Daniel fue funcionario gubernamental en ella. Tiene que haber vivido casi cien años.
3. ¿Qué prueba la canonicidad y autenticidad del libro de Daniel?
3 El libro de Daniel siempre ha sido parte del catálogo judío de las Escrituras inspiradas. En los Rollos del Mar Muerto se han hallado fragmentos del libro de Daniel entre los de los otros libros canónicos, y algunos de estos datan de la primera mitad del primer siglo a.E.C. Sin embargo, una prueba más importante aún de la autenticidad del libro son las referencias a él en las Escrituras Griegas Cristianas. Jesús menciona específicamente a Daniel en su profecía sobre “la conclusión del sistema de cosas”, donde hace varias citas del libro. (Mat. 24:3; véanse también Dan. 9:27; 11:31 y 12:11—Mat. 24:15 y Mar. 13:14; Dan. 12:1—Mat. 24:21; Dan. 7:13, 14—Mat. 24:30.)
4, 5. ¿Cómo ha refutado la arqueología las afirmaciones acerca de Daniel que han hecho representantes de la “alta crítica”?
4 Aunque representantes de la “alta crítica” de la Biblia han cuestionado la historicidad del libro de Daniel, con el pasar de los años los hallazgos arqueológicos han refutado totalmente las afirmaciones de esos críticos. Por ejemplo, ellos se burlaban de que Daniel dijera que Belsasar era rey en Babilonia cuando se suponía que el gobernante era Nabonides (Nabonid). (Dan. 5:1.) La arqueología ha establecido ahora más allá de toda duda que Belsasar fue un personaje histórico y corregente de Nabonides durante los últimos años del Imperio Babilonio. Por ejemplo, un texto cuneiforme antiguo descrito como el “Relato poético de Nabonides” confirma claramente que Belsasar ejerció autoridad real en Babilonia y explica cómo llegó a ser corregente con Nabonides *. Otras pruebas en escritos cuneiformes apoyan el punto de vista de que Belsasar ejerció funciones reales. Una tablilla, fechada del duodécimo año de Nabonides, contiene un juramento hecho en el nombre de Nabonides, el rey, y Belsasar, el hijo del rey, lo que muestra que Belsasar estaba en el mismo nivel que su padre *. Esto también interesa como explicación de por qué ofreció Belsasar hacer a Daniel “el tercero en el reino” si le podía interpretar la escritura sobre la pared. A Nabonides se le consideraría el primero, Belsasar sería el segundo, y Daniel sería anunciado como el tercer gobernante (5:16, 29). Dice un investigador: “Las alusiones cuneiformes a Belsasar han arrojado tanta luz sobre el papel que él desempeñó que su lugar en la historia queda claramente revelado. Hay muchos textos que indican que Belsasar casi igualaba a Nabonides en puesto y prestigio. El gobierno por dos durante la mayor parte del último reinado neobabilónico es un hecho establecido. Nabonides ejercía autoridad suprema desde su corte en Temá, en Arabia, mientras que Belsasar actuaba como corregente en la tierra de los babilonios con Babilonia como centro de influencia. Es evidente que Belsasar no era un virrey débil; se le había confiado ‘la gobernación real’” *.
5 Algunos han tratado de desacreditar el relato de Daniel acerca del horno ardiente (capítulo 3), diciendo que es una invención legendaria. Una vieja carta babilónica dice, en parte: “Así dice su señor Rim-Sin: Porque él ha arrojado al joven esclavo en el horno, arroje usted al esclavo en el horno”. Es interesante que, al referirse a este relato, G. R. Driver declaró que este castigo “aparece en la historia de los Tres Santos (Dan. III 6, 15, 19-27)” *.
6. ¿Qué dos partes componen el libro de Daniel?
6 Los judíos no ponían el libro de Daniel junto con los Profetas, sino con los Escritos. Por otro lado, por lo general la Biblia en español sigue el orden del catálogo de la Septuaginta griega y de la Vulgata latina cuando coloca el libro de Daniel entre los profetas mayores y los menores. En realidad el libro tiene dos partes. La primera, los capítulos 1 a 6, da en orden cronológico las experiencias de Daniel y sus compañeros en el servicio gubernamental desde 617 a.E.C. hasta 538 a.E.C. (Dan. 1:1, 21.) La segunda parte, que comprende los capítulos 7 a 12, está escrita en primera persona por Daniel mismo como registrador y describe visiones privadas y entrevistas de Daniel con ángeles desde alrededor de 553 a.E.C. * hasta alrededor de 536 a.E.C. (7:2, 28; 8:2; 9:2; 12:5, 7, 8). Las dos partes juntas componen el un solo libro armonioso de Daniel.
CONTENIDO DE DANIEL
7. ¿Cómo llegan a estar Daniel y sus compañeros en el servicio gubernamental de Babilonia?
7 Preparación para el servicio estatal (1:1-21). En 617 a.E.C. Daniel viene a Babilonia con los judíos cautivos. Los utensilios sagrados del templo de Jerusalén también vienen, para ser almacenados en una casa de tesoro pagana. Daniel y sus tres compañeros hebreos están entre los jóvenes de la realeza de Judá que son escogidos para un adiestramiento de tres años en el palacio del rey. Resuelto en el corazón a no contaminarse con los manjares exquisitos ni el vino paganos del rey, Daniel propone una prueba de diez días con un régimen de vegetales. La prueba resulta a favor de Daniel y sus compañeros, y Dios les da conocimiento y sabiduría. Nabucodonosor asigna a los cuatro para que estén delante de él como consejeros. El último versículo del capítulo 1, que quizás se haya agregado mucho después de haberse escrito la porción precedente, indica que Daniel todavía estaba en el servicio real unos 80 años después de haber ido al destierro, y esto sería para alrededor de 538 a.E.C.
8. ¿Qué sueño e interpretación revela Dios a Daniel, y cómo muestra su aprecio Nabucodonosor?
8 El sueño de la imagen pavorosa (2:1-49). En el segundo año de su gobernación real (probablemente fechado desde la destrucción de Jerusalén en 607 a.E.C.), un sueño agita a Nabucodonosor. Sus sacerdotes practicantes de magia no pueden revelar el sueño ni su interpretación. Él les ofrece magníficos regalos, pero ellos se quejan de que solamente los dioses pueden mostrar al rey lo que solicita. El rey se enfurece y ordena que se dé muerte a los sabios. Dado que ese decreto incluye a los cuatro hebreos, Daniel pide tiempo para revelar el sueño. Daniel y sus compañeros oran a Jehová por guía. Jehová revela el sueño y su significado a Daniel, quien se presenta entonces ante el rey y dice: “Existe un Dios en los cielos que es un Revelador de secretos, y él ha hecho saber al rey Nabucodonosor lo que ha de ocurrir en la parte final de los días” (2:28). Daniel describe el sueño. Es de una imagen inmensa. La cabeza de la imagen es de oro, sus pechos y sus brazos de plata; su vientre y sus muslos de cobre y sus piernas de hierro; sus pies son en parte de hierro y en parte de barro. Una piedra golpea y tritura a la imagen y se convierte en una gran montaña que llena toda la Tierra. ¿Qué significa esto? Daniel hace saber que el rey de Babilonia es la cabeza de oro. Después de su reino vendrán un segundo, un tercer y un cuarto reinos. Finalmente “el Dios del cielo establecerá un reino que nunca será reducido a ruinas. [...] Triturará y pondrá fin a todos estos reinos, y él mismo subsistirá hasta tiempos indefinidos” (2:44). Con gratitud y aprecio, el rey ensalza al Dios de Daniel como “un Dios de dioses” y hace a Daniel “gobernante sobre todo el distrito jurisdiccional de Babilonia y el prefecto principal sobre todos los sabios de Babilonia”. A los tres compañeros de Daniel se les hace administradores en el reino (2:47, 48).
9. ¿Qué resultado tiene la valerosa postura de los tres hebreos contra la adoración de imágenes?
9 Los tres hebreos salen con vida del horno ardiente (3:1-30). Nabucodonosor erige una tremenda imagen de oro, de 60 codos (27 metros [88 pies]) de altura, y ordena a los gobernantes del imperio que se reúnan para dedicarla o inaugurarla. Al sonido de música especial, todos han de caer al suelo y adorar la imagen. Cualquiera que no lo haga ha de ser arrojado en el ardiente horno de fuego. Se informa que Sadrac, Mesac y Abednego, los tres compañeros de Daniel, no han obedecido. Por eso se les lleva a donde el rey, que los recibe encolerizado, y ellos dan este valeroso testimonio: “Nuestro Dios a quien servimos puede rescatarnos. [...] La imagen de oro que has erigido ciertamente no adoraremos” (3:17, 18). Hirviendo de furor, el rey ordena que el horno sea calentado siete veces más de lo acostumbrado, y que se ate a los tres hebreos y se les arroje dentro. Cuando los que obran como ejecutores hacen esto, la llama los mata a ellos. Nabucodonosor se asusta. ¿Qué es esto que ve en el horno? Hay cuatro hombres paseándose sin daño en medio del fuego, y “la apariencia del cuarto se asemeja a un hijo de los dioses” (3:25). El rey les pide a los tres hebreos que salgan del fuego. Ellos salen, y resulta que no están ni siquiera ligeramente quemados, y no tienen sobre sí el olor del fuego. Como resultado de la posición que con valor adoptaron a favor de la adoración verdadera, Nabucodonosor proclama libertad de adoración para los judíos por todo el imperio.
10. ¿Qué sueño espantoso sobre “siete tiempos” tuvo Nabucodonosor? ¿Se cumplió en él?
10 El sueño de los “siete tiempos” (4:1-37). Este sueño aparece en el registro bíblico como una transcripción hecha por Daniel de un documento de estado de Babilonia. Lo escribió Nabucodonosor después de haber sido humillado. Nabucodonosor reconoce primero el poderío y el reino del Dios Altísimo. Entonces relata un sueño espantoso y dice cómo se cumplió en él. Vio un árbol que alcanzaba hasta el cielo y proveía abrigo y alimento para toda carne. Un vigilante clamó: ‘Corten el árbol. Ciñan su tronco con hierro y cobre. Dejen pasar siete tiempos sobre él, para que llegue a saberse que el Altísimo es Gobernante en el reino de la humanidad y pone sobre él al de más humilde condición de la humanidad’ (4:14-17). Daniel interpretó el sueño e indicó que el árbol representaba a Nabucodonosor. Poco tiempo después hubo un cumplimiento de este sueño profético. En una ocasión en que el rey expresaba gran orgullo, sufrió un ataque de locura, y por siete años vivió como una bestia en el campo. Después se le restauró el juicio, y Nabucodonosor reconoció la supremacía de Jehová.
11. ¿Durante qué disolución ve Belsasar la escritura profética, cómo la interpreta Daniel, y cómo se cumple?
11 El banquete de Belsasar: se interpreta la escritura (5:1-31). Es la noche trascendental del 5 de octubre de 539 a.E.C. Como corregente de Babilonia, el rey Belsasar, hijo de Nabonides, hace un gran festín para mil de sus grandes. El rey, bajo la influencia del vino, manda traer los vasos sagrados de oro y plata del templo de Jehová, y Belsasar y sus invitados beben de ellos, en su disolución, mientras alaban a sus dioses paganos. Inmediatamente aparece una mano que escribe un mensaje enigmático en la pared. El rey se aterroriza. Sus sabios no pueden interpretar lo escrito. Al fin se trae a Daniel. El rey ofrece hacerlo el tercero del reino si puede leer e interpretar la escritura, pero Daniel le dice que guarde sus dádivas para sí. Entonces da a saber la escritura y su significado: “MENÉ, MENÉ, TEQUEL y PARSÍN. [...] Dios ha numerado los días de tu reino y lo ha terminado. [...] Has sido pesado en la balanza y has sido hallado deficiente. [...] Tu reino ha sido dividido y dado a los medos y los persas” (5:25-28). Aquella misma noche se da muerte a Belsasar, y Darío el medo recibe el reino.
12. ¿Cómo se frustra un complot contra Daniel, y qué decreto emite entonces Darío?
12 Daniel en el foso de los leones (6:1-28). Funcionarios encumbrados del gobierno de Darío traman causar daño a Daniel haciendo que el rey apruebe una ley que prohíbe por 30 días hacer una petición a cualquier dios u hombre que no sea el rey. Cualquiera que la desobedezca será arrojado a los leones. Daniel rehúsa obedecer esta ley que afecta su adoración y busca a Jehová en oración. Lo arrojan en el foso de los leones. Milagrosamente, el ángel de Jehová cierra la boca de los leones, y a la mañana siguiente el rey Darío se alegra de hallar ileso a Daniel. Ahora se arroja a los enemigos a los leones, y el rey emite un decreto en que ordena que se tema al Dios de Daniel, porque “él es el Dios vivo” (6:26). Daniel prospera en el servicio gubernamental hasta durante el reinado de Ciro.
13. En un sueño en privado, ¿qué visión tiene Daniel acerca de cuatro bestias y la gobernación del Reino?
13 Visiones de las bestias (7:1–8:27). Volvemos al “primer año de Belsasar”, cuyo reinado evidentemente comenzó en 553 a.E.C. Daniel recibe un sueño en privado, y lo escribe en arameo *. Ve aparecer, una tras otra, cuatro bestias grandes y terribles. La cuarta es extraordinariamente fuerte, y entre sus otros cuernos sale un cuerno pequeño “que estaba hablando cosas grandiosas” (7:8). El Anciano de Días aparece y toma su asiento. “Mil millares” le ministran. “Alguien como un hijo del hombre” se presenta ante él, y a este le son ‘dados gobernación y dignidad y reino, para que los pueblos, grupos nacionales y lenguajes todos le sirvan’ (7:10, 13, 14). Entonces se le interpreta a Daniel la visión de las cuatro bestias. Estas representan a cuatro reyes o reinos. De entre los diez cuernos de la cuarta bestia surge un cuerno pequeño. Llega a ser poderoso y hace guerra contra los santos. No obstante, el Tribunal celestial interviene para dar “el reino y la gobernación y la grandeza de los reinos bajo todos los cielos [...] al pueblo que son los santos del Supremo” (7:27).
14. ¿Qué visión tiene Daniel en cuanto a un macho cabrío y un carnero de dos cuernos? ¿Cómo la explica Gabriel?
14 Dos años más tarde, mucho antes de la caída de Babilonia, Daniel tiene otra visión, y la pone por escrito en hebreo. Un macho cabrío que tiene un cuerno conspicuo entre los ojos lucha contra un carnero orgulloso que tiene dos cuernos, y vence al carnero. El gran cuerno del macho cabrío es quebrado, y suben cuatro cuernos menores. De uno de estos sale un cuerno pequeño que se hace grande, y hasta desafía al ejército de los cielos. Se predice un período de 2.300 días hasta que el lugar santo sea puesto en su “condición correcta” (8:14). Gabriel le explica la visión a Daniel. El carnero representa a los reyes de Media y Persia. El macho cabrío es el rey de Grecia, cuyo reino será quebrado en cuatro. Más tarde, un rey de fiero semblante se pondrá de pie “contra el Príncipe de príncipes”. Dado que la visión “es todavía para muchos días”, Daniel debe mantenerla en secreto por ahora (8:25, 26).
15. ¿Qué mueve a Daniel a orar a Jehová, y qué da a saber Gabriel ahora sobre “setenta semanas”?
15 Se predice a Mesías el Caudillo (9:1-27). En “el primer año de Darío [...] de los medos” Daniel examina la profecía de Jeremías. Al darse cuenta de que la predicha desolación de 70 años de Jerusalén está por terminar, Daniel ora a Jehová y confiesa sus propios pecados y los de Israel. (Dan. 9:1-4; Jer. 29:10.) Gabriel aparece a fin de dar a saber que habrá “setenta semanas [...] para poner fin a la transgresión, y para acabar con el pecado, y para hacer expiación por el error”. Mesías el Caudillo vendrá al fin de 69 semanas, después de lo cual será cortado o tajado de la existencia. El pacto se mantendrá en vigor para los muchos hasta el fin de la septuagésima semana, y finalmente habrá desolación y un exterminio. (Dan. 9:24-27.)
16. ¿En qué circunstancias vuelve a aparecérsele un ángel a Daniel?
16 El norte contra el sur; Miguel se pone de pie (10:1–12:13). Es “el tercer año de Ciro”, y por lo tanto alrededor de 536 a.E.C., no mucho después del regreso de los judíos a Jerusalén. Después de un ayuno de tres semanas, Daniel está junto a la ribera del río Hidequel. (Dan. 10:1, 4; Gén. 2:14.) Un ángel se le aparece y le explica que ‘el príncipe de Persia’ trató de impedir que él llegara a Daniel, pero que “Miguel, uno de los príncipes prominentes”, le ayudó. El ángel ahora le relata a Daniel una visión que es para “la parte final de los días”. (Dan. 10:13, 14.)
17. ¿Qué historia profética del rey del norte y el rey del sur escribe ahora Daniel?
17 Al principio esta cautivadora visión habla de la dinastía persa y de una lucha venidera con Grecia. Un rey poderoso se pondrá de pie con dominio extenso, pero su reino será quebrado en cuatro partes. Con el tiempo habrá dos largas líneas de reyes, el rey del sur en oposición al rey del norte. La lucha por el poder se agitará alternativamente en una dirección y en la otra. Estos reyes incorregiblemente malos seguirán hablando una mentira en una misma mesa. “Al tiempo señalado” la guerra se encenderá de nuevo. Habrá una profanación del santuario de Dios, y la “cosa repugnante que está causando desolación” será puesta en su lugar (11:29-31). El rey del norte hablará cosas maravillosas contra el Dios de dioses y dará gloria al dios de las plazas fuertes. Cuando “en el tiempo del fin” el rey del sur se envuelva con el rey del norte en un empuje, el rey del norte entrará como una inundación en muchos países, y entrará también “en la tierra de la Decoración”. Perturbado por informes del este y el norte, él saldrá con furia y plantará “sus tiendas palaciegas entre el gran mar y la santa montaña de Decoración”. Por eso “tendrá que llegar hasta su mismo fin, y no habrá ayudante para él” (11:40, 41, 45).
18. ¿Qué cosas ocurren mientras Miguel está plantado ‘a favor de los hijos del pueblo de Dios’?
18 Continúa la magnífica visión: Se ve a Miguel plantado ‘a favor de los hijos del pueblo de Dios’. Habrá “un tiempo de angustia” sin precedente en la historia humana, pero los que se hallen escritos en el libro escaparán. Muchos despertarán del polvo a la vida eterna, “y los que tengan perspicacia brillarán como el resplandor de la expansión”. Traerán a muchos a la justicia. Daniel ha de sellar el libro “hasta el tiempo del fin”. “¿Cuánto pasará hasta el fin de las cosas maravillosas?” El ángel menciona períodos de tiempo de tres tiempos y medio, 1.290 días y 1.335 días, y dice que solo “los que tengan perspicacia entenderán”. ¡Felices son esos! Finalmente, el ángel extiende a Daniel la promesa confortante de que él descansará y entonces se pondrá de pie para su porción “al fin de los días” (12:1, 3, 4, 6, 10, 13).
POR QUÉ ES PROVECHOSO
19. ¿Qué ejemplos excelentes de integridad y confianza, con oración, en Jehová Dios se encuentran en el libro de Daniel?
19 Todos los que están resueltos a mantenerse íntegros en un mundo alejado de Dios hacen bien en considerar el ejemplo excelente de Daniel y sus tres compañeros. Prescindiendo de lo cruel que fuera la amenaza, ellos continuaron viviendo según los principios divinos. Cuando su vida estaba en peligro, Daniel actuó “con consejo y buen sentido” y con respeto a la autoridad superior del rey (2:14-16). Cuando se forzó la cuestión, los tres hebreos prefirieron el horno ardiente a un acto de idolatría, y Daniel prefirió el foso de los leones a renunciar a su privilegio de orar a Jehová. En cada caso Jehová concedió protección (3:4-6, 16-18, 27; 6:10, 11, 23). Daniel mismo provee un espléndido ejemplo de confiar, con oración, en Jehová Dios (2:19-23; 9:3-23; 10:12).
20. ¿Qué cuatro visiones se registran acerca de las potencias mundiales, y por qué fortalece nuestra fe el considerarlas hoy día?
20 El repasar las visiones de Daniel es emocionante y fortalece la fe. En primer lugar, considere las cuatro visiones acerca de las potencias mundiales: 1) Está la visión de la imagen pavorosa, cuya cabeza de oro representa la dinastía de reyes babilonios que empezó con Nabucodonosor, después de la cual se levantan otros tres reinos, como los representan las otras partes de la imagen. Estos son los reinos triturados por la “piedra”, la cual llega a ser “un reino que nunca será reducido a ruinas”, el Reino de Dios (2:31-45). 2) Luego vienen las visiones privadas que se dan a Daniel, la primera de las cuales es la de las cuatro bestias, que representan a “cuatro reyes”. Estas son como un león, un oso, un leopardo con cuatro cabezas, y una bestia que tiene grandes dientes de hierro, diez cuernos y, más tarde, un cuerno pequeño (7:1-8, 17-28). 3) Entonces está la visión del carnero (Medopersia), el macho cabrío (Grecia), y el cuerno pequeño (8:1-27). 4) Finalmente tenemos la visión del rey del sur y el rey del norte. Daniel 11:5-19 describe con exactitud la rivalidad entre las descendencias egipcias y seléucidas del Imperio Griego de Alejandro después de la muerte de Alejandro en 323 a.E.C. Desde el 11 versículo 20 la profecía sigue trazando el derrotero de naciones sucesoras del sur y del norte. La referencia de Jesús a “la cosa repugnante que está causando desolación” (11:31), en su profecía sobre la señal de su presencia, muestra que esta lucha de los dos reyes por el poder continúa hasta la misma “conclusión del sistema de cosas”. (Mat. 24:3.) ¡Cuán consoladora es la garantía que da la profecía de que en el “tiempo de angustia como el cual no se ha hecho que ocurra uno desde que hubo nación hasta aquel tiempo” Miguel mismo se pondrá de pie para eliminar a las naciones impías y traer paz a la humanidad obediente! (Dan. 11:20–12:1.)
21. ¿Qué notable cumplimiento tuvo la profecía de las “setenta semanas” de Daniel?
21 Luego tenemos la profecía de Daniel sobre las “setenta semanas”. Después de 69 semanas aparecería “Mesías el Caudillo”. Notablemente, 483 años (69 veces 7 años) después de “la salida de la palabra” para reconstruir a Jerusalén, como lo autorizó Artajerjes en su vigésimo año y lo puso en vigor Nehemías en Jerusalén, Jesús de Nazaret fue bautizado en el río Jordán y ungido con espíritu santo, llegando a ser así Cristo o Mesías (es decir, Ungido) *. Eso fue en el año 29 E.C. Después de eso, tal como Daniel también predijo, hubo “un exterminio” cuando Jerusalén fue desolada en 70 E.C. (Dan. 9:24-27; Luc. 3:21-23; 21:20.)
22. ¿Qué lección aprendemos de la humillación de Nabucodonosor?
22 En el sueño de Nabucodonosor acerca del árbol cortado, como lo registra Daniel en el capítulo 4, se relata que el rey, quien se vanagloriaba de sus propios logros y confiaba en su propio poder, fue humillado por Jehová Dios. Se le hizo vivir como una bestia del campo hasta que reconoció “que el Altísimo es Gobernante en el reino de la humanidad, y que a quien él quiere darlo lo da”. (Dan. 4:32.) ¿Vamos a ser nosotros hoy día como Nabucodonosor, y nos vamos a vanagloriar de nuestros logros y vamos a cifrar nuestra confianza en el poder de los hombres, para que Dios tenga que castigarnos, o reconoceremos sabiamente que Él es el Gobernante en el reino de la humanidad y cifraremos nuestra confianza en su Reino?
23. a) ¿Cómo se destaca la esperanza del Reino por todo el libro de Daniel? b) ¿Qué debe animarnos a hacer este libro de profecía?
23 ¡La esperanza del Reino se destaca por todo el libro de Daniel, e inspira fe! Se muestra a Jehová Dios como el Soberano Supremo que establece un Reino que nunca será reducido a ruinas y que triturará a todos los demás reinos (2:19-23, 44; 4:25). Hasta los reyes paganos Nabucodonosor y Darío se vieron obligados a reconocer la supremacía de Jehová (3:28, 29; 4:2, 3, 37; 6:25-27). Se ensalza y glorifica a Jehová como el Anciano de Días que juzga la cuestión del Reino y da a “alguien como un hijo del hombre” los eternos “gobernación y dignidad y reino, para que los pueblos, grupos nacionales y lenguajes todos le [sirvan] aun a él”. Son “los santos del Supremo” quienes participan en el Reino con Cristo Jesús, el “Hijo del hombre”. (Dan. 7:13, 14, 18, 22; Mat. 24:30; Rev. 14:14.) Él es Miguel, el gran príncipe, quien ejerce su poder del Reino para triturar y poner fin a todos los reinos de este viejo mundo. (Dan. 12:1; 2:44; Mat. 24:3, 21; Rev. 12:7-10.) El entendimiento de estas profecías y visiones debe animar a los que aman la justicia a despertarse y discurrir por las páginas de la Palabra de Dios para hallar las ‘cosas verdaderamente maravillosas’ de los propósitos del Reino de Dios que se nos revelan mediante el inspirado y provechoso libro de Daniel. (Dan. 12:2, 3, 6.)
[Notas a pie de página]
^ Perspicacia para comprender las Escrituras, volumen 2, página 31.
^ Perspicacia para comprender las Escrituras, volumen 1, páginas 305, 306.
^ Archaeology and the Bible, 1949, George A. Barton, página 483.
^ The Yale Oriental Series · Researches, volumen XV, 1929.
^ Archiv für Orientforschung, volumen 18, 1957-1958, página 129.
^ Evidentemente Belsasar empezó a reinar como corregente a partir del tercer año de Nabonides. Puesto que se cree que Nabonides comenzó su reinado en 556 a.E.C., el tercer año de su reinado y “el primer año de Belsasar” fue, patentemente, 553 a.E.C. (Daniel 7:1; véase Perspicacia para comprender las Escrituras, volumen 1, páginas 305, 306; volumen 2, página 448.)
^ Daniel 2:4b–7:28 fue escrito en arameo, mientras que el resto del libro fue escrito en hebreo.
^ Nehemías 2:1-8; véase también Perspicacia para comprender las Escrituras, volumen 2, páginas 1014-1016.
[Preguntas del estudio]