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¿Por qué se ocultó la verdad durante cincuenta años?

¿Por qué se ocultó la verdad durante cincuenta años?

¿Por qué se ocultó la verdad durante cincuenta años?

Rum es una pequeña isla de las Hébridas interiores, situada en la costa oeste de Escocia. Hace unos setenta años, su propietaria dio permiso al botánico John Heslop

Harrison, profesor universitario y miembro de la prestigiosa Royal Society de Gran Bretaña, para estudiar la flora.

Durante los años que siguieron, Harrison informó del hallazgo de especies muy raras, plantas que solo se habían visto a cientos de kilómetros al sur. Fue muy aplaudido por sus logros y gracias a ellos adquirió mucha fama. Pero al tiempo que aumentaba su lista de descubrimientos, aumentaba el escepticismo de los botánicos.

En 1948, John Raven, profesor de Literatura Clásica de Cambridge y entusiasta aficionado a la botánica, aceptó el desafío de investigar el caso, pero su informe nunca se publicó. Permaneció oculto hasta que en 1999 se reveló su contenido. ¿Por qué? Porque Raven demostró que Harrison era un farsante. Como señaló la revista New Scientist, las plantas se habían cultivado en otro lugar y se habían llevado secretamente a Rum.

Raven tenía un don natural para las plantas que se hallan en su hábitat, por lo que enseguida reconoció entre las raíces de algunos de los “descubrimientos” de Harrison ciertas hierbas que eran comunes en Inglaterra, pero difíciles de encontrar en Rum. Otras plantas estaban infectadas por un mosquito cuya presencia solo se había notificado en dos lugares de Gran Bretaña: uno de ellos era el jardín de Harrison, en Inglaterra. Otra prueba procedía de una planta cuyas raíces contenían partículas de una variedad de cuarzo que no se encuentra en Rum.

Y aún había más. Se sabía que las afirmaciones de Harrison sobre las mariposas y los escarabajos de la isla eran falsas. The Sunday Telegraph Magazine recogió las siguientes declaraciones de un habitante de Rum: “El profesor planeaba en secreto lo que iba a descubrir cada año, ya fuera una mariposa o una planta”. Entonces, ¿por qué no se le desenmascaró nunca?

El investigador Karl Sabbagh concluye que se decidió no tomar ninguna medida a fin de proteger a la familia de Harrison, aunque también debió influir el hecho de que Harrison era un hombre con poder con quien era peligroso enfrentarse. Sabbagh observa asimismo que denunciar el fraude “pudiera haber desacreditado a todos los profesionales de la botánica”.