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El señuelo de la santería

El señuelo de la santería

El señuelo de la santería

DE NUESTRO CORRESPONSAL EN MÉXICO

LA SANTERÍA ha sido durante muchos años una de las religiones más importantes de Cuba. No obstante, esta clase de culto se ha ido introduciendo gradualmente en otros países. Por ejemplo, en uno de los principales mercados de Ciudad de México hay tiendas especializadas en la venta de objetos que se emplean en la santería, tales como cruces, cirios, amuletos y fetiches. La mayoría de estas tiendas se llaman botánicas, y existen comercios como estos en otras grandes urbes del continente americano. En la ciudad de Nueva York, las botánicas se anuncian con frecuencia en las guías telefónicas y cuentan con más entradas en las páginas amarillas que otros establecimientos de artículos religiosos.

Un gran número de personas se sienten atraídas por el misticismo y exotismo que rodean a la santería. A veces se encuentran algunos de sus elementos en la música y la literatura popular latina. En detrimento de su significado religioso, la santería está cobrando un carácter cada vez más secular y cultural, y se ha difundido gracias a la música y a los acontecimientos culturales afrocaribeños.

Sus orígenes se remontan al África antigua

La santería conserva las características básicas y las tradiciones de una antigua religión africana practicada en Nigeria por el pueblo yoruba. Cuando se envió a los yoruba como esclavos a las islas del Caribe entre 1770 y 1840, estos se llevaron consigo su religión. Una vez en el nuevo mundo, se les obligó a aceptar el catolicismo, pero rehusaron abandonar por completo sus costumbres. Así que crearon un nuevo culto con elementos de ambas religiones, fenómeno que se conoce como sincretismo.

A fin de conservar sus antiguas creencias religiosas, los esclavos identificaron a los santos del catolicismo con los dioses africanos, otorgándoles a cada uno características y poderes especiales. De este modo, sus dioses y diosas, llamados orisha, tomaron el nombre y la forma de tales santos. Sin embargo, los rituales, las costumbres y las creencias que trajeron de África no cambiaron. Un sacerdote santero de Cuba explica: “El sincretismo nos permite adorar al dios católico en el altar, aunque a quien vemos realmente es al dios africano”.

Algunas religiones tales como el vudú, la macumba y la obeah combinan varios elementos de la liturgia, los sacramentos y los utensilios sagrados del catolicismo con las prácticas espiritistas africanas. Puesto que desde un principio la Iglesia Católica prohibió en Latinoamérica las religiones que provenían de África, la santería se practicó en secreto por mucho tiempo, hasta que finalmente la Iglesia comenzó a tolerar tal sincretismo religioso entre los esclavos.

Características de la santería

¿En qué consiste este culto? Los santeros —así se conoce a sus practicantes— adoran a un ser supremo y a un grupo de deidades u orisha, que forman el panteón yoruba. Los sacerdotes santeros interpretan la voluntad de los orisha por medio de la adivinación. Parece ser que, a fin de transmitirles su consejo, los orisha poseen en algunas ocasiones a los adoradores, quienes a su vez los invocan mediante oraciones, música, ofrendas y un comportamiento específico. Los altares desempeñan un papel importante en la adoración. Los santeros tienen uno en su hogar y en él ofrecen flores, ron, bizcocho y cigarros para mantener contentas a las deidades y granjearse su favor.

En un artículo del periódico The New York Times, Lizette Alvarez dijo sobre la filosofía santera: “Da más importancia al presente que a la vida después de la muerte y se centra en las fuerzas naturales. Cada deidad representa un aspecto de la naturaleza, como el trueno, y una característica humana, como el poder”. Los sacerdotes santeros ayudan a la gente a resolver los problemas cotidianos consultando a los orisha. No son sacerdotes católicos, y normalmente llevan a cabo sus rituales en alguna casa, no en un templo.

La santería atrae especialmente a gente con necesidades emocionales y económicas, a los desvalidos y a los inmigrantes que se mudan a países donde esta se practica, pues hace que se sientan parte de un grupo, de una gran familia. Los creyentes pertenecen a una comunidad específica con un padrino (o una madrina) que es a su vez consejero y sacerdote. Se inicia a los nuevos miembros en una ceremonia con música, baile y sacrificios animales oficiada por el sacerdote. También se sacrifican animales (por ejemplo, pollos, cabras, palomas, pichones o tortugas) cuando se produce un nacimiento, un casamiento o una defunción.

La música de la santería

La música desempeña una importante función en la santería como parte integrante de la adoración. Se emplea durante los bembés, ceremonias en las que se invoca a las deidades al son de los tambores. El ritmo varía dependiendo del dios que se desea llamar. El sonido insistente de los tambores es tan fuerte que puede oírse a gran distancia.

En África occidental se han utilizado con fines religiosos durante siglos algunos instrumentos de percusión tales como el tambor, el xilófono o la marimba. Esa era su principal utilidad cuando los esclavos los llevaron a América. En Brasil se fabrican tambores sagrados con la piel de los animales que se han sacrificado según el rito, y se suele bautizar a los nuevos instrumentos, preferiblemente con el agua “bendita” de una iglesia católica. Otros tambores representan a una deidad en particular, como sucede en la cultura afrocaribeña de Haití.

No es raro encontrar a la venta discos compactos de música sagrada para la santería, claramente identificada como tal. El instrumento básico es el tambor, y algunas piezas tienen títulos que en realidad son nombres de deidades o de costumbres santeras. Con el tiempo, los ritmos de la santería se han infiltrado también en algunas producciones de música latina, y su terminología ha aparecido en algunas canciones.

Qué dice la Biblia

La santería está estrechamente relacionada con el espiritismo, una forma de adoración que la Biblia condena (Levítico 19:31). La Palabra de Dios incluye la “práctica de espiritismo” entre “las obras de la carne”, que impiden que una persona herede el Reino de Dios (Gálatas 5:19-21). Además, las Escrituras instan a los que desean obtener la aprobación de Dios a que “huyan de la idolatría” y “[adoren] al Padre con espíritu y con verdad” (1 Corintios 10:14; Juan 4:23, 24).

Los cristianos han de estar alerta dado que la práctica de la santería y su música se están secularizando. Ciertas formas de entretenimiento y algunos aspectos de la cultura latinoamericana se entrelazan con este culto, que está ganando popularidad al considerarse, por lo general, inofensivo. Sin embargo, a los cristianos se les aconseja que eviten cualquier cosa que esté reñida con los principios bíblicos, sin importar lo popular e inofensiva que parezca (2 Corintios 6:14-18).

[Ilustración y recuadro de la página 25]

TÉRMINOS EMPLEADOS EN LA SANTERÍA

Babalú-aye: dios de la curación que corresponde a “san” Lázaro.

Changó: dios del fuego, el trueno y el relámpago, así como patrón de la artillería. “Santa” Bárbara para los católicos.

Ifa Corpus: sistema de leyes que se expresan con 256 símbolos y que representan la tradición santera.

Ikole orun: el “cielo” adonde van todos los seres humanos al morir. Pero la gente malvada vive en un infierno terrestre y sufre en ikole orun.

Obatalá: dios que creó al hombre y la conciencia con los componentes del suelo.

Ochún: diosa de los ríos, el amor, el matrimonio, el dinero, la alegría y la abundancia, que corresponde a la Virgen de la Caridad, patrona de Cuba.

Oggún: patrón de los mineros y de los trabajadores, reverenciado como “san” Pedro.

Oloddumare: ser supremo que creó el universo.

Orumila: dios que decide el destino de las personas.

Yemayá o Xemayá: diosa de los mares y de la fertilidad, a la que se identifica en Cuba con la Virgen María, o la Virgen de Regla.

[Ilustración de la página 24]

Objetos que se emplean en la santería expuestos en una tienda de artículos religiosos