CAPÍTULO 97
La parábola de los trabajadores de la viña
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LOS “ÚLTIMOS” TRABAJADORES DE LA VIÑA SERÁN LOS “PRIMEROS”
Jesús sigue en Perea y acaba de decir que “muchos que son primeros serán últimos, y muchos que son últimos serán primeros” (Mateo 19:30). Para destacar esta idea, cuenta una historia sobre los trabajadores de una viña:
“El Reino de los cielos es como el dueño de una propiedad que salió muy temprano por la mañana para contratar trabajadores para su viña. Después de ponerse de acuerdo con los trabajadores en que les pagaría un denario al día, los envió a su viña. Cerca de la hora tercera volvió a salir y vio en la plaza de mercado a otros que estaban allí de pie sin trabajo. Así que les dijo: ‘Vayan también ustedes a la viña, que les pagaré lo que sea justo’. Y ellos fueron. Él salió de nuevo cerca de la hora sexta, y también de la hora novena, y volvió a hacer lo mismo. Finalmente, salió cerca de la hora undécima y encontró a otros más que estaban allí parados, así que les preguntó: ‘¿Por qué han estado aquí todo el día sin trabajo?’. Le contestaron: ‘Porque nadie nos ha contratado’. Él les dijo: ‘Vayan ustedes también a la viña’” (Mateo 20:1-7).
Al oír “el Reino de los cielos” y “el dueño de una propiedad”, es probable que los que lo escuchan piensen en Jehová. Las Escrituras lo describen como el dueño de una viña, que representa a la nación de Israel (Salmo 80:8, 9; Isaías 5:3, 4). Los que están bajo el pacto de la Ley son como los que trabajan en la viña. Pero Jesús no habla de algo que ya ocurrió, sino de algo que sucede durante su ministerio en la Tierra.
En teoría, los líderes religiosos —como los fariseos que hace poco pusieron a prueba a Jesús preguntándole sobre el divorcio— trabajan para Dios, o le sirven, todo el tiempo. De modo que son como los trabajadores que pasan todo el día en la viña y esperan recibir un denario, el salario que se paga por una jornada completa.
Los sacerdotes y otros líderes religiosos creen que los judíos comunes sirven a Dios menos que ellos, como si trabajaran en la viña de Dios solo media jornada. Estos son los trabajadores de la historia a los que se contrata “cerca de la hora tercera” (las nueve de la mañana) o más tarde: en “la hora sexta”, en “la hora novena” y por último en “la hora undécima” (las cinco de la tarde).
A los hombres y las mujeres que siguen a Jesús se los considera “gente maldita” (Juan 7:49). Han dedicado la mayor parte de su vida a la pesca o a otras ocupaciones. Entonces, aproximadamente en octubre del año 29, “el dueño de la viña” envió a Jesús para que llamara a estas personas humildes con el fin de que trabajaran para Dios como discípulos de Cristo. Son los “últimos” que menciona Jesús, los trabajadores a los que se contrata en “la hora undécima”.
Jesús concluye explicando lo que sucede al final del día: “Cuando anocheció, el dueño de la viña le dijo a su encargado: ‘Llama a los trabajadores y págales. Empieza por los últimos y termina por los primeros’. Cuando se presentaron los trabajadores de la hora undécima, cada uno de ellos recibió un denario. Por eso los primeros, cuando se presentaron, esperaban recibir más, pero a ellos también se les pagó un denario. Al recibirlo, empezaron a quejarse del dueño de la propiedad y le dijeron: ‘¡Estos últimos han trabajado apenas una hora y tú los tratas igual que a nosotros, que hemos soportado el peso del día y el calor abrasador!’. Pero él le respondió a uno de ellos: ‘Amigo, yo no me he portado mal contigo. Quedamos en que te pagaría un denario, ¿no es cierto? Toma lo tuyo y vete. Quiero darle al último lo mismo que a ti. ¿Acaso no tengo derecho a hacer lo que quiera con lo que es mío? ¿O es que tienes envidia porque soy generoso con ellos?’. Así, los últimos Mateo 20:8-16).
serán primeros y los primeros serán últimos” (Tal vez los discípulos se pregunten qué significa la parte final de la historia. ¿En qué sentido serán “últimos” los líderes religiosos judíos, que se consideran los “primeros”? ¿Y por qué serán los “primeros” los discípulos de Jesús?
Los discípulos de Jesús, a los que los fariseos y otros ven como los “últimos”, serán los “primeros” que recibirán el salario completo. Tras la muerte de Jesús, Dios rechazará a la nación de Israel y escogerá a una nueva, “el Israel de Dios” (Gálatas 6:16; Mateo 23:38). Juan el Bautista se refirió a los que formarían parte de esta nueva nación cuando dijo que en el futuro habría un bautismo con espíritu santo. Los que han sido “últimos” serán los primeros que recibirán este bautismo y el privilegio de ser testigos de Jesús “hasta la parte más lejana de la tierra” (Hechos 1:5, 8; Mateo 3:11). Aunque los discípulos no comprendan del todo el gran cambio del que habla Jesús, es posible que se den cuenta de que les espera una fuerte oposición de los líderes religiosos, quienes pasan a ser “últimos”.