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PARTE 4

¿Dónde están nuestros antepasados?

¿Dónde están nuestros antepasados?

1, 2. ¿Qué cree mucha gente respecto a las personas que han muerto?

EN África, millones de personas creen que la muerte no es el fin de la vida, sino tan solo un cambio: pasar a vivir en otro mundo. Muchos sostienen que, cuando murieron sus antepasados, pasaron del mundo visible al invisible, del mundo de los seres humanos al de los espíritus.

2 Creen que estos antepasados, o sus espíritus, protegen a sus familias en la Tierra y las cuidan para que les vaya bien. Según esta creencia, los espíritus de los antepasados son amigos poderosos, que pueden traer buenas cosechas, promover el bienestar y proteger del mal. Pero si se les pasa por alto o se les ofende, causan calamidades tales como enfermedades, pobreza y tragedias.

3. ¿De qué maneras se manifiesta el culto a los antepasados?

3 A fin de honrar a los espíritus de los antepasados y mantener una buena relación con ellos, se llevan a cabo gran cantidad de prácticas y ritos, los cuales están presentes en particular en las costumbres funerarias, como el velatorio y el segundo entierro. El culto a los antepasados también se ve claramente de otras formas. Por ejemplo, antes de tomar alcohol, algunas personas derraman un poco en el suelo para los antepasados. Asimismo, después de cocinar dejan algo de comida en la olla para que, en caso de que se presenten los antepasados, tengan algo que comer.

4. ¿Qué creen muchas personas acerca del alma?

4 Otras personas creen que los seres humanos tienen un alma inmortal que sobrevive a la muerte del cuerpo. Si la persona ha sido buena, su alma supuestamente va al cielo o al paraíso, pero si ha llevado una mala vida, se la condena al infierno. Esta idea se mezcla muchas veces con las creencias tradicionales. Por ejemplo, las notas necrológicas de los periódicos que anuncian los servicios funerarios de las iglesias a veces también dicen que la persona ha “pasado a mejor vida” o que “se ha ido con los antepasados”. Todas estas creencias se basan en la idea de que el alma, o espíritu, sobrevive a la muerte del cuerpo. ¿Qué dice la Biblia al respecto?

Alma y espíritu

5, 6. Según la Biblia, ¿qué es el alma?

5 La Biblia enseña que el alma no es algo que la persona tenga dentro; el alma es la persona misma. Por ejemplo, cuando Dios creó a Adán, “el hombre vino a ser alma viviente” (Génesis 2:7). Adán no recibió un alma, sino que él, su persona completa, era un alma.

6 En consecuencia, leemos que las almas nacen (Génesis 46:18); comen y ayunan (Levítico 7:20; Salmo 35:13), o lloran y se desmayan (Jeremías 13:17; Jonás 2:7). También se las puede secuestrar, perseguir y sujetar con hierros (Deuteronomio 24:7; Salmo 7:5; 105:18). En estos textos, algunas Biblias usan la palabra alma para traducir el vocablo de la lengua original, mientras que otras usan ser, criatura o persona. Todas estas palabras significan lo mismo.

7. ¿Qué textos bíblicos prueban que el alma puede morir?

7 Puesto que el alma es la persona misma, cuando muere la persona, muere el alma. Ezequiel 18:4 dice: “El alma que peca... ella misma morirá”. Además, Hechos 3:23 dice: “Cualquier alma [o persona] que no escuche a ese Profeta será completamente destruida de entre el pueblo”. De modo que el alma no es algo que siga viviendo después de que el cuerpo muere.

8. ¿Qué es el espíritu en los seres humanos?

8 El espíritu no es lo mismo que el alma. En los seres humanos, el espíritu es la fuerza de vida que les permite llevar a cabo las actividades cotidianas. Es comparable a la electricidad: esta puede dar energía a un ventilador o un refrigerador, pero por sí sola no puede mover el aire ni enfriar los alimentos. Del mismo modo, nuestro espíritu nos permite ver, oír y pensar. Pero por sí solo —es decir, sin los ojos, los oídos o el cerebro— no puede hacer ninguna de estas cosas. Por eso es que la Biblia dice del hombre: “Sale su espíritu, él vuelve a su suelo; en ese día de veras perecen sus pensamientos” (Salmo 146:4).

9. ¿Qué no hacen el alma ni el espíritu?

9 Por lo tanto, según la Biblia, ni el alma ni el espíritu dejan el cuerpo cuando la persona muere para seguir viviendo en el mundo de los espíritus.

El estado de los muertos

10. ¿Qué dice la Biblia acerca del estado en que se encuentran los muertos?

10 ¿Cuál es, pues, el estado en que se encuentran los muertos? Puesto que Jehová creó a los seres humanos, él sabe qué nos sucede al morir. Su Palabra enseña que los muertos no tienen vida: no pueden oír, ver, hablar, ni pensar. La Biblia dice:

  • “Los muertos [...] no tienen conciencia de nada en absoluto.” (Eclesiastés 9:5.)

  • “Su amor y su odio y sus celos ya han perecido.” (Eclesiastés 9:6.)

  • “No hay trabajo ni formación de proyectos ni conocimiento ni sabiduría en el [sepulcro], el lugar adonde vas.” (Eclesiastés 9:10.)

11. Después que Adán pecó, ¿qué le dijo Jehová?

11 Observemos lo que dice la Biblia acerca de nuestro primer antepasado, Adán. Dios lo formó “del polvo del suelo” (Génesis 2:7). Si Adán hubiera obedecido la ley de Jehová, habría vivido para siempre en felicidad en la Tierra. Pero desobedeció la ley de Dios, y el castigo fue la muerte. ¿Adónde fue Adán al morir? Dios le dijo: “[Volverás] al suelo, porque de él fuiste tomado. Porque polvo eres y a polvo volverás” (Génesis 3:19).

12. ¿Qué le pasó a Adán al morir?

12 ¿Dónde estaba Adán antes de que Jehová lo creara del polvo? En ningún sitio. No existía. Así que cuando Jehová afirmó que Adán ‘volvería al suelo’, quería decir que estaría nuevamente sin vida, como el polvo. Adán no siguió viviendo en el mundo de los espíritus. No “pasó” a estar con los espíritus ancestrales. No fue ni al cielo ni al infierno. Simplemente dejó de existir.

13. Cuando llega la muerte, ¿qué ocurre con los seres humanos y los animales?

13 ¿Ocurre lo mismo con los seres humanos en general? Sí. La Biblia indica: “[Los seres humanos y los animales] van a un solo lugar. Del polvo han llegado a ser todos, y todos vuelven al polvo” (Eclesiastés 3:19, 20).

14. ¿Qué esperanza hay para los muertos?

14 La Biblia promete que Dios despertará a los muertos para que vivan en un paraíso en la Tierra (Juan 5:28, 29; Hechos 24:15). Pero ese momento todavía está en el futuro. Por ahora, están durmiendo en la muerte (Juan 11:11-14). No debemos temer ni adorar a los difuntos, pues no pueden ni hacernos daño ni ayudarnos.

15, 16. ¿Cómo trata Satanás de hacer creer a la gente que los muertos no están realmente muertos?

15 La idea de que en realidad no morimos es una mentira difundida por Satanás el Diablo. Para convencer a las personas de esta mentira, él y sus demonios tratan de hacerles creer que los espíritus de los muertos causan enfermedades y otras dificultades. Es cierto que los demonios son los causantes de algunos problemas, aunque hay que aclarar que no todos los problemas tienen una causa sobrenatural. Sin embargo, la idea de que los muertos pueden hacernos daño es totalmente falsa.

16 Hay otra manera en que los demonios tratan de convencer a la gente de que la enseñanza bíblica acerca de la muerte es un error. Engañan a muchas personas haciéndoles creer que han visto a los muertos o han hablado con ellos, para lo cual utilizan visiones, sueños, médium espiritistas y otros medios. Sin embargo, la gente no se está comunicando con los muertos, sino con demonios que fingen ser personas que han muerto. Por esa razón, Jehová condena con firmeza a los médium espiritistas y a quienes consultan a los muertos (Deuteronomio 18:10-12; Zacarías 10:2).