1, 2. a) ¿Cómo se originó el matrimonio? b) ¿Qué debieron de entender sobre el matrimonio el primer hombre y la primera mujer? (Vea el dibujo del principio del artículo).

ES NORMAL que la gente se case. Pero ¿cómo llegó a existir el matrimonio, y qué propósito tiene? Saberlo nos ayudará a ver el matrimonio y sus cosas buenas de la manera correcta. Cuando Dios creó a Adán, le pidió que les pusiera nombre a los animales. Adán vio que todos los animales tenían su pareja, “pero para el hombre no se halló ayudante como complemento de él”. Así que Dios hizo que Adán se quedara dormido y tomó una de sus costillas. Con esa costilla hizo una mujer y se la dio a Adán como esposa. Así fue como llegó a existir el matrimonio (lea Génesis 2:20-24). Como vemos, el matrimonio es un regalo de Jehová.

² Muchos años después, Jesús repitió lo que Jehová dijo en el jardín de Edén: “El hombre dejará a su padre y a su madre y se adherirá a su esposa, y los dos serán una sola carne” (Mateo 19:4, 5). Como Dios usó una costilla de Adán para crear a Eva, los dos debieron de entender que Jehová quería que siempre estuvieran juntos. Él nunca  quiso que las parejas se divorciaran ni que una persona tuviera más de un esposo o esposa al mismo tiempo.

3. ¿Qué importante propósito tenía Dios cuando creó el matrimonio?

³ Adán estaba muy feliz con su esposa, a quien luego llamó Eva. Ella era su ayudante y su complemento. Esto significa que ella tenía cualidades que Adán no tenía pero que se necesitaban para que a su familia le fuera bien. Juntos, Adán y Eva serían una pareja feliz (Génesis 2:18). Un propósito muy importante del matrimonio era hacer que la Tierra se llenara de personas (Génesis 1:28). Y aunque los hijos amarían a sus padres, con el tiempo los dejarían para casarse y formar sus propias familias. Los seres humanos llenarían la Tierra y harían que fuera un paraíso.

4. ¿Cómo le fue al primer matrimonio?

⁴ El primer matrimonio fracasó cuando Adán y Eva le desobedecieron a Jehová. “La serpiente original” engañó a Eva y le dijo que si comía del “árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo”, tendría un conocimiento especial. Esa “serpiente” en realidad era Satanás. Él le dijo a Eva que si comía del árbol, podría decidir lo que estaba bien y lo que estaba mal. Por un lado, Eva decidió comer del árbol sin hablar primero con su esposo. Al hacer eso, demostró falta de respeto por Adán como cabeza de familia. Por otro lado, Adán comió del fruto que le ofreció su esposa. Al hacer eso, le desobedeció a Dios (Revelación 12:9; Génesis 2:9, 16, 17; 3:1-6).

5. ¿Qué aprendemos de la respuesta de Adán y Eva a Jehová?

⁵ Cuando Jehová les preguntó a Adán y Eva lo que habían hecho, Adán le echó la culpa a su esposa. Él dijo: “La mujer que me diste para que estuviera conmigo, ella me dio fruto del árbol y así es que comí”. A su vez, Eva culpó a la serpiente por haberla engañado (Génesis 3:12, 13). ¡Qué excusas tan malas! Adán y Eva fueron desobedientes y rebeldes. Por eso, Jehová los condenó. ¿Qué aprendemos del mal ejemplo de Adán y Eva? Que si los casados quieren que les vaya bien, tienen que obedecer a Jehová y ser responsables de sus actos.

6. ¿Cómo explicaría Génesis 3:15?

⁶ A pesar de lo que hizo Satanás en Edén, Jehová se encargó de que los seres humanos tuvieran una esperanza para el futuro. Esta esperanza se menciona en la primera profecía de la Biblia, que se encuentra en Génesis 3:15 (léalo). Según esta profecía, Jehová usaría a la “descendencia” de una “mujer” para destruir a Satanás. En el cielo, hay millones de seres espirituales justos que tienen una relación muy estrecha con Dios. Por eso la Biblia dice que son  como una esposa para él. Jehová escogería a uno de estos seres para que destruyera a Satanás y para que hiciera posible que la humanidad obediente tuviera lo que Adán y Eva perdieron. Las personas obedientes tendrían la oportunidad de vivir para siempre en la Tierra, tal y como Jehová quiso desde el principio (Juan 3:16).

7. a) ¿Qué les ha ocurrido a los matrimonios desde la rebelión de Adán y Eva? b) ¿Qué les manda la Biblia a los esposos y las esposas?

⁷ La rebelión de Adán y Eva ocasionó muchos problemas a su matrimonio y a los matrimonios que vinieron después. Por ejemplo, Eva y las demás mujeres tendrían muchos dolores al dar a luz. Además, tendrían una necesidad exagerada de recibir el amor y la atención de sus esposos. Por otro lado, los esposos las dominarían y en algunos casos hasta las maltratarían, como vemos que sucede hoy (Génesis 3:16). Jehová dice en la Biblia que los esposos deben ser cabezas de familia amorosos y que las esposas deben respetar la autoridad de sus esposos (Efesios 5:33) (vea el recuadro “¿Qué significa?”). Cuando los cristianos casados cooperan entre ellos, se evitan muchos problemas.

8. Explique la historia del matrimonio desde Adán hasta el Diluvio.

⁸ Adán y Eva tuvieron hijos antes de morir (Génesis 5:4). Su primer hijo fue Caín. Este se casó con una mujer de su familia. Y uno de los descendientes de Caín fue Lamec, el primer hombre con dos esposas que menciona la Biblia (Génesis 4:17, 19). Desde los días de Adán hasta los días de Noé, solo unas cuantas personas adoraron a Jehová. Algunas de estas personas fieles fueron Abel, Enoc, y Noé y su familia. La Biblia dice que en los días de Noé, los ángeles “empezaron a fijarse en las hijas de los hombres” porque eran muy bonitas. La Biblia también dice que los ángeles empezaron a tomar a muchas de ellas como esposas. Como esta unión entre ángeles y mujeres no era natural, los hijos que tuvieron fueron violentos gigantes, a quienes la Biblia llama nefilim. En aquel entonces, “la maldad del hombre abundaba en la tierra” y la gente pensaba en cosas malas todo el tiempo (Génesis 6:1-5).

9. a) ¿Qué hizo Jehová con la gente mala de los días de Noé? b) ¿Cuál es la lección para nosotros?

⁹ Jehová trajo un diluvio sobre la Tierra para destruir a todas las personas malas. Antes, Noé les predicó para avisarles de lo que iba a pasar. Por eso la Biblia dice que Noé fue un “predicador de justicia” (2 Pedro 2:5). Pero las personas no le hicieron caso porque estaban muy ocupadas con las cosas normales de la vida, como casarse. Jesús dijo que nuestros días serían como los días de Noé (lea Mateo 24:37-39). Hoy día, estamos predicando para avisar a la gente de que Jehová va a destruir este mundo malo. Pero la mayoría de la gente no nos hace caso cuando le llevamos las buenas noticias del Reino de Dios. ¿Qué lección aprendemos de lo que pasó en los días del Diluvio? Que no debemos dejar que cosas como casarnos y  tener hijos sean tan importantes para nosotros que nos olvidemos de que el día de Jehová está cerca.

10. a) ¿Cómo veían muchas culturas la inmoralidad sexual? b) ¿Qué buen ejemplo pusieron Abrahán y Sara en su matrimonio?

¹⁰ Noé y sus tres hijos tuvieron una sola esposa cada uno. Pero después del Diluvio, muchos hombres tuvieron más de una esposa. En muchas culturas era común que la gente cometiera pecados sexuales. Incluso lo hacían para adorar a sus dioses. Cuando Abrahán y Sara se mudaron al país de Canaán, vieron que allí la gente cometía pecados sexuales y no respetaba el matrimonio. Jehová destruyó las ciudades de Sodoma y Gomorra porque allí la gente era muy inmoral. Abrahán fue muy distinto de aquella gente. Él fue un buen cabeza de familia. Y Sara también fue un buen ejemplo, porque respetaba a su esposo (lea 1 Pedro 3:3-6). Abrahán se aseguró de que su hijo Isaac se casara con una mujer que adorara a Jehová. Más tarde, Isaac hizo lo mismo con su hijo Jacob. Los hijos de Jacob fueron los antepasados de las 12 tribus de Israel.

11. ¿Cómo protegía la Ley mosaica a los israelitas?

¹¹ Tiempo después, Jehová hizo un pacto o acuerdo con la nación de Israel. Les dio a los israelitas la ley de Moisés, que los ayudó a proteger su amistad con Dios. Por ejemplo, había leyes para las costumbres relacionadas con el matrimonio, como la de tener varias esposas. También había una ley que prohibía casarse con personas que adoraban a dioses falsos (lea Deuteronomio 7:3, 4). Si dos personas casadas tenían problemas graves, los ancianos las ayudaban. Además, había leyes sobre la infidelidad, los celos y las sospechas. Y había leyes que permitían el divorcio pero que protegían al esposo y a la esposa. Por ejemplo, un hombre podía divorciarse de su esposa si encontraba “algo indecente” en ella (Deuteronomio 24:1). ¿Qué se consideraba “indecente”? La Biblia no lo explica. Pero el esposo no debía poner los pequeños errores de su esposa como excusa para divorciarse de ella (Levítico 19:18).

12, 13. a) ¿Cómo trataban a sus esposas algunos judíos del tiempo de Malaquías? b) ¿Qué pasa si alguien bautizado comete adulterio con una persona casada y se casa con ella?

¹² En los días del profeta Malaquías, muchos judíos ponían todo tipo de excusas para divorciarse de sus esposas. Se divorciaban para casarse con mujeres que eran más jóvenes o que no servían a Jehová. En los días de Jesús, los judíos seguían divorciándose de sus esposas por cualquier razón (Mateo 19:3). Jehová odiaba esos divorcios injustos (lea Malaquías 2:13-16).

¹³ Hoy día es inaceptable que un siervo de Jehová sea desleal a su esposo o esposa. Esto pasa muy pocas veces. Pero supongamos que alguien bautizado y casado comete adulterio con una persona casada, se divorcia y se casa con esa persona. Si no se arrepiente, será expulsado para mantener limpia  la congregación (1 Corintios 5:11-13). Si quiere volver a la congregación, tendrá que demostrar que está arrepentido de verdad (Lucas 3:8; 2 Corintios 2:5-10). ¿Cuánto tiempo tiene que pasar para que se le pueda readmitir en la congregación? No hay un período de tiempo específico. Pero puede pasar un año o más hasta que el pecador pruebe que de verdad está arrepentido y sea aceptado de nuevo en la congregación. Y aun si se le acepta, tendrá que estar “de pie ante el tribunal de Dios” (Romanos 14:10-12; vea La Atalaya del 15 de febrero de 1980, páginas 29 y 30).

14. En términos generales, ¿para qué sirvió la Ley?

¹⁴ Los israelitas tuvieron la ley de Moisés por más de 1.500 años. Esta Ley los ayudó de muchas maneras. Por ejemplo, sirvió para darles principios que los ayudaban a resolver los problemas familiares. También sirvió para guiarlos hasta el Mesías (Gálatas 3:23, 24). Cuando Jesús murió, la Ley terminó. Entonces, Dios hizo un nuevo acuerdo con sus siervos (Hebreos 8:6). Pero este acuerdo ya no permitía que los cristianos hicieran algunas cosas que la ley de Moisés sí permitía.

15. a) ¿Cuál es la norma para el matrimonio dentro de la congregación cristiana? b) ¿Qué factores debe tomar en cuenta un cristiano que esté pensando en divorciarse?

¹⁵ Un día, los líderes religiosos judíos le hicieron a Jesús una pregunta sobre el matrimonio. Jesús les respondió que Dios permitía en la ley de Moisés que los israelitas se divorciaran, pero que eso no formaba parte del propósito original de Jehová (Mateo 19:6-8). Esta respuesta mostró que los cristianos tendrían que seguir la norma original de Dios para el matrimonio (1 Timoteo 3:2, 12). Como los casados serían “una sola carne”, se esperaría que estuvieran siempre juntos. Para mantenerse unidos, tendrían que amar a Jehová y amarse el uno al otro. Si dos casados se divorciaran sin que se hubiera cometido inmoralidad sexual, no estarían libres para volver a casarse (Mateo 19:9). Alguien casado podría decidir perdonar a su esposo o esposa infiel. Eso fue lo que hizo el profeta Oseas con su esposa Gómer. Y eso fue también lo que hizo Jehová con los israelitas arrepentidos (Oseas 3:1-5). Por otro lado, si una persona casada se entera de que su pareja ha cometido inmoralidad sexual pero decide volver a tener relaciones sexuales con ella, eso significa que la ha perdonado. Entonces, ya no hay base bíblica para divorciarse.

16. ¿Qué dijo Jesús sobre la soltería?

¹⁶ Jesús dijo que una pareja cristiana solo puede divorciarse cuando ha habido inmoralidad sexual. Luego habló de “los que tienen el don” de permanecer solteros y dijo: “Quien pueda hacer lugar para ello, haga lugar para ello” (Mateo 19:10-12). Muchos cristianos deciden quedarse solteros porque quieren servir a Jehová sin que nada los distraiga. Y debemos felicitarlos por su decisión.

17. ¿Qué ayudará a un cristiano a decidir si casarse o no?

¹⁷ ¿Qué ayudará a un cristiano a decidir si casarse o no? Tiene que decidir si  puede cultivar el don de permanecer soltero. El apóstol Pablo recomendó permanecer soltero. También dijo que la inmoralidad sexual era muy común. Por eso dio este consejo: “Que cada hombre tenga su propia esposa y que cada mujer tenga su propio esposo”. Y añadió: “Si no tienen autodominio, cásense, porque mejor es casarse que estar encendidos de pasión”. Así que alguien puede decidir casarse para evitar que el deseo sexual lo lleve a practicar la masturbación o a cometer inmoralidad sexual. Aun así, los solteros tienen que pensar si de verdad tienen edad suficiente para casarse. Pablo dijo: “Si alguno piensa que se está portando impropiamente para con su virginidad, si esta ha pasado la flor de la juventud, y esa es la manera como debe efectuarse, que haga lo que quiera; no peca. Que se casen” (1 Corintios 7:2, 9, 36; 1 Timoteo 4:1-3). No debemos animar a un joven a casarse solo porque siente los fuertes deseos sexuales que son normales a su edad. ¿Por qué no? Porque tal vez no tenga suficiente madurez para las responsabilidades del matrimonio.

18, 19. a) ¿Entre quiénes debe celebrarse el matrimonio cristiano? b) ¿Qué se analizará en el próximo artículo?

¹⁸ Para que un matrimonio cristiano empiece bien, se necesita un hombre bautizado y una mujer bautizada que amen a Jehová con todo el corazón. Además, deben tenerse tanto amor que quieran pasar juntos el resto de su vida. Jehová los bendecirá por seguir su consejo de casarse “solo en el Señor” (1 Corintios 7:39). Si siguen obedeciendo los consejos de la Biblia, les irá bien en su matrimonio.

¹⁹ Hoy vivimos en “los últimos días”, y muchas personas no tienen las cualidades necesarias para que un matrimonio funcione (2 Timoteo 3:1-5). En el siguiente artículo analizaremos principios bíblicos valiosos que pueden ayudar a los cristianos a ser felices en su matrimonio a pesar de los problemas. Esto los ayudará a seguir en el camino que lleva a la vida eterna (Mateo 7:13, 14).