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¿Qué ha estado haciendo Dios?

¿Qué ha estado haciendo Dios?

Capítulo 6

¿Qué ha estado haciendo Dios?

1. ¿Qué creen muchas personas hoy día acerca de Dios? ¿Es acaso cierto eso?

HOY día son muchas las personas que creen que Dios no está activamente interesado en la Tierra, o que no está haciendo nada en cuanto a los problemas que afligen al hombre. Pero la verdad es que Dios sí tiene muchísimo interés en la humanidad. Es verdad que quizás no haya hecho lo que los hombres esperaban que hiciera. Pero eso no quiere decir que no haya hecho nada. De hecho, él ha estado activo a favor de la humanidad desde el principio de la historia humana y hasta el mismo día actual.

2. ¿Qué efecto puede tener lo corto de la vida de las personas en lo que piensan sobre este asunto?

2 Una razón por la cual algunas personas concluyen que Dios no está haciendo nada es la propia corta duración de la vida humana. Esto hace que se impacienten por efectuar lo que quieren en el breve período que la vida les permite. De modo que un deseo de ver cambios durante su propia vida domina su pensamiento. Tienden, por ello, a juzgar a Dios sobre la base de esa experiencia humana, con todas sus limitaciones.

3. ¿Cómo afecta la duración de la vida de Jehová el que él pueda tratar las situaciones en el mejor tiempo posible?

3 Por otra parte, Jehová vive para siempre. (Salmo 90:2, 4; Isaías 44:6.) Desde su punto de vista él puede ver precisamente dónde en la corriente del tiempo sus actos han de efectuar el mayor bien para todo el que esté implicado, así como dónde han de dar el desarrollo más eficaz a Su propósito. (Isaías 40:22; 2 Pedro 3:8, 9.) Eso es exactamente lo que Dios ha estado haciendo.

Cómo se ha revelado Dios

4. ¿Qué propósito suyo ha declarado Jehová, y por eso qué conocimiento ha suministrado para la humanidad?

4 El propósito de Jehová es suministrar una administración justa para toda la creación, que junte a la humanidad en paz y unidad, con el disfrute de plena seguridad. (Efesios 1:9, 10; Proverbios 1:33.) Sin embargo, Dios no obliga a las personas a someterse a su administración. Solo se acoge en ella a los que le sirven y que aman Su manera de gobernar. Con el fin de fundar un mundo entero que habría de vivir en armonía con las normas justas de su administración, Dios ha puesto a disposición de la humanidad conocimiento de esas normas y de cómo su administración funciona. Al mismo tiempo, ha estado haciendo posible que la humanidad adquiera conocimiento vital acerca de Dios mismo y de Sus cualidades personales. (Juan 17:3.)

5. Por las obras de creación, ¿qué podemos aprender acerca de Dios?

5 Puesto que es espíritu, Jehová, por supuesto, es invisible al hombre. Por eso, ¿cómo haría que hombres de carne y sangre entendieran estos asuntos? Para empezar, mucho se puede aprender acerca de las cualidades del Creador mediante su obra. (Romanos 1:20.) Las maravillosas interrelaciones que se observan entre los organismos vivos dan testimonio de Su sabiduría. El tremendo poder que se manifiesta en los océanos, en las condiciones del tiempo y en la energía de las estrellas da prueba de la omnipotencia de Dios. (Job 38:8-11, 22-33; 40:2.) Y la variedad de alimentos que deleitan el paladar, la belleza de las flores, las aves, las salidas y puestas del Sol, las piruetas juguetonas de los animales... todas estas cosas hablan del amor del Creador a la humanidad, y de Su deseo de que disfrutemos de la vida. Sin embargo, la revelación que Dios da de sí mismo no termina con solo estas cosas.

6. a) ¿Qué medios ha utilizado Dios para suministrar revelaciones específicas de su voluntad? b) ¿Qué otros medios ha usado Dios para revelar sus principios y cualidades al hombre?

6 En varias ocasiones ha hablado también desde los cielos. En algunos casos lo hizo personalmente. En otras ocasiones mediante ángeles, como en el monte Sinaí, en la península Arábiga, donde dio su ley a millones de israelitas. (Éxodo 20:22; Hebreos 2:2.) Entonces, mediante sus profetas se comunicó con los hombres a través de muchos siglos, e hizo que estos portavoces suyos pusieran por escrito las revelaciones de Su voluntad. (2 Pedro 1:21.) Así Jehová ha familiarizado gradualmente al hombre con Sus normas justas y Su voluntad. Un aspecto importante de esto es la manera como ha revelado sus principios y cualidades mediante sus tratos con los humanos. Esto ha añadido el atractivo cálido de la experiencia humana a Su Palabra escrita. ¡Cuánto más instructivo y convincente es, no solo oír y leer las declaraciones de propósito de Dios, sino también tener en el registro bíblico ejemplos de la vida real que nos ayudan a entender mejor su voluntad! (1 Corintios 10:11.) ¿Y qué revela ese registro?

7. a) ¿Cómo ha demostrado Dios que no tolera para siempre la injusticia? b) Al aprender cómo considera Dios tal clase de conducta, ¿qué debemos hacer?

7 Suministra prueba de que Dios no tolera para siempre la injusticia. Es verdad que él dejó que la prole de Adán y Eva siguiera por su propio camino y se hiciera el inevitable registro que muestra que el hombre no puede gobernarse a sí mismo con buen éxito. Pero Dios no dejó a la humanidad sin indicación de Su juicio contra los caminos injustos de esta. Así, hizo que hubiera un diluvio en los días de Noé porque ‘la tierra había llegado a estar llena de violencia’. (Génesis 6:11-13.) Destruyó a las ciudades de Sodoma y Gomorra, depravadas en sentido moral. (Génesis 19:24, 25; Judas 7.) Dejó que la nación de Israel, que afirmaba servirle, fuera al destierro porque practicó la religión falsa. (Jeremías 13:19, 25.) Al aprender cómo Dios considera tal clase de comportamiento, tenemos la oportunidad de hacer cambios en nuestra vida para mostrar el amor que le tenemos a lo que es correcto. ¿Haremos eso?

8. Cuando Dios trae destrucción, ¿hay sobrevivientes? Ilustre.

8 El registro bíblico revela también que Dios diferencia entre el justo y el inicuo. En el Diluvio global, Dios no destruyó a Noé, que era “predicador de justicia”; más bien, dejó con vida a él y a otras siete personas. (2 Pedro 2:5.) Y, antes que lloviera fuego y azufre sobre Sodoma, se hizo posible que el justo Lot y su casa escaparan. (Génesis 19:15-17; 2 Pedro 2:7.)

9. ¿Qué aprendemos de la manera como Jehová trató con el Israel antiguo?

9 Cuando el pueblo de Israel, que había jurado servir a Dios, resultó infiel, él no los rechazó al instante. Como les dijo: “Seguí enviando a ustedes todos mis siervos los profetas, madrugando diariamente y enviándolos”. Pero ellos no escucharon. (Jeremías 7:25, 26.) Hasta cuando se acercó el tiempo para la destrucción de Jerusalén, Jehová dijo: “¿Acaso me deleito de manera alguna en la muerte de alguien inicuo, [...] y no en que se vuelva de sus caminos y realmente siga viviendo? [...] Por lo tanto, hagan un volverse y sigan viviendo”. (Ezequiel 18:23, 32.)

10. Además de que es paciente, ¿qué otra cosa nos enseñan acerca de Dios estos relatos?

10 Entonces, ¿qué vemos? Que, de manera que toca profundamente el corazón de las personas que aman lo justo, Jehová ha manifestado claramente su gran paciencia para con la humanidad. Al mismo tiempo, por sus tratos también nos impresiona vigorosamente con el amor que le tiene a la justicia, y con la importancia de que vivamos en armonía con sus requisitos.

11. a) ¿Qué declaración de propósito hizo Jehová en Edén? b) ¿Qué ha estado haciendo Dios desde entonces?

11 Otra cosa, muy fundamental, se destaca. Desde el principio queda claro que Dios ha tenido un propósito preciso en todo lo que ha hecho. Y nunca ha dejado de actuar cuando el cumplimiento de su propósito ha exigido acción. Este propósito fundamental fue declarado en el mismo Edén. Al dictar juicio contra Satanás, Jehová predijo que Satanás tendría la oportunidad de levantar una “descendencia”, personas que manifestarían sus características y le darían su apoyo. También predijo que llegaría a haber otra “descendencia”, un libertador justo. Este heriría con golpe mortífero a “la serpiente original, el que es llamado Diablo y Satanás”, y así libertaría a la humanidad de la destructiva dominación de este. (Génesis 3:15; Revelación 12:9.) Después de hacer esta declaración de propósito, Jehová procedió a hacer preparativos claros para al fin administrar los asuntos de la Tierra bajo la prometida “descendencia”. Esta obra preparatoria tomaría tiempo, como veremos.

Por qué trató específicamente con el Israel antiguo

12, 13. a) ¿Por qué seleccionó Dios a Israel y dio sus leyes a solo aquella nación? b) Por eso, ¿qué podemos aprender de la historia de Israel y de la de otras naciones?

12 Mucho tiempo antes que llegaran a existir las naciones de nuestro tiempo, Dios seleccionó a una nación a la cual utilizó como propio pueblo suyo por centenares de años. ¿Por qué? Para suministrar una demostración viva del funcionamiento de sus justos principios. Aquella nación, el Israel antiguo, estuvo compuesta de descendientes de Abrahán, un hombre que había desplegado gran fe en el Creador. A ellos Jehová dijo: “No porque ustedes fueran el más populoso de todos los pueblos les mostró Jehová afecto de modo que los escogiera, porque eran el más pequeño de todos los pueblos. Antes bien, [fue] por amarlos Jehová, y por guardar la declaración jurada que había jurado a sus antepasados”. (Deuteronomio 7:7, 8; 2 Reyes 13:23.)

13 Después de librarlos de la esclavitud en Egipto, Jehová ofreció tomarlos en relación especial consigo, y ellos respondieron: “Todo lo que Jehová ha hablado estamos dispuestos a hacerlo”. (Éxodo 19:8.) Jehová entonces procedió a darles sus disposiciones reglamentarias, y así los separó de todas las demás naciones y suministró información detallada en cuanto a Sus normas justas. (Deuteronomio 4:5-8.) Por eso, la historia del Israel antiguo suministra un registro de lo que sucede cuando se obedecen o desobedecen las leyes justas de Dios. Al mismo tiempo, la historia de otras naciones revela el resultado que les viene a los que viven sin la ley de Dios.

14. a) ¿Cometió Dios un mal contra las naciones no israelitas al no intervenir en sus asuntos? b) Sin embargo, ¿de qué manera se beneficiaban de la bondad inmerecida de Dios?

14 ¿Qué sucedía con las otras naciones? Iban por su propio camino, escogiendo sus propias formas de gobierno. La gente de estas naciones no estaba totalmente privada de bondad en su vida. Estas personas todavía tenían la facultad de conciencia, y esto a veces las movía a actuar con interés humanitario en sus semejantes. (Romanos 2:14; Hechos 28:1, 2.) Pero el pecado que habían heredado y su rechazamiento de la guía divina hacían que siguieran un proceder de egoísmo que llevaba a guerras crueles y depravaciones. (Efesios 4:17-19.) A Dios no se le podía considerar responsable de los ayes que estas personas se causaban a sí mismas. Dios sólo intervenía cuando las actividades humanas estaban en conflicto con el cumplimiento de Sus propósitos. Entretanto, en Su bondad, les permitía participar del gozo de vivir, de las bellezas de la creación y del fruto de la tierra. (Hechos 14:16, 17.)

15. ¿Qué arreglos estaba efectuando Dios para que gente de estas naciones recibiera bendición al fin?

15 Tampoco excluyó Jehová a las personas de estas naciones de recibir alguna vez los beneficios que se prometían mediante la “descendencia” de Abrahán. Respecto a la “descendencia” que vendría mediante el linaje familiar de Abrahán, Jehová dijo: “Mediante tu descendencia ciertamente se bendecirán todas las naciones de la tierra debido a que has escuchado mi voz”. (Génesis 22:18.) Así vemos que, aunque Jehová estuvo tratando exclusivamente con Israel, también estaba llevando a cabo con imparcialidad su propósito de bendecir a las demás naciones posteriormente, aunque ellas no estaban al tanto de ese hecho. (Hechos 10:34, 35.)

16. a) Durante todo este tiempo, ¿qué estaba haciendo Dios con relación a la promesa acerca de la Descendencia? b) ¿Quién resultó ser esa Descendencia prometida?

16 Durante el tiempo en que Jehová estuvo tratando con el Israel antiguo suministró muchas profecías que satisfacían una necesidad vital para los hombres de fe... cómo identificar a la prometida Descendencia de Abrahán cuando al fin llegara. Hasta su linaje —por la tribu de Judá y la casa de David— fue especificado. (Génesis 49:10; Salmo 89:35, 36.) El lugar de su nacimiento, Belén, fue mencionado. (Miqueas 5:2.) Con siglos de anterioridad se señaló el año mismo en que sería ungido por Mesías. (Daniel 9:24-27.) Sus servicios sacerdotales a favor de la humanidad fueron prefigurados. Y lo mismo fue el sacrificio de sí mismo que ofreció la oportunidad de alcanzar vida eterna a gente de todas las naciones. (Hebreos 9:23-28.) Así, cuando llegó el tiempo señalado, todo identificó inequívocamente a Jesucristo como la Descendencia prometida mediante la cual por fin vendrían bendiciones a la humanidad. (Gálatas 3:16, 24; 2 Corintios 1:19, 20.)

La preparación de gobernantes para la humanidad

17. Mediante Jesús, ¿qué iba a hacer Dios que sucediera, y cómo se dio énfasis a esto al tiempo de su nacimiento?

17 Antes del nacimiento de Jesús, un ángel de Dios había dicho a su madre, María, que al hijo de ella se le daría un reino eterno. Pastores que se hallaban cerca de Belén recibieron notificación del nacimiento del niño, y entonces escucharon a una multitud de los ejércitos del cielo alabar a Dios y decir: “Gloria en las alturas a Dios, y sobre la tierra paz entre los hombres de buena voluntad”. (Lucas 1:31-33; 2:10-14.)

18. a) ¿De qué manera lo prepararon para los puestos de rey y sacerdote sus experiencias en la Tierra? b) ¿Qué efecto tuvo su muerte en la obtención de la paz?

18 Considere los beneficios de que este futuro Rey celestial haya vivido en la Tierra. Como hombre llegó a conocer y comprender los problemas de la humanidad. Vivió y trabajó con los hombres, compartiendo su dolor y sufriendo personalmente penalidades. Bajo las pruebas más severas demostró su lealtad a Jehová y su amor a la justicia. De este modo Dios estuvo preparando a Jesús para que fuera un Rey y Sumo Sacerdote comprensivo para administrar beneficios dadores de vida a la humanidad. (Hebreos 1:9; 4:15; 5:8-10.) Además, mediante su propia vida entregada como sacrificio Jesucristo abrió el camino para que la humanidad volviera a relaciones pacíficas con Dios. (1 Pedro 3:18.)

19. a) ¿Cómo sabemos que Jesús fue resucitado y ascendió al cielo? b) En cuanto a su posición de rey, ¿qué hizo él después de regresar al cielo?

19 Después de la muerte de Jesús, Dios lo levantó a la vida de nuevo, y fue visto por más de quinientos testigos humanos que pudieron dar testimonio de que la resurrección realmente había acontecido. (1 Corintios 15:3-8.) Cuarenta días después de su resurrección Jesús ascendió hacia los cielos de entre discípulos que lo estaban observando, y desapareció de la vista de ellos. (Hechos 1:9.) Desde el cielo procedió a ejercer su reinado para con sus propios fieles seguidores, y los beneficios de su gobernación hicieron que ellos se destacaran en contraste con el resto de la humanidad. Pero ¿era entonces el tiempo para que él empezara a gobernar las naciones? No; porque otros asuntos en el gran programa de Dios exigían atención. (Hebreos 10:12, 13.)

20. ¿Qué nueva obra había hecho accesible Jesús para sus discípulos en la Tierra?

20 Una gran obra quedaba por efectuarse en toda la Tierra. Antes de la muerte y resurrección de Jesús, los israelitas no habían salido como predicadores a convertir a gente de otras naciones. Sin embargo, cualquiera que deseara emprender la adoración de Jehová siempre podía participar en sus beneficios junto con Israel. (1 Reyes 8:41-43.) Con el advenimiento del cristianismo, no obstante, se comenzó una importante nueva labor. Jesucristo mismo dio el ejemplo y lo dejó como legado a sus discípulos, diciéndoles antes de ascender al cielo: “Serán testigos de mí tanto en Jerusalén como en toda Judea, y en Samaria, y hasta la parte más lejana de la tierra”. (Hechos 1:8.)

21. En vez de la conversión del mundo, ¿qué estaba logrando Dios mediante aquella testificación?

21 ¿Se tenía como objetivo de esto la conversión del mundo? No. Más bien, Jesús mostró que durante el período que se extendería hasta entrar en la “conclusión del sistema de cosas” habría principalmente un recogimiento de “los hijos del reino”. Sí, había que seleccionar a los demás miembros del venidero gobierno del Reino. (Mateo 13:24-30, 36-43.) Cualquiera que lee las Escrituras Griegas Cristianas puede ver fácilmente que, comenzando con el Pentecostés de 33 E.C., se estuvo invitando a otros a llegar a ser participantes con Jesucristo en su gobernación del Reino en el cielo. (2 Timoteo 2:12; Hebreos 3:1; 1 Pedro 1:3, 4.)

22. a) ¿Qué cualidades requería Dios en estos herederos en perspectiva del Reino celestial? b) Por eso, ¿se hizo apresuradamente la selección?

22 La selección de estas personas que en el futuro serían cogobernantes sobre la humanidad tomaría tiempo. ¿Por qué? En primer lugar, aquella oportunidad tenía que extenderse a personas de todas las naciones. Y aunque muchos afirmaron haberla asido, pocos verdaderamente resultaron ser fieles seguidores del Hijo de Dios. (Mateo 22:14.) Había que satisfacer normas elevadas. Aunque los cristianos no han vivido como un grupo nacional separado como lo hizo el Israel antiguo, se les ha visto como a extranjeros, personas que abogan por otro modo de vivir. (1 Pedro 2:11, 12.) Tienen que mantenerse limpios de las prácticas inmorales y corruptas del mundo que los rodea. (1 Corintios 6:9, 10.) Para que sean verdaderos “hijos de Dios” tienen que probar que son “pacíficos” y no participar en las guerras de las naciones y no pagar con venganza al ser perseguidos por su fe. (Mateo 5:9; 26:52; Romanos 12:18, 19.) Tienen que demostrar lealtad a la gobernación de Dios mediante negarse a abogar por gobiernos políticos, representados en la Biblia por ‘bestias’. (Revelación 20:4, 6.) Debido a todo esto, y debido a que han ensalzado el nombre de Jesucristo en su papel de Rey ungido de Dios, han sido “objeto de odio de parte de todas las naciones”. (Mateo 24:9.) Por eso, no se ha escogido apresuradamente a los que han de ser los gobernantes celestiales de la humanidad junto con Cristo.

23. a) ¿Cuántos han de estar en ese cuerpo administrativo celestial con Cristo? b) ¿De entre quiénes han sido seleccionados, y por qué?

23 No se debe a que la cantidad escogida hubiera de ser grande el que la selección haya tomado tanto tiempo. Según las Escrituras, Dios limitó el número de este cuerpo administrativo selecto bajo Jesucristo a solo 144.000 personas. (Revelación 14:1-3.) Pero Dios las ha escogido cuidadosamente. Han sido tomadas “de toda tribu y lengua y pueblo y nación”. (Revelación 5:9, 10.) Entre ellas hay personas de todo ramo de actividad de la vida, hombres y mujeres, personas que han compartido todos los diversos problemas de la humanidad. Mientras se han estado vistiendo de la nueva personalidad cristiana, sencillamente no hay problema a que algunas de estas personas no se hayan enfrentado y que no hayan vencido. (Efesios 4:22-24; 1 Corintios 10:13.) ¡Cuánto podemos alegrarnos de eso! ¿Por qué? Porque nos da la garantía de que serán reyes y sacerdotes compasivos y misericordiosos, que podrán ayudar a hombres y mujeres de toda clase a beneficiarse de la provisión de Dios para la vida eterna.

24. ¿Qué hay de los otros millones de personas que vivieron y murieron durante este tiempo, muchas de ellas sin saber nada de la Biblia?

24 ¿Qué hay de la humanidad que está fuera de este arreglo? Durante todo este tiempo, Dios no intervino en los asuntos de los diversos gobiernos. Dejó que los hombres fueran por el camino que escogieran. Por supuesto, millones de personas vivieron y murieron, y muchas de ellas jamás oyeron acerca de la Biblia ni del Reino de Dios. Pero Dios no se había olvidado de ellas. Se estaba preparando para el tiempo acerca del cual habló de este modo el apóstol Pablo: “Tengo esperanza en cuanto a Dios [...] de que va a haber resurrección así de justos como de injustos”. (Hechos 24:15.) Entonces, bajo las condiciones favorables del Nuevo Orden de Dios, se les daría plena oportunidad de aprender los caminos de Jehová. Con esto como base, personalmente podrían adoptar una postura sobre la cuestión de la soberanía universal. Los amadores de la justicia adquirirían la oportunidad de vivir para siempre.

A medida que se acerca “el fin”

25, 26. a) Al debido tiempo, ¿qué autoridad adicional se le daría a Cristo, y contra quiénes tomará medidas él? b) ¿Cómo afectaría esto las condiciones en la Tierra?

25 Antes de la entrada de ese Nuevo Orden, acontecimientos emocionantes tendrían que tener lugar. La Biblia predijo un cambio trascendental en los asuntos mundiales. Jesucristo sería entronizado entonces como rey, no meramente para gobernar sobre sus propios discípulos, sino con autoridad para actuar con relación al mundo entero. En el cielo se haría la proclamación: “El reino del mundo sí llegó a ser el reino de nuestro Señor y de su Cristo, y él reinará para siempre jamás”. (Revelación 11:15.) La primera acción del Rey sería contra “el gobernante del mundo” mismo, Satanás el Diablo, y sus demonios. (Juan 14:30.) Estas fuerzas inicuas serían arrojadas desde los cielos y confinadas a la vecindad de la Tierra. ¿Qué resultado tendría esto?

26 La descripción profética señala que una voz del cielo dijo: “A causa de esto, ¡alégrense, cielos, y los que residen en ellos! ¡Ay de la tierra y del mar!, porque el Diablo ha descendido a ustedes, teniendo gran cólera, sabiendo que tiene un corto espacio de tiempo”. (Revelación 12:12.) Habría disturbio sin precedente entre las naciones, pero el fin no vendría inmediatamente.

27. a) A medida que se acercara “el fin”, ¿qué gran obra de separación acontecería, y cómo? b) ¿Qué alcance tendrá la predicha destrucción mundial?

27 Este sería el tiempo en que se efectuaría una gran obra de separación. Bajo la dirección de Jesucristo entronizado, sus fieles seguidores llevarían la predicación de “estas buenas nuevas del reino” a toda la tierra habitada para un testimonio a todas las naciones. A personas de todas partes se les daría la oportunidad de mostrar su actitud con relación a la gobernación divina. (Mateo 24:14; 25:31-33.) Logrado esto, como explicó Jesús, “entonces vendrá el fin”. Será una “gran tribulación como la cual no ha sucedido una desde el principio del mundo hasta ahora, no, ni volverá a suceder”. (Mateo 24:21.) Nunca más preguntarán los hombres: ¿Qué ha estado haciendo Dios? Los únicos que habrán sobrevivido serán los que se hayan interesado lo suficiente como para averiguar lo que él ha estado haciendo y que hayan puesto su vida en armonía con Sus requisitos antes de llegar la destrucción mundial.

28. a) ¿Cuándo acontecen la entronización de Cristo y la separación que se efectúa entre gente de todas las naciones? b) Por eso, ¿qué es urgente que hagamos individualmente?

28 Pero ¿cuándo han de tener lugar todos estos acontecimientos? ¿Cuándo se da a Cristo el poder de gobernar como Rey y de efectuar separación entre gente de todas las naciones? Los hechos muestran que Dios ha estado efectuando estas cosas durante este siglo XX. Cristo ya está en su trono celestial, y la obra de separación está por ser finalizada. El tiempo que queda para que usted pueda identificarse con el lado de Jehová en la cuestión de la soberanía universal es muy corto. ¡La “gran tribulación” se ha acercado! Un examen cuidadoso de la profecía bíblica a la luz de la historia reciente prueba que esto es verdad. Lo instamos con urgencia a considerarla cuidadosamente.

[Preguntas del estudio]

[Ilustración en la página 62]

Por haber vivido entre humanos, el nuevo gobernante de la Tierra alcanzó una más profunda comprensión de la humanidad