¿Podría repetirse el Holocausto?
¿Podría repetirse el Holocausto?
DE NUESTRO CORRESPONSAL EN SUECIA
DEL 26 al 28 de enero de 2000, la capital sueca reunió a los jefes de Estado y de Gobierno de 48 países en el Foro Internacional de Estocolmo sobre el Holocausto. El temor de los líderes mundiales de que renazca el nazismo trascendió en las declaraciones efectuadas desde la tribuna. El anterior primer ministro israelí, Ehud Barak, dijo: “Es el deseo de esta conferencia enviar el mensaje universal de que jamás se volverá a tolerar sobre la faz de la Tierra un régimen de maldad, asesinato y discriminación hacia los seres humanos por causa de su religión, raza o color de piel”.
No solo concierne a los judíos
En todo el mundo, muchas personas relacionan el término Holocausto exclusivamente con el pueblo judío; pero también hubo otras víctimas. En consonancia con ese hecho, el primer ministro sueco propuso que se adoptara el compromiso de abrir todos los archivos del planeta a fin de ilustrar al público sobre el Holocausto. “Que la humanidad se entere del genocidio de los romaníes [gitanos]; del exterminio de los discapacitados, y de la persecución y asesinato de homosexuales, disidentes y testigos de Jehová”, expresó en la Gran Sinagoga de Estocolmo, durante la celebración de un servicio conmemorativo del Holocausto judío que fue parte del foro y recibió amplia publicidad.
Además, el gobierno sueco ha editado un libro alusivo al Holocausto titulado Tell Ye Your Children (Contádselo a vuestros hijos), y lo ha distribuido por todo el país de forma gratuita a los padres de familia. La obra señala que los testigos de Jehová “rehusaron jurar lealtad a Hitler y a la Alemania nazi, una postura excepcional dado que, con solo firmar una declaración de lealtad,
podían dejar de ser perseguidos. No obstante, pocos eligieron dicha alternativa”.El Holocausto y los testigos de Jehová
Miles de testigos de Jehová de Alemania —en el país había unos veinticinco mil en 1933— se contaron entre las primeras víctimas que fueron arrojadas a campos y prisiones nazis. A pesar de eso, mantuvieron su neutralidad cristiana ante todo tipo de actividades políticas y militares. No salió de ellos el saludo “Heil Hitler!”; ni tampoco aceptaron la ideología racista nazi ni formaron parte de la maquinaria bélica del canciller alemán. Dos mil de estos cristianos perdieron la vida, 250 de ellos ejecutados.
Los Testigos también ayudaron a sus compañeros de prisión, fuesen judíos o de otras colectividades, a aguantar. Lo hicieron al infundirles una esperanza basada en la Biblia y al compartir con los enfermos y débiles todo cuanto tenían, con frecuencia hasta su último pedazo de pan. Además, al inicio de la persecución nazi divulgaron de forma clandestina información que revelaba la existencia de los campos de concentración y lo que ocurría en su interior. Desde entonces, sus revistas internacionales, La Atalaya y ¡Despertad!, han publicado numerosos artículos sobre las atrocidades nazis y biografías de supervivientes.
Quedó claro que los asistentes al foro temen que resurja el nazismo. El profesor Yehuda Bauer, director del Centro Internacional de Investigación sobre el Holocausto, del Instituto del Pueblo Judío Contemporáneo, con sede en Israel, lo expuso de la siguiente manera: “Si ocurrió una vez, puede ocurrir de nuevo; tal vez no de igual modo ni con los mismos atacantes y agredidos; cualquiera pudiera ser la víctima o el agresor. Fue algo sin precedentes, mas ahora el precedente existe”.
[Ilustración de la página 12]
El triángulo púrpura identificaba a los testigos de Jehová en los campos
[Ilustraciones de las páginas 12 y 13]
1. Julius Engelhardt, testigo de Jehová ejecutado por los nazis en Brandemburgo el 14 de agosto de 1944.
2. Tres testigos de Jehová de regreso a su hogar tras su liberación de Sachsenhausen (1945).
3. Elsa Abt, Testigo a la que separaron de su pequeña hija y mantuvieron presa durante casi tres años
[Reconocimiento]
Nordrhein-Westfälisches Hauptstaatsarchiv, Düsseldorf
[Ilustraciones de la página 13]
En estos vídeos, los Testigos sobrevivientes relatan sus historias