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¿Son las celebraciones populares diversiones inofensivas?

¿Son las celebraciones populares diversiones inofensivas?

¿Son las celebraciones populares diversiones inofensivas?

A MEDIADOS DE OCTUBRE se empieza a observar una extraña transformación en algunas ciudades de Francia. Los escaparates se llenan de calabazas, esqueletos y telarañas. Las cajeras de los supermercados se atavían con sombreros negros de pico, y el momento culminante llega cuando los niños rondan las calles, llaman a las puertas y amenazan con una travesura si no les dan golosinas.

Estas extrañas costumbres forman parte de la celebración conocida por el nombre de Halloween, fiesta que tiempo atrás se consideraba típica de Norteamérica, pero que se ha extendido por el mundo entero y ha ganado popularidad entre niños y adultos por igual. Francia, al parecer, ha recibido dicha festividad con los brazos abiertos. Según ciertos cálculos, el año pasado la celebraron casi una tercera parte de las familias francesas. Y el diario italiano La Repubblica dice que también se está extendiendo vertiginosamente por toda la península italiana. El periódico Nordkurier señala que “la cantidad de ciudadanos [alemanes] que no quieren perderse la macabra diversión es mayor que nunca”.

Halloween no solo ha fascinado a Europa. Se celebra con entusiasmo desde las Bahamas hasta Hong Kong. El rotativo International Herald Tribune informa que, el año pasado, una emisora de radio de Sri Lanka organizó un concurso de “las recetas de Halloween más insólitas y los gritos de muerte más espeluznantes”. La festividad también se ha introducido en Japón, en cuya capital, Tokio, se realizan “desfiles de calabazas” en los que participan miles de personas.

Incluso en aquellas regiones del mundo en las que Halloween no es popular, suele haber fiestas y celebraciones que se le parecen. En Gran Bretaña, durante la Noche de Guy Fawkes se ve por las calles a grupos de niños pidiendo dinero y haciendo travesuras como las de Halloween. En Taiwan se celebra la colorida fiesta de los Farolillos, en la que los niños deambulan por las calles llevando farolillos que representan aves y fieras. México tiene su día de los Muertos, celebración que ha cruzado la frontera y ha llegado a Estados Unidos. Además, según el escritor Carlos Miller, algunos mexicoamericanos todavía “se ponen calacas, máscaras de madera que simulan calaveras, y bailan en honor de sus difuntos”.

La opinión general sobre estas celebraciones tal vez sea que se trata de una simple diversión inofensiva, una excusa para que niños y adultos se disfracen y pierdan sus inhibiciones. Pero tal actitud indiferente pasa por alto el hecho de que son, sin duda alguna, de origen pagano. La fiesta de los Farolillos de Taiwan, por citar un ejemplo, se remonta a cuando la gente encendía farolillos con la intención de ver a los espíritus celestes que, en su opinión, flotaban en el cielo. El día de los Muertos de México proviene de un ritual azteca que honraba a los difuntos.

Tal vez haya quienes sostengan que el origen de este tipo de festividades no tiene mucha importancia. Pero pregúntese: “¿Pueden considerarse inofensivas unas celebraciones cuyos orígenes son tan oscuros?”. A sus promotores comerciales no les preocupa en absoluto. Un representante del Instituto de Cultura de Barcelona (España) dijo lo siguiente tocante a Halloween: “Es una fiesta que se implanta desde la vertiente comercial”. Tan solo en Estados Unidos, generó el año pasado unos ingresos de 6.800 millones de dólares. En Francia, una empresa que fabrica disfraces de Halloween ha visto centuplicarse su negocio en solo tres años.

Pues bien, ¿debería alguien participar en tales celebraciones por el simple hecho de que son populares o lucrativas? Para responder a esta pregunta, examinemos un poco más la fiesta de Halloween.

[Ilustración de la página 3]

Calaveras de azúcar utilizadas en México el día de los Muertos

[Reconocimiento]

SuperStock, Inc.

[Ilustración de la página 4]

En Gran Bretaña se encienden hogueras para celebrar la Noche de Guy Fawkes

[Reconocimiento]

© Hulton Getty Archive/gettyimages