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Ayuda para abandonar la delincuencia

Ayuda para abandonar la delincuencia

Ayuda para abandonar la delincuencia

DE NUESTRO CORRESPONSAL EN FRANCIA

ALGUNOS sucesos recientes han puesto de manifiesto el alarmante fracaso de la ley y el orden en muchas de las zonas urbanas más desfavorecidas de Francia. Según la revista francesa L’Express, “los casos de violencia civil se han quintuplicado en un período de seis años”. Es más, el número de menores implicados en delitos violentos ha aumentado de manera espectacular.

Además de ser los responsables de actos vandálicos, tráfico de drogas, extorsión, incendios y robos, los delincuentes han dirigido sus ataques directamente contra los representantes del Estado. Policías, bomberos y empleados del transporte público, entre otros, son a menudo objeto de agresiones.

¿A qué se debe tanta violencia? Dos sociólogos señalan que “con la desintegración de la unidad familiar como telón de fondo, es una revuelta contra todo lo que las autoridades representan”. Asimismo mencionan razones tales como que los jóvenes “sientan que las autoridades los han abandonado” y que tengan “un futuro poco alentador”.

Los testigos de Jehová predican con regularidad el mensaje de esperanza que da la Biblia en zonas donde hay mucha delincuencia. Un periodista dijo hace poco en un programa de la televisión francesa: “Los testigos de Jehová recorren los barrios periféricos y los vecindarios menos favorecidos, zonas que a veces parecen estar abandonadas por los servicios sociales, la policía y la República. En esos edificios, en esas calles, ellos hablan y escuchan”. Su labor tiene un efecto positivo en la gente, como muestra la siguiente carta de un joven lector de la revista ¡Despertad!

“Gracias de todo corazón por sus publicaciones. Ustedes no solamente me han ayudado a nivel personal, sino que la relación con mis padres ha mejorado. Solo tengo 16 años y soy de origen musulmán.

”Lo que quiero decir es que han logrado que abandone la delincuencia. Ahora sigo más estrechamente mi religión, aunque también leo la Biblia. Además, gracias a ustedes, he continuado con mis estudios. Y por si fuera poco, han ayudado a varios de mis vecinos a dejar la delincuencia mediante sus revistas, que yo les presto todos los meses. Les estoy muy agradecido y me siento en deuda con ustedes.”