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¿Ha tomado un nuevo rumbo el cuidado de la salud?

¿Ha tomado un nuevo rumbo el cuidado de la salud?

¿Ha tomado un nuevo rumbo el cuidado de la salud?

Pocos temas despiertan más interés en la gente que el de la salud. A veces parece haber tantas opiniones como profesionales de la medicina. Con esta serie de artículos, ¡Despertad! no se decanta por ninguna opción terapéutica; solo trata de informar sobre el creciente uso de tratamientos comúnmente calificados de alternativos. No respaldamos ninguna terapia en particular. A continuación analizaremos algunas, pero existen varios tipos de tratamiento que ni siquiera mencionamos, unos bastante populares y otros un tanto controvertidos. A nuestro entender, suele ser provechoso documentarse sobre cuestiones de salud, y cualquier decisión al respecto debe tomarla la persona interesada.

TODOS queremos estar sanos. No obstante, en vista del sinnúmero de personas con problemas de salud, no parece muy fácil conseguirlo. A muchos les da la sensación de que hoy día hay más enfermos que nunca.

Para combatir la enfermedad, muchos médicos piensan que lo mejor es recetar medicamentos producidos por empresas farmacéuticas que los anuncian con insistencia. Cabe mencionar que el mercado internacional de fármacos se ha disparado en las últimas décadas, de tan solo unos miles de millones de dólares al año a cientos de miles de millones de dólares anuales. ¿Cuál ha sido una de las consecuencias?

Los fármacos prescritos por los facultativos han ayudado a mucha gente. Sin embargo, hay personas que toman medicamentos, y su salud no mejora o hasta empeora. De ahí que últimamente haya quienes recurran a otros métodos terapéuticos.

A qué recurren muchos

En lugares donde la medicina convencional moderna ha sido la habitual, se está recurriendo cada vez más a terapias alternativas, o complementarias. “El muro de Berlín que por bastante tiempo ha mantenido las terapias alternativas al margen de la medicina tradicional parece estar desmoronándose”, dijo la revista Consumer Reports de mayo de 2000.

En su número del 11 de noviembre de 1998, la revista JAMA (The Journal of the American Medical Association) hizo la siguiente observación: “Las terapias médicas alternativas —que se conocen funcionalmente como intervenciones y que por lo general ni se enseñan en las facultades de Medicina ni se ofrecen en los hospitales de Estados Unidos— están captando cada vez más la atención, a escala nacional, de los medios informativos, la comunidad médica, las agencias estatales y el público en general”.

Sin embargo, en 1997, la publicación Journal of Managed Care Pharmacy dijo lo siguiente tocante a las nuevas tendencias: “En el pasado, los profesionales de la medicina convencional acogieron con escepticismo las prácticas médicas alternativas, pero actualmente hay veintisiete facultades estadounidenses [75, según un informe más reciente] donde se imparten clases optativas de medicina alternativa. Entre ellas figuran las de las universidades de Harvard, Stanford, Arizona y Yale”.

JAMA indicó lo que multitud de pacientes hacen para mejorar su salud: “En 1990, cerca de 1 de cada 5 personas (el 19,9%) que acudió al médico por una enfermedad seria utilizó también una terapia alternativa. Este porcentaje aumentó a casi 1 de cada 3 (el 31,8%) en 1997”. Y añadió: “Las encuestas nacionales llevadas a cabo fuera de Estados Unidos señalan que la medicina alternativa es popular en todo el mundo industrializado”.

De acuerdo con esta misma revista, en un período reciente de doce meses utilizaron terapias alternativas el 15% de la población de Canadá, el 33% de la de Finlandia y el 49% de la de Australia. JAMA reconoció: “La magnitud de la demanda de terapias alternativas es notable”. Y particularmente lo es en vista de que pocas veces están incluidas en las pólizas de seguros. De ahí que el artículo concluyera diciendo: “Es muy posible que el uso que se da hoy por hoy a estos tratamientos sea inferior al que se les daría si los seguros cubrieran más terapias alternativas en el futuro”.

En diversos países existe desde hace tiempo la tendencia a combinar las terapias alternativas con las convencionales. El doctor Peter Fisher, del Royal London Homeopathic Hospital, indicó que los principales tipos de medicina complementaria se han vuelto “prácticamente convencionales en muchos lugares. Ya no hay dos clases de medicina, la ortodoxa y la complementaria —afirmó—. Solo hay medicina buena y medicina mala”.

Por eso, hoy día, numerosos profesionales del campo de la medicina reconocen el valor de ambas vertientes, tanto la ortodoxa como la alternativa. En lugar de insistir en que se acepte un tipo de medicina u otro, recomiendan escoger de las diversas modalidades terapéuticas todo lo que pueda beneficiar al paciente.

¿Cuáles son algunos de los métodos terapéuticos que ofrece la medicina alternativa, o complementaria? ¿Cuándo y dónde se originaron? ¿Y por qué recurren a ellos tantas personas?