Ir al contenido

Ir al índice

Canción 82

Seamos humildes como Cristo

Seamos humildes como Cristo

(Mateo 11:28-30)

1. En la Tierra nunca vivió un hombre igual,

su alma jamás supo de vanidad.

Si bien era el Hijo amado de Dios,

paciente y humilde fue de corazón.

2. Al alma agobiada ofrece el Señor

consuelo y alivio en su tribulación.

El yugo de Cristo no es opresor;

es suave y liviano, refleja su amor.

3. “Son todos hermanos”, lo dijo Jesús;

por eso, sirvamos con solicitud.

Si somos humildes, Jehová nos dará

la Tierra en herencia por siempre jamás.