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¿QUÉ SERÁ DE NUESTRO PLANETA?

Aire

Aire

NECESITAMOS AIRE, pero no solo para respirar. El aire es como un escudo que protege nuestro planeta de la mayor parte de la radiación solar dañina. Además, sin aire, las temperaturas serían tan bajas en todo el mundo que nos congelaríamos.

El aire corre peligro

La contaminación del aire es una grave amenaza para la vida en la Tierra. Solo el 1 % de la población mundial respira aire de calidad según los límites establecidos por la Organización Mundial de la Salud.

La contaminación del aire puede causar cáncer de pulmón y enfermedades respiratorias y cardiovasculares. Además, cada año, este tipo de contaminación provoca unos siete millones de muertes prematuras.

Nuestro planeta: diseñado para preservar la vida

Nuestro planeta es capaz de mantener un suministro constante de aire limpio para todos los seres vivos que respiran. Pero esto solo es posible cuando el ser humano no contamina en exceso el planeta. Veamos algunos ejemplos:

  • Los bosques son conocidos por su capacidad de absorber dióxido de carbono. Pero lo que mucha gente no sabe es que los manglares —ecosistemas costeros y húmedos— pueden hacer este trabajo mucho mejor. De hecho, el papel de los manglares es importantísimo. Pueden eliminar del aire cinco veces más dióxido de carbono que las selvas tropicales.

  • Según unos estudios recientes, algunas macroalgas, como el quelpo o kelp, no solo atrapan dióxido de carbono, sino que también lo entierran. Las láminas del quelpo pueden viajar grandes distancias gracias a que tienen pequeñas vesículas llenas de gas que le sirven de flotadores. Cuando están lejos de la orilla, esos “flotadores” estallan, y el quelpo se hunde y se lleva el dióxido de carbono al fondo del océano, donde al parecer queda enterrado durante muchos siglos.

  • Durante el confinamiento provocado por el COVID-19, se vio claramente que nuestra atmósfera puede recuperarse. De hecho, como en el 2020 muchas fábricas dejaron de trabajar y el tránsito de vehículos se redujo drásticamente, los niveles de contaminación bajaron muchísimo y la calidad del aire mejoró muy rápido. Según el Informe mundial sobre la calidad del aire 2020, más del 80 % de los países monitoreados notaron mejoras en la calidad del aire poco después de que empezara el confinamiento.

Se buscan soluciones

Si viajamos en bicicleta, contaminamos menos.

Las autoridades están presionando a las empresas para que emitan menos gases contaminantes. Por otro lado, los científicos siguen descubriendo nuevas formas de revertir los efectos de la contaminación. Por ejemplo, hay un proceso en el que se usan microorganismos para convertir sustancias contaminantes en sustancias inofensivas. Además, los expertos recomiendan que caminemos o viajemos en bicicleta en lugar de ir en automóvil y que reduzcamos el consumo de energía en el hogar.

Para reducir la contaminación del aire, algunos gobiernos les dan a los ciudadanos cocinas o estufas mejores. Pero todavía hay mucha gente que no tiene acceso a ellas.

Pero estas medidas no bastan. Y así lo confirma un informe elaborado en el 2022 por varias agencias internacionales, entre ellas están la Organización Mundial de la Salud y el Banco Mundial.

Este informe indica que, en el 2020, aproximadamente un tercio de la población mundial solía cocinar con combustibles que contaminan el aire. En muchos lugares, la mayoría de la gente no se puede permitir comprar cocinas o estufas nuevas, o usar otros combustibles.

Hay razones para tener esperanza. ¿Qué dice la Biblia?

“Esto es lo que dice el Dios verdadero, Jehová, el Creador de los cielos [...], el que desplegó la tierra y lo que esta produce, el que da aliento a sus habitantes” (Isaías 42:5).

Dios creó el aire y los ciclos naturales que lo purifican. Además, su poder es infinito y ama mucho a la humanidad. Por eso ¿le parece razonable que Dios se quede de brazos cruzados ante el problema de la contaminación del aire? Vea el artículo “Dios promete que nuestro planeta se recuperará”.