1. ¿Qué hizo que Caín tomara la decisión equivocada, y cuáles fueron las consecuencias?

CAÍN debía tomar una decisión importante. Tenía ante él dos opciones. Podía controlar sus malos deseos, y eso le traería buenas consecuencias. O podía dejar que sus malos deseos lo controlaran, y eso le traería malas consecuencias. La Biblia nos dice que Caín tomó la decisión equivocada. Por eso, mató a su hermano Abel y arruinó la amistad que tenía con su Creador, Jehová (Génesis 4:3-16).

2. ¿Por qué es importante que tomemos buenas decisiones?

² A todos nos toca tomar decisiones en la vida. Algunas decisiones son muy importantes, otras no lo son. Aun así, muchas de las decisiones que tomamos pueden afectar mucho nuestra vida. Si tomamos buenas decisiones, es probable que nos evitemos muchos problemas y que vivamos más tranquilos. Pero si tomamos malas decisiones, es posible que nuestra vida esté llena de problemas y decepciones (Proverbios 14:8).

3. a) ¿En qué debemos tener fe si queremos tomar buenas decisiones? b) ¿Qué preguntas responderemos?

 ³ ¿Qué nos ayudará a tomar buenas decisiones? Tener fe en Dios. Debemos confiar en que él desea ayudarnos y en que nos dará la sabiduría que necesitamos. Algo que también nos ayudará es tener fe en la Palabra de Dios y confiar en los consejos que él nos da (lea Santiago 1:5-8). Si fortalecemos nuestra amistad con Jehová y amamos su Palabra cada vez más, confiaremos en que él sabe lo que es mejor para nosotros. Esto hará que busquemos la guía de su Palabra antes de tomar una decisión. Pero ¿cómo podemos aprender a tomar buenas decisiones? Y si ya hemos tomado una decisión, ¿significa eso que no podemos cambiarla?

4. ¿Qué decisión tuvo que tomar Adán, y cuáles fueron las consecuencias de su decisión?

⁴ Las personas han tenido que tomar decisiones importantes desde que Dios creó al primer hombre, Adán. Por ejemplo, Adán tuvo que decidir entre obedecerle a Dios o hacerle caso a su esposa, Eva. Adán decidió hacerle caso a Eva, y ella influyó en él para que tomara una decisión malísima. Como consecuencia, Jehová echó a Adán del jardín de Edén, y este murió con el tiempo. Hoy día, nosotros seguimos sufriendo las consecuencias de la mala decisión de Adán.

5. ¿Por qué debemos usar nuestra capacidad para tomar decisiones?

⁵ Algunas personas quizá piensen que la vida sería más fácil si no tuvieran que tomar ninguna decisión. Y nosotros, ¿pensamos así? Es bueno que recordemos que Jehová no nos creó como si fuéramos robots, que no pueden pensar ni decidir nada. Él nos ha dado su Palabra, que nos enseña a tomar buenas decisiones. Además, Dios quiere que usemos nuestra capacidad para decidir, y esta es una gran responsabilidad. Veamos un ejemplo de esto a continuación.

6, 7. a) ¿Qué decisión tuvieron que tomar los israelitas? (Vea el dibujo del principio del artículo). b) ¿Por qué les costó tanto decidirse?

⁶ Cuando ya estaban viviendo en la Tierra Prometida, los israelitas tuvieron que escoger entre adorar a Jehová o servir a otros dioses (lea Josué 24:15). Esta decisión tal vez parecía de poca importancia. Pero en realidad se trataba de un asunto de vida o muerte. Durante el tiempo en que los jueces dirigieron a los israelitas, estos siguieron tomando malas decisiones. Dejaron de adorar a Jehová y empezaron a adorar a dioses falsos (Jueces 2:3, 11-23). Más tarde, en tiempos del profeta Elías, los israelitas tuvieron que decidir entre servirle a Jehová o al dios falso Baal (1 Reyes 18:21). Quizá nos parezca que esta era una decisión fácil de tomar, porque sabemos que servirle a Jehová siempre es lo mejor. Una persona sabia no le serviría a un dios que no está vivo. Pero a los israelitas se les hacía muy difícil decidirse. La Biblia dice que estaban “cojeando sobre dos opiniones diferentes”. Elías actuó con sabiduría y los animó a adorar al Dios verdadero, Jehová.

⁷ ¿Por qué les costó tanto a los israelitas  tomar una buena decisión? Primero, porque no tenían fe en Jehová y no querían escucharlo. No confiaban en él y no habían dedicado tiempo a conocerlo ni a conocer sus sabios consejos. Si lo hubieran hecho, habrían aprendido a tomar buenas decisiones (Salmo 25:12). Segundo, no tomaron buenas decisiones porque se dejaron influir por lo que pensaban las personas de otras naciones. Incluso dejaron que estas personas decidieran por ellos. Como resultado, los israelitas empezaron a imitarlas y a adorar a sus dioses falsos. Muchos años antes, Jehová ya les había avisado de que algo así podía pasarles (Éxodo 23:2).

8. ¿Qué importante lección nos enseña el ejemplo de los israelitas?

⁸ El ejemplo de los israelitas nos enseña que necesitamos la guía de la Palabra de Dios para tomar buenas decisiones. Gálatas 6:5 nos recuerda que cada persona es responsable de lo que decide. Así que no debemos dejar en manos de otros nuestra responsabilidad de tomar decisiones. Más bien, debemos aprender lo que Dios dice que está bien y hacerlo.

9. ¿Por qué es peligroso dejar que otros decidan por nosotros?

⁹ ¿Qué puede llevarnos a dejar que otros decidan por nosotros? La presión que ejercen para que tomemos malas decisiones (Proverbios 1:10, 15). Dejar que otras personas decidan por nosotros es peligroso. Tenemos la responsabilidad de guiarnos por nuestra conciencia, que ha sido educada por la Biblia. Pero si dejamos que otros tomen decisiones por nosotros, estaremos dejando que ellos nos guíen. Y esto nos puede traer consecuencias terribles.

10. ¿Qué les advirtió Pablo a los cristianos de Galacia?

¹⁰ El apóstol Pablo les advirtió a los cristianos de la congregación de Galacia que no dejaran que otras personas decidieran por ellos (lea Gálatas 4:17). Algunos cristianos de esa congregación estaban intentando tomar decisiones por otros hermanos. Esos hombres egoístas querían que sus hermanos se dejaran guiar por lo que ellos decían, y no por lo que decían los apóstoles. Eran orgullosos y no respetaban el derecho que tenían los hermanos de tomar sus propias decisiones.

11. ¿Cómo podemos ayudar a otros cuando tienen que tomar una decisión?

¹¹ Todos podemos aprender del buen ejemplo del apóstol Pablo. Él respetó el derecho de decidir que tenían sus hermanos (lea 2 Corintios 1:24). Hoy día, los ancianos de congregación pueden seguir su ejemplo cuando le dan consejos a un cristiano que tiene que tomar una decisión. Con gusto  le muestran información basada en la Palabra de Dios. Pero tienen mucho cuidado de no decidir por él porque saben que él tendrá que vivir con las consecuencias de su decisión. ¿Qué valiosa lección aprendemos de esto? Que podemos mostrarles a nuestros hermanos lo que la Biblia aconseja en su situación. Pero ellos tienen el derecho y la responsabilidad de tomar sus propias decisiones. Cuando lo hacen, se benefician. Nunca debemos pensar que tenemos autoridad para decidir lo que nuestros hermanos deben hacer.

12, 13. ¿Por qué es peligroso tomar decisiones cuando estamos enojados o desanimados?

¹² Hoy día, mucha gente se deja llevar por lo que le dice el corazón cuando tiene que tomar una decisión (vea el recuadro “¿Qué significa?”). Pero esto puede ser peligroso. La Biblia nos advierte que no debemos tomar decisiones dejándonos llevar por el corazón o por los sentimientos, pues somos imperfectos (Proverbios 28:26). No debemos confiar en el corazón porque “es más traicionero que cualquier otra cosa, y es desesperado” (Jeremías 17:9). La Biblia habla de muchas personas a las que les fue mal por confiar en su corazón (1 Reyes 11:9; Jeremías 3:17; 13:10). Entonces, ¿qué podría pasar si nos dejamos llevar por el corazón al tomar decisiones?

¹³ El corazón es importante porque Jehová nos manda amarlo con todo el corazón y amar a los demás como a nosotros mismos (Mateo 22:37-39). Pero debemos tener cuidado. Los textos de la Biblia del párrafo anterior muestran que es peligroso dejar que el corazón controle nuestros pensamientos y acciones. Por ejemplo, no es muy probable  que tomemos una buena decisión si estamos enojados (Proverbios 14:17; 29:22). Tampoco es probable que tomemos una buena decisión si estamos desanimados (Números 32:6-12; Proverbios 24:10). Debemos dejar que la ley de Dios guíe nuestros pensamientos (Romanos 7:25). Por eso, cuando tomemos decisiones importantes, no nos dejemos llevar por los sentimientos.

14. ¿Por qué sabemos que está bien cambiar algunas decisiones?

¹⁴ Todos necesitamos tomar buenas decisiones. Aun así, la persona razonable sabe que a veces tendrá que volver a pensar en una decisión que tomó y ver si debe cambiarla. Veamos el ejemplo perfecto que nos puso Jehová al tratar con las personas de Nínive que vivieron en los días de Jonás. La Biblia dice: “El Dios verdadero llegó a ver las obras de ellos, que se habían vuelto de su mal camino; y por eso el Dios verdadero sintió pesar en cuanto a la calamidad de que había hablado que les causaría; y no la causó” (Jonás 3:10). Jehová cambió su decisión cuando vio que las personas de Nínive cambiaron y dejaron de hacer cosas malas. Así demostró que es razonable, humilde y compasivo. A diferencia de mucha gente, Jehová no toma decisiones sin pensar, ni siquiera cuando está enojado.

15. ¿Cuándo sería aconsejable que cambiemos una decisión?

¹⁵ A veces, tendremos que volver a pensar en si fue correcta una decisión que tomamos. Quizás tengamos que pensarlo cuando cambian las circunstancias. Recordemos que en ciertos momentos Jehová cambió sus decisiones (1 Reyes 21:20, 21, 27-29; 2 Reyes 20:1-5). También puede que debamos cambiar una decisión cuando recibimos información nueva. Veamos lo que hizo el rey David. Él tomó una decisión relacionada con un nieto de Saúl basándose en la información equivocada que le dieron. Pero cuando luego recibió información más exacta, cambió su decisión (2 Samuel 19:24-29). En ocasiones, será aconsejable que nosotros hagamos lo mismo.

16. a) ¿Qué sugerencias nos ayudarán cuando tengamos que tomar una decisión? b) ¿Por qué debemos volver a pensar en una decisión que hayamos tomado, y qué deberíamos estar dispuestos a hacer?

¹⁶ La Biblia dice que no debemos apresurarnos al tomar una decisión importante (Proverbios 21:5). Debemos sacar tiempo para pensar con calma en todos los detalles. Así podremos tomar la mejor decisión (1 Tesalonicenses 5:21). Por ejemplo, los cabezas de familia deben apartar tiempo para buscar la guía  de la Biblia y de las publicaciones cristianas antes de tomar una decisión. También sería aconsejable que escucharan las opiniones de otros miembros de la familia. Recordemos que Dios le aconsejó a Abrahán que escuchara a su esposa (Génesis 21:9-12). Los ancianos también deben dedicar tiempo a estudiar. Cuando encuentran información nueva que muestra que deben cambiar una decisión, lo hacen sin miedo a perder el respeto de los demás. Los ancianos razonables y modestos deben estar dispuestos a cambiar su forma de pensar y las decisiones que hayan tomado si es necesario. Sería bueno que todos siguiéramos su ejemplo, pues esto puede ayudar a mantener la paz y la unidad de la congregación (Hechos 6:1-4).

17. ¿Qué puede ayudarnos a tomar buenas decisiones?

¹⁷ Algunas decisiones son más serias que otras. Por ejemplo, decidir si nos casaremos y con quién nos casaremos es algo muy serio. También es algo muy serio decidir cuándo comenzaremos el servicio de tiempo completo. Antes de tomar decisiones como estas, debemos pensarlo muy bien y pedirle a Jehová que nos guíe. Esto puede llevarnos tiempo. Pero si queremos tomar una decisión sabia, debemos confiar en Jehová, escuchar lo que nos dice y seguir su guía (Proverbios 1:5). Jehová nos da los mejores consejos en su Palabra. Por eso es importante estudiarla y pedir la guía de Jehová. Él puede darnos las cualidades que necesitamos para tomar decisiones que estén de acuerdo con su voluntad. Antes de tomar una decisión importante, debemos preguntarnos: “¿Demostrará esta decisión que amo a Jehová? ¿Ayudará a que mi familia tenga gozo y paz? Y ¿demostrará que soy paciente y cariñoso?”.

18. ¿Por qué espera Jehová que tomemos nuestras propias decisiones?

¹⁸ Jehová no nos obliga a que lo amemos y le sirvamos. Más bien, nos ha dado la libertad de decidir si lo haremos. Él respeta nuestra responsabilidad y nuestro derecho de decidir si le serviremos o no (Josué 24:15; Eclesiastés 5:4). Eso sí, él espera que cumplamos con lo que decidimos hacer siguiendo la guía de su Palabra. Si tenemos fe en la guía de Jehová y ponemos en práctica los principios que él nos enseña, tomaremos buenas decisiones. Además, demostraremos que no somos personas indecisas, sino que somos constantes en todo lo que hacemos (Santiago 1:5-8; 4:8).