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De nuestros lectores

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La corea de Huntington Tenía que expresarles mi sincero agradecimiento por el artículo “La corea de Huntington: tragedia de origen genético” (22 de marzo de 2000). Durante veinte años cuidé de mi esposo, que padecía ese mal. Un artículo así, redactado con sensibilidad y comprensión, tendrá buena acogida por parte de muchas personas.

N. G., Nueva Zelanda

Gracias por el artículo. La explicación que ustedes dieron fue más sencilla que la de nuestro médico. Hace unos tres años le diagnosticaron corea de Huntington a mi madre, y es muy doloroso ver lo que le cuesta hablar, comer y caminar. Un detalle que omitieron es que, al parecer, la memoria a largo plazo permanece intacta por más tiempo que la memoria a corto plazo, por lo que puede ser práctico y consolador conversar sobre los viejos amigos o mirar fotografías antiguas con alguien que se halle en una etapa avanzada de la enfermedad.

J. M., Estados Unidos

Cuatro años atrás le diagnosticaron corea de Huntington a mi esposo. Hace como un año y medio escribí a la redacción de ¡Despertad! solicitándoles asesoría sobre el tema. Cuando vi este artículo, me sentí muy aliviada y lloré de alegría.

D. B., Estados Unidos

La transmisión de la hepatitis Me parece que hay un error en la noticia “La más común de las infecciones transmitidas por la sangre” (“Observando el mundo” del número del 22 de abril de 2000). Ustedes mencionaron que el virus de la hepatitis C se transmite principalmente por contacto sexual o mediante sangre infectada. En realidad, la transmisión sexual es excepcional y ocurre solo en circunstancias específicas, como durante la menstruación.

C. A., Francia

Es posible que la breve nota haya dado una impresión errónea, pues el contacto sexual no parece tener tanta trascendencia en la transmisión de la hepatitis C como el consumo de drogas por vía intravenosa. Según el Harvard Health Letter de febrero de 1996, los cónyuges de los portadores del virus de la hepatitis C corren muy poco o ningún riesgo. Con todo, un artículo del número del 19 de agosto de 1999 de la revista The New England Journal of Medicine informó lo siguiente sobre la incidencia de la hepatitis C en Estados Unidos durante el período 1988-1994: “Los principales factores que se relacionan de manera independiente con la infección de la hepatitis C son el consumo ilegal de drogas y el comportamiento sexual de alto riesgo”. También declaró que, “a pesar de que las relaciones sexuales no son una vía principal de transmisión de la hepatitis C, [...] la gran cantidad de infectados crónicos que hay entre la población favorece que los individuos que tienen varias parejas sexuales puedan exponerse a la enfermedad en muchas ocasiones”.—La Redacción.

Perforaciones corporales Gracias por el artículo “Los jóvenes preguntan... ¿Está bien hacerse perforaciones corporales?” (22 de marzo de 2000). Tengo 16 años, y por algún tiempo he pensado en hacerme algunas perforaciones en el cuerpo. Aunque había pedido varias opiniones al respecto, todavía no estaba segura de qué hacer. No obstante, su artículo claro e informativo me ayudó a comprender que la perforación corporal no es en absoluto para mí, aunque sea muy popular.

E. C., Inglaterra

Dado que fui cantante de un conjunto de rock punk, encontré muy oportuna la información que publicaron sobre la perforación corporal. Es irónico que la gente busque definir su individualidad siguiendo las últimas modas.

F. S., Estados Unidos

La moralidad Ayer leí el reportaje “¿Qué le ha ocurrido a la moralidad?” (8 de abril de 2000). No pudo ser más realista. Demostró lo repulsivo que es el pecado. Para ser sincero, antes de hacerme testigo de Jehová, yo era sumamente inmoral. Hasta la fecha sigo combatiendo fuertes deseos carnales. Sin embargo, con el amor y el cuidado que Jehová me da, la ayuda de los ancianos amorosos, el apoyo de mis hermanos cristianos y artículos como estos, tengo dominada la situación.

J. C. P., Estados Unidos