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De nuestros lectores

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Estilos de vida poco saludables Estos últimos meses no me he sentido bien, por lo que fue alentador leer que podemos mejorar la salud cambiando nuestro modo de vida. La serie de artículos “¿Lo está matando su estilo de vida?” (8 de julio de 1999) me hizo ver la necesidad de reducir la ingestión de ciertos alimentos y de llevar una dieta más equilibrada que incluya más frutas y verduras.

E.P.M., Brasil

Reacción tardía Me animó la carta que aparece bajo el título “Semillas que dieron fruto muchos años después” (8 de julio de 1999). Este es mi tercer año como evangelizadora de tiempo completo, y cuando no obtengo los resultados que espero, me desilusiono y pierdo las ganas de continuar. El artículo me ha ayudado a darme cuenta de que tengo que hacer todo lo que pueda ahora, y dejar los resultados en manos de Jehová.

T. N., Japón

Burlas Me gustó mucho el artículo “Los jóvenes preguntan... ¿Cómo puedo sobrellevar la burla?”, del 22 de junio de 1999. Los compañeros me han hecho preguntas sobre mis creencias desde que estaba en el jardín de infancia. A veces me duele el modo como las hacen, y en muchas ocasiones he perdido la paciencia. Ahora comprendo que las burlas son tan solo pruebas de nuestra fe. Además, he obtenido buenos resultados al predicar a otras personas en la escuela.

L. C., Estados Unidos

También se han reído de mí por negarme a celebrar ciertas fiestas religiosas y a participar en las ceremonias patrióticas. Me han hostigado asimismo por ser honrado y por respetar las normas morales de la Biblia. El adquirir conocimiento exacto me ha ayudado a defender mis creencias y a hablar sin miedo de ellas.

H. C., Zambia

Aunque hace mucho que pasé la adolescencia —tengo más de 50 años—, agradezco el artículo. A veces, la oposición que encontramos en el ministerio nos desconcierta y quizás nos den ganas de pagar al ofensor con la misma moneda. Por eso agradezco el que se nos recuerde que “devolver el insulto, por ingenioso que sea, tan solo avivará el fuego y es posible que fomente nuevos insultos”. Este recordatorio me ha convencido de la necesidad de seguir defendiendo mis creencias con educación.

A. F., Estados Unidos

Vida más larga Me veo en la necesidad de escribirles a raíz de su maravillosa serie titulada “Cómo vivir más y mejor” (22 de julio de 1999). Por fin entiendo la diferencia entre la duración media de la vida y la esperanza de vida. Además, pienso utilizar con tacto los buenos consejos que da el reportaje sobre cómo frenar los estragos del envejecimiento para ayudar a mi abuelo de 88 años, que pasa por períodos de autocompasión.

T. N., Estados Unidos

Perro oyente Quiero darles las gracias por el artículo “Mi perra oye por mí” (22 de julio de 1999). El saber que las personas con problemas de audición tienen que enfrentarse a semejantes dificultades me ha ayudado a ser más comprensiva con ellas. A mí también me encantan los perros, por lo que me agradó leer cómo pueden estos ayudar y apoyar a mucha gente.

L. B., Italia

Yo también recibo la ayuda de un perro. Paso la mayoría del tiempo en una silla de ruedas, pues tengo fusión espinal y fibromialgia. No tengo palabras para relatar todo lo que mi perra hace por mí. Me ayuda cuando voy de compras o cuando limpio la casa. Hasta me lleva las publicaciones cuando participo en el ministerio cristiano.

K. W., Estados Unidos