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CAPÍTULO 8

El poder para restaurar: Jehová está “haciendo nuevas todas las cosas”

El poder para restaurar: Jehová está “haciendo nuevas todas las cosas”

1, 2. ¿Qué pérdidas sufrimos en estos tiempos, y cómo nos afectan?

 UN NIÑO pierde o rompe su juguete favorito y se pone a llorar desconsoladamente. ¡Pobrecito! Pero ¡cómo se le ilumina la carita cuando papá o mamá le encuentran o restauran el juguete! Puede que a los padres no les haya costado trabajo lograrlo. Pero, para el pequeño, ¡eso fue lo máximo! Y es que ahora tiene lo que pensaba que nunca iba a recuperar.

2 Jehová, el mejor Padre, tiene el poder para restaurar o devolvernos lo que parece que no vamos a recuperar. Claro, no estamos hablando de un simple juguete. En estos “tiempos críticos y difíciles de soportar”, sufrimos la pérdida de cosas mucho más importantes (2 Timoteo 3:1-5). Muchas de las cosas que valoramos —como la vivienda, los bienes materiales, el empleo y hasta la salud— se pueden perder en cualquier momento. Además, quizás nos duela ver que la Tierra está tan contaminada y que muchos seres vivos se están extinguiendo. Pero nada nos hace sufrir tanto como la muerte de un ser querido. Los sentimientos de pérdida y la impotencia pueden ser insoportables (2 Samuel 18:33).

3. ¿Qué palabras consoladoras leemos en Hechos 3:21, y a través de qué medio las cumplirá Jehová?

3 ¡Cuánto nos consuela saber que Jehová tiene el poder de arreglarlo todo! Como veremos, es asombroso todo lo que él nos puede devolver y nos devolverá. De hecho, la Biblia muestra que se propone realizar “la restauración de todas las cosas” (Hechos 3:21). Y esto lo hará a través del Reino mesiánico, el gobierno de su Hijo, Jesucristo. Las pruebas indican que este gobierno empezó en el cielo en 1914 (Mateo 24:3-14). a Veamos algunos ejemplos asombrosos de lo que Jehová restaura. Uno de ellos ya lo vemos y experimentamos en la actualidad, y otros tendrán lugar a gran escala en el futuro.

La restauración de la adoración pura

4, 5. ¿Qué le pasó al pueblo de Dios en el año 607, pero qué había prometido Jehová?

4 Algo que Jehová ya ha restaurado es la adoración pura. Para entender lo que esto implica, repasemos brevemente la historia del reino de Judá. Así veremos claramente el gran poder de Jehová para recuperar lo que parece perdido (Romanos 15:4).

5 Imagínese lo que sintieron los judíos fieles tras la destrucción de Jerusalén en el 607 antes de nuestra era. Su amada ciudad, con sus murallas y todo, quedó en ruinas. Y lo peor es que también quedó en ruinas el gran templo que Salomón había construido, el único lugar del planeta donde se adoraba a Jehová como él quería (Salmo 79:1). Babilonia se llevó a los sobrevivientes, y el país se volvió un lugar desolado lleno de fieras (Jeremías 9:11). Desde un punto de vista humano, todo parecía perdido (Salmo 137:1). Muchos años antes, Jehová había predicho esa destrucción, pero también había prometido que llegaría un tiempo de restauración.

6-8. a) ¿De qué tratan muchas profecías de las Escrituras Hebreas, y cómo se cumplieron en el caso de los judíos? b) ¿Cómo se han cumplido muchas de las profecías de restauración en nuestros tiempos?

6 En las Escrituras Hebreas hay muchas profecías sobre la restauración. b En ellas, Jehová prometió que el país sería restaurado y repoblado, volvería a ser fértil y estaría protegido de las fieras y los ataques enemigos. Pintó la tierra restaurada como un auténtico paraíso (Isaías 65:25; Ezequiel 34:25; 36:35). Sobre todo, se restauraría la adoración pura y se reedificaría el templo (Miqueas 4:1-5). Estas profecías les dieron esperanza a los judíos desterrados, y esto les permitió soportar 70 años de cautiverio en Babilonia.

7 Por fin llegó la restauración. Los judíos, ya puestos en libertad, salieron de Babilonia, regresaron a Jerusalén y reconstruyeron el templo (Esdras 1:1, 2). Mientras fueron fieles a la adoración pura, Dios los bendijo e hizo que la tierra fuera fértil y próspera. Los protegió de los enemigos y de los animales salvajes que habían invadido el país por décadas. ¡Qué emoción debieron sentir al ver con sus propios ojos el poder de Jehová para restaurar! Pero aquello cumplió solo una pequeña parte de las profecías de restauración. El resto se cumpliría a mayor escala “en la parte final de los días” —es decir, en nuestro tiempo—, cuando Jesús, el prometido descendiente de David, se convirtiera en el Rey del Reino de Dios (Isaías 2:2-4; 9:6, 7).

8 Jesús, el Rey celestial, comenzó a gobernar en 1914. Poco después, se dedicó a ayudar al pueblo de Dios a adorar a Jehová como él quiere. ¿Cómo lo hizo? Pensemos en lo que hizo el conquistador Ciro el persa en el año 537 antes de nuestra era. Él liberó de Babilonia a un resto de judíos. Y Jesús hizo lo mismo con un resto de judíos espirituales, es decir, sus propios discípulos. Sin embargo, Jesús los liberó de la influencia de “Babilonia la Grande”, el imperio mundial de la religión falsa (Apocalipsis 18:1-5; Romanos 2:29). En 1919, los verdaderos cristianos volvieron a adorar a Jehová como él quiere, y desde entonces no han dejado de hacerlo (Malaquías 3:1-5). A partir de ese momento, el pueblo de Jehová lo ha estado adorando en su templo espiritual purificado, que es el sistema que Dios estableció para la adoración pura. ¿Por qué es importante esto para nosotros?

La importancia de la restauración espiritual

9. ¿Qué le pasó a la adoración pura, pero qué ha hecho Jehová?

9 Repasemos la historia. Los primeros cristianos adoraban a Dios como él quería y tenían una buena relación con él. Pero Jesús y los apóstoles habían predicho que la adoración pura se corrompería y desaparecería (Mateo 13:24-30; Hechos 20:29, 30). Cuando los apóstoles murieron, aparecieron cristianos falsos y surgió la cristiandad. Sus líderes promovían enseñanzas y prácticas paganas. En vez de acercar a la gente a Dios, le enseñaban que él es parte de una trinidad misteriosa. Y decían que, en vez de orarle a Jehová y confesarle sus errores a él, había que orarles a María y a los “santos” y confesarse con los sacerdotes. ¿Qué ha hecho Jehová tras tantos siglos de contaminación espiritual? Aunque el mundo está plagado de mentiras religiosas y de gente irreverente, él ha intervenido y ha restaurado la adoración pura. De hecho, esta restauración es una de las cosas más importantes que han pasado en nuestros días.

10, 11. a) ¿Cómo está formado el paraíso espiritual, y qué tiene que ver con usted? b) ¿Qué tipo de personas ha reunido Jehová en el paraíso espiritual, y qué privilegio tendrán?

10 Los cristianos auténticos disfrutan hoy de un paraíso espiritual que es cada vez mejor y más bello. Este paraíso está formado principalmente por dos partes. Una de ellas es la adoración pura del Dios verdadero, Jehová. Nuestro Padre celestial nos ha dado un sistema para adorarlo que está libre de mentiras y engaños. Y también nos regala alimento espiritual para que podamos conocerlo, agradarle y acercarnos a él (Juan 4:24). La otra parte del paraíso espiritual tiene que ver con las personas. Como predijo Isaías, “en la parte final de los días”, Jehová les ha enseñado a sus siervos a vivir en paz y a no participar en ninguna guerra. Además, Jehová nos ayuda a que logremos vestirnos de “la nueva personalidad” aunque seamos imperfectos. Y recompensa nuestros esfuerzos dándonos espíritu santo, que produce en nosotros su hermoso fruto (Efesios 4:22-24; Gálatas 5:22, 23). Si dejamos que su espíritu nos guíe, seremos parte del paraíso espiritual.

11 Jehová ha reunido en el paraíso espiritual al tipo de personas que ama: las que lo quieren, están a favor de la paz y “reconocen sus necesidades espirituales” (Mateo 5:3). A estas les dará el privilegio de vivir una restauración aún más espectacular, es decir, la de la humanidad y la Tierra entera.

“¡Mira! Estoy haciendo nuevas todas las cosas”

12, 13. a) ¿Por qué podemos estar seguros de que las profecías de restauración también se cumplirán literalmente? b) ¿Cuál era el propósito original de Jehová para la Tierra, y por qué nos da esperanza?

12 Muchas profecías de restauración también tendrán un cumplimiento literal. Por ejemplo, Isaías habló del tiempo en que los enfermos, los cojos, los ciegos y los sordos se recuperarían. Incluso predijo que Jehová “eliminará la muerte para siempre” (Isaías 25:8; 35:1-7). Esto no se cumplió literalmente en el antiguo Israel. Y, aunque en nuestro tiempo hemos visto solo su cumplimiento espiritual, podemos estar seguros de que en el futuro toda la humanidad verá cómo se cumple literalmente. ¿Por qué podemos estar tan seguros?

13 En el jardín de Edén, Jehová dejó claro su propósito para la Tierra: que estuviera habitada por toda la humanidad, una familia unida, sana y feliz. El hombre y la mujer cuidarían de la Tierra y los animales, y la transformarían en un paraíso (Génesis 1:28). ¡Nada que ver con este mundo! Pero estamos convencidos de que nada impedirá que se cumplan los propósitos de Jehová (Isaías 55:10, 11). Jesús, el Rey del Reino de Dios, convertirá la Tierra en un paraíso (Lucas 23:43).

14, 15. a) ¿En qué sentido hará Jehová “nuevas todas las cosas”? b) ¿Cómo será la vida en el Paraíso, y qué es lo que más le ilusiona al verse allí?

14 ¿Se imagina ver la Tierra hecha un paraíso? Refiriéndose a ese tiempo, Jehová dice: “¡Mira! Estoy haciendo nuevas todas las cosas” (Apocalipsis 21:5). Piense en lo que esto significará. Cuando Jehová haya destruido con su poder a este mundo malvado, quedarán “unos nuevos cielos y una nueva tierra”. Esto significa que un nuevo gobierno celestial reinará en una “nueva tierra”, una nueva sociedad de gente que ama a Dios y le obedece (2 Pedro 3:13). Además, Satanás y sus demonios ya no podrán hacerle daño a nadie (Apocalipsis 20:3). Por primera vez, después de los miles de años que llevan fomentando el odio y la maldad, el ser humano ya no sentirá su influencia negativa. ¡Qué alivio!

15 Por fin podremos cuidar de este bello planeta como Jehová quería que lo hiciéramos desde un principio. La Tierra tiene la capacidad natural de regenerarse. Por ejemplo, si se elimina la fuente de la contaminación, los ríos y lagos se limpian por sí solos. Y, si deja de haber guerras, se borran las cicatrices que estas dejan en el paisaje. ¡Qué bonito será ayudar a convertir la Tierra en un paraíso como el jardín de Edén! Habrá una inmensa variedad de plantas y animales, pues el ser humano ya no destruirá la naturaleza, sino que vivirá en total armonía con ella. Ni siquiera los niños les tendrán miedo a los animales salvajes (Isaías 9:6, 7; 11:1-9).

16. ¿Qué restauración vivirán todas las personas fieles en el Paraíso?

16 Jehová también nos devolverá a cada uno de nosotros lo que nos haga falta. Quienes sobrevivamos al Armagedón veremos a todo el mundo recuperar la salud de forma milagrosa. Tal como hizo cuando estuvo en la Tierra, Jesús usará el poder que Dios le ha dado para devolverles la vista a los ciegos, el oído a los sordos y hacer que los cojos y débiles disfruten de una buena condición física (Mateo 15:30). Las personas mayores tendrán el placer de recuperar la salud y las fuerzas (Job 33:25). Verán que sus arrugas se borran y que sus brazos, sus piernas y todos sus músculos vuelven a ser fuertes. Toda la humanidad fiel sentirá cómo van desapareciendo los efectos del pecado y la imperfección. Qué agradecidos nos sentiremos al ver cómo usa Jehová su impresionante poder para restaurar. Centrémonos ahora en uno de los milagros más conmovedores que sucederán en este emocionante periodo de restauración.

Se les devuelve la vida a los muertos

17, 18. a) ¿Por qué reprendió Jesús a los saduceos? b) ¿Qué circunstancias llevaron a que Elías le pidiera a Jehová que resucitara a alguien?

17 Unos líderes religiosos del siglo primero, los saduceos, no creían en la resurrección. Por eso Jesús los reprendió así: “Ustedes están equivocados porque no conocen ni las Escrituras ni el poder de Dios” (Mateo 22:29). Y es que la Biblia revela que Jehová tiene el poder para devolverles la vida a los muertos. Veamos algunos ejemplos.

18 Imagínese la siguiente escena que vivió Elías. Una viuda tenía entre sus brazos el cuerpo sin vida de su niño, su único hijo. El profeta Elías, que estaba alojado en la casa de aquella mujer, seguro que se quedó impactado con la noticia. Tiempo antes, ya había impedido que murieran de hambre, y es muy probable que se hubiera encariñado con el niño. La mujer estaba destrozada. Él era el único recuerdo que le quedaba de su esposo, y tal vez esperaba que la cuidara cuando envejeciera. Además del dolor que sentía, tenía miedo de que Dios la estuviera castigando por algún error del pasado. Pero Elías no podía soportar verla sufrir así. Con cuidado, tomó al niño de los brazos de su madre, lo subió a su habitación y le pidió a Jehová que le devolviera la vida (1 Reyes 17:8-21).

19, 20. a) ¿Cómo demostró Abrahán que estaba convencido de que Jehová tiene poder para restaurar, y por qué tenía una fe tan fuerte? b) ¿Cómo recompensó Jehová la fe de Elías?

19 Elías no era el primer ser humano que creía en la resurrección. Siglos antes, Abrahán ya creía en el poder de Jehová para resucitar a los muertos. ¿Por qué estaba tan convencido? Abrahán —de 100 años— y su esposa Sara —de 90— ya no tenían la capacidad de tener hijos, pero Dios se la devolvió milagrosamente, y Sara pudo dar a luz (Génesis 17:17; 21:2, 3). Más tarde, cuando su hijo Isaac creció, Jehová le pidió que lo sacrificara. Abrahán demostró que tenía fe en que Jehová podría devolverle la vida a su querido hijo (Hebreos 11:17-19). Gracias a esa fe tan fuerte, antes de subir a la montaña para sacrificarlo, Abrahán les dijo a sus sirvientes que volvería con su hijo (Génesis 22:5).

“Mira, tu hijo está vivo”

20 Jehová dejó que Isaac siguiera viviendo, así que no fue necesario resucitarlo. En cambio, el hijo de la viuda del relato de Elías ya estaba muerto..., pero no lo estaría por mucho tiempo. Dios recompensó la fe del profeta resucitando al joven. Luego, Elías se lo entregó a su madre y le dijo estas palabras que ella jamás olvidaría: “Mira, tu hijo está vivo” (1 Reyes 17:22-24).

21, 22. a) ¿Por qué incluye la Biblia relatos sobre resurrecciones? b) ¿Cuántas personas resucitarán en el Paraíso, y quién las resucitará?

21 Esta es la primera resurrección que aparece en la Biblia y es un claro ejemplo del poder de Jehová para restaurar. Más tarde, él también les dio a Eliseo, Jesús, Pablo y Pedro el poder para devolverles la vida a los muertos. Claro, tiempo después, las personas a las que resucitaron volvieron a morir. Pero estos relatos bíblicos son un maravilloso adelanto de lo que pasará en el futuro.

22 En el Paraíso, Jesús demostrará que es “la resurrección y la vida” (Juan 11:25). Resucitará a millones y millones de personas, y les ofrecerá la oportunidad de vivir para siempre en la Tierra (Juan 5:28, 29). Imagínese cuando volvamos a ver a nuestros familiares y amigos que han muerto. ¡Qué alegría será poder abrazarlos de nuevo! Toda la humanidad alabará a Jehová por su poder para restaurar.

23. ¿Cuál ha sido la mayor demostración del poder de Jehová, y por qué es una garantía que nos da esperanza?

23 Jehová nos dio una garantía que nos ayuda a confiar por completo en esta promesa. Lo hizo cuando resucitó a su Hijo, Jesús, y lo convirtió en la segunda persona con más autoridad en los cielos. De esta manera, demostró su poder como nunca antes. Además, cientos de personas pudieron ver a Jesús después de resucitar (1 Corintios 15:5, 6). Esta es una garantía que debería convencer hasta a las personas más escépticas. Está claro que Jehová tiene el poder para devolver la vida.

24. ¿Por qué podemos estar seguros de que Jehová resucitará a los muertos, y qué esperanza deberíamos valorar?

24 Pero él no solo puede devolverles la vida a las personas que han muerto, sino que también desea hacerlo. El fiel Job dijo por inspiración que Jehová ansía resucitarlas (Job 14:15). Al pensar en esta manera tan tierna en que Jehová quiere usar su poder, ¿no nos entran ganas de acercarnos a él? Ahora bien, la resurrección es tan solo una parte del enorme trabajo de restauración que Jehová está haciendo. Acerquémonos cada vez más a él y no dejemos de valorar la maravillosa esperanza de estar en el Paraíso y ver cómo hace “nuevas todas las cosas” (Apocalipsis 21:5).

a “Los tiempos de la restauración de todas las cosas” empezaron cuando el Reino mesiánico se estableció mediante un heredero del rey David. Jehová le había prometido a David que un heredero suyo gobernaría para siempre (Salmo 89:35-37). Pero después de que Babilonia destruyó Jerusalén en el año 607 antes de nuestra era, ningún sucesor de David ocupó el trono de Dios. Jesús fue descendiente de él cuando estuvo en la Tierra y llegó a ser ese rey prometido cuando fue coronado en el cielo.

b Por ejemplo, Moisés, Isaías, Jeremías, Ezequiel, Oseas, Joel, Amós, Abdías, Miqueas y Sofonías trataron este tema.