¿Qué es la cistitis intersticial?
¿Qué es la cistitis intersticial?
LA CISTITIS es, en pocas palabras, una inflamación de la vejiga. Si bien afecta mayormente a las mujeres, existen diversos tipos y distintas causas.
Los síntomas más comunes son micción frecuente y disuria (evacuación dolorosa de la orina), descrita a veces como una fuerte sensación de ardor. Ahora bien, ¿qué distingue a la cistitis intersticial crónica? *
La doctora Susan Keay, especialista en este campo, admite: “La cistitis intersticial es muy difícil de diagnosticar, y más aún de tratar”, y añade: “A veces supone años de sufrimiento. Es un doloroso trastorno de larga evolución que altera el estilo de vida y llega a durar décadas”. Lamentablemente, por años, muchos médicos no reconocían su existencia y daban a entender que todo eran imaginaciones del paciente. Sin embargo, como dice cierto facultativo, “el hecho de reconocer los síntomas del paciente diagnosticándole cistitis intersticial suele tener efectos terapéuticos”.
Según cierto informe, dicho tipo de cistitis aqueja a más de setecientos mil estadounidenses, “un 50% más que en recuentos anteriores”. Hay constancia de que a algunos hombres que la padecen se les diagnostica por equivocación problemas de próstata. Dado que ocasiona dolores casi continuos, otras muchas personas se ven afectadas indirectamente, en particular los parientes cercanos y quienes viven bajo el mismo techo. Como es lógico, las actividades que el enfermo puede desempeñar en el hogar y en el trabajo se reducen de modo considerable. De hecho, un buen número tiene que renunciar a su empleo. Es posible que las relaciones sexuales también resulten muy dolorosas.
En vista de que todavía no tiene curación, el objetivo de los médicos se centra en paliar el dolor. Veamos algunos tratamientos.
Alivio, pero no curación
El doctor Grannum R. Sant, de la Facultad de Medicina de la Universidad Tufts y *
el Centro Médico de Nueva Inglaterra, recomienda como tratamiento fundamental la administración por vía oral de antihistamínicos, antidepresivos tricíclicos o polisulfato de pentosana.Algunos médicos recomiendan la hidrodistensión, descrita en el artículo anterior, que proporciona cierto alivio durante unos meses y tal vez hasta un año. También se utilizan las instilaciones vesicales de dimetilsulfóxido (DMSO) —producto aprobado por la Administración de Alimentos y Fármacos, de Estados Unidos—, las cuales logran reducir los síntomas por un máximo de dos años. Sin embargo, el urólogo Kenneth Peters tiene sus reservas sobre este tratamiento, pues puede desencadenar, entre otros problemas, la formación de peligrosos coágulos de sangre.
Un tratamiento que recientemente ha utilizado el doctor Peters en estudios experimentales consiste en la administración intravesical del bacilo de Calmette-Guérin (BCG). Dicho especialista explica que es “una cepa debilitada del bacilo de la tuberculosis”, la cual al parecer estimula el sistema inmunológico. Durante más de dos años se dio seguimiento al 60% de los pacientes que respondieron al tratamiento en un ensayo controlado, y el 90% de ellos “siguieron manifestando una marcada mejoría clínica en los síntomas de dolor y de frecuencia de las micciones”, apunta el doctor Peters.
En algunos casos se obtiene alivio con Elmiron, fármaco que, según el doctor Raymond Hurm, “ayuda a regenerar el revestimiento interior de la vejiga”. Toma tiempo, pero, como dijo una paciente, ‘con Elmiron es más llevadera la enfermedad’.
Otro tratamiento en fase experimental emplea Cystistat (ácido hialurónico). “Este medicamento se instila directamente en la vejiga y se cree que actúa reemplazando los glucosaminoglicanos defectuosos del revestimiento vesical. [...] En Estados Unidos se inician ahora [1998] los ensayos clínicos, por lo que de momento se desconoce su eficacia.” Europa ya ha aprobado su uso, pero Estados Unidos todavía no.
Beth Getz, enfermera diplomada que dirige un grupo de apoyo para los afectados de cistitis intersticial, escribió: “A veces, los pacientes son reacios a preguntar al médico sobre las terapias alternativas [...] por miedo a que entienda que consideran inadecuados los cuidados tradicionales que reciben. Pero la mayoría de los urólogos actuales que tratan este mal son partidarios de recurrir a diversas terapias, incluidas las alternativas, siempre y cuando no pongan al enfermo en peligro”.
Quienes padecen dolor pélvico crónico también tienen la opción de acudir a una clínica del dolor, donde le ofrecerán terapias como la estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (descrita en el artículo anterior), los bloqueos nerviosos y la acupuntura, además de orientación psicológica y programas de restauración funcional.
¡Despertad! planteó al doctor Peters, antes citado, los problemas de quienes necesitan orinar 40 ó 50 veces al día, y este recomendó el uso de un estimulador del nervio sacro, el cual reduce las micciones a unas seis diarias. En Estados Unidos recibe el nombre de
InterStim Therapy, y consiste en un pequeño aparato implantado en el abdomen que envía al nervio sacro leves impulsos eléctricos que facilitan el control de la vejiga.El último recurso es la cirugía, pero no ofrece garantías. “Los resultados de la operación de vejiga para la cistitis intersticial son variables —dice el doctor Sant, antes citado—. Tras la cistectomía, muchos pacientes siguen quejándose de dolores suprapúbicos y pélvicos persistentes.” Por consiguiente, los especialistas aconsejan no someterse precipitadamente a la extirpación quirúrgica de la vejiga a menos que sea como último recurso y después de haber analizado bien todos los pros y los contras.
Esperanzas para el futuro
La Asociación de la Cistitis Intersticial, con sede en Rockville (Maryland, E.U.A.), dice: “Aunque no es probable que los investigadores encuentren una única cura para todos los afectados, es muy probable que cada vez más enfermos se beneficien de las últimas novedades en técnicas de diagnóstico, opciones terapéuticas y combinaciones de tratamientos. Cuando entendamos con claridad la causa (o causas) de la cistitis intersticial, estaremos más cerca del remedio (o remedios)”. A millones de personas del mundo entero que padecen esta enfermedad les alegraría oír esa noticia.
[Notas]
^ párr. 3 Existe una variante de la cistitis intersticial, denominada úlcera de Hunner, que se caracteriza por la presencia de placas o úlceras que abarcan todas las capas de la pared de la vejiga.
^ párr. 8 ¡Despertad! no recomienda ningún tratamiento en particular. Todo paciente debe consultar siempre a su médico antes de decidirse por cualquier terapia o medicación. Esta revista se limita a informar a sus lectores de las opciones médicas que señalan algunos doctores y otros profesionales.
[Recuadro de la página 21]
Apoyo emocional
Los especialistas afirman que el apoyo emocional de familiares, amigos y personas que sufren la misma afección ayuda mucho al paciente a sobrellevar la dolencia. Y los enfermos que la estudian y se cuidan tienden a experimentar una sensible mejoría.
[Recuadro de la página 22]
Alimentos que deben evitarse
Aunque no existen estudios clínicos que vinculen la dieta a la cistitis intersticial, muchos médicos y enfermos han observado cierta relación. El urólogo Kenneth Peters dice que hay pacientes sensibles a ciertos alimentos y que cada uno debe determinar cuáles empeoran sus síntomas. En opinión de Peters, ha de eliminarse la cafeína y el alcohol. Los tomates y los cítricos también parecen perjudicar al afectado. Sin embargo, es importante que este lleve una dieta equilibrada y variada. Algunos dicen que lo que mejor les sienta es el arroz, las papas, la pasta, las verduras, la carne y el pollo. Además, hace falta beber mucha agua, pues diluye el contenido ácido de la orina y por consiguiente reduce la irritación de la pared de la vejiga.
Esta es una lista parcial de productos que deben evitarse.
Ácido cítrico
Aderezos para la ensalada
Aguacates
Albaricoques
Anchoas
Arándanos (bayas y jugo)
Aspartamo
Bebidas carbonatadas
Carne de vacuno en salmuera
Caviar
Cebollas
Chocolate
Ciruelas
Comida basura
Comidas muy condimentadas
Crema agria
Fresas
Frijoles de Lima
Frutos secos
Granadas
Habas
Hígado
Manzanas
Mayonesa
Melocotones
Melón cantalupo
Nectarinas
Nitratos y nitritos
Pan de centeno
Pan leudado con masa fermentada
Pescados y carnes curados
Piña
Plátanos
Queso curado
Ruibarbo
Sacarina
Salsa de soja
Tabaco
Té
Tofu
Uva
Vinagre
Yogur
[Reconocimiento]
Urologic Nursing, abril de 2000, vol. 20, núm. 2