SECCIÓN 10
¿Cómo influye el pecado en nuestra relación con Dios?
“Tú no eres un Dios que se deleite en la iniquidad; nadie malo puede residir contigo por tiempo alguno.” (SALMO 5:4 [5:5, MK])
EL PECADO no solo perjudicó la relación de Adán y Eva con Dios, sino que también nos aleja a nosotros de él. “Los mismos errores de ustedes han llegado a ser las cosas que causan división entre ustedes y su Dios, y los propios pecados de ustedes han hecho que sea ocultado de ustedes el rostro de él para no oír.” (Isaías 59:2.)
Debido al pecado, Adán y Eva se alejaron de Dios
¿Abandonó Dios su propósito original cuando Adán y Eva se rebelaron?
Dios nunca ha abandonado el propósito que tenía para la Tierra. Él todavía quiere que sea un paraíso lleno de personas felices. Nada puede impedirle al Todopoderoso alcanzar su objetivo. “Dios no es hombre para que diga mentiras, ni hijo de la humanidad para que sienta pesar. ¿Lo ha dicho él mismo, y acaso no lo hará, y ha hablado, y no lo llevará a cabo?” (Números 23:19.)
¿Cómo se siente Dios cuando nos ve sufrir?
Tal como un padre amoroso siente dolor cuando sus hijos sufren —aunque sea por errores que ellos mismos cometieron—, Dios se aflige al vernos sufrir (Isaías 63:9). Se compadece de nosotros y promete que eliminará toda la maldad de la Tierra. Pero ¿cómo y cuándo lo hará?
