De visita en una farmacia china
De visita en una farmacia china
HACE días que Kwok Kit no se encuentra bien, así que ha decidido ir al médico. Al ser chino, prefiere la medicina tradicional de su país. Un amigo de la familia conoce al profesional indicado, el propietario y director de una herboristería cercana, y le dice que este le elaborará un preparado de hierbas que lo curará.
En China, como en la mayor parte del sudeste asiático, el proceso de visitar al médico es muy distinto al de Occidente, en el que por lo general se requiere concertar una cita, desplazarse a la clínica, pasar un reconocimiento y recoger la receta, para luego acudir a una farmacia a comprar los medicamentos prescritos. Tratándose de un médico chino, es mucho más simple. Se visita una herboristería, en la que casi siempre tiene su consulta un herbolario, que al mismo tiempo es doctor en medicina china. Él lo examinará, le hará el diagnóstico, dosificará las hierbas y le dirá cómo tomarlas, todo en una breve visita. *
¿Hierbas utilizadas como medicamentos?
Aunque la mayoría de los occidentales están acostumbrados a las pastillas, cápsulas e inyecciones, tales métodos terapéuticos son relativamente recientes. Desde hace milenios, la gente recurre a los remedios naturales. Por ejemplo, los médicos hebreos de la época bíblica utilizaban aceite, bálsamos y vino (Isaías 1:6; Jeremías 46:11; Lucas 10:34), y elaboraban cataplasmas de higos secos para, según parece, curar forúnculos, o diviesos (2 Reyes 20:7).
En realidad, casi toda nación o pueblo ha utilizado hierbas y preparados muy diversos para tratar enfermedades y dolencias. Hasta muchas de las especias actuales se emplearon en un principio por su valor terapéutico. Lo anterior no significa que tales usos dieran siempre buenos
resultados; por el contrario, muchas veces eran una mezcla de superstición e ignorancia. Sin embargo, esos métodos curativos perduran desde hace miles de años. Incluso algunos de los fármacos más comunes de nuestros tiempos se extraen de las plantas.Teoría y práctica de la medicina china
Los tratamientos con plantas medicinales son parte integrante de la cultura china. La tradición le atribuye a Huang Di, el Emperador Amarillo, la recopilación del Nei Jing, tratado de medicina interna, al cual todavía se remite un buen número de doctores chinos. * El tratado, de datación discutida, estudia muchos de los trastornos expuestos en los libros de medicina occidental. No solo analiza los diagnósticos, los síntomas, las causas, el tratamiento y la prevención de las enfermedades, sino también la anatomía y las funciones corporales.
Como en la mayoría de las disciplinas del sudeste asiático, la doctrina del yin y el yang posee una influencia dominante en la teoría y práctica de la medicina china. En este campo en particular, el yin representa lo frío, y el yang, lo caliente (ambos simbolizan muchas otras propiedades opuestas). * Además, a la hora de emitir el diagnóstico y aplicar el tratamiento, se toman en consideración los puntos de acupuntura situados sobre los meridianos del cuerpo. Con el objeto de restaurar el equilibrio entre el yin y el yang del enfermo, se le recetarán alimentos y plantas considerados fríos o calientes.
Por ejemplo, a un paciente con fiebre se le considera caliente; por lo tanto, se le recetarán hierbas calificadas de frías. Aunque tal vez ya no se haga mención específica de la alternancia entre el yin y el yang, todavía se emplean los mismos principios para determinar el tratamiento apropiado. Pero ¿qué proceso sigue el especialista en medicina china para llegar a un diagnóstico? Y ¿cómo es una
herboristería? Acompañemos a Kwok Kit al comercio que le ha recomendado su amigo y lo sabremos.Una herboristería con artículos exóticos
¡Vaya! Hoy habrá que esperar para ver al médico. Parece que hay un brote de gripe, y Kwok Kit tiene dos pacientes delante. Demos un paseo por el establecimiento mientras tanto.
Al entrar, lo primero que nos llama la atención son los montones de alimentos secos (setas, vieiras, orejas de mar, higos, frutos secos y otros comestibles) colocados en canastas a la entrada. En efecto, se venden artículos de alimentación, pero es posible que algunos también formen parte de las recetas.
Después de esas mercancías vemos a ambos lados del angosto local mostradores con vitrinas que contienen hierbas poco comunes o especiales, minerales y órganos secos de animales, que alcanzan precios altísimos. Al acercarnos, observamos cornamentas de ciervos, perlas, lagartos y caballitos de mar desecados, además de otros artículos exóticos. Hasta hace pocos años se podían encontrar en tales vitrinas cuernos de rinoceronte, vesículas de oso y otras partes de animales semejantes, pero ahora todos esos productos están prohibidos.
En otro rincón de la tienda nos topamos con paquetes de mezclas de plantas para combatir problemas frecuentes —ya sea el resfriado o el malestar estomacal—, así como con una colección de botellas de fármacos chinos a base de hierbas. Con tan solo contarle al dependiente cuál es su problema, él le recomendará alguno de aquellos paquetes o frascos y le dirá cómo preparar el medicamento en casa.
A lo largo de la pared situada detrás del empleado hay estantes repletos de tarros de vidrio con raíces secas, hojas y ramitas, que los clientes conocen bien y suelen adquirir para elaborar remedios caseros o cocinar. En el lado opuesto hay un armario que llega hasta el techo con muchas filas de desgastados cajones. Se trata del baizigui, o “armario de los cien hijos”, que llega a albergar en torno a un centenar de cajones. Esta distribución permite la rápida localización de las hierbas de uso más frecuente en las recetas (las de mayor consumo ocupan los lugares más accesibles). Aunque por lo general los cajones carecen de rótulo, los dependientes experimentados saben con exactitud dónde está colocada cada variedad.
Fijémonos en la destreza del empleado al pesar las hierbas que despacha a una clienta. Utiliza una balanza asiática, tan delicada como exacta, formada por una barra graduada que tiene en un extremo un platillo sujeto por tres hilos, y en el otro, un peso móvil. Él sabe que ciertas hierbas son mortales si se administran en cantidades excesivas, así que concede mucha atención a las medidas. Pero no pesa todo. Ahora lo vemos sacar medio puñado de hierbas de diversos cajones y ponerlas en una hoja de papel para envolver. No, la vista no nos engaña: esta receta también incorpora mudas de piel de cigarra. Al tiempo que envuelve la mezcla, le explica a la señora cómo elaborar la tisana.
Los medicamentos a base de hierbas se preparan y toman de varias maneras. Los que vienen en polvo se disuelven en agua caliente y luego se beben. En el caso de los extractos, se mezclan con miel o con algún licor. Ahora bien, a esta mujer se le recomienda que utilice el método más popular: la decocción, que consiste en hervir el preparado en una vasija de barro durante aproximadamente una hora. Luego irá bebiendo el líquido cada ciertas horas. Si necesita más medicamento, solo tiene que volver a la herboristería y pedir otra dosis.
Por fin le llega el turno a Kwok Kit. El doctor no le mide la presión arterial ni le ausculta el corazón; determina los síntomas preguntándole por el sueño, la digestión, el apetito, las deposiciones, la temperatura y el estado y color de la piel. También le examina los ojos y repara en el color de varias zonas de la lengua. A continuación le toma el pulso en ambas muñecas y en diferentes posiciones, aplicando varios grados de presión, procedimiento que, según cree, revela el estado de los órganos y partes del cuerpo. Hasta toma nota de los olores raros que detecta. El diagnóstico no es de extrañar: Kwok Kit tiene gripe. Necesita guardar cama, ingerir mucho líquido y hacer una infusión con un preparado. Le sabrá amarga, pero lo mejorará. Además de indicarle qué alimentos debe evitar, el doctor tiene la delicadeza de mandarle una mermelada de ciruela que contrarrestará el mal sabor que le deje el medicamento.
Ya se va Kwok Kit con el paquete de hierbas. La visita y el preparado le han costado menos de 20 dólares: una verdadera ganga. Las hierbas no son milagrosas, pero se pondrá bien al cabo de unos días. Sin embargo, no debe caer en el error popular de creer que cuanto más tome será mejor. No es extraño oír de reacciones agudas ocasionadas por una sobredosis de ciertas plantas medicinales.
Hay países cuya normativa sobre la práctica de la herboristería y de la medicina tradicional china es insuficiente o inexistente, lo que ha fomentado el intrusismo e incluso la venta de peligrosas pociones con supuestas propiedades curativas. Es comprensible, pues, que a la hora de escoger un doctor en medicina tradicional china, muchos asiáticos se fíen de las recomendaciones de sus familiares y amigos íntimos.
De más está decir que ningún tratamiento, sea de plantas medicinales o de fármacos occidentales, cura toda dolencia. Aun así, la farmacia china y su especialista en medicina tradicional continúan siendo parte integral del modo de vivir de Asia.
[Notas]
^ párr. 3 ¡Despertad! no favorece ningún tratamiento en particular. Los cristianos deberán asegurarse de que la terapia que sigan no esté reñida con los principios bíblicos.
^ párr. 8 Se afirma que el Emperador Amarillo, legendario soberano anterior a la dinastía Zhou, gobernó entre los años 2697 y 2595 a.E.C. Gran número de especialistas opinan, sin embargo, que el Nei Jing se puso por escrito después de la desaparición de dicha dinastía, que se extendió aproximadamente desde 1100 hasta 250 a.E.C.
^ párr. 9 El ideograma chino yin significa literalmente “sombra” y representa lo oscuro, lo frío, lo femenino; mientras que el yang, lo brillante, lo caliente, lo masculino.
[Ilustraciones de la página 23]
En la herboristería se encuentran artículos exóticos, como caballitos de mar desecados
[Ilustraciones de la página 24]
Se pesan con cuidado las raíces, hojas y ramitas