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Paz y seguridad por toda la Tierra... una esperanza confiable

Paz y seguridad por toda la Tierra... una esperanza confiable

Capítulo 9

Paz y seguridad por toda la Tierra... una esperanza confiable

1, 2. ¿Qué condiciones, predichas en la Biblia, harían de esta Tierra un lugar muy placentero en el cual vivir?

ESTA Tierra pudiera ser un lugar muy placentero e interesante en el cual vivir si por todas partes hubiera condiciones verdaderamente pacíficas y seguras. La Biblia predice que la Tierra —aunque está lejos de serlo ahora— todavía ha de llegar a ser un hogar espléndido donde la familia humana podrá disfrutar de lleno de la vida.

2 ¿Precisamente qué promete la Biblia? ¿Cómo podemos estar seguros de que tal promesa se cumplirá?

Base sólida para tener confianza

3, 4. a) ¿Qué aprendemos de la confiabilidad de las leyes fundamentales que controlan el universo? b) ¿Quién es el Hacedor de esas leyes, y, por eso, en qué otra cosa tenemos buena razón para poner nuestra confianza?

3 El universo está controlado por ciertas leyes fundamentales. Muchas de ellas las damos por sentadas. La salida del Sol, la puesta del Sol, las fases de la Luna y las estaciones vienen y se van de una manera que contribuye a la estabilidad de la vida humana. Los hombres preparan calendarios y planean actividades con años de anterioridad. Saben que los movimientos del Sol, la Luna y los planetas son confiables. ¿Qué podemos aprender de esto?

4 El Hacedor de esas leyes es completamente confiable. Podemos depender de lo que él dice y hace. En su nombre, como Creador del cielo y de la Tierra, se dan las promesas de la Biblia acerca de un nuevo orden justo. (Isaías 45:18, 19.) En nuestra rutina diaria de la vida normalmente confiamos hasta cierto grado en otras personas... en los que transportan el alimento al mercado, en los que entregan el correo, y en amigos íntimos. ¿No es razonable, pues, poner muchísima más confianza en Dios y en el cumplimiento seguro de sus promesas? (Isaías 55:10, 11.)

5. ¿Por qué nos da fe la ausencia de todo motivo egoísta en lo que Dios ha prometido?

5 Aunque rara vez se puede confiar en las promesas de los hombres, las promesas de Dios son completamente dignas de confianza y son para nuestro provecho, no para el Suyo. Aunque Dios no necesita nada de nosotros, sí se deleita en los que ponen fe en él debido a que lo aman y aprecian sus caminos justos. (Salmo 50:10-12, 14.)

6. ¿Qué clase de fe nos ayuda a adquirir la Biblia?

6 Además, la Biblia hace un llamado a nuestras facultades de raciocinio. No exige fe ciega ni credulidad. De hecho, define la fe verdadera como “la expectación asegurada de las cosas aguardadas con esperanza, la demostración evidente de realidades aunque no se contemplen”. (Hebreos 11:1.) En la Biblia, Dios nos da una base sólida para la fe. La solidez de esa base se hace cada vez más manifiesta a medida que nuestro conocimiento de la Palabra de Dios aumenta y vemos su veracidad en función en nuestra propia vida y en el cumplimiento de sus profecías. (Salmo 34:8-10.)

7. A medida que examinamos las promesas de la Biblia sobre bendiciones futuras, ¿qué no debemos esperar que exija de nosotros el creer en ellas?

7 Las promesas de la Biblia sobre bendiciones futuras van mucho más allá de lo que los hombres se atreven a ofrecer. Sin embargo, esas promesas no exigen que creamos cosas que van contra todo lo que el hombre ha conocido por experiencia. Tampoco son contrarias a los deseos normales del humano. Considere algunas de estas magníficas bendiciones y vea que esto es cierto.

La Tierra llegará a ser un hogar-jardín

8, 9. a) ¿Qué idea debe comunicar a nuestra mente el término “paraíso”? b) ¿Ha existido alguna vez algo de ese tipo en la Tierra? c) ¿Qué muestra que el propósito de Dios es que el Paraíso reine por toda la Tierra?

8 La palabra “paraíso” viene de palabras similares que se usaban en tiempos antiguos (hebreo: par·desʹ; persa: pai·ridaeʹza; griego: pa·raʹdei·sos), palabras que se usaban para describir cosas que entonces de hecho existían en la Tierra. Todas estas palabras tienen la idea fundamental de un parque hermoso o un jardín semejante a un parque. Como en los tiempos antiguos, así hoy día hay muchos lugares de ese tipo, algunos de los cuales son parques de gran tamaño. Y el hombre anhela naturalmente la belleza de esos lugares. ¡La Biblia promete que vendrá el día en que todo este planeta será tal clase de jardín semejante a un parque, o un paraíso!

9 Cuando Dios creó a la primera pareja humana les dio como hogar el jardín de Edén, un nombre que quiere decir “Paraíso de Placer”. Sin embargo, el Paraíso no habría de estar limitado a aquel lugar. Dios les dijo: “Sean fructíferos y háganse muchos y llenen la tierra y sojúzguenla”. (Génesis 1:28; 2:8, 9.) Esto requeriría extender los límites del Paraíso hasta los fines de la Tierra, un propósito declarado por Dios al cual no puso fin el proceder de desobediencia de Adán y Eva. Jesucristo mismo mostró confianza en este propósito cuando a un hombre que murió al lado de él le prometió que tendría la oportunidad de vivir en un Paraíso terrestre de esa índole. (Lucas 23:39-43.) ¿Cómo sucederá esto?

10. De acuerdo con Revelación 11:18, ¿qué obstáculos al Paraíso promete Dios remover?

10 En la venidera “gran tribulación” Dios eliminará todo obstáculo a ese Paraíso terrestre venidero al ‘causar la ruina de los que están arruinando la tierra’. (Revelación 11:18.) Así Dios hará lo que los gobiernos humanos jamás podrían hacer. Quitará a todos los que egoístamente contaminan la Tierra para satisfacer la codicia comercial, a todos los que llevan a cabo guerras devastadoras, y a todos los que abusan de la Tierra porque no respetan las generosas dádivas que Dios ha suministrado.

11. a) ¿Qué acontecimiento histórico muestra que la restauración del Paraíso a la Tierra no es acción contraria a lo que el hombre ha conocido por experiencia? b) ¿En qué bendición prometida fortalece esto nuestra fe?

11 Toda la Tierra florecerá entonces con belleza. Frescura y limpieza vendrán entonces a su aire, agua y terreno. Esta restauración del Paraíso no es nada que esté más allá de lo que se pueda creer ni que sea contrario a lo que el hombre ha conocido por experiencia. Hace muchos siglos, cuando la nación de Israel salió del cautiverio en Babilonia, Jehová Dios los restauró a su tierra de origen, que era entonces un yermo desolado. Sin embargo, debido a que Dios los bendijo y bendijo su trabajo, la tierra pronto adquirió tanta belleza que los pueblos vecinos pudieron exclamar: ‘¡Ha llegado a ser como el jardín de Edén!’. También se hizo abundantemente productiva, y así desapareció toda amenaza de hambre e inanición. (Ezequiel 36:29, 30, 35; Isaías 35:1, 2; 55:13.) Lo que Dios hizo en aquel tiempo ilustró en escala pequeña lo que aún hará en escala global para cumplir sus promesas. Todas las personas a quienes se considere dignas de vivir en aquel tiempo disfrutarán de los placeres de la vida que serán suministrados por Dios en el Paraíso. (Salmo 67:6, 7; Isaías 25:6.)

Fin de la pobreza y de la esclavitud económica

12. ¿Qué condiciones económicas y de trabajo tienen que ser remediadas para que tengamos verdadero disfrute de la vida?

12 La pobreza y la servidumbre a los sistemas económicos nacionales son comunes por todas partes de la Tierra. No podría haber verdadero disfrute del Paraíso si millones de personas siguieran efectuando trabajo afanoso por solo lo escasamente necesario para vivir, o haciendo trabajo monótono que convierte a la persona en una pieza impersonal de una máquina enorme.

13-15. a) ¿Dónde encontramos un ejemplo histórico que nos muestre lo que es la voluntad de Dios para el hombre a este respecto? b) ¿Cómo contribuía aquel arreglo a la seguridad y al disfrute de la vida para cada individuo y familia?

13 La voluntad de Dios para el hombre a este respecto se ve por la manera como dirigió los asuntos en el caso del antiguo Israel. Allí, cada familia recibió una posesión hereditaria de tierra. (Jueces 2:6.) Aunque esta posesión podía venderse, y los individuos hasta podían venderse a otros como siervos si caían en deuda, Jehová todavía tomó medidas para evitar la acumulación de enormes tenencias de tierra o que de algún modo se esclavizara a la gente por largo tiempo. ¿Cómo?

14 Mediante las estipulaciones económicas de la Ley que dio a su pueblo. El séptimo año de servidumbre era un ‘año de liberación’ en el cual cualquier israelita que estuviera en servidumbre tenía que ser puesto en libertad. Además, cada año cincuenta era el año de “un Jubileo” para la entera nación, un año en el cual “proclamar libertad” a todos sus habitantes. (Deuteronomio 15:12; Levítico 25:10.) Entonces toda posesión hereditaria que se hubiera vendido se devolvía a su dueño original. Todos los que estuvieran en servidumbre eran puestos en libertad, aunque no hubieran transcurrido siete años. Era un tiempo gozoso de feliz reunión familiar y un nuevo comienzo en la vida, en sentido económico. Por eso, ningún terreno podía venderse para siempre. Su venta era, en efecto, solo un arriendo que terminaría, a más tardar, en el año del Jubileo. (Levítico 25:8-24.)

15 Todo esto contribuía a la estabilidad económica de la nación y a la seguridad y paz de cada familia. Cuando se observaban estas leyes, se evitaba que la nación cayera en el cuadro triste que hoy vemos en muchísimos países donde existen lado a lado extremos de riqueza y de pobreza. Los beneficios que recibía el individuo fortalecían a la nación, porque nadie tenía que ser menesteroso ni verse aplastado por malas condiciones económicas. Como se informó durante el reinado del rey Salomón: “Judá e Israel continuaron morando en seguridad, cada uno debajo de su propia vid y debajo de su propia higuera”. (1 Reyes 4:25.) Hoy hay muchas personas que no pueden emplear todos sus talentos y su iniciativa porque están atrapadas en un sistema económico que las obliga a servir para satisfacer los deseos de un grupito de personas, o hasta de una sola. Bajo las leyes de Dios se ayudaba a la persona industriosa a contribuir sus habilidades para el bienestar y disfrute de todos. Esto nos da una indicación del sentido de valor y dignidad personal de que disfrutarán los que obtengan la vida en el Nuevo Orden de Dios.

16. En cuanto a las condiciones de vida y la situación económica de uno, ¿qué proveerá el Reino de Dios para todos sus súbditos?

16 Por toda la Tierra la profecía de Miqueas 4:3, 4 tendrá un cumplimiento maravilloso. Los individuos amadores de la paz que vivan bajo la gobernación justa de Dios se “sentarán, cada uno debajo de su vid y debajo de su higuera, y no habrá nadie que los haga temblar; porque la boca misma de Jehová de los ejércitos lo ha hablado”. Ninguno de los súbditos del Reino de Dios vivirá en sucios barrios bajos o atestadas casas de vecindad. Tendrán terrenos y hogares que sean suyos. (Isaías 65:21, 22.) El Rey, Cristo Jesús, prometió hace mucho tiempo que ‘los de genio apacible heredarán la tierra’, y él tiene ‘toda autoridad en el cielo y sobre la tierra’ para encargarse de que esto suceda. (Mateo 5:5; 28:18.)

Salud y vida perdurables

17-19. a) ¿Qué muestra que la buena salud y la larga vida son deseos naturales de la humanidad? b) ¿Qué hechos acerca de la vida humana y de la vegetación hacen que parezca extraño que la vida del hombre sea tan corta? c) ¿Qué dato sobre el cerebro humano muestra que es razonable creer que el hombre fue diseñado para vivir para siempre?

17 Sin embargo, ninguna de estas excelentes condiciones podría hacer la vida de uno genuinamente pacífica y segura mientras las enfermedades, la edad avanzada y la muerte oscurecieran el futuro. ¿Es irrazonable o contrario a lo que el hombre ha conocido por experiencia esperar que se nos libre de estas condiciones angustiosas? Ciertamente no es contrario a la naturaleza del hombre desear esto, porque los hombres han gastado vidas enteras y cantidades incalculables de dinero buscando la manera de lograrlo.

18 Por eso, la esperanza de salud y vida perdurables no es de ningún modo irrazonable. De hecho, lo que sí es irrazonable es lo siguiente: Precisamente cuando los humanos alcanzan una edad en que empiezan a tener el conocimiento, la experiencia y la habilidad que les permitirían hacer cosas que valieran la pena, comienzan a envejecer y después mueren. No obstante, ¡hay árboles que viven miles de años! ¿Por qué debería el hombre —que fue hecho a la imagen de Dios— vivir solo una fracción del tiempo que vive vegetación que no posee inteligencia? ¿No sería lo razonable que el hombre viviera muchísimo más tiempo?

19 Para los especialistas que estudian el envejecimiento, ese proceso todavía es en gran medida un misterio. También es desconcertante el hecho de que el cerebro humano está diseñado para adquirir cantidades virtualmente ilimitadas de información. Como señala un escritor sobre asuntos científicos, el cerebro es “perfectamente capaz de encargarse de cualquier carga de aprendizaje y memoria que el ser humano probablemente haya de poner sobre él... y mil millones de veces más que esa cantidad, también”⁠55. Eso significa que el cerebro de usted puede encargarse no solo de toda la carga que usted pudiera poner en él en una vida de 70 u 80 años, ¡sino también de mil millones de veces más que eso! No es de extrañar que el hombre tenga tan grande sed de conocimiento, tan grande deseo de aprender a hacer cosas y de lograr lo anhelado. Sin embargo, lo corto de su vida le presenta un estorbo. ¿Es razonable que exista la prodigiosa capacidad del cerebro humano y sin embargo no pueda usarse más de una pequeña fracción de la potencialidad de ese órgano? ¿No es mucho más razonable concluir —como en la Biblia se concluye— que Jehová diseñó al hombre para que viviera para siempre en la Tierra, y le dio un cerebro admirablemente apropiado para ese propósito?

20. ¿Qué dice la Biblia que Dios ha prometido hacer para la humanidad en cuanto a los efectos del pecado, incluso la muerte misma?

20 La Biblia muestra que originalmente el hombre tenía la oportunidad de vivir para siempre, pero la perdió por rebelión: “Por medio de un solo hombre [Adán] el pecado entró en el mundo, y la muerte mediante el pecado, y así la muerte se extendió a todos los hombres porque todos habían pecado”. (Romanos 5:12.) Pero la Biblia también contiene la promesa de Dios de que, en el Paraíso restaurado, “la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor”. (Revelación 21:3, 4; compárese con Rev 7:16, 17.) Dice que la vida eterna, libre de los efectos del pecado, es el propósito de Dios para la humanidad. (Romanos 5:21; 6:23.) Más que esto, promete que las bendiciones del Nuevo Orden de Dios se harán disponibles a los muchos miles de millones de personas que han muerto en el pasado. ¿Cómo? Mediante una resurrección que vaciará al sepulcro común de toda la humanidad. Jesús predijo con confianza: “Viene la hora en que todos los que están en las tumbas conmemorativas oirán su voz y saldrán”. (Juan 5:28, 29.)

21, 22. ¿Por qué no es cosa demasiado buena esperar que haya una restauración completa de la salud?

21 Hoy día la ciencia médica puede producir “drogas milagrosas” y ejecutar hazañas quirúrgicas que hubieran parecido increíbles hasta pocas décadas atrás. ¿Deberíamos dudar que el Creador del ser humano pueda efectuar hazañas mucho más sorprendentes de curación? De seguro el Creador puede hacer que las personas de corazón recto vuelvan a disfrutar de salud vibrante, y hasta hacer que el proceso de envejecer cambie a uno de rejuvenecer. Y puede hacerlo sin recurrir a drogas, cirugía ni órganos artificiales. En despliegue de consideración, Dios ha suministrado prueba de que esas bendiciones no son demasiado buenas para que las esperemos.

22 Mientras su Hijo estuvo en la Tierra, Dios le dio poder para ejecutar poderosas obras de curación. Estas obras nos dan seguridad de que no hay ninguna debilidad, defecto ni enfermedad que el poder de Dios no pueda sanar. Cuando un hombre cuya carne estaba comida de lepra le imploró a Jesús que lo sanara, Jesús, movido por la compasión, tocó al hombre y le dijo: “Sé limpio”. Y, como dice el registro histórico: “Inmediatamente quedó limpio de la lepra”. (Mateo 8:2, 3.) Jesús hizo estas cosas a la vista de muchos testigos, como lo informa el historiador Mateo: “Se le acercaron grandes muchedumbres, teniendo consigo personas que eran cojas, mancas, ciegas, mudas, y muchas en otras condiciones, y casi se las tiraron a los pies, y él las curó; de modo que la muchedumbre se asombró [...] y glorificaron al Dios de Israel”. (Mateo 15:30, 31.) Lea usted mismo el relato de Juan 9:1-21 para que vea lo verdadero y fiel a la realidad de la vida que es el informe histórico de estas curaciones. Estos acontecimientos tienen el testimonio de muchos testigos, entre ellos un doctor, el médico Lucas. (Marcos 7:32-37; Lucas 5:12-14, 17-25; 6:6-11; Colosenses 4:14.)

23, 24. ¿Por qué no es irrazonable creer que los muertos hayan de ser devueltos a la vida bajo el Reino de Dios?

23 Por razones similares, no tenemos que considerar increíble la promesa bíblica de que “va a haber resurrección” de los muertos. (Hechos 24:15.) Hasta años después de la muerte de alguien, su voz, apariencia y acciones pueden reproducirse mediante una película o una cinta de video. ¿No debería poder hacer mucho más que eso Aquel que creó al hombre, quien conoce con precisión la estructura atómica y molecular del hombre? Computadoras hechas por el hombre pueden almacenar y coordinar literalmente miles de millones de datos. Pero Dios creó el imponente universo con sus miles de millones de galaxias, cada galaxia con miles de millones de estrellas. ¡Eso asciende a billones, miles de billones y hasta más! ¡Sin embargo, Salmo 147:4 dice: “Está contando el número de las estrellas; a todas las llama por sus nombres”! De seguro sería sencillo para Dios, con tan enorme capacidad de memoria, recordar las personalidades de los individuos para devolverlos a la vida. (Job 14:13.)

24 Además, Jehová proveyó ejemplos históricos para fortalecer nuestra fe en tan maravillosa esperanza. Otorgó a su Hijo poder para demostrar en escala pequeña lo que hará en escala grande durante su gobernación justa sobre la Tierra. Jesús resucitó a varias personas que habían muerto, y generalmente lo hizo a la vista de observadores. Lázaro, a quien resucitó cerca de Jerusalén, hasta había estado muerto por suficiente tiempo como para que su cuerpo hubiera comenzado a descomponerse. Ciertamente la esperanza de la resurrección tiene base sólida. (Lucas 7:11-17; 8:40-42, 49-56; Juan 11:38-44.)

La Tierra puede contener tal población

25, 26. Cuando los muertos sean resucitados, ¿habrá lugar donde vivan todos?

25 ¿Puede este planeta suministrar cómodo espacio donde vivir a la población que sería el resultado de la resurrección de los muertos? Se necesitaron más de 5.000 años para que la población de la Tierra alcanzara la cifra de mil millones a principios del siglo pasado. Hoy es de unos cinco mil millones.

26 Por eso, las personas que están vivas hoy representan una porción considerable del total de personas que ha vivido hasta ahora. Algunas personas han calculado que la población total a través de toda la historia humana es de unos 15.000.000.000 de personas. El área de terreno de la Tierra es de más de 15.000.000.000 de hectáreas (36.000.000.000 de acres). Eso permitiría más de una hectárea (dos acres) por persona. Esto no solo suministraría espacio para producir alimento, sino que también permitiría espacio para bosques, montañas y otras áreas escénicas... sin que hubiera indebido amontonamiento de personas en el Paraíso. Además, la Biblia muestra que no todos los que viven hoy sobrevivirán para vivir en ese Nuevo Orden. De hecho, Jesús dijo: “Ancho y espacioso es el camino que conduce a la destrucción, y muchos son los que entran por él”. También señaló que cuando venga la destrucción mundial los que no estén haciendo la voluntad de Jehová han de ‘partir hacia el cortamiento eterno’. (Mateo 7:13; 25:46.)

27. ¿Podría la Tierra producir suficiente alimento para todas esas personas?

27 Pero ¿podría la Tierra producir suficiente alimento para tantas personas? Hoy hay científicos que afirman que sí podría, hasta en medio de las condiciones del día actual. Un informe del periódico canadiense Toronto Star dijo: “Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ya se cultiva por todo el globo suficiente grano para alimentar a toda persona de la Tierra con 3.000 calorías por día, lo que sobrepasa [...] por aproximadamente 50% el nivel mínimo aceptable”⁠56. En cuanto al futuro, explicó que hasta en medio de las condiciones actuales pudiera haber suficiente alimento para suplir lo necesario al doble de la población actual del mundo. Además debemos recordar que Jehová dirigirá a su pueblo para que este use debidamente el potencial agrícola de la Tierra, pues Salmo 72:16 nos asegura: “Llegará a haber abundancia de grano en la tierra; en la cima de las montañas habrá sobreabundancia”.

28. ¿Por qué no hay peligro de que, por vivir la gente para siempre, con el tiempo la Tierra llegara a tener exceso de población?

28 Debemos notar el propósito que Dios tiene, como originalmente se le declaró a la primera pareja humana. Se les dijo que ‘llenaran la tierra y la sojuzgaran’ extendiendo los límites del Edén hasta los más lejanos extremos de la Tierra. (Génesis 1:28.) Está claro que eso significa llenar la Tierra hasta un grado cómodo, no llenarla de gente en demasía. Esto todavía permitiría ‘sojuzgar’ la Tierra de modo que fuera un parque global que siguiera el patrón del hogar original parecido a parque que el hombre conoció. Por eso, este mandato divino indica que, al debido tiempo y a la manera de Dios, el crecimiento de la población sería controlado.

Un fundamento seguro para felicidad duradera

29. ¿Cómo afectan las relaciones con otras personas la felicidad de uno?

29 Sin embargo, hasta los alrededores hermosos, la prosperidad material, el trabajo interesante y la buena salud no le garantizarían a usted felicidad duradera. Muchas personas hoy día tienen estas cosas y todavía no son felices. ¿Por qué? Debido a las personas que las rodean, que quizás sean egoístas, o estén dadas a las riñas, o sean hipócritas o estén llenas de odio. La felicidad duradera en el Nuevo Orden de Dios vendrá en gran medida por un cambio —por todo el mundo— en la actitud de la gente. El amor y respeto de la gente a Dios, y su deseo de llevar a cabo Sus propósitos, traerán prosperidad espiritual. Sin eso, la prosperidad material se hace insatisfactoria y vacía.

30. ¿Cómo sabemos que los que vivan en el Nuevo Orden de Dios serán solo personas que contribuyan a la paz y seguridad de otros?

30 Sí; es un verdadero placer estar entre personas que son bondadosas, humildes, amigables... personas a quienes usted realmente pueda amar y en quienes pueda confiar, y que sientan lo mismo para con usted. (Salmo 133:1; Proverbios 15:17.) El amor a Dios es lo que asegura verdadero amor al prójimo, lo que hará que la vida sea tan agradable en Su justo Nuevo Orden. Todas las personas a quienes Dios ha de favorecer con vida eterna habrán probado su amor a él y a su semejante. Con tales vecinos, amigos y compañeros de trabajo usted podrá disfrutar de verdadera paz y seguridad y de felicidad duradera. (1 Juan 4:7, 8, 20, 21.)

31. Si realmente queremos vida en el Nuevo Orden de Dios, ¿qué debemos hacer ahora?

31 ¡Ciertamente esa magnífica posibilidad le está disponible! Por eso, el proceder de la sabiduría práctica es averiguar qué se requiere para obtenerla. Ahora es el tiempo en el cual poner su vida en armonía con los requisitos justos de Dios para aquellos a quienes se dejará pasar con vida a través de la venidera “gran tribulación”. (2 Pedro 3:11-13.)

[Preguntas del estudio]

[Ilustración en la página 98]

Pronto llegará el día en que toda la Tierra será convertida en un paraíso