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Las familias sin padre: cómo romper el círculo vicioso

Las familias sin padre: cómo romper el círculo vicioso

Las familias sin padre: cómo romper el círculo vicioso

SI LAS tendencias actuales se mantienen, pronto las familias sin padre serán lo normal. Un informe del Departamento de Sanidad y Servicios Humanos de Estados Unidos afirma que “los niños criados por un solo progenitor tienden a recibir calificaciones más bajas, y a tener más problemas de conducta y mayor incidencia de problemas físicos y psíquicos crónicos. [...] La crianza en un hogar encabezado por una madre soltera se asocia con un mayor número de probabilidades de embarazo durante la adolescencia, abandono de los estudios y encarcelamiento”.

No sorprende, pues, que sociólogos, consejeros familiares, educadores y hasta políticos estén buscando con desesperación formas de frenar esta devastadora tendencia. Se han celebrado grandes concentraciones de varones con el propósito de avivarles el orgullo por la paternidad y de que confirmen su compromiso con la familia. Los libros que tratan el asunto han inundado el mercado. Se han tomado medidas para obligar a los padres a que cumplan con sus responsabilidades. En Estados Unidos, los padres que no pagan la pensión estipulada han recibido amonestaciones en los juzgados, ataques en programas televisados de entrevistas y hasta humillaciones públicas. Pese a ello, los resultados han sido escasos.

Soluciones inadecuadas

Un remedio poco meditado con frecuencia produce resultados cuestionables. Para ilustrar, quizás una divorciada se apresure a casarse otra vez con la esperanza de darles a sus hijos un nuevo padre. Aunque esta salida tenga sus ventajas, pueden surgir problemas. Los niños a veces se resisten a aceptar al nuevo papá, y en ocasiones nunca lo aceptan. Un estudio reveló que “casi dos terceras partes de las jovencitas que vivían con padrastro o madrastra se habían marchado del hogar antes de cumplir los 19 [...], mientras que en los hogares intactos la proporción era del 50%”. Pero, hasta en las familias felices podrían pasar varios años antes de que los niños aceptaran al padrastro. *

Tampoco existen soluciones rápidas para el problema que representa el embarazo de adolescentes. El aborto, por ejemplo, infringe la ley de Dios y obliga a la joven a cerrar la puerta de sus tiernas compasiones al pequeño ser que crece en sus entrañas (Éxodo 20:13; 21:22, 23; Salmo 139:14-16; compárese con 1 Juan 3:17). Es inevitable que queden cicatrices emocionales. Muchos consideran que entregar al niño en adopción es una solución más humana, pero eso también puede dejar heridas emocionales, tanto en la madre como en el pequeño.

Es obvio que los remedios improvisados no acabarán con el círculo vicioso de las familias sin padre. Las tendencias actuales con relación a la vida familiar se corregirán únicamente cuando las personas estén dispuestas a modificar profundamente su manera de pensar, su actitud, su conducta, su moralidad. Se necesita algo más que habla altisonante y psicología popular para que la gente se sienta impulsada a hacer cambios tan profundos. Ese “algo más” se halla en la Palabra de Dios, la Biblia. Después de todo, fue Dios mismo quien instituyó la familia (Efesios 3:14, 15). Él conoce mejor que nadie las necesidades de los niños.

Los principios bíblicos ayudan a las familias a enfrentar la situación

Pero ¿puede realmente ayudar la Biblia a los niños con un padre ausente? ¿No es irreparable el daño? No, no lo es. Al inicio de este artículo citamos del informe de un organismo estadounidense que enumeró muchos de los peligros a los que se encaran estos pequeños. A pesar de lo alarmante que es la lista, el informe concluye diciendo: “Aunque las pruebas de que enfrentan mayor riesgo son numerosas, el estudio también revela que la mayoría de los niños de familias monoparentales se desarrollan con normalidad”. Desde luego, los efectos negativos de no tener padre pueden evitarse, o al menos reducirse. Esto es cierto, sobre todo, si se observan los principios bíblicos al criar a los hijos.

Lograr este objetivo supondrá un gran esfuerzo para la madre sola, lo cual pudiera abrumarla al principio. Pero si usted se encuentra en dicha situación, puede aprender a confiar plenamente en Jehová Dios (Proverbios 3:1, 2). Algunas mujeres cristianas de tiempos bíblicos enfrentaron situaciones dolorosas, como la viudez. Con relación a ellas, la Biblia señala: “La mujer que realmente es viuda y ha quedado en indigencia ha puesto su esperanza en Dios y persiste en ruegos y oraciones noche y día” (1 Timoteo 5:5). Recuerde que Jehová se llama a sí mismo “padre de huérfanos de padre” (Salmo 68:5). Puede tener la certeza de que Él apoyará a la mujer que le teme y bendecirá los esfuerzos que esta haga por criar a sus hijos.

Para que los niños se conviertan en adultos equilibrados y maduros es fundamental tener un estudio bíblico con ellos regularmente (Deuteronomio 6:6-9). Muchos testigos de Jehová que son padres solteros se valen de publicaciones bíblicas concebidas especialmente para los adolescentes, como el libro Lo que los jóvenes preguntan. Respuestas prácticas. * Este libro contribuye a la formación moral de los jóvenes, por lo que les ayuda a no cometer los mismos errores que sus padres. A medida que los niños lleguen a conocer más a Jehová Dios, empezarán a darse cuenta de que tienen un Padre celestial que se interesa profundamente por ellos (Salmo 27:10), y esto les permitirá hacer frente al sentimiento de abandono. Una muchacha británica cuyos padres se separaron recuerda: “Durante todo el trance, mamá me recalcó la necesidad de orar y confiar absolutamente en Jehová. Eso nos ayudó a superarlo”.

Cómo conservar los lazos entre el padre y los hijos

La Biblia deja claro que los hijos deben honrar tanto a su madre como a su padre (Éxodo 20:12). El divorcio no rompe los vínculos entre el padre y los hijos. Aunque el ex esposo no viva ya en la misma casa, los hijos todavía pueden disfrutar de una relación afectuosa con su padre. * El problema estriba en que la madre quizás se sienta molesta con él y tome a mal su interés por los niños. ¿Qué puede hacer ella para superar estos sentimientos?

La Biblia ofrece el siguiente buen consejo: “Cuida que la furia no te atraiga a [actos de] rencor [...]. Manténte alerta para que no te dirijas a lo que es perjudicial” (Job 36:18-21). Se comprende que no sea fácil para la madre hablar bien de alguien que la ha herido o abandonado. Pero pregúntese: “¿Puede una jovencita aprender a confiar en un hombre si constantemente se le repite lo malo que es su padre? ¿Puede un muchacho cultivar una personalidad estable y varonil si se le reprende diciéndole: ‘Eres igual que tu padre’? ¿Pueden los hijos tener un punto de vista sano de la autoridad si se les enseña a despreciar a su padre, o se les convence para que nunca lo vean?”. Socavar la relación de los hijos con su padre es, a todas luces, perjudicial.

Puede que le sorprenda saber que la Biblia no condena la justa indignación. “Estén airados —dice—, y, no obstante, no pequen.” (Efesios 4:26.) El pecado no es estar airado, sino dejarse dominar por ‘la ira, la cólera, la maldad y el habla injuriosa’ (Colosenses 3:8). Por eso, no hable mal de su ex esposo delante de los niños. Si siente la necesidad de expresar sus frustraciones, siga la recomendación bíblica de hablar de su “solicitud ansiosa” con alguien que no sean sus hijos, quizás un amigo o amiga de confianza (Proverbios 12:25). Intente mantener una actitud positiva y no piense demasiado en el pasado (Eclesiastés 7:10). Si sigue estas sugerencias, le resultará mucho más fácil mitigar la ira.

Por último, recuerde que la Biblia ordena a los hijos que respeten a su padre, aun si su conducta no ha sido digna de admiración (Efesios 6:2, 3). Así pues, trate de ayudarles a ver los defectos del padre con objetividad. Una joven que creció en un hogar deshecho dice: “Al ver a mi padre de manera objetiva —como ser humano imperfecto—, finalmente he llegado a aceptarlo como es”. Al inculcar en sus hijos respeto por su padre, les está ayudando a cultivar una opinión sana de la autoridad que usted ejerce como madre.

También es importante que deje claros los papeles que corresponden a usted y a sus hijos. Ellos todavía están bajo ‘la ley de su madre’ (Proverbios 1:8). Un hijo varón puede sentirse sobrecargado si se espera que sea “el hombre de la casa”. También podría abrumar a las hijas tener que ser las confidentes de su madre. Los hijos necesitan estar convencidos de que usted cuidará de ellos, no ellos de usted (compárese con 2 Corintios 12:14). Esa certeza puede infundirles seguridad, aunque la situación familiar no sea la ideal.

Padres sustitutos

¿Y si el padre se mantiene completamente al margen? Los expertos dicen que a los niños les benefician las amistades masculinas. Aunque el interés amoroso de un tío o un vecino puede hacerle bien al niño, le aprovechará particularmente la sana compañía de los varones de la congregación cristiana. Jesús prometió que la congregación sería como una familia que brindaría apoyo (Marcos 10:29, 30).

En tiempos bíblicos, el joven Timoteo llegó a ser un sobresaliente hombre de Dios, pese a no contar con el respaldo de un padre creyente. La Biblia concede gran parte del mérito a su madre y a su abuela amorosas (Hechos 16:1; 2 Timoteo 1:1-5). Sin embargo, también se benefició de la amistad con un varón cristiano, el apóstol Pablo, quien dijo que Timoteo era su “hijo amado y fiel en el Señor” (1 Corintios 4:17). Igualmente, hoy día se estimula a los testigos de Jehová a que sigan el consejo bíblico de “cuidar de los huérfanos y de las viudas” (Santiago 1:27). Se les exhorta a ‘librar a los huérfanos de padre’, preocupándose de manera sincera y equilibrada por ellos (Job 29:12). Una joven llamada Annette recuerda el sano interés que un anciano cristiano le demostró cuando era una muchachita y dice: “Él es la única figura paterna que he tenido en toda mi vida”.

Cómo romper el círculo vicioso

Los principios que hemos analizado pueden ayudar a los niños sin padre a salir adelante en la vida. A pesar de las carencias que sufran en su infancia, pueden convertirse en adultos equilibrados y productivos, y en padres amorosos, fieles y responsables. Por supuesto, es mucho mejor prevenir que curar. Y, en resumidas cuentas, el círculo vicioso de las familias sin padre puede romperse únicamente cuando los hombres y las mujeres se comprometen a aplicar la Biblia en sus vidas, como por ejemplo, al obedecer la prohibición de tener relaciones sexuales antes del matrimonio y al observar las normas que aquella establece para los cónyuges (1 Corintios 6:9; Efesios 5:21-33).

En la actualidad, muchos niños tienen a su padre en casa y, sin embargo, se les puede considerar huérfanos de padre. Un experto en problemas familiares afirma: “El mayor problema que afrontan [...] los niños hoy día es la falta de tiempo con sus progenitores y de atención por parte de ellos”. La Palabra de Dios aborda este asunto de frente. Da el siguiente mandato a los padres con respecto a sus hijos: “Críenlos con disciplina, dándoles instrucción para que crean en el Señor” (Efesios 6:4, Versión Popular, 1966; Proverbios 24:27). Cuando los padres siguen el consejo de la Biblia, los niños no tienen el temor de ser abandonados.

Ahora bien, ¿es realista esperar que la gente acuda en masa a las Escrituras? No (Mateo 7:14). Pero los testigos de Jehová han ayudado a millones de personas a hallar la felicidad familiar mediante un programa de estudio bíblico en sus hogares. * Por supuesto, tal como avisa la Biblia, todos los matrimonios “tendrán tribulación en la carne” debido a la imperfección (1 Corintios 7:28). No obstante, todo aquel que verdaderamente respeta la Palabra de Dios no se divorcia a la primera señal de problemas, sino que busca la manera de resolverlos. Naturalmente, hay ocasiones en que un cristiano estaría justificado para pensar en la separación o hasta en el divorcio (Mateo 5:32). Sin embargo, reconociendo el impacto que esto pudiera tener en sus hijos, de ser posible, busca maneras de salvar su matrimonio.

La aplicación de los principios de la Biblia logrará más que salvar a su familia ahora. Puede hacer que toda ella viva para siempre. Jesús dijo: “Esto significa vida eterna, el que estén adquiriendo conocimiento de ti, el único Dios verdadero, y de aquel a quien tú enviaste, Jesucristo” (Juan 17:3). El leer y poner en práctica el consejo que se encuentra en la Palabra de Dios es una de las mejores formas de asegurar que su familia se mantenga intacta para siempre.

[Notas]

^ párr. 5 Nuestra revista compañera, La Atalaya, publicó información útil para los padrastros en el número del 1 de marzo de 1999.

^ párr. 11 Editado por Watchtower Bible and Tract Society of New York, Inc.

^ párr. 13 Esto no sería aplicable si existe el riesgo de que el padre abuse física o sexualmente de ellos.

^ párr. 24 El libro El secreto de la felicidad familiar (editado por Watchtower Bible and Tract Society of New York, Inc.) contiene muchos consejos bíblicos que pueden ayudar a las familias. Puede solicitarlo a los testigos de Jehová de su localidad.

[Ilustración de las páginas 8 y 9]

La madre sola que aplica los principios bíblicos puede criar con éxito a sus hijos

[Ilustración de la página 10]

Los varones cristianos a menudo pueden ‘librar al huérfano de padre’ mostrando un interés sincero y sano en él