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¿Padece intolerancia a la lactosa?

¿Padece intolerancia a la lactosa?

¿Padece intolerancia a la lactosa?

DE NUESTRO CORRESPONSAL EN MÉXICO

“Mi esposo y yo estábamos visitando a unos amigos en el estado de Puebla (México). Como nuestros anfitriones tenían vacas, nos servían leche fresca en el desayuno y en la cena.

”La primera noche nos sentimos mal, pero el segundo día fue terrible. Yo tenía el estómago tan hinchado que parecía que llevaba varios meses de embarazo. Entonces, a los dos nos dio una fuerte diarrea.

”No fue sino hasta varios años después que nos enteramos de que padecemos intolerancia a la lactosa.”—Bertha.

LA EXPERIENCIA de Bertha no es rara, pues se calcula que hasta el 75% de la población adulta del mundo llega a sufrir por lo menos algunos de los síntomas de la intolerancia a la lactosa. * ¿En qué consiste esta afección y qué la provoca? Más importante aún, ¿qué se puede hacer para sobrellevarla?

La expresión intolerancia a la lactosa se refiere a la dificultad del organismo para asimilar la lactosa, el azúcar predominante en la leche. Para que el torrente sanguíneo pueda absorberlo, este azúcar primero ha de descomponerse en glucosa y galactosa, proceso en el que interviene una enzima llamada lactasa. Pero, como después de la infancia el cuerpo produce menos lactasa, esa deficiencia hace que muchos adultos no toleren la lactosa.

Si una persona ingiere —en la leche y sus derivados— más lactosa de la que su organismo puede asimilar, las bacterias del colon la convierten en ácido láctico y dióxido de carbono, y en tan poco tiempo como treinta minutos se presentan los síntomas típicos, como náuseas, retortijones, inflamación del vientre y diarrea. Algunas personas, desconociendo su intolerancia, intentan aliviar el malestar con más leche, y lo que hacen es agravar el problema.

Por supuesto, el grado de tolerancia difiere de una persona a otra. Hay quienes pueden tomar un vaso de leche pequeño sin experimentar ningún efecto adverso, mientras que a otros hasta esa mínima cantidad les afecta. Para conocer el margen de tolerancia, algunos médicos sugieren empezar con un vaso pequeño de leche y aumentar gradualmente la cantidad que se tome en ocasiones subsiguientes. Sobre este asunto, recuerde que si bien los síntomas son incómodos, raras veces son peligrosos.

Qué comer y qué evitar

Si usted padece esta afección, será necesario que determine qué puede ingerir y qué no; mucho dependerá de su límite de tolerancia. Entre los alimentos que contienen lactosa están la leche, los helados, el yogur, la mantequilla y los quesos. Algunos alimentos preparados, como los productos de repostería, los cereales y los aderezos para ensaladas también pueden contenerla. Por lo tanto, conviene que revise la etiqueta de información nutricional de dichos productos.

Por supuesto, la leche es una fuente principal de calcio, y si no se consumen suficientes cantidades de este elemento pudiera desarrollarse osteoporosis, por lo que sería buena idea recurrir a otras fuentes. Algunas verduras frescas, como el brécol, la col y las espinacas contienen calcio, así como las almendras, el ajonjolí (sésamo) y los pescados de espinas blandas, como la sardina y el salmón.

Además, es posible que no tenga que eliminar por completo la leche y los productos lácteos de su dieta aun cuando no tolere la lactosa. Trate de determinar cuánto asimila su organismo y entonces evite sobrepasar esa cantidad. Procure en lo posible incluir otros alimentos junto con los que tienen lactosa. Recuerde, también, que los quesos añejos la contienen en menor cantidad, y tal vez no le causen problemas. ¿Y el yogur? Aunque contiene casi la misma cantidad de lactosa que la leche, algunas personas con problemas de tolerancia lo digieren con facilidad. ¿A qué se debe? A que el yogur contiene microorganismos que sintetizan lactasa, la cual ayuda a digerir el azúcar de la leche.

De modo que no se preocupe demasiado si padece este mal. Como hemos visto, conocerlo le permitirá controlarlo con facilidad; pero recuerde los siguientes puntos:

1) Ingiera pequeñas cantidades de leche y sus derivados junto con otros alimentos para determinar el grado de intolerancia.

2) Consuma yogur y quesos añejos, que normalmente se digieren con mayor facilidad.

3) Eche mano de cualquier otro producto que no contenga lactosa o que contenga lactasa.

Si sigue estas recomendaciones, podrá sobrellevar su intolerancia a la lactosa.

[Nota]

^ párr. 6 La intolerancia a la lactosa aqueja a más asiáticos que a cualquier otro grupo étnico. Las personas originarias del norte de Europa son las menos afectadas.

[Ilustración y recuadro de las páginas 26 y 27]

Cómo se diagnostica la intolerancia a la lactosa

Existen varios métodos para determinar si se padece dicha afección.

Prueba de intolerancia: El paciente bebe en ayunas un líquido que contiene lactosa. Se toman muestras de sangre para precisar el grado de absorción.

Prueba de exhalación de hidrógeno: La lactosa no asimilada produce diferentes gases, entre ellos el hidrógeno, que pasa de los intestinos al torrente sanguíneo y luego a los pulmones, desde donde se exhala.

Prueba de acidez fecal: La lactosa no digerida que se encuentra en el colon produce ciertos ácidos, detectables en las heces.

Por lo común, no es necesaria la hospitalización del paciente para realizar estas pruebas.