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¿Prestaremos atención a las lecciones del pasado?

¿Prestaremos atención a las lecciones del pasado?

“Estas cosas [...] fueron escritas para amonestación de nosotros a quienes los fines de los sistemas de cosas han llegado” (1 CORINTIOS 10:11).

CANCIONES: 11, 61

1, 2. ¿Por qué analizaremos el ejemplo de cuatro reyes de Judá?

SI VIÉRAMOS que alguien va por la calle, se resbala y se cae, ¿verdad que tendríamos cuidado al pasar por el lugar donde se cayó? Pues bien, analizar los errores que otros han cometido puede ayudarnos a no cometer errores parecidos. Por ejemplo, podemos aprender de los errores que cometieron algunas personas de las que habla la Biblia.

2 Los cuatro reyes de Judá de los que hablamos en el artículo anterior le sirvieron a Jehová con todo el corazón. Aun así, cometieron errores graves. Lo que ellos hicieron quedó escrito en la Biblia para que pensemos en ello y aprendamos lecciones importantes. ¿Qué lecciones son esas? Y ¿cómo podemos evitar cometer los mismos errores? (Lea Romanos 15:4).

CONFIAR EN NOSOTROS MISMOS ES PELIGROSO

3-5. a) Aunque Asá le sirvió a Jehová con todo el corazón, ¿qué error cometió? b) ¿Qué razones pudieron hacer que Asá confiara en otras personas cuando peleó contra Baasá?

3 Veamos primero el ejemplo de Asá. Él confió en Jehová cuando un millón de soldados etíopes atacaron Judá. Pero no confió en Jehová cuando peleó contra Baasá, el rey de Israel. Asá quería impedir que Baasá fortificara Ramá, que era una ciudad importante de Israel cercana a la frontera del reino de Judá (2 Crónicas 16:1-3). Asá pensó que sería una buena idea sobornar al rey de Siria para que lo ayudara. Cuando los sirios atacaron las ciudades de Israel, Baasá de inmediato “dejó de edificar a Ramá y suspendió su obra” (2 Crónicas 16:5). Es probable que al principio Asá pensara que había tomado la decisión correcta.

4 ¿Cómo se sintió Jehová al ver que Asá no había confiado en él? A Jehová no le gustó. Por eso envió al profeta Hananí para que lo corrigiera (lea 2 Crónicas 16:7-9). Hananí le dijo a Asá: “Desde ahora en adelante existirán guerras contra ti”. Asá logró tomar el control de la ciudad de Ramá. Pero durante todo su reinado él y su pueblo tuvieron que pelear muchas guerras.

5 En el artículo anterior vimos que Asá agradó a Jehová. Dios vio que Asá le sirvió con todo el corazón, aunque era imperfecto (1 Reyes 15:14). Aun así, Asá no pudo evitar sufrir las consecuencias de la mala decisión que había tomado. ¿Por qué confió en sí mismo y en otras personas en vez de confiar en Jehová? Tal vez pensó que podía ganar la guerra usando una buena estrategia militar. O quizás escuchó los malos consejos que otras personas le dieron.

Siempre debemos confiar en Jehová, no en nosotros mismos

6. ¿Qué aprendemos del error de Asá? Mencione en qué situaciones podemos mostrar confianza en Jehová.

6 ¿Qué aprendemos del error de Asá? Que siempre debemos confiar en Jehová, no en nosotros mismos. Debemos pedirle que nos ayude, no importa si nuestros problemas son grandes o pequeños. Es bueno que nos preguntemos qué hacemos cuando tenemos un problema. ¿Confiamos en nosotros mismos y tratamos de solucionarlo como mejor nos parece? ¿O tenemos la costumbre de analizar primero lo que dice la Biblia y tomarlo en cuenta para solucionar el problema? Por ejemplo, supongamos que tenemos problemas con nuestra familia por ir a las reuniones o a una asamblea. ¿Le pediríamos guía a Jehová para saber qué hacer en esta situación? O supongamos que hemos estado buscando trabajo por mucho tiempo y que por fin encontramos a alguien que quiere contratarnos. ¿Le diríamos a esa persona que tenemos que asistir todas las semanas a nuestras reuniones, aunque nos arriesgáramos a no conseguir el trabajo? Sin importar cuál sea el problema, recordemos este consejo de un escritor de los Salmos: “Haz rodar sobre Jehová tu camino, y fíate de él, y él mismo obrará” (Salmo 37:5).

EL PELIGRO DE ESCOGER MALAS AMISTADES

7, 8. ¿Qué errores cometió Jehosafat, y cuáles fueron las consecuencias? (Vea el dibujo del principio del artículo).

7 Veamos ahora el ejemplo de Jehosafat, hijo de Asá. Él tenía muchas cualidades que le gustaban a Jehová. Cuando Jehosafat confió en Jehová, hizo muchas cosas buenas. Aun así, también tomó algunas decisiones malas. Por ejemplo, hizo que su hijo se casara con la hija del malvado rey Acab. Luego apoyó a Acab en una batalla contra los sirios, aunque el profeta Micaya le había advertido que no lo hiciera. Durante la batalla, los soldados sirios atacaron a Jehosafat y trataron de matarlo (2 Crónicas 18:1-32). Cuando Jehosafat regresó a Jerusalén, el profeta Jehú le preguntó: “¿Es a los inicuos a quienes se ha de dar ayuda, y es para los que odian a Jehová para quienes debes tener amor?” (lea 2 Crónicas 19:1-3).

8 ¿Aprendió algo Jehosafat de lo que le ocurrió y de la advertencia del profeta Micaya? Por desgracia, no. Aunque seguía amando a Jehová y quería agradarlo, Jehosafat se hizo amigo de un hombre que no quería adorar a Jehová. Este hombre era Ocozías, hijo de Acab. Jehosafat y Ocozías construyeron barcos juntos. Pero estos barcos fueron destruidos antes de que ellos pudieran usarlos (2 Crónicas 20:35-37).

9. ¿Qué puede pasar si escogemos malas amistades?

9 ¿Qué podemos aprender de lo que le pasó a Jehosafat? Él hizo cosas buenas y “buscó a Jehová con todo su corazón” (2 Crónicas 22:9). Pero se hizo amigo de gente que no amaba a Jehová, y por eso tuvo problemas serios. De hecho, casi pierde la vida. Recordemos lo que dice la Biblia: “El que está andando con personas sabias se hará sabio, pero al que está teniendo tratos con los estúpidos le irá mal” (Proverbios 13:20). Es cierto que queremos ayudar a las personas a aprender de Jehová. Pero sería peligroso que nos hiciéramos muy amigos de gente que no le sirve a Dios.

¿Confiamos en que Dios satisfará nuestra necesidad de amor y compañía?

10. a) ¿Qué podemos aprender del ejemplo de Jehosafat si queremos casarnos? b) ¿Qué debemos recordar?

10 Si queremos casarnos, ¿qué podemos aprender del ejemplo de Jehosafat? Quizás empecemos a sentir algo por alguien que no ama a Jehová. Tal vez pensemos que no encontraremos a nadie con quien casarnos dentro del pueblo de Dios. O tal vez algunos parientes nos digan una y otra vez que debemos casarnos antes de que sea muy tarde. Es cierto que Jehová nos creó con la necesidad de amar y ser amados. Pero ¿qué debemos hacer si no encontramos a la persona adecuada para casarnos? Algo que nos ayudará es pensar en lo que le pasó a Jehosafat. Él casi siempre le pedía a Jehová que lo guiara (2 Crónicas 18:4-6). Pero no escuchó la advertencia de Jehová cuando se hizo amigo de Acab, que no amaba a Jehová. Él debió haber recordado que los ojos de Jehová “están discurriendo por toda la tierra para mostrar su fuerza a favor de aquellos cuyo corazón es completo para con él” (2 Crónicas 16:9). Nosotros también debemos recordar que Jehová quiere ayudarnos. Él nos ama y entiende nuestra situación. ¿Confiamos en que él satisfará nuestra necesidad de amor y compañía? Podemos estar seguros de que lo hará en el momento adecuado.

No empecemos una relación romántica con alguien que no adora a Jehová. (Vea el párrafo 10).

NO DEJEMOS QUE NUESTRO CORAZÓN SE VUELVA ORGULLOSO

11, 12. a) ¿Cómo demostró Ezequías lo que había en su corazón? b) ¿Por qué perdonó Jehová a Ezequías?

11 ¿Qué lección nos enseña el ejemplo de Ezequías? En una ocasión, Jehová lo ayudó a darse cuenta de lo que en realidad había en su corazón (lea 2 Crónicas 32:31). Cuando estuvo muy enfermo, Dios le dijo que se mejoraría y le dio una señal para confirmarle que lo ayudaría. Jehová hizo que la sombra que se veía en una escalera retrocediera diez escalones. Luego, parece que los príncipes de Babilonia quisieron averiguar más sobre esta señal. Así que enviaron a algunos hombres adonde Ezequías para averiguar más detalles (2 Reyes 20:8-13; 2 Crónicas 32:24). Jehová no le dijo a Ezequías cómo debía tratar a esos hombres. La Biblia dice que Jehová lo dejó solo para ver qué hacía. Ezequías les mostró todos los tesoros que tenía. Así demostró lo que había en su corazón.

12 Por desgracia, Ezequías se había vuelto orgulloso. Por eso dejó de agradecer toda la ayuda que Jehová le había dado. La Biblia no dice por qué cambió de actitud. Quizás fue porque venció al ejército asirio o porque Jehová le curó su enfermedad. O quizás fue porque se había hecho rico y famoso. Aunque Ezequías le había servido a Jehová con todo el corazón, por algún tiempo se hizo orgulloso. Esto no le gustó a Jehová. Pero después “Ezequías se humilló”, y Dios lo perdonó (2 Crónicas 32:25-27; Salmo 138:6).

Nuestra forma de reaccionar cuando otros nos alaben demostrará lo que tenemos en el corazón

13, 14. a) ¿En qué ocasión podríamos demostrar lo que hay en nuestro corazón? b) ¿Cómo debemos reaccionar cuando otros nos alaben?

13 ¿Qué aprendemos de Ezequías y del error que cometió? Recordemos que él actuó con orgullo poco después de que Jehová lo ayudara a derrotar a los asirios y lo curara. Esto nos enseña que cuando nos vaya bien o cuando otros nos alaben, debemos tener cuidado. ¿Por qué? Porque nuestra reacción demostrará lo que tenemos en el corazón. Por ejemplo, un hermano quizás se haya preparado bien para presentar un discurso frente a muchas personas. Quizás muchos lo alaben por su buen discurso. ¿Cómo reaccionará a las alabanzas que le den los demás?

14 Cuando nos alaben, debemos recordar las palabras de Jesús: “Cuando hayan hecho todas las cosas que se les hayan asignado, digan: ‘Somos esclavos que no servimos para nada. Lo que hemos hecho es lo que deberíamos haber hecho’” (Lucas 17:10). Recordemos que cuando Ezequías se hizo orgulloso, dejó de agradecer toda la ayuda que Jehová le había dado. Entonces, ¿qué nos ayudará a mantenernos humildes cuando nos alaben por un discurso que hayamos presentado? Si pensamos en lo que Jehová ha hecho por nosotros, hablaremos con agradecimiento de él y de cómo nos ha ayudado. Después de todo, solo podemos presentar discursos gracias a la Biblia y al espíritu santo de Jehová.

DEJEMOS QUE JEHOVÁ NOS GUÍE CUANDO TOMAMOS DECISIONES

15, 16. ¿Qué hizo que Josías perdiera la vida?

15 Por último, ¿qué podemos aprender de Josías? Aunque él fue un buen rey, cometió un error que le costó la vida (lea 2 Crónicas 35:20-22). ¿Qué pasó? Josías le declaró sin ningún motivo la guerra a Nekó, el rey de Egipto. De hecho, Nekó le dijo a Josías que no quería pelear contra él. La Biblia dice que las palabras de Nekó venían “de la boca de Dios”. Pero Josías fue a la guerra, y lo mataron. Entonces, ¿por qué peleó contra Nekó? La Biblia no lo dice.

16 Josías tendría que haber averiguado si las palabras de Nekó de verdad venían de Jehová. Pudo haberle preguntado a Jeremías, uno de los profetas de Jehová (2 Crónicas 35:23, 25). Josías también tendría que haber pensado mejor en lo que estaba pasando. Nekó no iba a atacar Jerusalén. Él iba a Carquemis a pelear contra otra nación. Además, Nekó no quería provocar a Jehová ni a su pueblo. Josías no pensó con cuidado en todas estas cosas antes de tomar una decisión. ¿Qué lección aprendemos? Que cuando tengamos un problema y debamos tomar una decisión, primero debemos pensar en lo que a Jehová le gustaría que hiciéramos.

17. Cuando tomamos decisiones, ¿qué nos ayudará a no cometer un error como el que cometió Josías?

17 Antes de tomar una decisión, debemos pensar en algunos principios bíblicos que nos puedan servir y en cómo podemos ponerlos en práctica. En algunos casos, podemos buscar más información en las publicaciones o incluso pedirle consejo a un anciano. Él podría ayudarnos a pensar en otros principios de la Biblia. Imaginemos la siguiente situación. Una hermana está casada con alguien que no es Testigo. Ella ha hecho planes específicos para predicar cierto día (Hechos 4:20). Pero su esposo le dice que no vaya a predicar. Le dice que ese día le gustaría llevarla de paseo a algún lugar porque últimamente no han estado mucho tiempo juntos. Así que la hermana piensa en algunos textos bíblicos que pueden ayudarla a tomar una buena decisión. Ella sabe que debe obedecer a Dios y que Jesús nos mandó hacer discípulos (Mateo 28:19, 20; Hechos 5:29). Pero también recuerda que la esposa debe respetar la autoridad de su esposo y que los siervos de Dios deben ser razonables (Efesios 5:22-24; Filipenses 4:5). La hermana podría preguntarse si lo que quiere su esposo es que deje de predicar o si solo quiere estar con ella ese día. Los siervos de Jehová queremos tomar decisiones razonables y que le agraden a él.

SIGAMOS SIRVIENDO CON UN CORAZÓN COMPLETO Y SEREMOS FELICES

18. ¿Por qué es importante meditar en el ejemplo de los cuatro reyes de Judá?

18 A veces quizás cometamos alguno de los errores que cometieron estos cuatro reyes de Judá. Quizás confiemos en nosotros mismos, escojamos malas amistades, nos volvamos orgullosos o tomemos decisiones sin tener en cuenta lo que Dios quiere que hagamos. Pero incluso si cometiéramos alguno de estos errores, no hay razón para creer que nunca podremos agradar a Jehová. Él ve nuestras cualidades, así como vio las cualidades de los cuatro reyes de Judá. Jehová también ve que lo amamos mucho y que deseamos servirle de corazón. Por eso nos ha dejado ejemplos que pueden ayudarnos a no cometer errores graves. Meditemos en estos ejemplos y demos gracias a Jehová por dejarlos en la Biblia.