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CAPÍTULO DIECIOCHO

“Continúa siguiéndome”

“Continúa siguiéndome”

1-3. a) ¿Cómo se despidió Jesús de sus apóstoles, y por qué no fue aquella una triste despedida? b) ¿Por qué es necesario que sepamos lo que ha hecho Jesús desde que regresó al cielo?

 LOS 11 apóstoles están de pie en una montaña. Tienen la mirada fija en la persona a la que tanto quieren y admiran. Aunque tiene forma humana, en realidad se trata de Jesús resucitado, que vuelve a ser el más poderoso de los hijos espirituales de Jehová. Siguiendo el mandato de su Maestro, los apóstoles se han reunido con él en el monte de los Olivos por última vez.

2 Este monte —que forma parte de una cadena de montañas calizas al otro lado del valle de Cedrón frente a Jerusalén— seguramente le trae a Jesús muchos recuerdos. En sus faldas se encuentra la ciudad de Betania, donde resucitó a Lázaro. Hace apenas unas semanas, Jesús salió de Betfagué, que está cerca de allí, para hacer su entrada triunfal en Jerusalén. En una de las laderas del monte de los Olivos está probablemente el jardín de Getsemaní, donde vivió las angustiosas horas previas a su arresto. Ahora, en este mismo monte, se prepara para dejar a sus amigos y discípulos más cercanos. Y tras unas cariñosas palabras de despedida... ¡Jesús empieza a elevarse del suelo! Los apóstoles se quedan inmóviles, con la vista fija en su querido Maestro mientras sube al cielo. Finalmente, una nube lo oculta y ya no lo ven más (Hechos 1:6-12).

3 ¿Es esta una escena con final agridulce, una triste despedida? En realidad no, pues, como les recuerdan dos ángeles a los apóstoles, la historia de Jesús está lejos de acabar (Hechos 1:10, 11). En muchos sentidos, la ocasión en que subió al cielo fue solo el comienzo, y la Palabra de Dios no nos deja a oscuras sobre lo que pasó después con Jesús. ¿Por qué es importante que sepamos qué ha hecho él desde que se fue de la Tierra? Recordemos lo que le dijo a Pedro: “Continúa siguiéndome” (Juan 21:19, 22). Obedecer este mandato, que también es para nosotros, no es algo que podamos hacer solo cuando queramos, sino que implica un modo de vida. Por eso es necesario entender qué está haciendo nuestro Amo ahora y qué responsabilidades ha recibido en el cielo.

¿Qué ha hecho Jesús desde que regresó al cielo?

4. ¿Cómo revelaron de antemano las Escrituras lo que ocurriría en el cielo cuando Jesús regresara?

4 Las Escrituras no describen cómo fue la llegada de Jesús al cielo, el recibimiento que se le brindó y el feliz encuentro con su Padre. Pero sí habían revelado de antemano lo que Jesús haría allí cuando regresara. La Biblia indica que los judíos llevaban más de 1.500 años celebrando una ceremonia santa. ¿En qué consistía? Una vez al año, el Día de Expiación, el sumo sacerdote entraba en el Santísimo del templo y rociaba delante del arca del pacto la sangre de los sacrificios ofrecidos. Ese día, el sumo sacerdote prefiguraba al Mesías. Así que cuando Jesús volvió al cielo cumplió una vez y para siempre el significado profético de esta ceremonia. Allí compareció ante la majestuosa presencia de su Padre —el lugar más santo de todo el universo— y le presentó el valor de su sacrificio redentor (Hebreos 9:11, 12, 24). ¿Lo aceptó Jehová?

5, 6. a) ¿Qué demuestra que Jehová aceptó el sacrificio redentor de Cristo? b) ¿Quiénes se benefician del rescate, y cómo?

5 Encontramos la respuesta examinando lo que sucedió pocos días después de que Jesús subiera al cielo. Unos 120 cristianos estaban reunidos en la habitación superior de una casa de Jerusalén. De repente, un ruido como el de una ráfaga de viento llenó el lugar y algo similar a lenguas de fuego se posó sobre sus cabezas. Todos se llenaron de espíritu santo y comenzaron a hablar en diferentes idiomas (Hechos 2:1-4). Esto marcó el nacimiento de una nueva nación: el Israel espiritual. Este sería la nueva “raza escogida” y el “sacerdocio real” que cumpliría la voluntad de Dios en la Tierra (1 Pedro 2:9). Este suceso también estableció claramente que Jehová Dios había aceptado y aprobado el sacrificio redentor de Cristo. Así, el derramamiento de espíritu santo fue uno de los primeros beneficios del rescate.

6 Desde entonces, el rescate ha beneficiado a los seguidores de Jesús en todo el mundo. Tanto si formamos parte del “rebaño pequeño” ungido —que reinará con Cristo en el cielo— como si somos de las “otras ovejas” —que vivirán en la Tierra bajo su dominio—, todos nos beneficiamos de su sacrificio (Lucas 12:32; Juan 10:16). Es la base de nuestra esperanza y del perdón de nuestros pecados. Mientras demostremos que tenemos fe en ese rescate y sigamos a Jesús día tras día, podremos tener una conciencia limpia y una brillante esperanza para el futuro (Juan 3:16).

7. ¿Qué autoridad recibió Jesús cuando volvió al cielo, y de qué modo lo apoyamos?

7 ¿Qué ha estado haciendo Jesús desde que volvió al cielo? Bueno, él tiene muchísima autoridad (Mateo 28:18). De hecho, Jehová lo designó para que reinara sobre la congregación cristiana, una responsabilidad que ha cumplido con justicia y amor (Colosenses 1:13). Tal como se predijo, se ha encargado de que haya hombres responsables que cuiden de sus seguidores (Efesios 4:8). Por ejemplo, nombró a Pablo “apóstol a las naciones” y lo envió a predicar las buenas noticias por todas partes (Romanos 11:13; 1 Timoteo 2:7). Hacia finales del siglo primero, mandó mensajes en los que elogiaba, aconsejaba y corregía a siete congregaciones de la provincia romana de Asia (Apocalipsis, capítulos 2 y 3). ¿Reconocemos a Jesús como cabeza de la congregación cristiana? (Efesios 5:23). Demostramos que continuamos siguiéndolo cuando fomentamos en nuestra congregación un espíritu de obediencia y colaboración.

8, 9. ¿Qué autoridad recibió Jesús en 1914, y cómo debe influir esto en nuestras decisiones?

8 Jesús recibió más autoridad en 1914, año en que fue nombrado Rey del Reino mesiánico de Jehová. Al inicio de su gobierno “estalló una guerra en el cielo”. ¿Cuáles fueron las consecuencias? Satanás y sus demonios fueron arrojados a la Tierra, y así empezó un tiempo de angustia y dolor. Las guerras, la delincuencia, el terror, el hambre, las enfermedades y los terremotos van en aumento, y esto nos recuerda que Jesús ya reina en el cielo. Satanás todavía es “el gobernante de este mundo”, pero “le queda poco tiempo” (Apocalipsis 12:7-12; Juan 12:31; Mateo 24:3-7; Lucas 21:11). Sin embargo, Jesús les está dando a personas de todas partes la oportunidad de aceptar su reinado.

9 Es esencial que nos pongamos a favor del Rey mesiánico. En todas las decisiones que tomemos a diario debemos buscar su aprobación, no la de este mundo corrupto. Cuando el “Rey de reyes y Señor de señores” examina a la humanidad, su corazón justo arde de indignación, pero al mismo tiempo rebosa de felicidad (Apocalipsis 19:16). ¿A qué se debe?

La indignación y la felicidad que siente el Rey mesiánico

10. ¿Cómo es Jesús por naturaleza, pero por qué se indigna a veces?

10 Nuestro Amo es como su Padre, feliz por naturaleza (1 Timoteo 1:11). Cuando estuvo en la Tierra, Jesús no fue un hombre criticón ni difícil de complacer. Sin embargo, siente justa indignación por muchas de las cosas que pasan en el mundo. Por ejemplo, sabemos que está indignado con todas las organizaciones religiosas que falsamente afirman representarlo. Él mismo dijo: “No todos los que me dicen ‘Señor, Señor’ entrarán en el Reino de los cielos. Solo entrarán los que hacen la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Ese día, muchos me dirán: ‘Señor, Señor, ¿acaso no profetizamos en tu nombre [...] y en tu nombre hicimos muchos milagros?’. Pero entonces les diré: ‘¡Yo a ustedes nunca los conocí! ¡Aléjense de mí, ustedes que violan la ley!’” (Mateo 7:21-23).

11-13. ¿Por qué está Jesús indignado con algunos que han hecho “muchos milagros” en su nombre? Explíquelo con un ejemplo.

11 Muchos que dicen ser cristianos quizás se sientan desconcertados por estas palabras. ¿Por qué les hablaría Jesús en términos tan duros a personas que han hecho “muchos milagros” en su nombre? Las Iglesias de la cristiandad han apoyado obras de caridad, han ayudado a los pobres, han construido escuelas y hospitales, y han realizado muchas obras más. Entonces, ¿por qué está Jesús tan furioso con ellas? El siguiente ejemplo nos ayudará a entender la razón.

12 Unos padres tienen que irse de viaje. Como no pueden llevarse a sus hijos, contratan a una niñera. Sus instrucciones son muy sencillas: “Cuida a los niños, dales de comer, mantenlos limpios y vigílalos para que no se vayan a lastimar”. Sin embargo, a su regreso quedan horrorizados: los niños están hambrientos, sucios y enfermos; están llorando desconsolados para que la niñera les preste atención, pero ella no les hace ningún caso. ¿Por qué? Porque está subida en una escalera limpiando las ventanas. Los padres, furiosos, le exigen una explicación. Ella les responde: “¡Miren todo lo que he hecho! Las ventanas están limpias, ¿no? También arreglé varias cosas de la casa; todo lo hice por ustedes”. ¿Se sentirán mejor los padres? ¡Por supuesto que no! Ellos nunca le pidieron que hiciera esos trabajos; solo querían que cuidara a sus hijos. Están furiosos porque ella no siguió sus instrucciones.

13 La cristiandad ha actuado como la niñera del ejemplo. Jesús les mandó a sus representantes que alimentaran espiritualmente a las personas, les enseñaran la verdad de la Palabra de Dios y les ayudaran a adorar a Dios de forma correcta y limpia (Juan 21:15-17). Pero la cristiandad no ha obedecido en absoluto el mandato de Jesús. Ha dejado a la gente hambrienta en sentido espiritual, en total ignorancia de las verdades bíblicas elementales y completamente confundida con sus mentiras (Isaías 65:13; Amós 8:11). Ni siquiera sus intentos de mejorar este mundo justifican su desobediencia deliberada. Al fin y al cabo, este sistema mundial es como una casa destinada a ser demolida, pues la Palabra de Dios enseña con claridad que el mundo de Satanás pronto será eliminado (1 Juan 2:15-17).

14. ¿Qué labor hace feliz a Jesús en la actualidad?

14 Por otro lado, Jesús debe de sentir mucha felicidad al ver desde el cielo a millones de personas que están obedeciendo su mandato de hacer discípulos (Mateo 28:19, 20). ¡Qué privilegio tan grande es hacer feliz al Rey mesiánico! Nunca dejemos de colaborar con “el esclavo fiel y prudente” (Mateo 24:45). Este pequeño grupo de cristianos ungidos no es como los líderes de la cristiandad. Más bien, con obediencia y fidelidad, ha dirigido la predicación y ha alimentado a las ovejas de Cristo.

15, 16. a) ¿Cómo se siente Jesús al ver que en el mundo hay muy poco amor, y cómo lo sabemos? b) ¿Con qué actos se ha ganado la cristiandad la indignación de Jesús?

15 Tristemente, en el mundo hay muy poco amor, y podemos estar seguros de que eso le enfurece a nuestro Rey. Recordemos cómo se sintió Jesús cuando los fariseos lo criticaron por curar en sábado. Ellos tenían el corazón tan endurecido y eran tan tercos que no veían más allá de su estrecha interpretación de la Ley mosaica y la ley oral. A los fariseos no les importaba que los milagros de Jesús fortalecieran la fe de la gente y la llenaran de alivio y alegría. ¿Qué sintió Jesús ante la actitud de ellos? En cierta ocasión miró “con indignación a los que estaban a su alrededor” y se sintió “muy dolido al ver que tenían el corazón tan duro” (Marcos 3:5).

16 En la actualidad, Jesús ve muchas cosas más que hacen que se sienta “muy dolido”. Los líderes de la cristiandad están cegados por su devoción a doctrinas y tradiciones que contradicen las Escrituras. Además, odian la predicación de las buenas noticias del Reino de Dios. De hecho, han fomentado en muchas partes del mundo una persecución despiadada contra los cristianos que se esfuerzan por dar a conocer el mensaje de Jesús (Juan 16:2; Apocalipsis 18:4, 24). Y, por si fuera poco, suelen animar a sus fieles a ir a la guerra y matar gente..., ¡como si eso le agradara a Jesucristo!

17. ¿Cómo alegran el corazón de Jesús sus auténticos seguidores?

17 En cambio, los auténticos seguidores de Jesús se esfuerzan por mostrar amor al prójimo. Igual que él, llevan las buenas noticias a “toda clase de personas” a pesar de la oposición de sus enemigos (1 Timoteo 2:4). Y el amor que se muestran unos a otros es extraordinario; es el rasgo que mejor los distingue (Juan 13:34, 35). Ellos tratan a sus hermanos con amor, respeto y dignidad, y así demuestran que siguen de verdad los pasos de Jesús y alegran el corazón del Rey mesiánico.

18. ¿Qué cosas le causan dolor a nuestro Amo, pero qué le causa alegría?

18 Pero también recordemos que a nuestro Amo le duele cuando sus seguidores se dan por vencidos, permiten que se enfríe su amor por Jehová y dejan de servirle (Apocalipsis 2:4, 5). En cambio, se alegra cuando aguantan hasta el fin (Mateo 24:13). Por eso es tan necesario que no olvidemos nunca su mandato: “Continúa siguiéndome” (Juan 21:19). Veamos algunas de las bendiciones que el Rey mesiánico les dará a quienes se mantengan firmes hasta el fin.

El Rey llena de bendiciones a sus siervos fieles

19, 20. a) ¿Qué bendiciones ya están recibiendo quienes siguen a Jesús? b) ¿De qué manera llega a ser Jesús nuestro “Padre Eterno”?

19 Seguir a Jesús abre la puerta a una vida repleta de bendiciones desde ahora. Si aceptamos a Cristo como nuestro Amo —siguiendo su dirección y guiándonos por su ejemplo—, encontraremos tesoros que la gente por todo el mundo busca en vano. Se nos bendecirá con una labor que le da sentido a nuestra vida, una familia espiritual unida por los lazos del verdadero amor, una conciencia limpia y paz interior. En pocas palabras, tendremos una vida realmente feliz. Pero aún hay más.

20 Jehová les ha dado a todas las personas que tienen la esperanza de vivir eternamente en la Tierra un “Padre Eterno”, Jesús. Él es el sustituto de nuestro primer padre, Adán, quien le falló gravemente a toda su descendencia (Isaías 9:6, 7). Si aceptamos a Jesús como nuestro “Padre Eterno” —mostrando fe en él—, tendremos la esperanza segura de vivir para siempre. Además, nos sentiremos cada vez más cerca de Jehová Dios. Como ya vimos, esforzarnos por seguir el ejemplo de Jesús cada día es la mejor forma de obedecer este mandato: “Imiten a Dios como hijos amados” (Efesios 5:1).

21. ¿Cómo reflejan luz los seguidores de Cristo en este mundo oscuro?

21 Al imitar a Jesús y a su Padre, Jehová, tenemos un maravilloso privilegio: el de reflejar una luz resplandeciente. Vivimos en un mundo sumido en las tinieblas, donde miles de millones de personas son engañadas por Satanás e imitan su modo de ser. Sin embargo, los seguidores de Cristo reflejamos por todas partes la luz más brillante que existe: la luz de las verdades bíblicas, la luz de las excelentes cualidades cristianas, la luz de la alegría, de la paz y del amor verdadero. Y, al imitar a Jesús, también nos acercamos más a Jehová, que es el objetivo más elevado que alguien puede alcanzar.

22, 23. a) ¿Qué bendiciones les esperan a los que continúen siguiendo fielmente a Jesús? b) ¿Qué determinación debemos tomar?

22 Piense, además, en lo que Jehová desea hacer por usted en el futuro mediante su Rey mesiánico. Pronto, este Rey librará una guerra justa contra el malvado sistema de Satanás. ¡Su victoria es segura! (Apocalipsis 19:11-15). A continuación, Cristo comenzará su Reinado de Mil Años sobre la Tierra. Gracias a este gobierno celestial, todos los seres humanos fieles podrán disfrutar de todos los beneficios del rescate y llegar a la perfección. Imagínese cuando tenga una salud inmejorable, cuando sea cada vez más joven y fuerte, y cuando trabaje con alegría al lado de sus hermanos para convertir esta Tierra en un paraíso. Al final del Milenio, Jesús le entregará el Reino a su Padre (1 Corintios 15:24). Si usted continúa siguiendo fielmente a Cristo, recibirá “la gloriosa libertad de los hijos de Dios”, la mayor recompensa que puede haber (Romanos 8:21). Así es, disfrutaremos de todas las bendiciones que Adán y Eva tuvieron y perdieron. Los hijos terrestres de Jehová estaremos libres por siempre de la mancha del pecado que heredamos de Adán. Por fin, “la muerte ya no existirá” (Apocalipsis 21:4).

23 ¿Se acuerda del joven gobernante rico del que hablamos en el capítulo 1? Cuando Jesús le dijo “Ven y sé mi seguidor”, él rechazó esa invitación (Marcos 10:17-22). Que no le pase a usted lo mismo. Más bien, acepte la invitación de Jesús con alegría y entusiasmo. Deseamos que tome la firme determinación de aguantar con lealtad y continuar siguiendo al Pastor excelente día tras día, año tras año. Así, cuando llegue el maravilloso día en que todas las promesas de Jehová se hagan realidad, usted estará allí para verlo.