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Observando el mundo

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Agobiados

“Casi la mitad de los canadienses se quejan de niveles entre moderados y altos de tensión nerviosa, provocada por sus intentos de equilibrar el trabajo con la vida hogareña —indica el diario The Vancouver Sun—. Este número es el doble del existente hace diez años.” ¿A qué se debe el aumento? Una encuesta efectuada por la organización The Conference Board, de Canadá, reveló un incremento en el porcentaje de empleados que cuidan a familiares. También hay más parejas que retrasan la paternidad, y a menudo afrontan el reto “de cuidar a sus hijos y a sus padres a la vez”. Aunque el 84% de los consultados aún se sienten satisfechos con su empleo, el informe indica que cuando se les dificulta compaginar las responsabilidades domésticas y las laborales, “la mayoría de ellos reduce primero el tiempo que dedican a asuntos personales, incluidas las horas de sueño”. The Conference Board dice: “Los resultados son tensión nerviosa y mala salud”.

Enseñarles a respetar la autoridad

“Es tan poco el respeto a la autoridad que los padres exigimos a los hijos que quizá estemos minando su autoestima”, señala un informe del diario The Toronto Star. “Cuando los chicos saben hasta dónde pueden llegar, se satisface su necesidad de saber qué esperar y de sentirse seguros, lo que aumenta su autoestima —indica Ronald Morrish, especialista en el tema del comportamiento—. Los muchachos que no tienen sentido de lo que son las reglas y la responsabilidad crecen más inseguros y menos confiados.” Añade: “Conozco a niños de seis años que deciden por sí mismos cuándo acostarse, y a madres que tratan de que sus hijos de tres años no se porten mal señalándoles que tal conducta las hace sentir mal a ellas”. Los chicos tienen que aprender a obedecer las reglas de la familia. Además, la idea de que lo natural es que estén menos dispuestos a cooperar al ir haciéndose mayores es errónea, dice el señor Morrish. “Esperamos que los hijos aumenten en conocimientos académicos de año en año. Entonces, ¿por qué no vamos a esperar también que su comportamiento mejore anualmente? —pregunta—. Si los padres no consiguen que el niño guarde sus juguetes, cuando sea adolescente tampoco regresará a casa a su hora.”

Grabaciones para comer en el corral

Según estudios científicos realizados en Canadá, reproduciendo grabaciones se puede inducir a las crías de los animales de granja a comer, señala la revista New Scientist. “Registramos el sonido que emite la gallina cuando encuentra alimento para los pollitos”, indica Luis Bate, de la Universidad de la isla del Príncipe Eduardo. Al escuchar la grabación por altavoces situados cerca del alimento, los pollitos comían aunque la gallina no estuviera presente. Pero los sonidos tienen que ser los precisos. El señor Bate dice: “Si poníamos el sonido que hace la gallina cuando los pollitos salen del cascarón —que me parece igual al que emite cuando los llama a comer—, estos se quedaban quietos”. El objetivo de los científicos es acelerar el crecimiento de las crías, que en los experimentos iniciales se desarrollaron hasta un 20% más rápido de lo normal durante sus primeras tres semanas de vida. En pruebas similares se ha logrado estimular también a cochinillos y crías de pavos a comer con más frecuencia.

Recetas peligrosas

“El año pasado los medicamentos provocaron más muertes en Alemania que los accidentes automovilísticos”, señaló el diario Stuttgarter Nachrichten. Se dice que en 1998 fallecieron a consecuencia de remedios mal recetados unas veinticinco mil personas, es decir, el triple de las que perdieron la vida en accidentes de tránsito durante el mismo período. Se informa que la automedicación es meramente una causa secundaria. Parece que el problema principal es la falta de información y preparación de los doctores con respecto a los medicamentos y sus efectos. El farmacólogo Ingolf Cascorbi señaló que, según cierto cálculo, “en Alemania podrían evitarse todos los años 10.000 muertes y 250.000 casos de efectos secundarios graves si se optimizara la investigación y la formación”, indica el informe.

De igual modo, la revista francesa Sciences et avenir mencionó que un estudio reciente realizado en Francia reveló que de 150.000 recetas prescritas a pacientes mayores de 70 años, 10.700 estaban equivocadas o no surtieron efecto. De cada 50, 1 era potencialmente peligrosa debido a posibles reacciones con otros medicamentos recetados u otros riesgos. Se calcula que los ancianos franceses pasan en el hospital un millón de días anualmente a consecuencia de reacciones negativas a los fármacos.