El abuso sexual de menores... pesadilla de toda madre
PARA la joven madre, la pesadilla se había convertido en realidad. Cuando su hija de cuatro años de edad se quejó de dolores abdominales, la madre la llevó al médico. Después de examinar detenidamente a la niña, el médico dijo en tono grave a la madre que su hijita había sido víctima del abuso sexual. Había sido violada. La madre informó el asunto a las autoridades de la ciudad de Nueva York, las cuales descubrieron inmediatamente que dicho abuso se había cometido en una guardería infantil ubicada en el Bronx, Nueva York.
Las investigaciones efectuadas en esta guardería produjeron resultados espantosos. Primero un niño, luego otro, y aún otro más, revelaron que también habían sido víctimas de actos de abuso sexual. Finalmente, por lo menos 30 niños afirmaron que habían sido objetos de tal abuso en la misma guardería. Uno de ellos tenía gonorrea. Entonces salieron a luz pública informes de que se había abusado de niños en otra guardería. Entonces, se informó lo mismo de otra guardería. Finalmente, se tuvieron que llevar a cabo investigaciones en siete guarderías tan solo en la ciudad de Nueva York.
A medida que cada nuevo caso salía a luz pública, comenzaron a llegar informes de actos de abuso sexual de menores procedentes de otras partes del país. El escándalo se esparció. Los padres se preguntaban unos a otros: “¿Qué está ocurriendo?”. ¿Eran sencillamente incidentes raros de abuso sexual, o era una situación muy difundida que se estaba empezando a notar solo ahora?
Un problema muy difundido
La realidad es que desde hace mucho tiempo ha habido casos de abuso sexual de menores, y la situación es general hoy día. En 1983 el director de la Comisión Especial de Asesores sobre la Violación, de la ciudad de Nueva York, informó que había habido ‘un aumento dramático en la cantidad de niños que son víctimas de ultraje sexual, incesto y otras formas de abuso sexual’. El doctor David Finkelhor, del Programa de Investigaciones sobre la Violencia Familiar, de la Universidad de New Hampshire (E.U.A.), condujo un estudio en gran escala sobre este asunto. Halló que los hijos de 9 por 100 de los padres entrevistados habían sido víctimas de actos de abuso sexual. ¡Quince por ciento de las mujeres y 6 por 100 de los hombres entrevistados habían sido víctimas de abuso sexual cuando eran niños!
Es difícil obtener estadísticas exactas. En los Estados Unidos, el Centro Nacional Contra el Abuso y Abandono de Niños tiene los expedientes de 55.399 casos de niños que fueron víctimas de abuso sexual en un solo año. Pero éstos son solo los casos de abuso incestuoso. El abuso por parte de amigos, vecinos, maestros, y así por el estilo —como por parte de desconocidos— aumentaría esa cifra a un grado considerable. Y un portavoz de la Sociedad Estadounidense para el Bienestar Infantil dijo al corresponsal de ¡Despertad! que “las cifras que tenemos constituyen tan solo una fracción pequeña del monto total”.
Un informe que apareció en la revista Ladies Home Journal hace el siguiente cálculo: “El abuso sexual de niñas es cuatro veces más común que la violación de mujeres adultas. De cada cuatro niñas entre las edades de cinco y trece años, una llega a ser víctima de alguna forma de abuso sexual por parte de adultos... sea mediante el exhibicionismo, el acariciar impropio, la violación o el incesto. Aunque las niñas son las víctimas más comunes, entre 20 y 25 por 100 de las víctimas son niñitos”.
Los médicos están convencidos de que tal abuso produce efectos perjudiciales y de largo plazo. Por eso, muchos padres se preguntan: ‘¿Están en peligro mis hijos? ¿Qué pasos puedo dar para protegerlos? ¿Qué clase de persona intentaría hacerles daño?’.