Ir al contenido

Ir al índice

ARTÍCULO DE ESTUDIO 19

El amor y la justicia ante la maldad

El amor y la justicia ante la maldad

“Tú no eres un Dios que se deleite en la iniquidad; nadie malo puede residir contigo” (SAL. 5:4).

CANCIÓN 142 Aferrémonos a nuestra esperanza

AVANCE *

1-3. a) Según Salmo 5:4-6, ¿cómo ve Jehová la maldad? b) ¿Por qué decimos que el abuso de menores está en contra de “la ley del Cristo”?

JEHOVÁ odia todo tipo de maldad (lea Salmo 5:4-6). Así que detesta el abuso sexual de menores, un acto especialmente malvado y repugnante. Igual que él, sus Testigos aborrecemos el abuso de menores y no lo toleramos en la congregación (Rom. 12:9; Heb. 12:15, 16).

2 El abuso de menores está totalmente en contra de “la ley del Cristo”, esto es, todo lo que Jesús enseñó con sus palabras y acciones (Gál. 6:2). ¿Por qué lo decimos? Porque, como vimos en el artículo anterior, la ley del Cristo se basa en el amor y fomenta la justicia. Como los cristianos verdaderos seguimos esa ley, tratamos a los niños de manera que se sientan seguros y queridos de verdad. Pero el abuso de un menor es un acto egoísta y malvado que resulta en que el niño se sienta inseguro y piense que nadie lo ama.

3 Por desgracia, el abuso sexual de menores es una plaga mundial que también ha afectado a los cristianos verdaderos. ¿Por qué? Porque en nuestros días hay muchos “hombres inicuos e impostores”, y algunos de ellos quizás intenten entrar en la congregación (2 Tim. 3:13). Además, algunos que afirman ser parte de la congregación se han dejado llevar por deseos pervertidos y han abusado sexualmente de niños. A continuación, vamos a ver por qué este tipo de abuso es un pecado tan horrible. Después, analizaremos qué hacen los ancianos cuando alguien comete un pecado grave, como el abuso de menores, y cómo pueden proteger los padres a sus hijos. *

UN PECADO MUY GRAVE

4, 5. ¿Por qué es un pecado contra la víctima el abuso de menores?

4 Quienes son víctimas de abusos sufren las consecuencias durante años. Y no solo ellos, sino también quienes los aman: sus familiares y los hermanos de la congregación. El abuso de menores es un pecado muy grave.

5 Es un pecado contra la víctima. * Causar daño y sufrimiento a los demás es un pecado. Y, como veremos en el próximo artículo, eso es precisamente lo que hace quien abusa de un niño, pues le causa daños muy profundos. Traiciona su confianza y le arrebata su sentido de seguridad. Debemos proteger a los niños de este acto tan malvado. Y tenemos que consolar y ayudar a los que han sido víctimas de abusos (1 Tes. 5:14).

6, 7. ¿Por qué es el abuso de menores un pecado contra la congregación y contra las autoridades?

6 Es un pecado contra la congregación. Cualquier persona que forma parte de la congregación y abusa de un menor mancha la reputación de esta (Mat. 5:16; 1 Ped. 2:12). Pero es injusto que las acciones de una sola persona perjudiquen a millones de hermanos fieles que están luchando “tenazmente por la fe” (Jud. 3). No toleramos entre nosotros a quien hace cosas malvadas sin arrepentirse y ensucia el buen nombre de la congregación.

7 Es un pecado contra las autoridades. Los cristianos deben estar “en sujeción a las autoridades superiores” (Rom. 13:1). Demostramos nuestra sujeción respetando las leyes del país. Si una persona que forma parte de la congregación viola la ley —por ejemplo, al abusar de un menor—, peca contra las autoridades (compare con Hechos 25:8). Aunque los ancianos no están autorizados a hacer que se cumplan las leyes, no protegen a quien abusa de un menor de las consecuencias legales de su pecado (Rom. 13:4). El pecador cosecha lo que ha sembrado (Gál. 6:7).

8. ¿Cómo ve Dios los pecados que una persona comete contra otra?

8 Es sobre todo un pecado contra Jehová (Sal. 51:4). Cuando una persona peca contra otra, también peca contra Dios. Veamos un ejemplo tomado de la Ley que Jehová le dio a la nación de Israel. Esta decía que quien robaba o defraudaba a su prójimo se comportaba “infielmente para con Jehová” (Lev. 6:2-4). No cabe duda, entonces, de que una persona que forma parte de la congregación y abusa de un niño, arrebatándole su sentido de seguridad, le es infiel a Dios y ensucia gravemente su nombre. Por ese motivo, vemos el abuso como lo que es: un pecado detestable contra Dios que condenamos rotundamente.

9. ¿Qué información basada en la Biblia ha suministrado la organización de Jehová a lo largo de los años, y por qué?

9 A lo largo de los años, la organización de Jehová ha suministrado muchísima información basada en la Biblia sobre el abuso de menores. Por ejemplo, en las revistas La Atalaya y ¡Despertad! se han publicado artículos sobre cómo pueden hacer frente a las heridas emocionales las víctimas del abuso sexual, cómo pueden otros ayudarlas y animarlas, y de qué maneras pueden proteger los padres a sus hijos. A los ancianos también se les han dado instrucciones bíblicas detalladas sobre qué hacer cuando alguien comete este pecado. La organización revisa periódicamente los procedimientos que deben seguir los ancianos cuando se presentan estos casos. De ese modo, nos aseguramos de que nuestra forma de tratar este problema se apega a la ley del Cristo.

CÓMO PROCEDER CUANDO ALGUIEN COMETE UN PECADO GRAVE

10-12. a) Cuando los ancianos atienden un pecado grave, ¿qué tienen presente, y de qué cosas se preocupan? b) Según Santiago 5:14, 15, ¿qué tratan de hacer los ancianos?

10 Cuando alguien comete un pecado grave, los ancianos que atienden el asunto tienen presente que para seguir la ley del Cristo deben tratar al rebaño con amor y hacer lo que es justo y recto para Dios. Como consecuencia, hay varias cosas de las que se preocupan. Su interés principal es mantener la santidad del nombre de Dios (Lev. 22:31, 32; Mat. 6:9). También se interesan mucho en cuidar de la espiritualidad de los hermanos y en ayudar a quien ha sido víctima de un pecado.

11 Además, los ancianos tratan de ayudar a quien ha cometido un pecado grave a recuperar la salud espiritual, si es posible (lea Santiago 5:14, 15). El cristiano que cede a los malos deseos y comete un pecado grave está enfermo espiritualmente. Esto significa que se ha dañado su amistad con Jehová. * Los ancianos son como médicos espirituales que se esfuerzan por sanar al enfermo, en este caso el pecador. Sus consejos basados en la Biblia pueden ayudarlo a reparar su amistad con Dios. Pero esto solo es posible si está arrepentido de verdad (Hech. 3:19; 2 Cor. 2:5-10).

12 No hay duda de que los ancianos tienen una seria responsabilidad. Se interesan de verdad por las ovejas que Jehová les ha confiado (1 Ped. 5:1-3). Quieren que los hermanos se sientan seguros dentro de la congregación. Y por eso actúan de inmediato cuando se enteran de que se ha cometido un pecado grave, como el abuso de un menor. ¿Qué hacen? Analicemos las preguntas que aparecen al comienzo de  los párrafos 13,  15  y 17.

13, 14. ¿Obedecen los ancianos las leyes sobre denunciar los supuestos abusos de menores? Explique.

 13 ¿Obedecen los ancianos las leyes sobre denunciar a las autoridades los supuestos abusos de menores? Sí. En los lugares donde existen tales leyes, los ancianos las obedecen (Rom. 13:1). Estas normas no están en contra de la ley de Dios (Hech. 5:28, 29). Por lo tanto, cuando llega a oídos de los ancianos una acusación de este tipo, de inmediato piden asesoramiento a la sucursal sobre cómo proceder a fin de garantizar el cumplimiento de las leyes de denuncia de abusos de menores.

14 Los ancianos les confirman a las víctimas, a sus padres y a cualquier otro que conozca el caso que son libres de denunciar ante las autoridades el supuesto abuso. Ahora bien, ¿y si el acusado forma parte de la congregación y el asunto se hace público? ¿Debería pensar el cristiano que presentó la denuncia que ha manchado el nombre de Dios? No. El que lo ha manchado es quien cometió el abuso.

15, 16. a) Teniendo en cuenta 1 Timoteo 5:19, ¿por qué se necesitan al menos dos testigos para que los ancianos puedan iniciar una acción judicial? b) ¿Qué hacen los ancianos cuando se acusa a alguien de la congregación de abuso de menores?

 15 En la congregación, ¿por qué se necesitan al menos dos testigos para que los ancianos puedan iniciar una acción judicial? Porque así lo dice la Biblia. Esta es una de sus elevadas normas justas. Cuando el pecador no confiesa su pecado, hacen falta dos testigos oculares para demostrar la acusación y que los ancianos puedan iniciar una acción judicial (Deut. 19:15; Mat. 18:16; lea 1 Timoteo 5:19). ¿Significa esto que son necesarios dos testigos para poder denunciar ante las autoridades un supuesto abuso? No. Esta norma no es aplicable cuando los ancianos o cualquier otra persona quieren denunciar un supuesto delito.

16 Cuando se acusa a alguien de la congregación de abuso de menores, los ancianos hacen dos cosas. Primero, se aseguran de cumplir las leyes sobre denuncia de abusos. Y después hacen una investigación, basada en la Biblia, para determinar qué ocurrió en realidad y si hace falta formar un comité judicial. Si la persona niega la acusación, los ancianos escuchan lo que tengan que decir los testigos. Se forma un comité judicial si se demuestra que ha habido un pecado con el testimonio de al menos dos personas: la que hizo la acusación y otra que también sea testigo de que el acusado cometió ese abuso u otros abusos de menores. * El que no haya un segundo testigo no significa que quien ha hecho la acusación esté mintiendo. Incluso en los casos en que no puede probarse la acusación mediante dos testigos, los ancianos reconocen que tal vez se ha cometido un pecado grave, un pecado que ha causado muchísimo daño a otros. Por tanto, continúan prestando ayuda a quienes hayan sido lastimados y se mantienen alerta para proteger a la congregación del daño que pudiera hacer el acusado (Hech. 20:28).

17, 18. Explique cuál es la función del comité judicial.

 17 ¿Cuál es la función del comité judicial? Los ancianos que forman el comité juzgan o determinan si una persona puede seguir formando parte de la congregación. El término judicial no significa que ellos juzgan si las autoridades deben castigar o no a quien ha violado la ley. Los ancianos no interfieren en la aplicación de esta; más bien, dejan los delitos en manos de las autoridades (Rom. 13:2-4; Tito 3:1).

18 La labor de los ancianos que forman parte de un comité judicial es espiritual o religiosa. Basándose en la Biblia, juzgan si el pecador está arrepentido o no. Si no lo está, lo expulsan y anuncian a la congregación que esa persona ya no es testigo de Jehová (1 Cor. 5:11-13). Si, por el contrario, está arrepentido, puede seguir dentro de la congregación. No obstante, los ancianos le informarán de que quizás nunca reciba privilegios ni ocupe un puesto de responsabilidad. Además, como se interesan por el bienestar de los niños, tal vez les digan en privado a quienes tienen hijos menores que vigilen el trato de estos con el pecador. Al tomar estas medidas, tendrán cuidado de no revelar la identidad de quienes han sido víctimas de abusos.

CÓMO PUEDEN LOS PADRES PROTEGER A SUS HIJOS

Los padres protegen a sus hijos del abuso de menores diciéndoles lo que necesitan saber sobre el sexo de acuerdo con su edad. Con ese fin, usan la información que ha publicado la organización de Dios. (Vea los párrafos 19 a 22).

19-22. ¿Cómo pueden proteger los padres a sus hijos? (Vea la foto de la portada).

19 Los padres tienen la obligación de proteger a sus hijos de cualquier peligro. * Padres, sus hijos son un regalo de Dios, “una herencia de parte de Jehová” (Sal. 127:3). Es su responsabilidad cuidar este regalo. ¿Qué pueden hacer para evitar que sus hijos sean víctimas de un abuso?

20 Primero, infórmense bien sobre el abuso de menores. Aprendan qué tipo de personas abusan de los niños y cómo los engañan. Estén al tanto de los posibles peligros (Prov. 22:3; 24:3). Recuerden que en la mayoría de los casos el abusador es alguien a quien el niño conoce y en quien confía.

21 Segundo, mantengan abiertas las líneas de comunicación con sus hijos (Deut. 6:6, 7). Eso implica escucharlos con atención (Sant. 1:19). Recuerden que a menudo a los niños les resulta difícil contar lo ocurrido. Puede que tengan miedo de que no los crean. O quizás la persona que abusó de ellos los haya amenazado para que no digan nada. Si ustedes sospechan que algo va mal, háganles preguntas con cariño y escuchen con paciencia sus respuestas.

22 Tercero, informen a sus hijos. Díganles lo que necesitan saber sobre el sexo de acuerdo con su edad. Enséñenles qué hacer y decir si alguien trata de tocarlos de una manera inapropiada. Usen la información que ha publicado la organización de Dios sobre cómo proteger a los niños (vean el recuadro “ Información para padres e hijos”).

23. ¿Cómo vemos el abuso sexual de menores, y qué pregunta se responderá en el siguiente artículo?

23 Los testigos de Jehová vemos el abuso sexual de menores como un pecado detestable y un acto malvado. Las congregaciones se guían por la ley del Cristo, y por eso no protegen a quien abusa de un menor de las consecuencias de su pecado. Ahora bien, ¿cómo podemos ayudar a las víctimas de los abusos? Esta pregunta se responde en el siguiente artículo.

CANCIÓN 103 Nuestros pastores son un regalo de Dios

^ párr. 5 En este artículo, vamos a analizar cómo podemos evitar que los niños sufran abuso sexual. Veremos qué pueden hacer los ancianos para mantener a salvo a la congregación y cómo pueden los padres proteger a sus hijos.

^ párr. 3 IDEA IMPORTANTE: Se llama abuso sexual de menores a cualquier acto que realiza un adulto con un niño para satisfacer sus deseos sexuales. Es una perversión que comprende actos como los siguientes: tener relaciones sexuales con un menor, incluido el sexo oral o anal, o acariciarle los genitales, los pechos o las nalgas. Aunque las víctimas más comunes son las niñas, también sufren abusos muchos niños. Y, si bien es cierto que la mayoría de los que cometen los abusos son hombres, también algunas mujeres lo hacen.

^ párr. 5 IDEA IMPORTANTE: Tanto en este artículo como en el siguiente, llamamos víctima a quien ha sufrido abusos sexuales en la niñez. Con este término queremos dejar claro que él es inocente y que quien ha cometido los abusos se ha aprovechado de él y le ha hecho daño.

^ párr. 11 La enfermedad espiritual no es excusa cuando se comete un pecado grave. El pecador es completamente responsable de sus malas decisiones y acciones, y debe rendir cuentas a Jehová (Rom. 14:12).

^ párr. 16 Uno de los padres u otra persona en quien el niño confíe puede informar a los ancianos del supuesto abuso. De este modo, el niño no sufrirá más daño emocional. Los ancianos nunca le piden a un niño que esté presente mientras ellos hablan con quien supuestamente ha abusado de él.

^ párr. 19 Lo que se dice aquí a los padres es igualmente aplicable a los tutores legales u otras personas que ejerzan la responsabilidad parental sobre un menor.