Podemos ser modestos cuando se nos pone a prueba
“¿Y qué es lo que Jehová está pidiendo de vuelta de ti sino [...] ser modesto al andar con tu Dios?” (MIQUEAS 6:8).
1-3. a) ¿Qué no hizo el profeta de Judá? b) ¿Cuál fue el resultado? (Vea el dibujo del principio del artículo).
UN REY de Israel llamado Jeroboán hizo un altar para adorar a dioses falsos en la ciudad de Betel. Por eso Jehová envió a un profeta de Judá para que le diera un mensaje de condena al rey. El profeta fue humilde y entregó el mensaje de Jehová. El rey se puso furioso cuando escuchó el mensaje, pero Jehová protegió al profeta (1 Reyes 13:1-10).
2 Jehová le había dicho al profeta que no comiera ni bebiera nada en Israel y que volviera a su casa por un camino diferente. De regreso a su casa, el profeta se encontró con un hombre mayor que le mintió y le dijo que tenía un mensaje de Jehová. El hombre invitó a su casa al profeta para comer y beber. Pero esta vez el profeta de Judá no le obedeció a Jehová y aceptó la invitación de aquel hombre. Esto no le gustó a Jehová. Cuando el profeta volvía a su casa, un león lo atacó y lo mató (1 Reyes 13:11-24).
3 No sabemos por qué el profeta decidió hacer lo que le dijo el anciano en vez de hacer lo que le dijo Jehová. Lo que sí sabemos Miqueas 6:8). Cuando la Biblia habla de andar con Jehová, quiere decir que debemos confiar en él, seguir su guía y obedecerle. Una persona modesta sabe que necesita pedir con frecuencia la ayuda de Jehová. Si el profeta hubiera sido modesto, le habría preguntado a Jehová si sus instrucciones habían cambiado. A veces nosotros también debemos tomar decisiones difíciles y quizás no sepamos muy bien lo que Jehová quiere que hagamos. Pero si somos modestos, le pediremos a Jehová que nos guíe para evitar cometer errores graves.
es que no fue modesto al andar con Dios (lea4. ¿Qué veremos en este artículo?
4 En el artículo anterior aprendimos qué es la modestia y por qué es importante que los cristianos seamos modestos. Pero ¿qué podemos hacer para ser más modestos? Y ¿qué puede poner a prueba nuestra modestia? Veamos tres situaciones en las que podemos demostrar si somos modestos o no (Proverbios 11:2).
CUANDO CAMBIAN NUESTRAS CIRCUNSTANCIAS
5, 6. ¿Cómo demostró Barzilai que era modesto?
5 La manera como reaccionamos cuando cambian nuestras circunstancias o asignaciones demostrará si somos modestos o no. Podemos aprender del ejemplo de Barzilai, que era un amigo leal del rey David. Cuando Barzilai tenía 80 años, David lo invitó a formar parte de la corte real. Barzilai sabía que este era un gran honor. Pero prefirió que en lugar de él fuera un hombre llamado Kimham, que tal vez era su hijo (2 Samuel 19:31-37).
6 ¿Por qué no aceptó Barzilai la invitación de David? ¿Era porque no quería tener responsabilidades o porque deseaba llevar una vida tranquila? No. Barzilai rechazó la invitación porque era modesto. Reconoció que sus circunstancias habían cambiado y aceptó que ya no podía hacer tanto como antes (lea Gálatas 6:4, 5). Nosotros debemos ser modestos como Barzilai. En vez de concentrarnos en lo que queremos lograr o compararnos con otros, nos concentramos en darle lo mejor a Jehová. Esto es más importante que tener una asignación especial o ser alguien muy conocido (Gálatas 5:26). Si somos modestos, trabajaremos junto con nuestros hermanos para honrar a Jehová y ayudar a los demás (1 Corintios 10:31).
7, 8. ¿Cómo nos ayuda la modestia a no confiar en nosotros mismos?
7 Quizás nos cueste seguir siendo modestos cuando recibimos más responsabilidades o más autoridad. En esta situación, el ejemplo de Nehemías nos puede ayudar. Cuando él supo que la gente que estaba en Jerusalén tenía muchos problemas, le pidió ayuda a Jehová (Nehemías 1:4, 11). Y Jehová respondió su oración. ¿Cómo? El rey Artajerjes nombró a Nehemías gobernador de Jerusalén. Aunque Nehemías era un hombre rico y poderoso, nunca confió en sí mismo. Buscaba la guía de Jehová y siempre leía su Ley (Nehemías 8:1, 8, 9). Aunque tenía autoridad sobre muchas personas, nunca la usó para su propio beneficio o para tratar mal a otros (Nehemías 5:14-19).
8 Si recibimos más responsabilidades o nos cambian de asignación, debemos ser Proverbios 3:5, 6). En este mundo, muchas personas son egoístas y tratan de ser superiores a los demás. Pero los siervos de Jehová no somos así. No creemos que nuestras responsabilidades nos hacen mejores que los miembros de la congregación o de nuestra familia. Más bien, aceptamos nuestro lugar en el pueblo de Dios y trabajamos con nuestros hermanos en unidad (1 Timoteo 3:15).
modestos como Nehemías. La modestia nos ayudará a no confiar solo en nuestras habilidades o experiencia. ¿Qué podría indicar que un cristiano está empezando a confiar en sí mismo? Por ejemplo, un anciano podría atender los asuntos de la congregación sin pedir primero la guía de Jehová. O alguno de nosotros podría tomar una decisión primero y luego pedirle a Dios que bendiga esa decisión. Pero el cristiano modesto no confía en sí mismo, incluso cuando hace algo que ya ha hecho muchas veces. Siempre recuerda que sus habilidades no se pueden comparar con las de Jehová (leaCUANDO OTROS NOS CRITICAN O NOS ALABAN
9, 10. ¿Cómo nos ayuda la modestia cuando otros nos critican de manera injusta?
9 Cuando otros nos critican de manera injusta, puede dolernos muchísimo. Esto le pasó a una mujer llamada Ana. Aunque su esposo la amaba mucho, ella se sentía muy triste porque quería tener hijos y no podía. Además, la otra esposa de su marido se burlaba de ella todo el tiempo. Un día que Ana estaba muy triste, fue al tabernáculo a orar. Allí, el sumo sacerdote Elí la vio llorando y la 1 Samuel 1:5-7, 12-16; 2:1-10).
acusó de estar borracha. Ana pudo haberse ofendido mucho, pero le respondió a Elí con respeto. Luego, ella hizo una oración en la que demostró su fe en Jehová y el amor que sentía por él (10 La modestia también nos puede ayudar a vencer “el mal con el bien” (Romanos 12:21). Este mundo gobernado por Satanás está lleno de maldad. Así que no debería sorprendernos que otros nos traten de manera injusta. Es cierto que esto puede enojarnos mucho, pero no debemos dejarnos llevar por lo que sentimos (Salmo 37:1). Y podríamos sentirnos peor si el problema es con alguien de la congregación. Si esto nos pasa, sigamos el ejemplo de Jesús. La Biblia dice que cuando los enemigos de Jesús lo insultaban, él no les respondía con insultos. En vez de eso, “siguió encomendándose al que juzga con justicia” (1 Pedro 2:23). Jesús era humilde y confiaba en que Jehová corregiría cualquier injusticia (Romanos 12:19). Nosotros también debemos ser humildes y no devolver “daño por daño” (1 Pedro 3:8, 9).
11, 12. a) ¿Cómo podemos seguir siendo modestos cuando otros nos alaban mucho? b) Si somos modestos, ¿cómo nos vestiremos y nos comportaremos?
11 Nuestra modestia también puede ponerse a prueba cuando la gente nos alaba mucho. Esto fue lo que le pasó a Ester. Ella era una de las mujeres más bellas de Persia. Durante un año, recibió cuidados especiales y tratamientos de belleza junto con muchas otras jóvenes que competían para llamar la atención del rey. Pero el rey escogió a Ester para Ester 2:9, 12, 15, 17).
que fuera la reina. Ester llegó a recibir muchas atenciones, pero no se convirtió en una mujer que solo pensara en ella misma. Siguió siendo modesta, amable y respetuosa (12 Si somos modestos, nos vestiremos y nos comportaremos de una manera que demuestre que sentimos respeto por los demás y por nosotros mismos. En vez de ser presumidos o tratar de impresionar a otros, queremos tener un “espíritu quieto y apacible” (lea 1 Pedro 3:3, 4; Jeremías 9:23, 24). Si no somos modestos, nuestra manera de hablar y de comportarnos demostrará tarde o temprano lo que pensamos de nosotros. Por ejemplo, ¿tratamos de que otros piensen que somos especiales por lo que hacemos, lo que sabemos o la gente que conocemos? ¿O tratamos de que otros piensen que hicimos algo importante sin la ayuda de nadie, aunque en realidad otros nos ayudaron? Pensemos en Jesús. Él pudo haber tratado de impresionar a la gente con todo lo que sabía. Pero no lo hizo. Más bien, Jesús mencionaba con frecuencia la Palabra de Dios porque no quería que la gente lo alabara. Él siempre quiso que la gente alabara a Jehová (Juan 8:28).
CUANDO TOMAMOS DECISIONES
13, 14. ¿Cómo nos ayuda la modestia a tomar buenas decisiones?
13 Nosotros también debemos ser modestos cuando tomamos decisiones o cuando otros toman decisiones que nos afectan. Cuando el apóstol Pablo iba de camino a Jerusalén para terminar una tarea que Jehová le había asignado, se quedó unos días en la ciudad de Cesarea. Allí, un profeta llamado Ágabo le dijo que si iba a Jerusalén lo iban a capturar. Y quizás hasta lo podían matar. Aunque los hermanos le rogaron a Pablo que no fuera a Jerusalén, él decidió ir. Él no tomó esta decisión porque confiara en sí mismo. Pablo era un hombre modesto y confiaba por completo en Jehová. Y los hermanos también fueron modestos. Por eso apoyaron la decisión de Pablo y lo dejaron ir (Hechos 21:10-14).
14 Aunque no sepamos o no podamos controlar todo lo que pase en el futuro, la modestia nos ayudará a tomar buenas decisiones. Por ejemplo, quizás estemos pensando en servir a tiempo completo. Tal vez nos preguntemos qué pasará si nos enfermamos o si nuestros padres se enferman y necesitan ayuda. También podría preocuparnos cómo vamos a cubrir nuestras necesidades cuando envejezcamos. Aunque oremos sobre estas preocupaciones y pensemos mucho en ellas, no podemos saber cómo solucionaremos todo (Eclesiastés 8:16, 17). Si somos modestos y confiamos en Jehová, aceptaremos nuestras limitaciones, analizaremos bien nuestra situación y pediremos consejos. Y sobre todo, le pediremos a Jehová que nos guíe. Luego tendremos que seguir la guía del espíritu santo (lea Eclesiastés 11:4-6). Jehová puede bendecir nuestras decisiones o puede ayudarnos a cambiar nuestros planes (Proverbios 16:3, 9).
¿CÓMO PODEMOS SER MÁS MODESTOS?
15. ¿Cómo nos ayuda a mantenernos humildes meditar en Jehová?
15 ¿Cómo podemos los siervos de Dios Isaías 8:13). Recordemos que le servimos al Dios Todopoderoso, no a un ángel o a un ser humano. Meditar en esto nos ayudará a ser humildes y a reconocer la autoridad de Dios (1 Pedro 5:6).
ser más modestos? Veamos cuatro cosas que podemos hacer. Primero, debemos meditar en Jehová. Pensemos en su grandeza y sabiduría. Cuando nos comparamos con él, nos damos cuenta de que somos muy pequeños y sabemos muy poco (16. ¿Cómo nos ayuda a ser modestos meditar en el amor de Dios?
16 La segunda cosa que podemos hacer para cultivar la modestia es meditar en lo mucho que Jehová nos ama. Pablo dijo que los miembros de la congregación son como las partes del cuerpo humano. Jehová le dio a cada parte del cuerpo una función importante (1 Corintios 12:23, 24). Para Jehová, cada uno de nosotros es muy valioso. Así que no importa dónde sirvamos en su organización. Jehová no nos compara con otros ni nos rechaza cuando cometemos errores. Saber que él nos ama nos hace sentir seguros.
17. ¿Por qué nos beneficia ver lo bueno en los demás?
17 La tercera cosa que podemos hacer para cultivar la modestia es ver lo bueno en los demás, como lo hace Jehová. ¿Por qué nos beneficia hacerlo? Porque en vez de tratar de ser el centro de atención o decirles a otros lo que deben hacer, les pediremos consejos y aceptaremos sus ideas (Proverbios 13:10). Además, ver lo bueno en nuestros hermanos hará que nos alegremos cuando reciban alguna asignación especial. También le agradeceremos a Jehová que nos permita servirle junto a nuestros hermanos (1 Pedro 5:9).
18. ¿Qué ayuda tenemos para educar nuestra conciencia y cultivar la modestia?
18 La cuarta cosa que podemos hacer para cultivar la modestia es educar nuestra conciencia con la ayuda de los principios bíblicos. Estos principios nos enseñan lo que Jehová piensa y siente. Cuando aprendemos a ver las cosas como Jehová las ve, podemos tomar decisiones que le agradan. Si estudiamos, oramos y ponemos en práctica lo que aprendemos, nuestra conciencia se fortalecerá y pensaremos primero en los demás (1 Timoteo 1:5). Si hacemos estas cosas, Jehová promete que nos ayudará a ser mejores cristianos y a seguir cultivando la modestia (1 Pedro 5:10).
19. ¿Qué nos ayudará a ser modestos ahora y en el futuro?
19 ¿Recordamos al profeta de Judá que mencionamos al comienzo de este artículo? Él perdió la vida y su amistad con Jehová porque no se mantuvo modesto. Pero analizar el ejemplo de muchos siervos fieles de Jehová nos ayudará a mantenernos modestos aunque sea difícil. Mientras más tiempo llevemos sirviendo a Jehová, más deberíamos confiar en él (Proverbios 8:13). No importa cuáles sean nuestras circunstancias, sigamos andando con Dios. Este es el mayor honor que podemos tener. Por eso, esforcémonos por hacer todo lo que hemos aprendido en este artículo. Así seremos modestos y andaremos con Jehová para siempre.