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La maravillosa aorta

La maravillosa aorta

La maravillosa aorta

La aorta es la “cañería” más complicada que jamás ha estudiado la ciencia. A simple vista, el arco aórtico parece el asa curvada de un paraguas, pero no es exactamente así. Su curvatura no es solo bidimensional, sino tridimensional, semejante a una sección de un resorte en espiral. Si lo tendiéramos sobre una superficie plana, describiría un semicírculo con un extremo apuntando hacia arriba.

¿Por qué tiene esa forma? Para que la sangre no fluya por el arco aórtico como el agua en el recodo de un río, sino que lo haga describiendo una doble espiral. En el interior de los meandros de los ríos, el agua discurre despacio, lo que permite que los sedimentos se acumulen; pero en el exterior, la corriente es más rápida y hasta erosiona la orilla. Si tal fenómeno ocurriese en la aorta, podrían acumularse peligrosos depósitos grasos en la zona lenta del arco. No obstante, como la sangre fluye en espiral, disminuye tal posibilidad, pues limpia las paredes de modo más uniforme.

Lo cierto es que la aorta es una maravilla. Con razón exclamó el salmista: “De manera que inspira temor estoy maravillosamente hecho” (Salmo 139:14).

[Ilustraciones de la página 31]

(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)

AORTA

[Reconocimiento de la página 31]

Fondo hemático de las págs. 24-26, 31: Lennart Nilsson