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Paz y seguridad por toda la Tierra... una esperanza confiable

Paz y seguridad por toda la Tierra... una esperanza confiable

Capítulo 9

Paz y seguridad por toda la Tierra... una esperanza confiable

1, 2. ¿Qué condiciones, predichas en la Biblia, harían de esta Tierra un lugar muy placentero donde vivir?

 ESTA Tierra pudiera ser un lugar muy placentero e interesante en el cual vivir... si por toda la Tierra hubiera condiciones verdaderamente pacíficas y de seguridad. La Biblia predice que la Tierra, aunque está lejos de serlo ahora, ha de llegar a ser un hogar espléndido para la humanidad, uno en el cual la familia humana podrá disfrutar cabalmente de la vida.

2 ¿Precisamente qué bendiciones se prometen, y cómo podemos estar seguros de que se cumplirán?

BASE SÓLIDA PARA CONFIANZA

3, 4. (a) ¿Qué aprendemos de la confiabilidad de las leyes fundamentales que controlan el universo? (b) ¿Quién es el Hacedor de esas leyes, y, por eso, en qué otra cosa tenemos buena razón para poner nuestra confianza?

3 Hay leyes fundamentales que controlan el universo. Muchas de ellas las damos por sentado. La salida del Sol, la puesta del Sol, las fases de la Luna y las estaciones vienen y se van de una manera que contribuye a la estabilidad del vivir humano. Los hombres preparan calendarios y planean actividades con años de anterioridad, sabiendo que los movimientos del Sol, la Luna y los planetas son confiables. ¿Qué podemos aprender de esto?

4 El Hacedor de esas leyes es confiable; lo que él dice y hace es confiable. Es con su nombre como base, como del Creador del cielo y la Tierra, que se dan las promesas de la Biblia acerca de un nuevo orden justo. (Isaías 45:18, 19) En la rutina diaria de la vida de una persona, es lo normal confiar has cierto punto en otras personas... en los que transportan el alimento al mercado para venderlo, los que entregan el correo, y amigos íntimos. ¿No deberían poner mucha más confianza en Dios y en la certidumbre del cumplimiento de sus promesas?—Isaías 55:10, 11.

5. ¿Hay algún móvil egoísta en lo que Dios ha prometido de modo que tengamos razón para dudar que él haya de hacer lo que ha dicho?

5 Es verdad que muchas veces los hombres, por razones de egoísmo, resultan indignos de confianza. Pero todas las promesas de Dios que la Biblia contiene son claramente para nuestro bien, no para satisfacer ningún egoísmo de Él. Él no necesita nada de nosotros; y tampoco resulta en ganancia egoísta para ningún hombre el que creamos en Su Palabra. Pero Dios sí se deleita en los que ponen fe en él debido a que lo aman y aprecian sus caminos.—Salmo 50:10-12, 14, 15 [49:10-12, 14, 15, TA].

6. ¿Qué clase de fe es la que la Biblia nos ayuda a adquirir?

6 Además, la Biblia hace un llamado a nuestros poderes de razón; no exige fe ciega ni credulidad. De hecho, define la fe verdadera como “la expectativa segura de cosas esperadas, la demostración evidente de realidades aunque no se contemplan.” (Hebreos 11:1) En la Biblia, Dios nos da una base sólida para la fe. Esa base se hace cada vez más manifiesta a medida que nuestro conocimiento de la Palabra de Dios aumenta y vemos lo cierta que resulta ser en nuestra propia vida y en el cumplimiento de sus profecías.—Salmo 34:8-10 [33:9-11, TA].

7. A medida que examinamos las promesas de la Biblia sobre bendiciones futuras, ¿qué no debemos esperar que la creencia en ellas exija de nosotros?

7 Las promesas de la Biblia sobre bendiciones futuras van mucho más allá de lo que los hombres se atreven a ofrecer. Sin embargo, esas promesas no exigen que creamos cosas que van contra todo lo que el hombre ha conocido por experiencia. Tampoco son contrarias a lo que es normal que una criatura humana desee. Considere algunas de estas magníficas bendiciones y vea lo cierto que es esto.

LA TIERRA LLEGARÁ A SER UN HOGAR-JARDÍN

8, 9. (a) ¿Qué idea debe comunicar a nuestra mente el término “paraíso”? (b) ¿Ha existido alguna vez algo de ese tipo en la Tierra? (c) ¿Qué muestra que el propósito de Dios es que el Paraíso reine por toda la Tierra?

8 A muchas personas la palabra “paraíso” les comunica la idea de algo no terrenal, hasta irreal. Pero “paraíso” viene de palabras similares que se utilizaban en tiempos antiguos (hebreo, pardés; persa, pairidaeza; griego, parádeisos), palabras que se usaban para describir cosas que entonces de hecho existían en la Tierra. Todas estas palabras tienen la idea fundamental de un ‘parque hermoso’ o ‘jardín semejante a parque.’ Como en los tiempos antiguos, así hoy día hay muchos lugares de ese tipo, algunos de los cuales son parques de gran tamaño. Y en el hombre hay un anhelo natural por la belleza de estos lugares. La Biblia promete que vendrá el día en que todo este planeta será un jardín semejante a parque, o un paraíso, de esa clase.

9 Cuando Dios creó a la primera pareja humana les dio como hogar el Jardín de Edén, nombre que quiere decir Paraíso de Placer. Sin embargo, el paraíso no habría de estar limitado a aquel único lugar. Como relata la Biblia: “Los bendijo Dios y les dijo Dios: ‘Sean fructíferos y háganse muchos y llenen la tierra y sojúzguenla.’” (Génesis 1:28; 2:8, 9) Esto envolvería extender los límites del paraíso hasta los fines o extremos de la Tierra. El proceder de desobediencia de Adán y Eva no puso fin a ese propósito declarado por Dios. Mostrando que todavía era el propósito de Dios tener una Tierra paradisíaca, Cristo Jesús le prometió a un hombre que murió al lado de él, y que mostró fe en Jesús como el Hijo de Dios, que éste tendría la oportunidad de vivir en un Paraíso terrestre de esa índole. (Lucas 23:39-43) ¿Cómo sucederá esto?

10. En Revelación 11:18, ¿qué obstáculos al Paraíso promete Dios remover?

10 Dios promete que en la venidera “tribulación grande” él eliminará todo obstáculo a ese paraíso por medio de arruinar a los que arruinan la Tierra. (Revelación 11:18) Dios así hará lo que los gobiernos humanos jamás podrían hacer. Quitará a todos los que egoístamente contaminan y asolan la Tierra para satisfacer la codicia comercial, a todos los que llevan a cabo guerras devastadoras debido a la sed de poder, a todos los que abusan de la Tierra porque no agradecen ni respetan las espléndidas dádivas que Dios ha suministrado.

11. (a) ¿Qué acontecimiento histórico muestra que la restauración de la Tierra a una condición paradisíaca no es cosa contraria a lo que el hombre ha conocido por experiencia? (b) ¿En qué bendición prometida fortalece esto nuestra fe?

11 Toda la Tierra florecerá entonces con belleza; frescura y limpieza les vendrán entonces a su aire, agua y tierra. Esta restauración del Paraíso no es algo que esté más allá de lo que se pueda creer ni que sea contrario a lo que el hombre ha conocido por experiencia. Hace muchos siglos, cuando la nación de Israel salió del cautiverio en Babilonia, Jehová Dios los restauró a su tierra de origen. Cuando regresaron, la tierra era un yermo desolado. Sin embargo, debido a que Dios los bendijo a ellos y su obra, la tierra pronto cambió tanto que los pueblos vecinos exclamaron: “¡Ha llegado a ser como el jardín de Edén!” Donde habían crecido matorrales de espinas y ortigas que causaban comezón, ahora florecían enebros y mirtos. La tierra se hizo abundantemente productiva, removiéndose así toda amenaza de hambre e inanición. (Ezequiel 36:29, 30, 35; Isaías 35:1, 2; 55:13) Lo que Dios hizo entonces en aquella pequeña zona de Palestina promete hacerlo en escala global, de modo que todas las personas que vivan disfruten de los placeres de la vida que serán suministrados por Dios en el Paraíso.—Salmo 67:6, 7 [66:7, 8, TA]; Isaías 25:6.

FIN DE LA POBREZA Y DE LA ESCLAVITUD ECONÓMICA

12. ¿Qué condiciones económicas y de trabajo tienen que ser remediadas para que tengamos verdadero disfrute de la vida?

12 Es bien conocido que hay pobreza y servidumbre al sistema económico por todas partes de la Tierra. No podría haber verdadero disfrute de la vida en el nuevo orden de Dios si no se remediara esta condición, si millones de personas siguieran efectuando trabajo que suministrara solo lo escasamente necesario para vivir, o haciendo trabajo monótono que convierte al hombre en una pieza impersonal de una máquina enorme.

13-15. (a) ¿Dónde encontramos un ejemplo histórico que nos muestre lo que es la voluntad de Dios para el hombre a este respecto? (b) ¿Cómo contribuía aquel arreglo a la seguridad y el disfrute de la vida para cada individuo y familia?

13 La voluntad de Dios para el hombre a este respecto se ve por la manera en que dirigió los asuntos en el caso del antiguo Israel. Allí, cada familia recibió una posesión hereditaria de tierra. (Jueces 2:6) Aunque esta podía venderse y aunque los individuos también podían venderse a sí mismos como siervos si caían en deuda, Jehová todavía tomó medidas para evitar la acumulación de enormes tenencias de tierra o cualquier esclavizamiento de la gente por largo tiempo. ¿Cómo?

14 Por medio de las estipulaciones de la Ley que él dio a su pueblo. El séptimo año de servidumbre era un ‘año de liberación’ en el cual cualquier israelita que estuviera en aquella servidumbre tenía que ser puesto en libertad. Además, cada año cincuenta era un año de “Jubileo” para la entera nación, un año en el cual “proclamar libertad en la tierra a todos sus habitantes.” (Deuteronomio 15:1-9; Levítico 25:10) Entonces toda posesión hereditaria que se hubiese vendido se devolvía a su dueño original, y todos los que estaban en servidumbre eran puestos en libertad, aunque no hubieran transcurrido siete años. Era un tiempo gozoso de feliz reunión familiar y de un ‘nuevo comienzo’ en la vida, económicamente. Así, ninguna tierra podía venderse para siempre, sino que su venta era, en efecto, solo un ‘arriendo’ que terminaría, a más tardar, en el año del Jubileo.—Levítico 25:8-24.

15 Todo esto contribuía espléndidamente a la estabilidad económica de la nación y la seguridad y paz de cada familia. Cuando se observaba, evitaba que la nación cayera en el cuadro triste que vemos hoy en tantos países donde solo existen dos clases, la extremadamente rica y la extremadamente pobre. Los beneficios que recibía el individuo fortalecían a la nación, porque nadie tenía que ser menesteroso ni verse aplastado por malas condiciones económicas. Como se informó durante el reinado del rey Salomón, quien buscó sabiduría de Jehová: “Judá e Israel continuaron morando en seguridad, cada uno debajo de su propia vid y debajo de su propia higuera.” (1 Reyes 4:25 [3 Reyes 4:25, TA]) Hoy hay muchas personas que no pueden realmente emplear sus talentos e iniciativa, porque están atrapadas en un sistema económico que los encierra sin dejarles salida, haciendo que sirvan según los deseos de una sola persona o de un grupito de personas. Bajo la ley de Dios se ayudaba a la persona industriosa a contribuir la plenitud de sus habilidades para el bienestar y disfrute de todos. Esto nos da por lo menos una idea en escala pequeña de la medida de libertad personal y el sentido de valor y dignidad personal de que disfrutarán los que obtengan la vida en el nuevo orden de Dios.

16. En cuanto a las condiciones de vida y la situación económica de uno, ¿qué proveerá el reino de Dios para todos los que seamos sus súbditos?

16 Por toda la Tierra la profecía de Miqueas 4:3, 4 tendrá un cumplimiento mayor. Los individuos amadores de la paz que vivan bajo la gobernación justa de Dios se “sentarán, cada uno debajo de su vid y debajo de su higuera, y no habrá nadie que los haga temblar; porque la boca misma de Jehová de los ejércitos lo ha hablado.” Ninguno de los súbditos del reino de Dios vivirá en escuálidos barrios bajos o atestadas casas de vecindad. Tendrán tierra y hogares que sean su propiedad. (Isaías 65:21, 22) El rey, Cristo Jesús, prometió hace mucho tiempo que ‘los de genio apacible heredarán la tierra,’ y él tiene ‘toda autoridad en el cielo y la Tierra’ para encargarse de que esto suceda.—Mateo 5:5; 28:18.

SALUD Y VIDA PERDURABLES

17-19. (a) ¿Qué muestra que la buena salud y la larga vida son deseos naturales de la humanidad? (b) ¿Qué hechos acerca de la vida humana y de la vegetación hacen que parezca extraño que la vida del hombre dure tan poco tiempo? (c) ¿Qué dato sobre el cerebro humano muestra que es muy razonable creer que el hombre fue diseñado para vivir para siempre?

17 Sin embargo, ninguna de estas condiciones podría hacer la vida de uno genuinamente pacífica y segura mientras la enfermedad, la edad avanzada y la muerte oscurecieran el futuro. ¿Es irrazonable o contrario a lo que el hombre ha conocido por experiencia esperar ser librados de estas cosas? Ciertamente no es contrario a la naturaleza del hombre desear esto, porque los hombres han gastado vidas enteras y cantidades incalculables de dinero buscando la manera de lograr esto.

18 Más bien que el que la esperanza de salud y vida perdurables sea irrazonable, ¿no es lo opuesto lo que es irrazonable, el que precisamente cuando los hombres alcanzan una edad en que empiezan a tener un excelente caudal de conocimiento, experiencia y habilidad para hacer cosas que valen la pena, entonces mueran? Por otra parte, hay árboles que viven miles de años. ¿Por qué debería el hombre, dotado de inteligencia, vivir solo una fracción del tiempo que vive vegetación que es inconsciente, no inteligente? ¿No es razonable que él debería vivir muchísimo más tiempo?

19 El libro Science Year de 1967 declara que para los especialistas en el estudio del envejecimiento “el proceso del envejecimiento es todavía en gran medida un misterio.”32 También desconcierta a los científicos el hecho de que el cerebro humano esté obviamente diseñado para adquirir cantidades virtualmente ilimitadas de información. Como señala el bioquímico Isaac Asimov, el “sistema de archivar” del cerebro es “perfectamente capaz de encargarse de cualquier carga de aprendizaje y memoria que el ser humano probablemente haya de poner sobre él... y mil millones de veces más que esa cantidad, también.”33 Eso significa que su cerebro puede encargarse no solo de toda la carga que usted pusiera en él en una vida de setenta u ochenta años, ¡sino también de mil millones de veces más que eso! No es de extrañar que el hombre tenga tan grande sed de conocimiento, un deseo tan grande de aprender a hacer y lograr cosas. Sin embargo lo corto de su vida le presenta un estorbo. ¿Es razonable que el hombre tenga tan fantástico órgano como lo que es el cerebro humano y entonces nunca pueda usar más de una pequeña fracción de su potencialidad? ¿No es mucho más razonable que, como lo muestra la Biblia, Jehová Dios haya diseñado al hombre para vivir para siempre en la Tierra y le haya dado un cerebro admirablemente apropiado para ese propósito?

20. ¿Precisamente qué dice la Biblia que Dios ha prometido hacer para la humanidad en cuanto a los efectos del pecado, incluso la muerte misma?

20 La Biblia muestra que originalmente el hombre tenía la oportunidad de vivir para siempre, pero la perdió por rebelión; que “por medio de un solo hombre [Adán] el pecado entró en el mundo y la muerte por medio del pecado, y así la muerte se extendió a todos los hombres porque todos habían pecado.” (Romanos 5:12) La experiencia humana concuerda con esto, porque el pecado y la muerte son universales entre la humanidad. Pero la Biblia también contiene la promesa de Dios de que, en el Paraíso restaurado, “la muerte no será más, ni existirá ya más lamento, ni clamor, ni dolor.” (Revelación 21:3, 4; 7:16, 17) Dice claramente que la vida eterna, libre de los efectos del pecado, es el propósito de Dios para la humanidad. (Romanos 5:21; 6:23) Más que esto, promete que las bendiciones del nuevo orden de Dios se les harán disponibles a los muchos millones de personas que han muerto en el pasado. ¿Cómo? Por medio de ser resucitadas de la muerte, sí, por ser vaciado el sepulcro común de toda la humanidad. Acerca de esto, Jesucristo predijo confiadamente: “Viene la hora en que todos los que están en las tumbas conmemorativas oirán su voz y saldrán.”—Juan 5:28, 29.

21, 22. ¿Por qué no es cosa demasiado grande para esperarla la expectativa de que se restaure la salud completa?

21 Científicos médicos modernos producen hoy “drogas milagrosas” y ejecutan hazañas quirúrgicas que hubieran parecido increíbles hace siglos. ¿Deberíamos dudar que el Creador del hombre pueda hacer cosas mucho mayores y más sorprendentes para restaurar a las personas de corazón justo a la salud vibrante, hasta invertir el proceso del envejecimiento... todo sin recurrir a hospitales, salas de operaciones ni órganos artificiales? Con consideración, Dios nos ha suministrado la evidencia de que esas bendiciones no son demasiado grandes para esperarlas.

22 Dio poder a su Hijo mientras éste estuvo en la Tierra para que ejecutara poderosas obras de curación. Estas obras nos aseguran que no hay ninguna debilidad, defecto ni enfermedad que el poder de Dios no pueda sanar. Cuando un hombre cuya carne estaba llena de lepra le imploró a Jesús que lo sanara, Jesús compasivamente tocó al hombre y dijo: “Sé limpio.” Y, como dice el registro histórico, “al instante quedó limpio de la lepra.” (Mateo 8:2, 3) Jesús no hizo estas cosas en un lugar aislado, fuera de la vista del público. El historiador Mateo Leví informa lo siguiente: “Se le acercaron grandes muchedumbres, teniendo consigo personas que eran cojas, mancas, ciegas, mudas y muchas en otras condiciones, y casi se las tiraron a los pies, y él las curó; de modo que la muchedumbre se asombró . . . y glorificó al Dios de Israel.” (Mateo 15:30, 31) Lea usted mismo el relato de Juan 9:1-21 como ejemplo de lo verdadero y fiel a la realidad de la vida que es el informe histórico de estas curaciones. Estos acontecimientos tienen el testimonio de muchos testigos, entre éstos un doctor, el médico Lucas.—Marcos 7:32-37; Lucas 5:12-14, 17-25; 6:6-11; Colosenses 4:14.

23, 24. ¿Por qué no es irrazonable creer que los muertos pueden efectivamente ser restaurados a la vida y lo serán bajo el reino de Dios?

23 Por razones similares no tenemos que considerar como cosa increíble la clara promesa bíblica de que “va a haber resurrección” de los muertos. (Hechos 24:15) Hoy los hombres pueden grabar la voz de una persona, y su apariencia y acciones en un pedacito de película o cinta de video, de modo que hasta años después de su muerte éstas pueden reproducirse. ¿No debería hacer mucho más que eso Aquel que creó al hombre, quien lógicamente conoce la precisa estructura atómica y molecular del hombre? Si computadoras hechas por el hombre pueden almacenar y coordinar literalmente miles de millones de piezas de información, ¿no debería Dios poder recordar precisamente las personalidades de los individuos para restaurarlos a la vida?—Job 14:13.

24 Nuevamente, Jehová Dios nos ha dado bondadosamente el medio de fortalecer nuestra fe en tan tremenda esperanza. Otorgó a su Hijo poder de demostrar en escala pequeña lo que hará en escala grande durante su gobernación justa sobre la Tierra. Cristo Jesús resucitó a personas que habían muerto, y muchas veces lo hizo ante la clara vista de observadores. El hombre llamado Lázaro, a quien resucitó cerca de Jerusalén, hasta había estado muerto por suficiente tiempo como para que su cuerpo hubiese comenzado a descomponerse. Así, se ve que la esperanza de la resurrección tiene base sólida.—Lucas 7:11-17; 8:40-42, 49-56; Juan 11:38-44.

LA TIERRA PUEDE CONTENER ESA POBLACIÓN

25, 26. Cuando los muertos sean resucitados, ¿habrá lugar donde vivan todos?

25 ¿Puede este planeta suministrar cómodo espacio donde vivir a la población que sería el resultado de la resurrección de los muertos? En 1960, el Dr. Albert L. Elder, como presidente de la Sociedad Química Americana, declaró:

 “Se necesitaron más de 5.000 años de historia humana hasta aproximadamente 1820 para alcanzar una población mundial de 1.100 millones de personas. Dentro del siguiente siglo, la población aumentó al doble. Ahora, está en unos 2.800 millones y pudiera alcanzar los 3 mil millones temprano en los años sesenta [como sucedió]. Así, en menos de 50 años ha habido un aumento de población equivalente al que aconteció durante los primeros 50 siglos.”34

26 Las personas que están vivas hoy, por lo tanto, representan una porción considerable del total que ha vivido en la Tierra. De hecho, en 1966 se declaró lo siguiente: “Se calcula ahora que el 25 por ciento de todas las personas que han vivido hasta ahora están vivas hoy.”35 Con esto como base, la población total durante toda la historia humana pudiera calcularse en unos 14.000.000.000 de personas. El área de terreno de la Tierra es de más de 14.500.000.000 de hectáreas. Eso permitiría más de una hectárea por persona. Esto no solo suministraría espacio para producir alimento, sino que también permitiría espacio para bosques, montañas y así por el estilo sin que hubiera indebido amontonamiento de personas en la Tierra paradisíaca. Además, hay que recordar que la Biblia muestra que de ningún modo todos los que viven hoy sobrevivirán y vivirán en ese nuevo orden.

27. ¿Podría la Tierra producir suficiente alimento para todas esas personas?

27 Pero, ¿podría la Tierra producir suficiente alimento para tantas personas? Hay científicos hoy que afirman que pudiera hacerlo hasta en medio de las condiciones del día actual. La revista Time (13 de julio de 1970) informó que la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación “ahora sostiene que la potencialidad agrícola del mundo es lo suficientemente grande como para alimentar a 157 mil millones de personas.” Eso es mucho, mucho más que el total que se calcula de los que han vivido hasta ahora en la Tierra.

28. ¿Por qué no hay peligro de que, por vivir la gente para siempre, la Tierra llegara a tener exceso de población con el transcurso del tiempo?

28 Debemos notar que el propósito de Dios que originalmente se le declaró a la primera pareja humana era que ellos deberían ‘llenar la tierra y sojuzgarla,’ extendiendo los límites del Edén hasta los más lejanos extremos de la Tierra. (Génesis 1:28) Esto significaría, no cubrir enteramente la Tierra con gente, sino llenarla hasta un grado cómodo, hasta un grado que todavía permitiría ‘sojuzgar’ la Tierra de modo que fuera un parque global como el hogar original parecido a parque del hombre. Por eso, este mandato divino indica que, al debido tiempo y a la manera de Dios, la reproducción al fin cesaría entre la humanidad. Para Dios, que dotó al hombre de la habilidad de reproducirse, eso no presenta gran problema.

UN FUNDAMENTO SEGURO PARA FELICIDAD DURADERA

29, 30. (a) ¿Qué efecto tienen las relaciones con otras personas en la felicidad de uno? (b) ¿Cómo sabemos que los que obtengan vida eterna en el nuevo orden de Dios serán solo personas que verdaderamente contribuyan a la paz y seguridad de sus semejantes?

29 Aunque usted pudiera vivir en alrededores hermosos, tener prosperidad material, hacer trabajo interesante y disfrutar de salud relativamente buena, esto todavía no garantizaría su felicidad duradera. Hoy hay personas que tienen estas cosas y sin embargo no son felices. ¿Por qué? Debido a sus relaciones con las personas que los rodean, personas que quizás sean egoístas, dadas a las riñas, hipócritas o llenas de odio. La felicidad duradera en el nuevo orden de Dios vendrá en gran medida por el cambio de actitud de la gente, por toda la Tierra. El amor y respeto de ellos a Dios y su esfuerzo por cumplir sus propósitos traerá prosperidad espiritual. Sin eso, la prosperidad material se hace vana, no satisfactoria y vacía.

30 Aun más que tener cosas materiales, el placer viene de estar con personas que son bondadosas, humildes, amigables, personas a quienes usted realmente pueda amar y en quienes pueda confiar, y que se sientan de ese mismo modo en cuanto a usted. (Salmo 133:1 [132:1, TA]; Proverbios 15:17) El amor a Dios es lo que asegura verdadero amor al prójimo, lo que hará la vida tan agradable en Su justo nuevo orden. Todas las personas a quienes Dios favorecerá con vida eterna serán personas que han probado su amor a él y a su semejante. Con esas personas como vecinos, amigos y compañeros de trabajo suyos, usted podrá disfrutar de verdadera paz y seguridad y felicidad duradera.—1 Juan 4:7, 8, 20, 21.

31. Si realmente queremos vida en el nuevo orden de Dios, ¿qué debemos hacer ahora?

31 Al saber que tan magnífica expectativa le está disponible a usted, el proceder de la sabiduría práctica es averiguar qué se requiere para obtenerla. Ahora es el tiempo en el cual poner su vida en armonía con los requisitos justos que Dios ha dado en su Palabra para aquellos a quienes se dejará con vida a través de la venidera “tribulación grande.”—2 Pedro 3:11-13.

[Preguntas del estudio]