griego bíblico
El idioma empleado en las Escrituras Griegas Cristianas. La principal variante utilizada fue la koiné, o griego común, aunque también se usaron algunas expresiones del griego clásico. Lo más probable es que el Evangelio de Mateo se escribiera primero en hebreo y se tradujera más tarde al griego koiné.
Tras las conquistas de Alejandro Magno, la koiné se utilizó ampliamente por todo el Mediterráneo oriental aproximadamente desde el año 300 antes de nuestra era hasta el 500 de nuestra era. Según la tradición, alrededor del año 280 antes de nuestra era, eruditos judíos comenzaron a traducir las Escrituras Hebreas a la koiné, con lo que produjeron la versión que se conoce como la Septuaginta. Como es natural, el vocabulario y el estilo de las Escrituras Hebreas tuvo un efecto notable en el griego que se utilizó tanto en la Septuaginta como en las Escrituras Griegas Cristianas.
La koiné ofrecía una amplia ventaja en comparación con otros idiomas porque estaba muy extendida. Era una mezcla de varios dialectos del griego, entre los cuales el ático fue el más influyente, si bien con una gramática simplificada. Esto último no fue un obstáculo para que la koiné permitiera una amplia variedad de expresión de conceptos profundos y diversos matices de significado.